Eduardo es casi un adolescente, apenas dejo la infancia y
siempre tuvo la certeza de el era diferente a los dem�s ni�os, mas sin embargo
no sabia bien a bien en que se diferenciaba de sus dem�s compa�eros de juegos,
quiz�s era por su delgada anatom�a o por sus enormes ojos claros, herencia
materna, pero la gente siempre lo confund�a con una ni�a, a Eduardito lejos de
molestarle muy en su interior se sent�a halagado de que sus facciones tan
delicadas provocaran tantos piropos de la gente, mas sin embargo su misma
belleza era la causa de las frecuentes humillaciones de las que era objeto por
su padre.

"p�rate como hombre, eres marica o que"

"habla bien, estas llorando�no pareces hombrecito"

"quiero que entres a practicar Box o F�tbol, para que te
hagas hombrecito"

Todas estas humillaciones Eduardo las soporto desde su
infancia hasta llegar a la adolescencia, en esta edad era mas que evidente que
el no era igual que los dem�s j�venes, nunca puso su vista en alguna ni�a, mas
sin embargo acostumbraba juntarse con 3 o 4 ni�as de su sal�n de clases, pues no
eran tan crueles con el como los dem�s chicos, adoraba ver disimuladamente a sus
compa�eros en la ducha del exclusivo colegio donde estudiaba, admirar esos
cuerpos de reojo tan viriles de adolescentes, esas vergas algunas aun sin
vellos, esas musculosas piernas y esos brazos tan definidos ya con masa
muscular, miraba su cuerpo debilucho, nunca fue bueno en ning�n deporte rudo,
mas sin embargo en el colegio ning�n ni�o le hab�a llamado marica, pues era tan
estricta la disciplina que solo se rumoraba acerca de su conducta a espaldas de
el, alguna vez llego a darse cuenta de las pervertidas miradas que casi lo
desnudaban del horrible conserje del colegio quien disimuladamente se acariciaba
la bragueta en sus narices.

As� era la triste vida de Eduardo, tan solitaria, su mundo
era el Internet, pod�a pasar horas navegando en esas paginas de er�tico
contenido homosexual, cuantos sue�os er�ticos hab�a imaginando con esos fornidos
modelos en ropa interior, casi pod�a percibir ese aroma a macho caliente y
dominante, su posesi�n mas preciosa era el DVD de la pel�cula de "Gladiador" con
Russell Crowe, le gustaba admirar su bello rostro tan masculino, estaba
profundamente enamorados de toda la personalidad de ese actor australiano, lo
so�aba tan constantemente en ardientes org�as de sexo salvaje, siendo penetrado
por la potente verga del Gladiador, su sue�o mas frecuente era una aventura con
su �dolo quien lo hab�a rescatado de unos bandidos y en pago Eduardito le
entregaba su virginal y estrecho culo, pero la realidad era que Eduardo era
virgen de todos sus orificios, temblando record� aquella ocasi�n en que dos
compa�eros lo retuvieron en los ba�os y oblig�ndolo a ponerse de rodillas le
acercaron la verga a su boca, a punto estuvo de abrirla cuando el ruido de mas
ni�os, obligaron a sus compa�eros a soltarlo, no reporto este incidente, pues
hubiera sido objeto de otra humillaci�n por parte de su estricto padre.

Como odiaba la clase de educaci�n f�sica, pues los ni�os
ten�an que ponerse a jugar f�tbol y las ni�as voleibol, adem�s el maestro
�nicamente se limitaba a calificar las capacidades f�sicas de sus alumnos, ese
tonto maestro que ya estaba a unos meses de su jubilaci�n�como lo odiaba.

Mas sin embargo algo estaba a punto de trastocar la vida de
Eduardito, al colegio hab�a llegado un nuevo profesor, Fernando un atractivo
maestro quien suplir�a al anciano maestro anterior, Fernando Jonson, Mr. Jonson
como lo llamaban los dem�s alumnos era un enorme maestro de origen
M�xico-norteamericano, media como 2 metros y era una masa de m�sculos y
tendones, tra�a el cabello con un corte militar y los ojos de un hermoso color
caf� claro, tenia 30 a�os, soltero y acababa de salir del ejercito y hab�a
terminado su post-grado en Educaci�n F�sica.

De inmediato causo una revoluci�n en el colegio, todas las
maestras estaban locas por el nuevo maestro, las ni�as babeaban por el Prof.
Fernando y Eduardito no era la excepci�n, como adoraba verlo llegar enfundado en
esos shorts deportivos de color azul con franjas blancas a los lados, los
m�sculos de las piernas resaltaban en la piel morena llena de vellos negros y
enroscados, sus membrudos brazos se ve�an tan poderosos, espero que llegara con
ansias locas la clase de Educaci�n F�sica.

"formen 2 filas, los ni�os de este lado y las ni�as de este
lado"

En la fila de las ni�as, las risitas nerviosas demostraban lo
excitadas que se encontraban ante el nuevo maestro, quien lucia una playera sin
mangas y un short a media pierna con unos modernos tenis "adidas"

"vamos a jugar competencias en grupos de 5 ni�os, quiero que
den una vuelta al campo de porter�a a porter�a, y vamos a ir eliminando a los
mas lentos"

"las ni�as vayan a la bodega por balones de f�tbol y
voleibol"

De m�s esta decir que Eduardito fue eliminado en su primera
vuelta, pues los dem�s ni�os eran mucho mas �giles, llego a la meta como a 10
metros atr�s del ultimo ni�o provocando las burlas de los dem�s ni�os, el
maestro los reprendi� de inmediato:

"No quiero ese tipo de conducta en mi clase, todos van a
tener una posici�n en le equipo de f�tbol, ya que en dos meses competiremos con
otro colegio, si nos esforzamos nos traeremos el trofeo de primer lugar"

En la clase hab�a 12 ni�os y 10 ni�as por lo que el maestro
formo dos equipos de 6 ni�os cada uno y los puso a jugar un partido de f�tbol,
para ver su desenvolvimiento

"formen 2 equipos y p�nganles nombre"

"Alemania y Brasil" fueron los nombres que escogieron los
adolescentes para sus equipos de f�tbol.

Los dos capitanes de cada equipo no quer�an escoger a
Eduardo, hecho que no paso desapercibido para el maestro.

"que pasa aqu�, porque no quieren a Eduardo en su equipo"

-�porque parece ni�a!- grito un ni�o muy molesto.

Eduardo quiso que en ese momento la tierra se abriera y se lo
tragara, las lagrimas luchaban por no salir de sus ojos y ponerse en evidencia
de lo mal que sent�a�

El maestro lo tomo del hombro y lo puso en el equipo de
"Brasil"

Tomo el silbato y dio la se�al de que empezaran, Eduardo
corri� tras el bal�n poniendo todo su esfuerzo para quedar bien ante su maestro,
mas un fuerte empuj�n de un ni�o mas grande que el provoco que saliera disparado
rasp�ndose la rodilla

�Qu�tate marica!

Hhhhhhhhhhaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy gimi� el pobre
Eduardito al rasparse la rodilla y ver como la sangre brotaba manchando su
pantaloncillo corto de color azul, El maestro llego corriendo de inmediato y
levantando en sus fuertes brazos a Eduardito se encamino a la enfermer�a del
colegio.

El mundo dejo de girar para Eduardo quien aspiraba la fuerte
fragancia que usaba Fernando, el contacto de su mano en su cintura lo estremeci�
de manera tan profunda que deseo que la enfermer�a estuviera hasta china.

�No tengas miedo, no es m�s que un rasp�n sin importancia!

-me duele- lloriqueo el jovencito

Llego la enfermera quien le puso una venda al ni�o despu�s de
hacerle una leve curaci�n ya que el rasp�n solo hab�a lesionado superficialmente
la delicada piel de Eduardo.

En la siguiente clase Eduardo no jugo pues la herida aun no
sanaba, asi que tomo lugar en una banca, contemplando detenidamente los
movimientos de su maestro quien a gritos dirig�a las jugadas, lo vio tan
masculino que sin parpadear observo como el maestro se rascaba los huevos
disimuladamente, trago saliva muy excitado imagin�ndolo desnudo en el campo de
f�tbol exhibiendo toda su varonil anatom�a, no se dio cuenta cuando el maestro
se acercaba hacia donde el estaba sentado, pues estaba sumido en sus
pensamientos, el maestro se acerco a el y tomo asiento a su lado.

-�Eduardo!-

-"d�game profesor"-

-ya te sientes listo para jugar un partido-

"no se profesor, los dem�s ni�os son tan toscos conmigo, ya
ve lo que me paso, Pedro me avent� a la brava y por su culpa en la casa me
rega�aron"

�No tengas miedo, yo te cuidare de que no te hagan da�o!

El coraz�n de Eduardo, empez� a latir muy fuerte, en su mente
ve�a al profesor con su traje de Gladiador protegi�ndolo de todos los peligros,
y un sentimiento de confianza le inspiro su maestro con ese tono de voz tan
paternal.

-lo que pasa es que eres muy���.

�Muy que, profesor?

-pues no se como decirte�eres muy "finito"-

"ya lo se, mi padre todos los d�as me dice que parezco ni�a"

-�pero no eres ni�a! �Verdad?-

"pues a veces quisiera serlo"

-�no digas tonter�as Eduardo, eres un ni�o muy hermoso y ya
veras en unos a�os como las ni�as se pelearan por ti!-

El maestro sinti� tanta ternura por ese jovencito que un acto
sin malicia rodeo los hombros de Eduardo en un gesto de comprensi�n, mas los
ojos de Eduardo no estaban en otra parte mas que en la abultada bragueta del
maestro y como no queriendo poso su delicada mano en el duro muslo del maestro,
palpo su calor y al contacto con los vellos de su pierna, deseo que el colegio
estuviera vaci� para lanzarse sobre la verga de su profesor, quien al ver los
hermosos ojos de Eduardito experimento una ligera corriente el�ctrica correr por
su espalda y estuvo impulsado a juntar su boca con la h�meda boca de su alumno,
el timbre que marcaba el final de la clase evito que las cosas pasaran a mayores
y el maestro se sinti� tan desubicado por ese pensamiento homosexual que
experimento, pues el se consideraba muy heterosexual, respetaba todas las
preferencias sexuales pues en el ejercito supo de las practicas a escondidas de
varios compa�eros homosexuales quienes algunas veces medio en broma se le
insinuaban en las duchas, mas Fernando tenia muy en claro que nunca podr�a meter
su verga en un culo masculino y menos en un jovencito, aunque fuera tan "bonito"
como su alumno.

Mas partir de ese d�a inexplicablemente, Fernando buscaba la
compa��a de Eduardito, aunque fueran d�as en que no tuviera clase con ese grupo,
por m�s que quisiera negarlo era evidente que el gusanito de la curiosidad hab�a
entrado en su mente�

Eduardo estaba en las nubes con la relaci�n que hab�a nacido
con su maestro aunque solo fuera una relaci�n amistosa, los ni�os ya no lo
molestaban a la hora de los deportes pues se imaginaban que Eduardo era el
consentido de su profesor.

As� pasaron dos meses de aparente calma, en la que cada quien
por su lado ya hab�an so�ado el uno con el otro, Eduardo so�aba engullir la
enorme verga de Fernando quien en medio de fuertes gemidos descargaba su potente
verga en la peque�a garganta de su alumno y Fernando lo imaginaba cabalgando
enterr�ndose la verga hasta los ri�ones�cada quien en su mundo, tan cerca pero a
la vez tan separados�pero el destino tiene sus formas de juntar las almas
predestinadas...

Se acercaba el mes de Octubre y en el Colegio se organizaba
una fiesta de disfraces en la cual los maestros conviv�an con los alumnos en una
gran convivencia por el d�a de Halloween.

-Maestro Fernando, �asistir� al baile de disfraces?-

"no se Eduardo, la verdad es que no se antoja asistir con un
tonto disfraz, adem�s no sabr�a que ponerme"

-�Usted nunca se ver�a tonto con un disfraz, con el cuerpo
que tiene se vera bien�!

Eduardito no termino los ojos y ruborizado bajo los ojos al
piso.

-�Bien que, Eduardo�.?-pregunto divertido el maestro al
sonrojado adolescente-

-nada maestro, quise decir que se ver�a bien�guapo�-

�Te parezco guapo?

-�Puedo acompa�arlo a escoger su disfraz! �No quiso contestar
a esa obvia pregunta.-

�Claro!, que te parece si saliendo de clases, vamos los dos a
escoger mi tonto disfraz,

�Vas a avisar a tu casa, que vas a llegar tarde?

"�nicamente al se�or del transporte, siempre que llego a mi
casa, hasta las 5 llega mi madre del trabajo y hasta la noche llega mi . . .
padre"

Un dejo de amargura demostr� Eduardito al expresarse de su
estricto padre

-�como te llevas con tu padre?-

-Mas o menos, siempre me esta criticando o castigando�a veces
siento que no me quiere-

"no digas eso Eduardo, eres un hermoso ni�o y si yo fuera tu
padre nunca te tratar�a mal"

Ante los enamorados ojos de Eduardo, en su coraz�n ese
sentimiento que el pensaba que era solo atracci�n sexual por su maestro, se iba
convirtiendo en amor�un amor de estudiante por su atractivo maestro.

Apenas son� el timbre de salida y Eduardo corri� al carro de
su maestro y escuchando m�sica muy alegre se fueron charlando acerca del disfraz
que escoger�a Fernando, llegaron al negocio y como si fueran padre e hijo se
pusieron a escoger entre la gran variedad de disfraces que ofrec�an.

�Crees que se me vera bien un disfraz de Superman? es mi
h�roe desde ni�o, pero me siento medio gordo ya tengo un mes sin ir al Gym.

-no se maestro, superman se me hace tan anticuado�pero gordo
no esta, lo que pasa es que tiene un cuerpote, no creo que ese traje tan chico
le quede jajjajajajjaja-

�Y si escojo uno de polic�a? O �uno de bombero?

�Mire maestro un disfraz de Gladiador Romano con todo y
espada!

�No Eduardito, mira la faldita que tiene, ya me imagino yo
con faldas que rid�culo me ver�a!

�No maestro, pru�beselo�por favor!

-bueno, solo porque tu me lo pides, d�jame escojo uno de mi
medida

�me acompa�as al probador?-

Fernando escogi� el disfraz y con su alumno sigui�ndolo como
un d�cil venadito se encaminaron a la �rea de probadores, eran las 2 de la tarde
y el negocio estaba casi vaci� a no ser por la anciana dependiera quien miraba
una novela en una peque�a TV a color, el �rea de probadores estaba al fondo del
negocio y estaba oculto de las miradas indiscretas, en un pasillo largo hab�a 3
peque�os cuartitos que por puerta ten�an una cortina de tela color crema con
rayas azules, el maestro invito a pasar a Eduardito al cub�culo para que le
diera su opini�n, encontrarse en esa situaci�n con su alumno hacia excitado
sobremanera a Fernando quien sent�a que su verga empezaba a ponerse dura,
lentamente se quito la camisa, se desabrocho el cintur�n y se quito los
pantalones ante la at�nita mirada de Eduardito quien clavo su mirada en el
prominente bulto que tenia el maestro en su ajustada trusa blanca.

Fernando se coloco una especie de armadura de pl�stico color
dorado y se ajusto el fald�n color caf� oscuro que le llegaba a media pierna,
complementaba el atuendo unas sandalias de cuero que se amarraban a la
pantorrilla, Eduardo se ofreci� a hacerles el nudo y se puso de rodillas ante su
maestro para ayudarle a amarr�rselas, disimuladamente acariciaba la tibia piel
de su maestro y fue levantando la vista recorriendo las musculosas piernas con
la mirada hasta llegar a la enorme monta�a que ya lucia el maestro, se ve�a tan
sensual con la falda levantada de esa �rea, formando una carpa de circo que sin
darse cuenta su mano ya estaba acariciando la dura verga que estaba ante sus
ojos, las im�genes que hab�a visto en la pantalla de su computadora se agolparon
en su mente y mirando a los ojos al maestro y sin decir una sola palabra, tomo
el el�stico de su trusa y con esfuerzo la bajo a media pierna, no hab�a nada que
decir�

�Por favor maestro, se lo suplico no me rechace!

No hubo m�s palabras, por toda respuesta el maestro tomo su
dura y enorme verga con la mano y se la ofreci� a su alumno quien con la boca ya
abierta la recibi� en su h�meda y tibia cavidad oral.

Mmmmmmmmmmmmhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhmmmmmmm aaaaaaaaaahhhh

Gimi� el maestro gozando de su primera experiencia homosexual
en la vida.

Lo que le faltaba de experiencia a Eduardo en el sexo oral,
era suplido por una apasionada leng�eteada que recorr�a el supuroso glande de su
maestro quien balanceaba su cuerpo al mismo tiempo que la cabeza de Eduardo
engull�a ese enorme nabo en su hasta hace un momento virgen boca, succionaba con
gran avidez la cabeza extrayendo tibias gotas de precum, que le supieron a
gloria, su mas encend�a fantas�a estaba convirti�ndose en una incre�ble
realidad, ver a su maestro con ese disfraz de Gladiador con su lanza entrando y
saliendo de su boca escuchando los leves gemidos que escapaban de su pecho�.

Fernando coloco ambas manos en la cabeza de su alumno y
tomando impulso introdujo hasta el tope de la garganta su larga y gruesa verga,
pues era tanta su calentura que olvido que ante el no estaba una persona adulta
sino un peque�o adolescente mamando su cremosa verga, gruesas lagrimas escurr�an
de los ojos de Eduardito, mas no se quejo, distendi� su quijada hasta lo
imposible mientras los enormes huevos de Fernando golpeaban su ment�n, sus manos
colocadas en los muslos de su amado maestro no se deten�an y palpaban todo lo
que estaba a su alcance: las duras y formadas nalgas, el abdomen marcado, el
pecho velludo y las enormes manos del hombre que se lo follaba salvajemente por
su boca.

Ya hab�an pasado como 20 minutos desde que Eduardito empez�
su acci�n mamadora y el maestro ya no pod�a detener mas el aluvi�n de semen que
ya anunciaba una potente explosi�n�

Hhhhhhhhhhhaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhaaaaaaa
mmmmmmeeeeee

Veeennnnnnnnggggggggoooooooooooooooooooggggggrrrrrrrrrrrrrrrrrrr

Tomando una desquiciante velocidad en su pelvis, saco su
ensalivada verga y deteniendo a su alumno por la cabeza, con interminables
chorros de leche espesa ba�o el rostro de Eduardito quien cerro los ojos al
sentir la potente descarga, pero no era lo que el deseaba y quitando la mano de
Fernando se volvi� a meter la verga que aun segu�a escupiendo semen, las ultimas
gotas las saboreo en su boca y sigui� succionando con ardiente frenes�.

�hoooo Eduardo, espera que mi verga no es de hule!

�Ya acabe, ya no tengo mas lecheeeeeeeeeeee!

Al fin Eduardo solto la verga que ya empezaba a perder dureza
en su boca y suavemente la fue limpiando como un agradecido gatito que ha
acabado su plat�n de leche.

El maestro se sinti� tan culpable de haberse dejado llevar
por la calentura, pero ver a su hermoso alumno lami�ndose los labios de gusto,
el remordimiento se fue como tan pronto como vino, saco un pa�uelo de su
bolsillo y limpio el rostro de Eduardito.

�hoo maestro, que rico, nunca le hab�a chupado la verga a
nadie y ahora no se si pueda vivir sin una verga en mi boca!

�Pero Eduardo, no puedes ir por el mundo chupando vergas a
todo el mundo!

-"d�jame pagar el disfraz, esp�rame en el coche y horita
seguimos platicando"

El peque�o Eduardo observo como sal�a su maestro, llevando
consigo una bolsa con el disfraz dentro, y espero que el tomara su lugar en el
carro, apenas lo vio sentarse y ya estaba su traviesa mano acarici�ndole el
bulto tan tentador que se le formaba a Fernando con ese ajustado pantal�n de
mezclilla azul.

-"espera diablillo, que nos pueden ver, d�jame salir del
estacionamiento"-

-Fernando-

-�me quieres?-

-�sabes que si!-�Por qu� lo preguntas?

�Quiero hacer el amor contigo!

�Estas loco eres un menor de edad, imag�nate si se enteran
tus padres, definitivamente no es posible, ademas casi eres un ni�o!

-"pues si no eres tu, me entregare al primero que me
encuentre, no creas que no me doy cuenta que el conserje se me queda viendo con
unos ojos de calenturiento�.."

-�mira bebe, estas muy chico, no aguantar�as una penetraci�n,
te har�a da�o y eso es lo que menos quiero hacerte!-

"Fernando, he visto en Internet, chicos con menos edad que la
m�a, siendo penetrados por enormes sujetos y la cara que tienen no es de dolor
precisamente"

Quien podr�a negarse al pedimento de un ni�o con esos ojos
tan bellos, esa boquita roja suplicando, era un tormento para Fernando quien ya
se imaginaba taladrando con su verga ese virginal y estrecho hoyito adolescente.

�Esta bien, tu ganas!

Eduardito se lanzo al cuello de Fernando y le dio un profundo
beso de lengua, la carretera estaba vac�a, las h�biles manos de Eduardito
desabrocharon la camisa de Fernando y acariciaba el fornido pecho adulto, un
rico estremecimiento recorri� la espalda de Fernando y sinti� que los pelos de
la nuca se le paraban de puro placer,

las manos de Eduardo no sab�an estarse quietas y ya le hab�a
desabrochado el pantal�n a su maestro quien busco un lugar solitario cerca de un
parque, estaciono el carro y con su ronca voz le pido a su ardiente admirador.

-�ch�pamela de nuevo!

No haci�ndose del rogar Eduardito inicio de nuevo una
suculenta y profunda mamada, su cabeza parec�a un desbocado pist�n que sub�a y
bajaba incontenible e incansable, el maestro reclino el asiento hacia atr�s y
cerrando sus ojos se abandono al placer que le era proporcionado por la h�meda
boca de su alumno, mientras hacia planes para llevar a cabo el desvirgamiento
del peque�o Eduardito�

Continuara�..