Con ello pens�bamos llamar la atenci�n de nuestras vecinas,
un par de mellizas griegas

Que si bien no eran muy sociables dejaban ver bajo de sus
vestidos dos incipientes cuerpos de j�venes muy bien agraciadas.

Jos� as� se llamaba mi amigo estaba perdidamente enamoradas
de una de ellas, haciendo lo imposible por llamar su atenci�n.

Era un simp�tico muchachito, que ten�a trece a�os en ese
entonces, pero no sabia captar la atenci�n de las hel�nicas.

A su vez Jos� ten�a una adorable madre no mayor de unos
treinta y ocho a�os de una belleza poco convencional para esa �poca.

Muy liberal en su trato para con nosotros y su hijo.

Pero para m� esa mujer se asemejaba a un querub�n de figura
carnal.

De pechos firmes y grandes, era lo primero que uno miraba
para despu�s extasiarse con su perfecta anatom�a posterior.

Ella realmente me excitaba y lo que es peor,

Lo sab�a.

Beatriz, as� se llamaba esa mujer se paseaba con vestidos
como los que usaban en esos tiempos

Muy holgados y zapatillas mordidas en sus talones pero cuando
me ve�a entrar a su casa, siempre se la ca�a algo sistem�ticamente a modo de
agacharse y dejar expuestos sus senos contenidos en un corpi�o en donde se
encontraban mis ojos.

Ella me miraba y se re�a, moviendo la cabeza.

O en otras ocasiones, sub�a la escalera de forma de caracol
tan cl�sica en esa �poca y desde el descanso superior me chistaba
disimuladamente mostr�ndome sus piernas y su cola.

Otras veces, se acomodaba la media, subiendo un poco
demasiado su pollera dejando expuesto gran parte de su muslo.

Por Dios, que " enamorado" me encontraba de esa mujer.

En una oportunidad, muy ceca de verano y mientras el padre de
mi amigo dorm�a su siesta, me llev� a la terraza para que le ayudara a colgar la
ropa.

All� por primera vez pude ver sus senos desnudos.

Fue cuando al colgar la ropa en un movimiento brusco de parte
de ella para que no se tirasen una serie de prendas todas limpias al suelo, se
le abri� el vestido

As� me mostr� por un largo tiempo sus senos un tanto por
accidente al principio y despu�s por verme mi cara de asombro

No llevaba por el calor, corpi�o en esa tarde de verano.

Yo que instintivamente avanzaba como para toc�rselas, ella me
desafi� nuevamente.

�Acaso nunca viste a tu mam�?

Si claro le respond�, tartamudeando y retirando toda
intenci�n de mi mente.

Al iniciar �l ultimo grado de la primaria, en marzo de ese
a�o al colegio vino un muchacho de pase de otro escuela de la provincia.

No tardo en ganarse nuestra amistad, y por supuesto lo
incluimos en nuestros juegos

Era casi dos a�os mayor que nosotros porque debido a la
profesi�n de su padre perdi� esos a�os en el exterior.

Era alto, muy bien proporcionado y extremadamente educado.

Hijo de ingleses era mas despierto en todo ya que siempre
estuvo rodeado de mayores y fue quien nos al fin nos ense�� algunos trucos para
conquistarnos a las mellizas.

Adem�s, en el barrio lo quer�an apresar todas las mujeres y
al poco tiempo fue, Rita quien gan� la partida.

Una nochecita de oto�o Buby se llev� muy enamorada a la hija
del zapatero, hacia el puente del ferrocarril Belgrano a un costado de la calle
Super�.

Para ese entonces la estaci�n de Coghlan era bordeada por
bald�os con ca�as y las famosas campanitas azules y tan arom�ticas que siempre
estaban pegadas a los enrejados del ferrocarril.

All�, Buby la acost� en el suelo justo en el hueco que
hab�amos hecho esa semana entre las ca�as, para construirnos los barriletes.

Fue esa nochecita que a Rita por primera vez un joven, le
toc� su intimidad.

Entre suspiros fue sac�ndole un peque�o corpi�o y liberando
sus senos, que m�s tarde se los bes�.

Avanzado despu�s a medida que ella no se quejaba logr�
introducir su mano por dentro de su calza llegando decididamente a su sexo, en
donde pese a que ella quitaba con su mano blanqu�sima la de Buby, lleg� a
enrular sus dedos en esa mara�a de bellos negr�simos y fuertes, que le
bordeaban.

Pero despu�s al intentar sacar la prenda no pudo seguir m�s.

Ella le pidi� llorando, que no le hiciera nada m�s porque era
virgen.

A cambio, Rita le toc� cuanto �l quiso su sexo.

Bueno Beatriz, la madre de mi amigo quedo fascinado con �l

Y a �l le sucedi� lo mismo.

A partir de aquella tarde en que lleg� a la panader�a por
primera vez a estudiar con nosotros ya, nada fue igual.

Nada.

Ella directamente lo busc� a ese joven.

Siempre nos preguntaba si vendr�a

Oh, y si lo hab�amos invitado.

Pero al verlo, le atend�a de una manera especial

Le proporcionaba afectos y besos nada disimulados

Y muy abiertamente.

El chico entendi� ese mensaje

El mismo que yo no supe interpretar.

Un d�a lluvioso Buby lleg� solo, a la panader�a para estudiar
como siempre los tres.

Yo me hab�a retrasado, pues mi madre me hab�a mandado a
comprar.

Raquel estaba sola

Ya que el esposo hab�a salido a comprar harina a un molino

Y no llegar�a hasta la noche, pues pasar�a como era costumbre
los lunes por el bar de la calle Congreso.

Jos�, el hijo de Raquel, estaba en el dentista

Como siempre ella lo acapar� no bien lo vio.

Buby no aguant� mas a las caricias de bienvenida de esa mujer
en la pieza la tom� del brazo, bes�ndola.

Mas tarde al cont�rmelo me dir�a:

Lo hice como en un ataque de bobada.

Ella asombrada dud� y lo alej� mand�ndole a que se sentara en
el comedor, as� se enfriar�a.

Jos� lleg� un poco despu�s y al rato lo mismo hice yo.

Nos pusimos a estudiar y re�r.

Raquel apareci� con una cara extra�a, algo mas tarde y
dirigi�ndose a su hijo le dijo.

Record� que no hicimos el pedido que me encarg� tu padre y �l
no viene hasta la noche como es de costumbre, Jos� no hay levadura para la
semana, anda a enc�rgala

Por favor acomp��alo, Gustavo.

Despu�s terminar�n de estudiar los tres.

No nos llevar�a mas de una hora entre ir y venir me dijo
Jos�.

Y mir�ndolo a mi amigo, Buby...

Tu me ayudara a acomodar en la panader�a las canastas nuevas
y desechar las cajas vac�as de las galletitas.

Me llam� la atenci�n ese cambio de actitud.

Antes le ayud�bamos en los d�as lunes a hacer lo mismo nunca
antes de terminar la tarea del colegio.

Buby me cont� esa noche prometi�ndole que lo callar�a para
siempre que

".. En cuanto nos fuimos nosotros, ella le tom� de la mano
violentamente.

Lo llev� a la cama del matrimonio, acost�ndolo casi de un
envi�n

Estaba como desacoplada de la realidad, o loca me dijo Buby.

Se empez� a desnudar muy sensual y siempre mir�ndole fijo.

Le mostr� sus senos.

Sonri�ndosele le pregunt� si ella le gustaba as�.

Agregando casi en un suspiro que sus pezones se encontraban
duros, revel�ndole como se hab�an formado dos bastoncitos alargados por culpa de
�l.

Luego acerc�ndosele mas, le entreg� esos pechos para que los
tocara y besara.

Buby estaba desmembrado por el placer de tener esos senos
para besarlos, apretarlos...

Adem�s de tenerla as� y en esas condiciones a esa mujer.

Beatriz aprovech� ese estado de somnolencia de Buby, para
sacarse por primera vez su bombacha frente a �l.

Qued� totalmente desnuda y mi amigo se sinti� un hombre.

�Es hermosa me dijo, no sabes que cuerpo tiene y como es su
sexo!

Caliente y h�medo.

Adem�s, all� es tambi�n peluda pero no mas, que la hija del
zapatero.

Luego me dijo mi amigo,

Se acerc� y le desnud�.

Primero la camisa. Mientras me besaba mis telillas,

Luego el pantal�n y el calzoncillo.

Al ver mi sexo, se sorprendi� arqueando sus cejas,
dici�ndome:

�Buby vas a enloquecer, a unas cuantas mujeres y de eso no
tengan duda!

Luego tom�ndole el miembro delicadamente empez� a jugar.

Raquel estaba ahora muy excitada, le notaba en la forma
agitada en su respiraci�n y en un solo movimiento ella misma me apoya en la cama
y se monta sobre m�

Empez� a moverse al principio despacio, para luego en un
momento en que yo comprend� por primera vez lo que era eyacular, ella arquea su
espalda tir�ndose a un costado con una mirada perdida en el techo...

Al rato y despu�s que ella hubiese calmado toda su pasi�n, le
dijo mimosa al o�do a mi amigo:

Hay, Buby perd� la cabeza con vos.

Es que vos sos tan dulce, amor.

Espero que de esto, " no me quede embarazada "

Y se fue al ba�o corriendo.

Al regresar Buby estaba en la cama, como idiotizado.

Ella abras�ndolo le dijo:

La pr�xima vez te dar� algo de los que usa mi marido, para
ponerte all�.

A partir de ese d�a esa mujer lo adopt� como su amante

Pero no todas las historias de amantes tienen un final
acomodado.

Un d�a despu�s de mas de ocho meses, el panadero vendi� el
local y la casa

Se coment� al tiempo que en una tarde de lunes ocurri� una
gran pelea en la panader�a, al llegar el marido algo enfermo y mucho antes de lo
acostumbrado.

Buby a ra�z de una indisposici�n repentina al d�a siguiente
lo llevaron al campo muy lejos del barrio de Coghlan a la casa de unas t�as, en
General Madariaga.

Al poco tiempo los padres hicieron lo mismo.

De Jos� nunca mas nos enteramos ya que a la semana, cambi� de
colegio.

De ella nunca la vimos o supimos comentarios de lo que hab�a
pasado esa tarde.

Hasta que los padres de Rita la hija del zapatero despu�s de
dos a�os un d�a dijeron

Que a Beatriz la vieron trabajando en la zona de Colegiales
en una feria municipal muy cerca de la estaci�n, en una panader�a sola y muy
desmejorada.

Yo no la quise saber nada cuando Rita me sugiri� de ira
visitarla, no me atrev�.

Cuando al fin lo hice, los patrones de ella, me dijeron que
se hab�a ido para la provincia.

As� fue como en mi adolescencia perd� de golpe a dos amigos y
experimente el primer dolor y de unos cuantos en mi vida.

Gustavo Camisasca

De relatos de mi ni�ez, en Coghlan.