I. Una peque�a introducci�n
Desde hace mas de 5 a�os que leo relatos er�ticos y siempre
quise escribir uno pero nunca me anime porque, simplemente, lo �nico que pod�a
contar en ese tiempo eran puras y llanas fantas�as. Hoy por hoy mi situaci�n a
cambiado y quisiera empezar a compartir mis experiencias, no me pregunten
porqu�, simplemente deseo contar las cosas que me han venido sucediendo desde
que vivo en otra ciudad.
Tengo 30 a�os, soy de Bolivia y vivo en una peque�a ciudad
llamada Trinidad, pero no siempre viv� ac�. Nac� y crec� en Cochabamba, al
finalizar mis estudios de secundaria me matricul� en una universidad privada
donde conoc� a una muchacha de Trinidad. Los que conozcan mi pa�s saben que no
hay mejor mujer boliviana que la camba, es decir, aquella nacida en la
parte oriental de Bolivia. Pues me enamor�, ella se enamor� y nos casamos. Al
tiempo llegue a este hermosa ciudad.
�Mi vida dio una vuelta de 180 grados! Ac� todo era diferente
y, sobretodo, no se que paso pero empec� a gustarle a las mujeres. �Es tan f�cil
ser un mujeriego en Trinidad que hasta parece un sue�o! No voy a decir que yo
nunca pens� en ser infiel a mi esposa� siempre lo pens� pero nunca me anim�.
Ac� uno no debe ni animarse� solo debe dejarse llevar.
II. Las reglas de los relatos
Antes de empezar, y quiero ser bien claro en esto, todos y
cada uno de los relatos que contar� son totalmente verdaderos de acuerdo a lo
que mi mente recuerde, no siguen un orden cronol�gico� los escribir� como me
vengan a la memoria. Muchos ser�n aburridos, otros decepcionantes y otros
interesantes (seg�n yo)� tan reales como la vida misma.
Como no se quien leer� estos relatos cambiar� mi nombre�
desde hoy me llamar� Daniel y considerando el tama�o de Trinidad buscar� no
inmiscuir en lo absoluto a mi esposa, su familia o mi trabajo. En Trinidad todo
tiene o�dos� mas que seguro que ni Internet escapa de esta ciudad que vive del
chisme, sea real o inventado.
III. Mi secretaria
He cambiado de secretaria mas de 10 veces. Algunas flacas,
otras gordas� algunas altas, otras bajas� algunas buenotas y otras feotas, pero
si alguna me gusto era Mar�a.
Desde que entr� a entrevistarse conmigo me gusto la camba�
era una cunumi (persona originaria del oriente boliviano) con una cara de
"me gusta el sexo" incre�ble. Morena, , 22 a�os cumplidos, simp�tica de rostro
sin llegar a ser una hermosura, cerca de 1.60 metros de altura, algo pasada de
peso � pero el conjunto completo estaba s�per arrechante� no bonito� arrechante.
Los hombres (y porque no las mujeres) seguramente entienden a que me refiero.
Vest�a una mini falda color blanco demasiado "mini" para una
entrevista de trabajo, unos tacones de esos estilo plataforma que estaban hace
uno o dos a�os de moda y, para rematarla, llevaba una blusa negra de botones con
un escote que llegaba justo a la mitad de sus tetas. �Y que ubres tenia la ni�a!
Grandes� bien grandes.
Una vez contratada resulto ser la peor secretaria que tuve en
mi vida. No sabia nada de nada� y lo peor de todo es que su vestimenta diaria,
del mismo estilo que la que llev� a su entrevista de trabajo, me causaba muchos
problemas con mi esposa, su familia, mis superiores, muchos de los clientes y
dem�s almas cristianas. Un d�a mi jefe me pidi� directamente que de una vez me
la tirara y que luego la despidiera para contratar a una mejor� as� que la tuve
a despedir� pero no me la tire.
A los dos meses mi esposa viajo y por casualidades de la vida
Mar�a fue a buscarme a la oficina para pedirme una carta de recomendaci�n para
un nuevo trabajo. No se de c�mo le pregunt� si alg�n d�a se atrever�a a salir
conmigo, aun a sabiendas que era un hombre casado. Ella me respondi� con un
simple: "Primero atr�vase a invitarme y no tenerle miedo a su mujer y luego
charlamos� pero cuidado con que su mujer se entere y nos de huasca
(golpes) a los dos". �La suerte estaba echada! Era lunes, nunca olvidare ese
primer d�a en que le puse cuernos a mi esposa.
En la noche llame al celular de su hermana, no tenia miedo de
eso porque cuando la necesite para algo del trabajo siempre la llamaba ah�. Le
dije que la esperaba en la esquina de su casa a las 10 de la noche. Mar�a lleg�
puntual, pero acompa�ada de su prima, y ambas me propusieron que nos vayamos a
un karaoke llamado Traffic.
Sab�a que no pod�a arriesgarme as� que solicite un privado
para los tres. No pude ni siquiera atreverme a hacer algo por verg�enza de su
prima� si� ya s�. �Que boludo este tipo! Pero como la vida siempre me sonr�e, su
prima decidi� irse cerca de la 1 de la ma�ana porque al d�a siguiente tenia
trabajo. A esa hora Mar�a ya estaba con tragos encima, no borracha, solo
"alegre". �Yo? �S�per "alegre"!
- Ya es la una de la ma�ana y no me has dado ni un beso �le
dije a Mar�a.
- Estaba mi prima pues �replic� ella.
Mar�a se acerco a m� y se hecho en mis piernas, tom� el
micr�fono y se puso a cantar ya no me acuerdo que cosa. Ella vest�a un jean
celeste y una blusa negra de botones que solo dos, para mi desgracia, estaban
abiertos. Como les dije ella estaba pasada de peso as� que los botones en
cuesti�n medio que se abr�an a la altura de su estomago. Por otro lado, el jean
le quedaba apretad�simo y le marcaba el co�o de una manera muy notoria.
Mi mano se pos� en su estomago, despu�s de unos momentos mi
mano empez� a acariciar su estomago� sub�a por medio de sus senos y suavemente
pasaba por encima de ellos� llegaba a su cuello y lo acariciaba un poco� bajaba
nuevamente por medio de sus senos pero sin llegar a tocar el canal hermoso que
se formaba� segu�a bajando hasta llegar a la parte superior del cierre de su
jean. No bajaba m�s� pero quer�a hacerlo.
De rato en rato entraba el mozo del local y nos preguntaba si
quer�amos algo m�s. En esas ocasiones Mar�a me agarraba la mano y la sub�a hasta
su estomago.
- Tenga m�s cuidado licenciado que nos pueden pillar.
�Me trataba de usted la camba sinverg�enza! La �ltima
vez que apareci� el mozo sal� al ba�o y le ped� que dejara de joder por lo menos
1 hora. El mozo, que seguro ya sab�a lo que me tra�a, no hizo mas que irse para
no volver, pero antes nos trajo 2 cervezas bien fr�as.
Recuerdo bien que ella empez� a cantar puras canciones de Los
Temerarios. �Que gustarle ese grupo a las mujeres f�ciles! Sabiendo que nadie
nos interrumpir�a me volv� m�s osado. Ella segu�a cantando y yo me acercaba para
darle besos en su mejilla y de rato en rato ella daba vuelta su rostro y me daba
besos ef�meros. Conforme pasaba el tiempo nuestros labios empezaron a abrirse y
mi lengua trataba de entrar en su boca. Sinceramente no besaba muy bien, su
lengua entraba muy r�pido en mi boca y siempre estaba r�gida� pero no me
importaba en lo absoluto. Ella trataba de seguir cantando pero, como todos
saben, no se puede cantar y chapar al mismo tiempo.
En medio de esos besos mi mano hab�a abierto mas botones
superiores de su blusa. Como me imagin� ella llevaba un sost�n grande, color
blanco de sat�n. Poco a poco termine de abrirle toda la blusa, pero como Mar�a
se encontraba echada en mis piernas no logr� sacarle el sost�n. No import�, yo
met� una mano por debajo del sost�n y logr� aferrar una de sus tetas. �Que teta!
Era dura y muy grande. Mi mano no pod�a abarcar ni remotamente toda esa cantidad
de carne. Su pez�n era muy oscuro, casi tirando a negro. No era del tama�o que
esperaba, era m�s bien peque�o. Sin embargo, era delicioso.
Amasaba ese pecho y segu�a d�ndole besos en la boca. Mar�a
poco a poco fue calent�ndose m�s y m�s y m�s. Mi mano dejaba a ratos ese pecho y
bajaba hasta el cierre del jean y luego m�s abajo para acariciar ese co�o.
Estaba caliente y eso que lo tocaba por encima del jean. Yo estaba a mil, hace
rato que tenia mi verga dur�sima y sent�a como mi calzoncillo se mojaba por mis
l�quidos pre seminales.
- Me tiene caliente licenciado, pero nos pueden pillar �el
"pero" lo traduje como "quiero verga".
- No vendr� nadie Mar�a, ya le ped� al mozo que venga cuando
lo llame
- �Y su esposa no se enojar� con usted si se entera que esta
conmigo?
- Seguro que nos mata a ambos �respond� con la verdad.
- Mi cortejo lo mata licenciado y a mi apalea
- Estamos iguales entonces
Mar�a se levant�, abri� sus piernas y se sent� en mi falda.
No se sac� su blusa pero se desabroch� el sost�n. �Debo decir que hasta el d�a
de hoy no he tenido unas tetas en mis manos m�s grandes que �stas! Eran
impresionantes, luego pude averiguar que ella usa sostenes de tama�o 36DD,
levant� su sost�n por encima de sus tetas y me puse a chupar como loco. Primero
una, la agarraba con ambas manos, la apretaba, la chupaba y le mord�a el pez�n.
�Delicioso! Luego la otra, lo mismo.
Mar�a jadeaba. Bajaba mis manos por su espalda y apretaba sus
nalgas. No ten�a un culo muy resping�n ni era caderuda como me gustan las
mujeres, pero estaba bien construida la mujer. Quise levantarla y permanecer
parado mientras chupaba esos melones pero el trago y su peso no me lo permit�a,
as� que la sent� en el sill�n donde yo estaba. Me hinqu� en el piso y acerque mi
cara al famoso cierre, desabroche un cintur�n demasiado grueso para mi gusto, no
tenia puesto el bot�n del jean as� que el cierre se bajo autom�ticamente.
- Puede entrar alguien licenciado �dijo Mar�a.
No respond�. Ella tampoco hablo m�s. Levant� sus caderas y
baj� su jean gracias a un tire y afloje hasta sus pantorrillas. La puse en
posici�n fetal medio sentada, su calz�n hac�a juego con su sost�n y le tapaba
casi por completo las nalgas. �Una decepci�n!
Me puse de pie, me baje el pantal�n y el calzoncillo. Mi
verga salt� por lo dura que estaba. Me dio risa cuando ella quit� los ojos de mi
aparato, no se porque lo hizo. La puse de cuatro encima del sill�n y le baje el
calz�n. Yo sab�a que no pod�a tardar como a mi me gusta, as� que saque un
preservativo de mi billetera, le deslic� en mi verga y luego me par� detr�s de
ella.
Imag�nense. Una camba arrecha de cuatro, con su jean y
su calz�n hasta las pantorrillas, su blusa abierta pero a�n puesta. Yo parado
con mi camisa totalmente puesta y mi jean y calzoncillo abajo. Mar�a no se daba
la vuelta, incluso tenia la cabeza medio metida entre sus brazos que estaban
apoyados en el respaldar del sill�n. Me tenia confuso� pero que importaba� yo
fui a tirarme a mi ex secretaria.
Quise tocarle el co�o con mi mano pero no me dej�. Quise
bajar a chuparle el co�o y el culo por detr�s, pero tampoco me dejo.
- Ap�rese licenciado que nos pillar�n �dijo Mar�a.
- Ya te dije que no vendr� nadie �respond�.
- Ap�rese de una ves que estoy nerviosa.
Agarre mi verga por la base, hacia tanto calor que mis huevos
estaban totalmente abajo colgando como nunca, yo sudaba a mares y Mar�a segu�a
sin verme ni darse la vuelta. Dirig� la punta de mi verga a su co�o, ella al
darse cuenta que no pillaba su hueco bajo una mano para guiarme a su cueva, fue
el �nico momento en que toco mi pene en toda la noche.
Agarr� sus caderas y empec� a bombear. Mete y saca, mete y
saca. Mar�a jadeaba despacio, pero continuamente. Mientras me la tiraba amasaba
sus tetas, �stas colgaban y llegaban casi hasta el sill�n, pero dada la luz
existente y la blusa de por medio no pod�a verlas como quer�a. Se o�a un sonido
como de chapoteo. Mar�a estaba muy mojada.
Tarde como unos 10 minutos. Estoy seguro que ella no disfruto
esa ocasi�n como yo hubiera deseado. Descargue mi semen dentro del co�o de Mar�a
pero protegido por el cond�n. Segu� d�ndomela como unos 2 o 3 minutos hasta que
ella se dio cuenta que mi verga bajaba.
Se baj� del sill�n, se subi� el calz�n y el jean. Se cerr� el
sost�n, se cerr� la blusa. Se acerco a m� y me dio un beso bien mojado, me meti�
la lengua lo m�s que pudo.
- V�stase licenciado que estoy s�per nerviosa �dijo.
Me saqu� el cond�n y lo deje en la mesita, me vest�. Despu�s
de calmarnos un poco, cerca de 15 minutos, nos fuimos de Traffic. Eran las 4 de
la ma�ana, la llev� a su casa y antes de despedirme me dijo:
- �Me regalar� un celular?
- Claro, as� podr� llamarte la pr�xima vez que quiera cantar
�le dije y supe con certeza que esta pelada lo que quer�a era un amante.
IV. Ep�logo
Les dije al principio: "tan real como la vida misma". Sin
cosas raras que son imposibles de lograr en la primera cita.
Con Mar�a estuve en dos ocasiones m�s, la segunda fue la
mejor y una de mis experiencias m�s gratificantes. A�n hoy cuando nuestros
caminos se encuentran me dice que la llame al celular que nunca le regale
J
�Espero comentarios!