En un viaje �nter comunal que hice con mi marido y mi hijo,
viv� la infidelidad m�s morbosa de mi vida.

Era un viaje de vuelta a la ciudad de Santiago desde Iquique:
Para mayor comodidad, mi esposo decidi� comprar tres boletos, uno para nuestro
hijo, otro para �l y uno para mi, como �l ni�o quer�a irse con �l, me tuve que
ir en la corrida de atr�s con otro pasajero, desde la salida de Iquique el
hombre que me acompa�aba me puso conversaci�n mientras mi esposo entreten�a al
ni�o, ese hombre de quien nunca supe su nombre y no miento, era simp�tico y bien
agradable, congeniamos bien y mantuvimos siempre una conversaci�n entretenida, a
veces atend�a a mi esposo y a mi hijo mientras conversaba �l, a medida que
empez� a llegar la noche los temas se fueron poniendo un poco mas caliente,
cuando ya todos estaban dormidos, incluido mis esposo y mi hijo, �l y yo
segu�amos conversando pero esta vez la conversa ya no era tan sana, al menos
para mi y por lo que me di cuenta para �l tampoco, creo que eran cerca de la una
de la madrugada cuando me empieza a tocar la rodilla suavemente, nos miramos y
con mi vista entendi� que me agrada mucho lo que hacia adem�s su forma en que me
miraba cuando conversaba me hac�a sentirme deseada, al ver que no le dec�a nada,
es m�s mi mirada le dec�a que siguiera, empez� a subir su mano a trav�s de mi
muslo hasta mi peque�o calz�n, me toca mi intimidad tan suave que sent� una
corriente el�ctrica en mi cuerpo tan exquisita que sin querer abr� un poco mis
piernas para que me manoseara sin mayor restricci�n, cosa que el supo aprovechar
muy bien.

Su otra mano empieza a manosear mis pechos apret�ndolos sobre
la blusa, apretaba suave pero firme lo cual hizo que me excitara aun m�s de lo
que estaba, de pronto cuando ya me tiene a mil, me empieza a besar como si me
fuera a comer de verdad, sin negarme le respondo, luego se me acerca al o�do y
me dice que se la mame, yo excitada y algo confundida le digo que est� loco como
se le ocurre pedirme eso, la idea de hacerlo me gustaba y deseaba que me lo
ordenara hace rato pero me niego al principio por temor y por un poco de juego,
le digo que estaba mi esposo y mi hijo presente que no pod�a hacerlo, �l
haciendo su papel de macho me convence y saca su pene de su pantal�n, era una
cosa horriblemente hermosa, gruesa, dura, caliente y lo que mas me excit� y me
gust� fue su largo, aunque no me gusta hablar de las dimensiones de los penes
porque puedo parecer mentirosa, pero las dir� igual en este caso, creo que esa
descomunal herramienta le media mas de 20 cms de carne porque en referencia a mi
esposo que mide 17 cms y algo m�s, esta andaba algo mas de 20 cms. f�cilmente,
las luces oscuras, la gente durmiendo incluido mi esposo y mi hijo, el bus en
movimiento, mi excitaci�n y ese inmenso animal cerca de mi, fueron las razones
para hacerle el mejor trabajo que hab�a hecho a una verga.

Abro mi boca lo mas que puedo y me meto toda esa cabeza, de
ah� cierro los ojos y no los abro mas hasta que esa gruesa manguera vac�a todo
su n�ctar en mi boca y se deposite en mi estomago, su leche era abundante y
espesa, nunca hab�a tragado la leche de otro hombre que no fuera de mi esposo,
la encontr� mas exquisita que la de mi esposo, no s� cuanto tiempo se la chup�,
mis manos le acariciaban, tanto sus bolas como el resto de su pene, se lo besaba
o le pasaba mi lengua una y otra vez, mi boca recorr�a cada espacio de ese
obelisco desesperadamente como si me la fueran a quitar, tambi�n se lo besaba
hasta sus test�culos recorr�a su pene y sus bolas llenas de leche comi�ndomelos
de lados con mi boca caliente, no se cuanto cms de su pene cay� en mi boca, mas
de mitad es seguro, intente met�rmelo todo pero no pude, el hombre estaba
excitad�simo al igual que yo, considerando que no pod�amos meter mucha bucha, el
hombre me empezaba a insultar suavemente en mi o�do cada vez que pod�a mientras
me com�a su asesino, me trata como una prostituta, lo cual exacerb� mas mi
interior, fue extra�o pero le ped� que me insultar� con palabras mas fuertes que
me hiciera sentir una prostituta real, sus insultos se fueron haciendo mas
er�ticos para mi, palabras como puta, perra, ramera, mujerzuela, est�pida, hija
de puta, golfa, prostituta, mamadora de primera, caliente de mierda, zorra
infiel, etc� me pon�an m�s y m�s caliente, cuando ya esta listo, me sujeta la
cabeza y me hace sentir sus fuertes chorros dentro de mi cavidad bucal, chorros
que casi me asfixian, su gran cantidad de leche me oblig� a tom�rmela
r�pidamente para no ensuciarlo ni yo ensuciarme, una vez terminada de limpiar su
vergajo y dej�rselo como nuevo y brillante, me dice ahora putita yo me encargare
de ti.

Mido 1.67 soy rubia natural, pelo liso, ojos claros, mis
medidas son 93-61-92, vivo en Santiago de Chile, cuando ocurri� esto, era el
verano del 2002, tenia 26 a�os, ese d�a vest�a una blusa sin brassier debajo,
una mini a medio muslo, zapatos y debajo solo un colaless peque�o
semitransparente que debo ser sincera se trasluc�a a trav�s de la mini, el
hombre me levanta la mini, me saca el colaless, �l me se�ala que el culpable de
todo lo que pas� hab�a sido mi peque�o calz�n que se trasluc�a a trav�s de la
mini y que en un instante del viaje la mini se hab�a subido mas de lo debido y
hab�a dejado verlo en todo su esplendor, lo cual es verdad porque cuando intente
atender a mi hijo se me subi� la mini mas de lo indicado, una vez que me saca el
colaless y se lo guarda en su bolsillo como recuerdo despu�s me dir�a, me hace
un trabajo con su lengua y mano, mas delicioso que hab�a sentido hasta ese
momento, fue tanto el placer y el terrible orgasmo que tuve obligada a ponerme
la peque�a almohada que te pasan en el bus en la boca para no gemir ni gritar,
mis piernas abiertas completamente a su servicio le permit�a hacer mejor su
desquiciado trabajo en mi vagina y ano, me mord�a, me met�a los dedos, me pegaba
en mi vagina, apretaba mis labios, hasta mi ano recibi� un digno trato.

Me meti� hasta dos dedos en lo mas profundo de mi puto ano
como �l lo trataba, no pude mas con tanto toqueteo y manoseo y acabe como una
verdadera yegua, sent� un chorro que no terminaba nunca salir de mi interior,
mas aun con los golpes en mi puta zorra e insultes que �l me daba en mi o�dos
mientras acababa me hac�an desesperarme aun m�s, nunca me hab�an tratado tan
vulgarmente pero en vez de molestarme me agradaba que lo hiciera, entre palabras
mas fuertes sus palabras era mejor, quede cansad�sima y extasiada pero tambi�n
tan mojada despu�s de acabar que la mini me la tuve que cambiar, me puse una
falda larga para justificar despu�s ante mi esposo que me hab�a dado algo de
fri�, a todo esto la falda me la tuve que cambiar delante de mi cliente, ah�
estaba yo desnuda para abajo ante un bus repleto de gente durmiendo y un hombre
que me hizo una prostituta, me coloco la falda, luego saco una diminuta tanga y
el hombre me ordena que la guarde, no deseaba que me colocara nada de bajo de la
zorra de puta que tengo como �l dice, la guardo en el bolso, le vuelvo a chupar
su pene un rato mas, pero antes de eso el hombre me dice: me has hecho tener el
mejor viaje de mi vida, te recordare como la prostituta del bus, le reparo como
la puta si quieres porque no me has pagado, en eso me dice toma y me da diez mil
pesos (unos 17 d�lares), me dice ahora si eres la prostituta del bus y chupamela
un rato mas, le recibo el dinero y le digo que me gusta la idea de ser la
prostituta del bus aunque suene feo, a lo que �l replica no te preocupes siempre
has sido una prostituta basta ver lo f�cil que eres, realmente no se si fui
f�cil pero que me gusto lo que pas� esa noche, no lo negar�, hago lo que me
pide, se la chupo por segunda vez por cerca de unos quince minutos creo, luego
que �l me dice basta, se la guardo y nos ponemos a dormir, para serles sincera
no me gusto la idea de guard�rsela.

Me costo conciliar el sue�o, el recordar lo que hab�a hecho y
saber que fui infiel casi delante de mi esposo y me hijo, el placer que tuve
ante eso hombre desconocido produci�ndome un morbo casi indescriptible, hace que
me vuelva a excitar, preocupada de no mojar la falda ya que ten�a mi puta zorra
casi al descubierto (sin calz�n me refiero, ya que tenia la falda larga), me
pod�a delatar ante mi esposo mas tarde, decido pensar en cosas sin importancia
para calmarme y dormir pero no dejaba en pensar que a partir de esa noche sin
querer me convert� en una mujer infiel y prostituta.

Cuando despert� el hombre ya se hab�a bajado, saludo a mi
esposo e hijo que estaban despiertos, aprovecho irme al ba�o del bus y me coloco
mi tanga, antes de coloc�rmela me toco mi vagina y le digo de verdad �l tenia
raz�n era una puta zorra.

Pas� mucho tiempo en poder asimilar lo que hab�a vivido, me
excitaba y me sent�a culpable por lo vivido pero el orgasmo que tuve fue la
muestra clara que una peque�a infidelidad puede ser muy placentera, lo mas loco
era que cuando estoy sola en casa y excitada, me auto insult� mientras me
masturbo recodando a ese hombre que nunca supe su nombre pero me hab�a hecho
tener unos de mis mejores orgasmos.

A casi dos a�os de que fui la prostituta del bus por una
noche, el deseo de volver a repetir esa aventura ha vuelto y cada d�a ansi� mas
en que suceda algo parecido He empezado desde aproximadamente dos meses a
disfrutar de otro juego que ante me desagradaba, que es dejarme manosear en el
metro y en la micro (buses urbanos), lo cual algunos atrevidos han llegado a
tocar directamente mi zorra de perra caliente dej�ndola muy mojada.

Aunque ustedes no me crean, a pesar que tenemos una buen
veh�culo, le digo a mi marido que viajemos en bus e intento ahora usar minis lo
mas cortas posibles aunque mi esposo se molesta igual las uso, adem�s uso
calzones ahora mas diminutos, en recuerdo a eso hombre que dec�a que le gustaba
las mujeres que usaban calzones peque�itos. Antes compraba calzones pensando en
mi y mi esposo pero ahora los compro, no pensando ni en mi ni en mi marido, sino
en todos aquellos hombres que le gusta la buena lencer�a, busco calzones bien
peque�itos y siempre una talla menor para que me queden mas marcados los labios
y se vean a trav�s de la ropa, busco de encaje o trasparentes.

Ojal� que el hombre que lea esta historia me encuentre en un
bus o en el metro y sea mas morboso que ese hombre que me hizo simplemente una
prostituta con nombre y apellido." La prostituta del bus".

Espero que me escriban y me cuenten que les pareci� mi
aventura, si quieren prop�nganme cosas nuevas y entretenidas por hacer, como es
normal en esto, no les dir� mi nombre verdadero pero si quieren me llaman
Patricia F la del bus.