Relato: Mi vecina Laura

Os voy a contar como me li� con Laura mi vecina del pueblo. Vivo con mi madre en el pueblo rodeado de animales (cabras, conejos, gallinas) y tengo cerca de 200 colmenas repartidas por las fincas. Con esto y un buen patrimonio que me dej� mi padre para vivir en el pueblo, que es lo que a m� me gusta, me sobra. Quiz�s por esa comodidad y tener a mi madre que como hijo �nico que soy me a tecla m�s de lo que quiero, no me he casado y voy para 38 a�os.
Mi vecina Laura enviud� hace un par de a�os con 56 a�os muy bien llevados. Tiene dos hijas casadas en la capital y el oto�o e invierno lo pasa bien en casa de una hija, bien en casa de la otra. Cuando se acerca la primavera vuelve al pueblo a plantar el huerto y pasar el verano.
Yo de vez en cuando bajo a la capital y hago la visita de rigor llev�ndoles algunos productos del huerto, etc. Siempre ha habido muy buena relaci�n entre las dos familias y siempre que ha hecho falta nos hemos echado una mano los unos a los otros.
En uno de los viajes que hice, Laura aprovech� para subirse al pueblo conmigo en el coche, y ah� fue donde comenz� la historia.
Gregorio, el difunto marido de Laura, siempre tubo fama de putero y por lo que supe m�s tarde fuera follaria pero en casa poco y mal.
A unos 8 km del pueblo a la orilla de la carretera est� �El Oasis� un puticlub de carretera de los de toda la vida.
Cuando llegamos a su altura, Laura me pregunt� �Aqu� vendr�s a pasar buenos ratos y m�s de una vez te ver�as con mi marido, no?
Pues s�, la respond�, alguna vez coincid� con �l y hoy es el d�a que no entiendo como teniendo en casa una mujer que est� tan buena como t�, me lo encontraba aqu�.
Anda calla descarado, que me vas a hacer poner colorada con casi 60 a�os que tengo, respondi� Laura.
Que pasa, �que no te piropean y te lo dicen los viejos de la ciudad? Le pregunt�.
T� lo has dicho, los viejos, que como dice mi amiga Margarita mucho hablar y poco actuar.
Entonces esa amiga tuya lo que quiere es que la den alegr�a al cuerpo y no encuentra quien, le respond�.
Ah� si te doy la raz�n, no te imaginas las ganas que tiene, siempre me habla de lo mismo, pero no se la arregla. Se divorci� hace casi un a�o y no encuentra un hombre que la atienda.
Y t�, �ya encontraste quien te atienda? pregunt�.
Yo no los busco, vivo muy tranquila sola con mis hijas y como de esas cosas nunca he disfrutado, tampoco las echo en falta.
En vista de que la conversaci�n se animaba, le dije a Laura �Te puedo contar un secreto sin que te enfades conmigo?
Tu ver�s, pero si me vas a contar alguna burrada, mejor no.
Las primeras pajas que yo me hice de chaval fue pensando en tus tetas que se balanceaban cuando lavabas la ropa en el lavadero y yo discretamente te vigilaba.
Calla, calla, dec�a Laura.
Te dir� m�s, so�ando con el balanceo de tu culo para adelante y hacia atr�s, me la mene� con tanta fuerza que me descapull�.
Calla, calla, repet�a Laura otra vez.
Ya ves, sin querer, t� fuiste la culpable de mi desvirgue y ya sabes lo que dicen de los sue�os, que abec�s se cumplen y en este caso en tu mano esta que se cumpla
Calla descarado �pretendes burlarte de esta vieja o qu�?
Le coloqu� mi mano en la entrepierna y le dije que yo no me burlaba y prueba de ello era que solo de dec�rselo me estaba empalmando.
La cog� la mano y la puse sobre mi paquete duro �Lo notas?
R�pidamente quit� su mano y me pidi� que no siguiese.
Cuando llegue a casa le dije a mi madre que hab�a tra�do a Laura y entonces ella me pidi� que la llevase una botella de leche y que la dijese que ya se ver�an al d�a siguiente pues le dol�a la cabeza y se quer�a acostar.
Le llev� la botella a Laura.
Esta leche me dio mi madre para ti y si quieres mas ya sabes donde la tengo bien calentita.
Laura estaba con una bata puesta y se notaba que debajo solo llevaba la ropa interior.
Me acerqu� a ella por detr�s toc�ndola con una mano el culo y con la otra le cog�a una de sus hermosas tetas.
Por favor no sigas, me dijo Laura, pero ni se apartaba ni me quitaba.
Entonces quite mi mano de su culo, solt� un bot�n de su bata y met� mi mano tocando su co�o por encima de la braga a la vez que pasaba mi lengua por su cuello que reaccionaba poni�ndosele la piel de gallina.
Laura comenz� a suspirar y abri� sus piernas para que pudiese tocarla su co�o mejor y al notar la dureza de mi polla en su culo, esta me lo restregaba poni�ndome cada vez m�s caliente.
La fui desabrochando la bata por completo y detr�s solt� el sujetador dejando al aire sus hermosos pechos.
Gir� a Laura para chup�rselos y despu�s la tumb� sobre la mesa quit�ndole las bragas y dejando su co�o a mi vista.
Era un co�o muy peludo con unos grandes labios y un cl�toris que sobresal�a erguido y erecto.
Ante aquel paisaje no me qued� otra que meter mi cabeza entre sus piernas y chup�rselo todo.
Le fui metiendo la lengua y chupando el cl�toris y Laura abr�a y cerraba sus piernas sin poder dejarlas quietas.
Que gusto me est�s dando, dec�a Laura entre gemidos. No sab�a que estas cosas se pudiesen hacer.
�Tu marido no te comi� nunca el co�o?
Mi marido. �l se sub�a encima descargaba y a dormir.
Me quit� la ropa qued�ndome en pelotas y con mi polla mirando al techo.
Ponte de culo apoyada en la mesa, que voy a comenzar a realizar mi sue�o, le orden� a Laura.
Ella se coloc� como la dije, le pas� mi capullo por su raja y cuando la tuve bien enfocada le met� mi polla con un golpe de cadera.
Laura peg� un gemido y apret� su culo contra m� para que mi polla se mantuviese dentro de ella.
Oh, que aparato tienes brib�n. Seguro que m�s de una suspira por �l.
Mi aparato como ella dec�a no tiene nada de especial, mide 16 cm y si acaso tiene de especial que el capullo es digamos normal y despu�s mi rabo se ensancha bastante.
Le agarr� las dos tetas y comenc� a bombearla con mi polla hasta que comenz� a correrse como una bestia.
Gritaba tanto que tuve que soltarle una teta y taparle la boca.
Qu� maravilla dec�a una y otra vez, no te pares, sigue, sigue.
Yo por mi parte no aguant� m�s y me corr� dentro de ella quedando los dos exhaustos.

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