Sub� la ventanilla de atr�s del coche de Fer para que no se
creara corriente, y me puse el jersey negro ce�ido de cuello vuelto con cuidado
de no despeinarme. A�n siendo verano el camino para subir a la sierra siempre
era fr�o y bastante tortuoso. Deseaba llegar cuanto antes a la zona de bares y
tomarme una copa porque me encantaba el ambiente que hab�a all�, y despu�s del
polvo con Sonia necesitaba un poco de desenfreno. Por lo menos veinte bares y
pubs se alojaban en una sola calle y la marcha que reinaba por todos lados nos
hac�a bailar a todas como posesas. Sonia estaba a mi lado cerr�ndose la
cremallera de una cazadora vaquera con borrego por dentro y corta que dejaba su
ombligo al aire. Mi hermana iba delante al lado de Fran, que conduc�a el BMW
azul fuerte a la velocidad del que conoce al mil�metro el camino.
Fer, Fernando, era el �nico amigo de mi hermana que sab�a
todo lo nuestro, y es m�s, mi hermana me dijo hace tiempo que le pon�a a mil
saber que yo en realidad era su hermano y no su prima como siempre dec�amos. Era
un chico alto, fornido y con unos ojazos azules incre�bles. Desde que me enter�
de que le pon�an los travestis so�aba a diario con sentirle dentro de m�.
- �P�same el mechero, Bel�n�!
Le dije a mi hermana gritando por encima de la m�sica techno
que inundaba el coche.
Mi hermana pas� su mano por detr�s de su asiento y me encend�
un cigarrillo con bastantes problemas por el aire que entraba.
- �T�a, sube la ventanilla que vamos a salir volando!
Antes de que acabara de subirla Fer dobl� la esquina a toda
velocidad y par� en medio de un aparcamiento de tierra abarrotado de coches.
Despu�s de dos horas interminables por fin hab�amos llegado. La m�sica de los
bares entraba por todos los resquicios del coche y mucha gente sal�a y entraba
de los locales. El coraz�n comenz� a palpitarme m�s fuerte. Siempre hab�a
querido formar parte de aquel ambiente, y en ese momento me sent�a excitad�sima
por haberlo conseguido y adem�s como siempre hab�a deseado, siendo una amiga m�s
de mi hermana.
Sonia sali� quit�ndose la cazadora y despu�s cogi� mi jersey
para ponerlo en la parte de atr�s del coche. Ella iba con su top morado abierto
en la espalda y el pantal�n blanco super ajustado con sus botas negras de tac�n.
Mi hermana Bel�n levaba su minifalda negra, mi camisa azulona con letras de
fuego a la espalda y unas botas blancas.
Mi hermana se encendi� un cigarrillo y expuls� el aire con
chuler�a hac�a arriba. Bel�n se transformaba cuando sal�amos de marcha. En casa
era un encanto y siempre estaba pendiente de m�, poni�ndome m�s guapa y cuidando
de que nadie se enterara de nuestro secreto, pero fuera sacaba su mand�bula,
pon�a cara de borde y echaba sus hombros hac�a atr�s para que sus pechos
sobresalieran much�simo. Yo recordaba los d�as en que hab�a odiado a muerte a mi
hermana cuando se pon�a de esa forma, pero desde que ella y Sonia me
transformaron en Yolanda la admiraba tanto que con el tiempo yo tambi�n hab�a
acabado por poner el mismo gesto de ni�ata cre�da. Por eso nunca m�s dec�a "de
esta agua no beber�", y m�s si proven�a de Bel�n, porque tarde o temprano sab�a
que ella acabar�a por inculc�rmelo, sobre todo si yo dec�a que lo odiaba. Le
encantaba pervertirme y yo no me pod�a negar a nada que ella me dec�a. Sonia se
acerc� por detr�s y me dio un pellizco en el culo por encima de la falda blanca
que ella me hab�a dejado. La sonre� y me abr� el escote de la blusa para que se
viera a�n m�s el collar plateado y ce�ido que se cerraba alrededor de mi cuello.
Mi hermana y Sonia me hab�an ido convirtiendo en una zorrita descarada con el
tiempo y yo ahora no pod�a dejar de serlo. A decir verdad estaba encantada con
sentirme su mu�equita y dejaba que ellas me moldearan a su imagen. Pero ahora
disfrutaban m�s al verme llevar la iniciativa, porque desde que yo era Yolanda
con letras may�sculas era una zorra por convicci�n, y disfrutaba de ello como
nunca.
Sostuve el cigarrillo entre mis labios rojos con mucho brillo
para limpiarme la arena del aparcamiento que se me hab�a metido por las
sandalias de tac�n. Despu�s me asegur� que mi polla segu�a estando bien metida
en su escondite y sabore� el humo antes de apagarlo con el tac�n. Mi hermana
como siempre ya hab�a cogido la delantera y de la mano de Fer fueron
directamente a uno de los Pubs que m�s nos gustaban.
Las puertas siempre estaban abiertas y la m�sica techno
retumbaba como un ca��n por todo el local. Dentro, chicos y chicas bailaban al
son del bombo con cubatas en las manos. Otra cosa a las que me hab�an
acostumbrado desde el primer d�a era a mirar mal al resto de la chicas. Ellas
eran la competencia y no perd�a ojo de c�mo iban vestidas o en su forma de
andar, y sobre todo a mirar a sus parejas� no hab�a nada mas excitante que
levantarle el chico a alguna pija de esas, en palabras de mi hermana. Sonia y yo
adelantamos corriendo a Bel�n y a Fer al escuchar los primeros compases de una
canci�n que nos apasionaba y saltamos en medio de la pista a bailar. Sonia no me
quitaba ojo y de vez en cuando nos roz�bamos como si estuvi�ramos ligando
aparentando no conocernos. A lo lejos mi hermana ya estaba hablando con un grupo
de chicos que me imagin� ser�an amigos de Fer, todos altos y fuertes, t�picos
cabezas huecas de discoteca. Por supuesto yo estaba loquito por liarme con uno
de ellos.
Bel�n consegu�a siempre a los chicos que quer�a. Sab�a
exactamente que hacer en cada momento para que el chico acabara sigui�ndola toda
la noche, y al final siempre se acaba enrollando con otro, lo que hac�a que el
pobre chico se tirara toda la semana siguiente haci�ndose pajas pensando en
ella. El lado negativo, pero a veces muy divertido, era que siempre acababan
peg�ndose por ella. Cruzamos las miradas mi hermana y yo y ella me sonri� con
una chuler�a asombrosa. Sonia me cogi� del brazo y fuimos hasta la barra a pedir
otra copa pues la primera la hab�amos bebido muy deprisa.
Con el whisky con coca-cola y un ron con kivi, salimos de
nuevo a la pista notando como varios grupos de chicos nos miraban el culo. La
verdad es que si nadie me met�a la mano en la entrepierna, Sonia y yo �ramos las
t�picas chicas malotas, calentorras y buen�simas. Nos re�mos cuando una pareja
de t�os del grupo de mi hermana se pusieron a bailar con nosotros. Como me hab�a
ense�ado Sonia, les calentamos todo lo que pudimos junt�ndonos a ellos y
mir�ndolos fijamente. Uno se me acerc� y me dijo algo al o�do que no entend�,
pero solt� una risilla bastante pija como si de verdad me hubiera hecho gracia.
Le mir� y me met� un hielo en la boca. Sonia estaba toc�ndole el culo al otro
chico. Los dos parec�an hermanos, iban con una camisa azul fuerte y pantalones
vaqueros apretados. Ten�an el pelo corto y estaban bastante fuertes. Mir� a
Sonia en un segundo y ella torci� los labios para decirme que no estaban nada
mal.
Despu�s de cantar a voz en grito un par de canciones m�s nos
fuimos a sentarnos a un butac�n cercano. Los chicos se acercaron. El que ten�a
los ojos verdes se agach� para hablarnos.
- �Qu� quere�s beber?
Mir� mi copa y me la tragu� de un trago. Era una gozada ser
mujer en una discoteca porque aparte de sentirse deseada, una pod�a beber copas
gratis siempre que quisiera� solo por eso ya me habr�a convertido en mujer.
- Whisky con coca cola para mi y ron con kivi para ella.
Dije sin mirarle. Los chicos salieron corriendo para traernos
las copas mientras Sonia y yo nos fum�bamos un cigarrillo ri�ndonos de la gente
que pasaba y contemplando el panorama de culos y paquetes que pasaban a nuestro
alrededor. Mi hermana lleg� con un chico bastante atractivo rubio, diferente con
el que hab�a estado toda la noche.
- Darme fuego que nos vamos a dar una vuelta.
Saqu� el mechero de mi bolsito blanco y le di fuego a mi
hermana que en seguida se dio la vuelta con aires de superioridad y cogiendo al
chico del culo salieron a la calle. La odiaba tanto cuando hac�a eso que supe
que en breve yo ser�a igual, y un golpe de excitaci�n me puso s�per cachonda.
�D�nde estaban los t�os aquellos?.
Los dos chicos vinieron por fin y nos dieron las copas. Seg�n
se agach� el primero le cog� de la copa y le bes� con fuerza. El chico cay�
rendido junto a m� intentando tocarme las tetas Yo le quit� la mano con fuerza y
se la lleve hasta mi culo. Sonia se dejaba meter mano por debajo del pantal�n
mientras le com�a el cuello al chico. Si nos hubiese visto desde lejos antes de
sentirme como me sent�a haciendo aquello seguro que habr�a pensado lo putas que
�ramos, pero ligarme un chulo de discoteca era todo en lo que pod�a pensar en
ese momento.
Despu�s de permitir que los chicos nos tocaran de arriba
abajo y teniendo cuidado de que no me tocara nunca entre las piernas, nos
levantamos las dos sin decir nada, hinchadas de placer pero controlando todav�a.
Hab�a que dejarles con las ganas. Era como un juego� peligroso pero excitante.
- Esperarnos aqu� un segundo �vale?
Dijo Sonia atrapando mi mano llena de anillos aparatosos y
las u�as largas y blancas. Salimos contone�ndonos como dos diosas de la
discoteca camino del aparcamiento para ir a mear. Otra de las cosas a las que
Sonia y mi hermana me hab�an acostumbrado era a ir a mear juntas y siempre que
pod�amos, hacerlo fuera porque los ba�os de chicas sol�an estar demasiado
sucios. Detr�s de un coche a lo lejos Sonia se baj� los pantalones y agachada
comenz� a soltar su liquido medio amarillo de las cuatro copas que nos hab�amos
bebido. Yo me agach� tambi�n a su lado abri�ndome la falda y comenc� a mear
tambi�n intentando no manchar las sandalias rojas con tac�n que me hab�a
comprado hac�a una semana y que me hab�an costado los ahorros de un mes. Cuando
acabamos me coloqu� el sujetador y Sonia se apret� sus pechos. Me mir� de forma
graciosa y nos besamos con fuerza.
- T�a� ese chico me ha puesto a mil�
Me dijo metiendo su mano entre mis piernas acariciando mi
polla. Yo met� mi mano hasta su co�o y ambas nos re�mos.
- Eres una perra, t�a� y me lo estas pegando, joder�
Me dijo Sonia ofreci�ndome un cigarrillo.
Volvimos andando por el aparcamiento hasta que nos cruzamos
con el coche de Fer. Miramos dentro y vimos a mi hermana abierta de patas
mientras el chico rubio le com�a el co�o.
- Tu hermana tambi�n es una pedazo de perra, �sabes?
Yo sonre� retoc�ndome el perfil de los labios con cuidado.
Expuls� el humo hacia arriba y de nuevo puse ese aire de ni�ata malcriada y
pija. Paseamos nuestros cuerpos por la calle hasta que escuchamos otra de las
canciones que ven�an en el disco techno que sol�amos escuchar a todas horas y
despu�s de ubicar el sonido en un bar entramos saltando hac�a la barra. Nos
tomamos dos chup�tos de algo rosa y muy dulce y nos pedimos otra copa. Yo ya iba
bastante borracha y Sonia me iba a la zaga. Al pasar por otro bar tiramos una
papelera al suelo y nos sentamos en la acera con las piernas abiertas riendo
como dos pijas.
- T�a� �se habr�n cabreado los chicos?
- �Qu� chicos?
Respond� sin poder parar de re�r.
- Da igual�
Me dijo Sonia pas�ndome el espejo de su bolso para retocarme
un poco el pelo. Me coloqu� la falda y me abroch� el bot�n superior de la blusa
porque empezaba a tener fr�o. Entonces lleg� Fer con otra copa en la mano. Se
quedo mir�ndome. Yo le sonre� y el se agach� hasta mi nivel. Se acerc� a mi
o�do.
- �De verdad eres el hermano de Bel�n?
Me susurr�. Yo asent� orgullosa.
- Siiiii
La borrachera me hac�a comportarme como la t�pica ni�ata de
discoteca. Fer me ayud� a levantarme mientras me tocaba el culo.
- Pues estas buenisima�
Me dijo. Yo volv� a sonre�r. Sonia cogi� su copa y se agarr�
a mi brazo riendo.
- �Quieres probar�
Fer torci� su cara y abri� los ojos un poco. Yo mir� a Sonia
sonriendo. �Qu� se le hab�a ocurrido esa vez?
- Probar� con las dos�
Fer solt� una carcajada nerviosa. Yo mir� a Sonia abriendo
mucho los ojos de forma graciosa. Imaginar a las dos personas mas sugerentes de
la noche juntas me estaba volviendo loca. Le puse la mano en todo el culo a
Sonia y comenc� a moverlo.
- Siiii, porfa�
Le dije con una voz tan femenina que me sorprend� a mi misma.
Las dos nos pusimos a cada lado de Fer y le llevamos andando
por en medio de la calle hasta otro bar. Entramos en uno que ten�a l�mparas
azules por todos lados y la gente bailaba dando saltos. Deb�an ser las cuatro de
la ma�ana. Fuimos directamente al ba�o entrecruzando miradas de lujuria Sonia y
yo. Por suerte no hab�a cola en el ba�o de t�as y entramos con Fer medio drogado
de imaginaci�n. Entramos en uno de los reservados y seg�n cerramos la puerta me
tir� como loca a su pantal�n. Le abr� la bragueta con la risa de Sonia por
detr�s.
- Ya veras� es una zorra muy experta�
Fer estaba completamente paralizado mirando como le abr�a el
pantal�n vaquero y le sacaba la polla como una piedra de dura. Me puse de
cuclillas y sacando mi lengua comenc� a lamerle el fres�n suavemente. Sub� mi
mano hasta su boca y el me lami� el dedo tambi�n lentamente. Sin poder evitarlo
me met� toda su polla hasta la garganta, sinti�ndola caliente y dura entre mis
labios. Chup� como sab�a que les gustaba, primero fuerte, despu�s d�bil, otra
vez fuerte� De repente sent� las manos de Sonia entrar en mis piernas y bajarme
la falda un poco. Yo segu�a concentrada en hacer sentir a Fer en las nubes hasta
que not� que un poco de semen caliente comenzaba a salir de su fres�n. Sonia me
dio la vuelta y me baj� las bragas mostr�ndole el culo abierto. Despu�s de todos
esos meses ya lo ten�a tan dilatado como un co�o chorreante.
- M�tesela entera� venga�
La verdad es que no sab�a que me estaba poniendo m�s
caliente: saber que Fer me iba a penetrar o escuchar la voz viciosa de Sonia
entre la m�sica techno. El caso es que enseguida note como me atravesaba hasta
el est�mago amarr�ndome por la espalda. Comenc� a gemir compulsivamente mientras
Sonia me mamaba la polla. Fer no estaba acostumbrado a tanto morbo y de repente
not� como se corr�a dentro de m�. Se sent� extasiado en el lavabo mientras yo le
com�a el co�o a Sonia. Ella puso sus manos en su culo y se introdujo su dedo por
el agujero varias veces. Las dos nos corrimos al cabo de cinco minutos ante la
atenta mirada de Fer, que ten�a los ojos casi fuera de sus �rbitas.
Nos quedamos callados los tres fum�ndonos un cigarro
tranquilamente. Tras el orgasmo se nos hab�a bajado la borrachera, as� que
salimos del ba�o a buscar algo que beber. Algunas chicas que estaban esnifando
unas rayas fuera nos miraron sonriendo, y m�s cuando sali� Fer.
- Joder como est� el ambiente por aqu�
Yo las sonre� mientras me arreglaba la falda y el pelo. Sonia
bebi� un poco de agua para quitarse el sabor amargo de mi semen. En ese momento,
como una adivina, mi hermana entr� en el ba�o. Se nos qued� mirando.
- Vaya� las viciosas de siempre�
Mir� a Fer.
- Veo que mi hermanita ya te ha probado� joder�
Se agach� en el lavabo y se puso unas rayas. Despu�s tir� la
cabeza para atr�s y nos ofreci� otras.
- Oye� se me est� ocurriendo una cosa�
Dijo Fer toc�ndose la nariz.
- A ver�
Dije agarrandome a �l. Me encantaba sentir sus m�sculos
caliente en mi est�mago liso.
- Javi, un amigo de aqu� me ha ofrecido la casa de sus
padres� no hay nadie� si quer�is pasamos la noche all� no me apetece conducir
de madrugada�
Mi hermana par� un segundo para pens�rselo. Yo la puse cara
de "por favor", y ella asinti�.
- Pero con calma.. �de acuerdo?
Sonia se agarr� a Fer y yo a mi hermana y todos salimos a la
pista de baile.
Aquella noche ser�a interminable, me dije. Hab�a que
aprovechar lo que quedaba de verano como fuera, y sobre todo ten�a que hacer que
Fer se enganchara de mi como lo estaba Sonia. Y vaya si lo consegu�.
Bueno, novena entrega de Yolanda, Sonia y Bel�n� espero no
haberles defraudado� Como siempre, si quieren hacerme cualquier comentario de lo
que sea, no duden en escribirme.