Madre e hija.
Hola, me llamo �ngela y tengo 21 a�os. Desde hace tiempo leo
historias de incesto ya que esto me hace sentirme menos rara, ya que yo he
vivido una muy especial y esto es algo que normalmente no se puede compartir con
el resto de la gente. Nunca me hab�a planteado contarla, pero viendo esta Web me
ha parecido que pod�a contribuir a compartir mi experiencia con gente similar a
m�.
Todo empez� hace algo m�s de 6 meses, cuando me quedaba muy
poco para cumplir los 21 a�os. Debo decir que yo he sido siempre muy caliente y
morbosa y me masturbo desde que tengo uso de raz�n. A la edad que da comienzo mi
relato yo ya hab�a follado, tanto con chicos como con chicas. Siempre he sido
bisexual, aunque debo decir me atraen algo m�s las mujeres. Mi madre se hab�a
preocupado de decirme la verdad sobre le sexo y los cuidados que deb�a tener,
por lo que yo iba bastante despreocupada por la vida.
En casa �ramos mi madre y yo. Mi madre se hab�a separado de
mi padre hac�a mucho, lo cual me parece normal, ya que era un borracho cabr�n
que la pegaba a menudo. La verdad es que despu�s la vida le pag� a ese cerdo con
la misma moneda, pero eso es otra historia.
Mi madre y yo �ramos razonablemente felices y nos quer�amos
mucho. Nunca tuvimos mucho pudor y habl�bamos sin tapujos. Yo sab�a de sus l�os
e incluso alguna vez se tra�a alg�n hombre a casa. Amigos que yo conoc�a y que
se quedaban a dormir. A mi no me importaba, al rev�s, quer�a que mi madre fuera
feliz. Y lo consegu�a, m�s o menos.
Un d�a, quince d�as m�s o menos despu�s de mi operaci�n de
bubis, yo me estaba duchando. Mi madre entro en el cuarto de ba�o a peinarse,
como hac�a muchas veces. Mientras yo me duchaba, aprovech�bamos para hablar de
tonter�as y yo para pedirle que me comprara alguna ropa, que me encantaba. La
ducha ten�a una mampara semitransparente y nos ve�amos ambas con dificultad,
pero yo si hab�a notado que ella me miraba m�s de lo normal, algo que yo atribu�
a su curiosidad de madre despu�s de que me habia operado.
Acab� de ducharme y abr� la mampara. Empec� a secarme
mientras segu�amos hablando y ella pein�ndose. �ltimamente a m� me dol�an un
poco las tetas, as� que se lo coment�.
- Mam�, no se lo que me pasa, pero desde hace un tiempo me
duelen un poco las tetas � la coment� yo.
- Eso ser� que son enormes con esa operaci�n que te hicistes,
hija � me respondi�.
- Si que me han crecido, �verdad?- y sonrio, y ella se volvi�
a mirarme.
- Si, hija. La verdad es que te has puesto tremenda � me dijo
mi madre.
- �Tremenda de que? � la dije yo sin entender.
- Tremenda de buena, hija � me contest�. Yo me hinch� de
orgullo y me gust� que mi madre me dijera eso.
- �Te gusto? � la pregunt� yo bromeando.
- Hija, est�s para mojar pan � me contest� ella medio en
broma, medio en serio. Yo decid� seguir con aquello para ver hasta donde
llegaba. Me picaba la curiosidad.
- �Te gustan las t�as, mam�? � la pregunt� directamente.-
Hija, yo no hago ascos a nada en la cama � y se ri�. Yo tambi�n. Y decid� ir m�s
lejos.
- �T� me follar�as? � la pregunt� directamente. Ella no se
extra�� de mi lenguaje porque siempre hab�amos hablado muy claramente. Se volvi�
y me mir� a los ojos. En ese momento vi una mirada muy especial.
- Mi ni�a, si no fueras mi hija, tenlo por seguro � me solt�
directamente.
- �Y que, que sea tu hija? �No te parece este cuerpo para
com�rselo? � dije yo haciendo el ganso mientras hab�a soltado la toalla y
totalmente desnuda me pasaba las manos por todo el cuerpo mientras me
contoneaba.
- Calla, anda y estate quieta, a ver si vamos a acabar
haciendo lo que no debemos�- y diciendo esto se fue.
En ese momento me di cuenta que mi madre hablaba en serio.
Era verdad que le parec�a apetecible y que me follar�a si no fuera su hija. De
pronto yo vi a mi madre con otros ojos y me di cuenta de lo buena que estaba.
Con sus treinta y cinco a�os era una mujer espectacular. Una rubia de 1,75 con
un culo y unas tetas de infarto. Yo hab�a visto muchas veces en la calle a
mujeres como ella y hab�a pensado que estar�a muy bien foll�rmelas, pero nunca
lo hab�a pensado de mi madre. En ese momento me di cuenta de que a ella, a mi
madre, tambi�n me apetecer�a foll�rmela.
Con estos pensamientos llegue a su cuarto. Yo llevaba puesta
una toalla min�scula que m�s que tapar pod�a provocar. Ella, estaba sentada en
su cama poni�ndose unas medias. A mi madre le gustaba llevar liguero y la hab�a
visto muchas veces, pero esta vez era distinta. La vista de sus piernas, las
medias, el liguero y sus bragas me calent� de pronto. En ese momento lo decid�,
deseaba follarme a mi madre y estaba segura de que no iba a encontrar demasiada
resistencia.
Me puse enfrente de ella y me recost� sobre la pared. Trat�
de poner la postura m�s sexy que hab�a visto en las pel�culas, pas�ndome una
mano por las piernas y otra por el pelo. Mir�ndola fijamente y con una sonrisa
picarona, la dije:
- �Tienes prisa, mami?
Ella se me qued� mirando, como pensando un buen rato. Me mir�
de arriba a bajo comi�ndome con los ojos.
- Pero, hija, �de verdad que tu te lo quieres montar con tu
propia madre? � me pregunt� incr�dula.
- �Y t� con tu propia hija? � la devolv� la pregunta.
- Anda, no hagas m�s el tonto�.- me dijo con la "boca chica".
- Pues a mi me encantar�a follar contigo�. � la solt� sin
pensarlo dos veces. Ella levant� otra vez la vista y, ahora, si en su mirada
empezaba a asomar la lujuria.
- Hija, para, que est�s consiguiendo ponerme caliente�.- me
dijo como pidiendo clemencia. Yo "ataqu�" directamente, me fui hasta ella y me
sent� "a caballo" sobre sus piernas y de frente a ella.
- Mam�, quiero que me folles. Quiero que me ense�es a follar
como estoy segura de que sabes hacerlo. Quiero ser tu putita�.- el lenguaje
debi� hacer su efecto, porque despu�s de unos segundos me dijo:
- Ven aqu�, zorrita � me abraz� y me empez� a dar un beso de
"tornillo". Para mi fue como una explosi�n dentro de mi. De golpe me vino un
calent�n tremendo. Mientras nos bes�bamos apasionadamente me quit� la toalla y
yo empec� a quitarle la ropa.
- �Pero que buena est�s, hija m�a! � me dijo mirando mi
cuerpo desnudo. Ella acab� de desnudarse.
- D�jame verte bien, mam�. Ella se qued� totalmente desnuda y
se separ� un poco para que yo la viera bien. Ten�a unas tetas incre�bles y el
co�o depilado por completo, lo que me llam� la atenci�n. Con mis cuatro pelos,
ten�a yo m�s que ella. Yo me relam� ostentosamente.
- Joder, mam�, est�s buen�sima � la dije.
- �De verdad, hija? � me pregunto agradecida.
- Y tanto � dije yo � Me parece que no me voy a cansar de
comerme esas tetas y ese chocho.
- Me encanta que seas tan putita y que me hables as�, hija.
- Quiero ser tu putita y que hagas conmigo lo que quieras,
mam�.
- Si supieras la de veces que me he hecho pajas pensando en
esto, hija � me dijo. Yo me sent� superhalagada.
- �Y por que no me has follado antes? � la pregunt�.
- Me daba miedo, hija.
- Basta de charlas � dije yo empuj�ndola hacia atr�s � d�jame
comerme este chochazo que tienes, mami.
- No vayas tan deprisa, hija. Ven, anda, t�mbate a mi lado
que voy a chupar esas deliciosas tetitas de mi nena.
Nos tumbamos en su cama y empez� a chuparme las tetas. Yo
mientras tambi�n le sobaba las suya, pero estaba deseando probar su co�o. Empec�
a toc�rselo y lo encontr� empapado.
- �Est�s cachonda, eh, mami? � la dije yo, socarrona.
- Es que me pones a mil, hija � me dijo soltando mi pez�n
derecho de su boca,
- Vamos a hacer un 69, mam�.
- Venga, hija, a ver si sabes com�rtelo.
Yo ten�a ya experiencia con algunas amigas, as� que no dud�.
Nada m�s poner mi lengua en su cl�toris, mi madre dio un grito.
- Ayyyyyyyyyyyyyy, hijaaaaaaaaaaaaa, que gustazo�����.si, que
sabes, jod�a���.
Nos hicimos una mamada mutua de muerte. Nos corrimos como dos
perras en celo y finalmente nos quedamos tumbadas bes�ndonos saboreando el sabor
de ambos co�os.
- Hija, �D�nde has aprendido a hacerlo?.......menudo
orgasmo�.casi me muero�..
- Y tu, mam�. Casi me rompes el co�o de gusto.
- Como me gusta que me hables as�, hija, me calientas
much�simo.
- Mam�, quiero que est�s siempre muy caliente para m�. Vamos
a estar siempre desnudas y dispuestas a follar, �vale? Vamos a reventarnos los
chochos de gusto, �vale?
- Si hija, si � se re�a � mira que eres calentorra.
- No lo sabes tu bien. No sabes lo puta que es tu hija � la
dije.
- Eso esta bien�pero no vayas a decirle nada a nadie, �eh? �
me dijo asustada.
- �Te crees que soy tonta o que? � y me levant� para ir al
cuarto de ba�o.
- �A d�nde vas? � me pregunt� mi madre.
- A mear � la dije.
- Espera�- me dijo.
- Es que me meo � dije yo.
- Vale, pues mea � me dijo mir�ndome fijamente. Yo me qued�
unos segundos sin reaccionar, pero enseguida entend� que mi madre quer�a que
meara all� mismo. Yo no la hab�a hecho nunca, pero lo hab�a visto muchas veces
en revistas y videos que mi madre ten�a en casa. Aquello me calent� otra vez
sobremanera.
- �Quieres que te mee? � la pregunt� directamente.
- Si, quiero probar tu meada � me dijo con la voz quebrada
por la lujuria.
- Vale, pero voy a mojar toda la cama.
- No importa, luego la cambio � me dijo y me hizo un gesto
para que lo hiciera.
- Voy, mam�. Mira que eres guarra � la dije yo
- No sabes cuanto, hija � me dijo.
Yo me puse de rodillas en la cama, sobre su cara. Me cost� un
poco al principio, pero al rato solt� un chorro que fue a parar directamente a
su cara. Ella busc� con su boca mi meada y se la trag� enterita. Despu�s empez�
a lamerme el co�o para no dejar ni una gota, lo que hizo que me corriera otra
vez.
Aquel d�a empez� una relaci�n en mi vida que no ha terminado.
Yo sigo viendo a mi madre todo lo que puedo y nuestros encuentros son m�s
fogosos que antes si cabe. No tenemos l�mites en el sexo. Hemos hecho todas las
guarradas imaginables, hemos hecho tr�o con putas y hemos disfrutado como locas.
Yo pienso que el dia que este embarazada de una ni�a. Pienso en lo maravilloso
que ser�a un tr�o, abuela, madre e hija. Ya veremos�