Cuando peque�o tuve que pasar por la situacion de vivir en un callejon de un barrio peligroso de Santo Domingo, en Republica Dominicana. A esto se le a�adio que tras la separacion de mi padre y luego del nacimiento de mi medio hermano me enviaron a vivir donde mis abuelos en una casa donde solo habian tres habitaciones y viviamos mas de 12 personas.
Fui muy prematuro sexualmente, una vez mi bizabuela me atrapo sobandole el co�ito a una vecinita cuando yo apenas tenia 4 a�os. Creo que esa pela que me dieron en vez de aplacarme me creo una dependencia total del sexo. En casa de mis abuelos solo habia 4 camas para todos. En una ocasion, atareado por el calor que tenia oi como la cama de al lado chiyaba. Abri los ojos pero me hice que no veia nada. Uno de mis tios le estaba sobando el guevo a mi tia mas joven que para ese entonces tendria unos 12 a�os. El tenia 16, realmente hacia la mueca con la �ema en el toto de mi tiita porque ninguno de los dos, me imagino ahora, sabia como rapar.
Una semana despues llegaron otros familiares y a mi tia le ordenaron dormir conmigo y mi hermano. Mi tia siempre fue de toto caliente, le gustaba mucho todo lo que tenia que ver con el sexo desde muy chica. Desde la primera noche comenzo dizque a jugar conmigo agarrandome el guevito. Yo hacia como que me molestaba y me le subi encima dizque para agarrarle las manos. Ya encima de ella me sobaba bien de su totico y sentia cosquillitas. Pasaba el tiempo y de los jueguitos pasamos a acciones mas fuertes. Cuando mis abuelos iban a dormir la siesta haciamos como que tambien nosotros, como dos angelitos, ibamos a dormir. Ahi aprovechaba para sobarle el totico y en una ocasion no pude mas y le baje los panties que ya estaban bien lubricados y comence a querer singarla. Ella se resistio pues vio que lo mio iba en serio. Yo le pedi que se dejara pero ni ella ni yo eramos para nada expertos en el tema. Asi que cuando estaba protestando meti mi cabeza entre sus piernas y comence a pasarle la lengua por el totico. Esa sensacion, ese sabor y olor de sus fluidos siempre se me ha quedado hasta el punto que una de las cosas que casi nunca dejo de hacer es mamar un buen toto antes de comenzar a singar. En una vi que se doblo en la cama y de su toto salia mas y mas liquido, yo no pude mas y comence a sobarle mi �emita y hacer el intento de singarla. Ella al ver mi desesperacion y como ya se habia dado una buena venia me dijo que me acostara boca arriba que ella me iba a ayudar a calmarme.
Comenzo a hacerme una paja. Yo le sobaba el totico buscando todavia restos de su leche. En una senti un corrientazo y me doble como en ocho. Un liquido blanco, no muy espeso salia de mi guevito. ella lo aparo como si fuera una copita. se limpio las manos y me dijo que ya me durmiera.
Despues de eso llegue hasta a pagarle para que me dejara singarla, nunca quiso que se lo metiera de verdad pero me dejo la experiencia de lo rico que sabe un buen toto.
Espero poder contarles otros... Si quieres puedes ir compartiendo conmigo tus experiencias tempranas tambien.
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Relato: El toto de mi tia menor
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