Vivimos nosotros dos solos, debido a que mi esposa muri� en
un accidente automovil�stico hace un par de a�os, es por eso que quiero mucho a
mi hija, incluso creo que la consiento demasiado ya que siempre le he cumplido
todos sus caprichos a la brevedad posible ya que adem�s de ser la �nica, me
recuerda mucho a mi difunta esposa a la cual yo amaba con toda el alma.

La historia empieza en las vacaciones escolares, mi hija
Sandra estaba muy triste ya que todas sus amigas se iban de vacaciones con sus
familias, pero nosotros nos qued�bamos en la ciudad por que yo tenia que
trabajar ese verano.

Debido a esto, ella empez� a jugar con todas las mu�ecas que
le hab�a comprado, ella ten�a una buena colecci�n de este tipo, ten�a su casa de
mu�ecas, un horno, en fin todo lo que una ni�a necesita para divertirse.

Yo estaba preocupado un poco por esta cuesti�n ya que a pesar
de que ella ten�a 13 a�os, le segu�a gustando mucho jugar todav�a con sus
mu�ecas, y ten�a actitudes a veces muy infantiles, pero luego lo meditaba y me
dec�a que estaba bien, ya que n�mero uno no ten�a con quien jugar en el d�a
debido a que se quedaba sola y n�mero dos al menos se entreten�a en algo sano y
no ten�a las tentaciones de irse a jugar a la calle donde los peligros eran
muchos.

Todo iba muy bien hasta que un d�a llegando del trabajo, me
pregunt� mi hija:

-Papi, estas cansado del trabajo.

-Algo mi amor, por que me lo preguntas.

-Es que estaba aburrida y quer�a ver si te gustar�a jugar
conmigo.

-Bueno linda, un rato nada mas y mientras yo no tenga que
hacer mucho.

-Si papi.

Subimos por las escaleras a su cuarto, que estaba lleno de
juguetes.

-Bueno Sandrita, a que te gustar�a jugar-le pregunt�

-Al pap� y a la mam�.

Cuando me dijo esto, pens� que era un poco extra�o que una
adolescente de 13 a�os quisiera jugar ese juego, pero como era un juego donde yo
no ten�a que hacer casi nada pues me pareci� bien.

-Papi, yo soy la mam�, tu eres el pap� y los mu�ecos son
nuestros hijos.

-Me parece bien.

A s� pues empezamos a jugar, yo le dec�a ya llegu� mi amor y
ella me dec�a, ya est� tu cena y cosas por el estilo.

En eso cuando mi hija se inclin� a recoger un plato de la
cena de juguete, pude ver a traves de sus pantalones de mezclilla, unas nalgas
bien formadas y duras y unas piernas muy firmes, esto sin duda me excit�, pero
me dio verg�enza excitarme pensando en mi hija a si que intent� controlarme.

El hecho de que me excitara era totalmente l�gico ya que
desde la muerte de mi esposa no he salido con ninguna otra mujer y mi �nica
actividad sexual consist�a en pajearme viendo los videos de mi esposa y yo
cogiendo en nuestra luna de miel.

El juego hab�a durado bastante y yo cansado le dije a mi
hija, que ya ten�a sue�o y me iba a ir a dormir, ella me dijo que estaba bien,
pero con la �nica condici�n de que le diera un beso de buenas noches, por lo que
me acerqu� y le di un beso en la frente, ella al perecer se molest� mucho.

-No papi, estamos todav�a jugando al pap� y a la mam� y yo me
acuerdo que tu no te desped�as de mi mam� bes�ndola en la frente, si no en la
boca.

-Si Sandrita, pero eso solamente es lo hacen las personas ya
grandes.

-Yo ya tengo 13 a�os papi.

-Lo s� linda, pero adem�s solamente se besan las personas que
est�n enamoradas mutuamente.

Al decirle eso ella puso una cara de tristeza y de decepci�n
que francamente no me gustaba verla a s�, por lo que le dije.

-Mira mi amor solo por esta vez, por que te quiero mucho y
por que estamos solamente jugando.

-Si papi lo que tu digas, pero tengo algo que decirte y me da
mucha pena.

-Que es mi amor.

-Nunca me han dado un beso en la boca.

-Como Sandrita, no me digas que ninguno de tus compa�eros te
ha besado.

No pod�a creer que mi hija con ese cuerpo que se cargaba
nunca halla tenido novio, no es que no me entere de sus relaciones, pero yo en
la escuela a su edad ya hab�a tenido varias novias y ni sus familias ni las m�as
supieron jam�s de ello, por lo que siendo el padre liberal que soy yo me hab�a
imaginado que Sandrita ya habr�a tenido algunos novios.

-Bueno linda lo que tienes que hacer, es abrir un poco la
boca y cerrara los ojos.

Sandra lo hizo sin titubeos, a hi estaba ella, lista para que
la besara, no me decid�a, pero al ver su tez blanca, su cuerpo, su pelo, sus
sonrosadas mejillas y sus labios esperando entra en contacto con los m�os, me
acerqu� a ella y amarr�ndola por la cintura nos dimos nuestro primer beso.

Ella al principio cuando sinti� mi lengua abrirse paso para
encontrar la suya, dio un saltito hacia atr�s, pero yo como la ten�a bien
agarrada de la cintura no la dej� zafarse, era incre�ble la sensaci�n de sentir
su lengua luchando con la m�a apasionadamente.

Pasamos en esa posici�n mas tiempo del debido, ya que mi pene
para ese momento estaba mas duro que un palo de escoba por lo que me separ� de
ella.

-Buenas noches Sandrita.

-Buenas noches papi.

R�pidamente me met� en mi cuarto, y puse una de las pel�culas
de mi esposa y yo follando y me hice una paja que f�cilmente dur� mas de una
hora.

A la ma�ana siguiente, me sent� muy mal por haber besado de
esa forma a mi hija, a s� que decid� hablar con ella, para aclarar todo, pero al
pensar que ella lo hab�a tomado como un juego ya no preocup� tanto.

El juego sigui� su curso, cada vez que llegaba de trabajar,
ella entraba en su papel de esposa y me recib�a con un beso en la boca.

Me preparaba la comida, hacia los quehaceres de la casa, en
fin mi hija estaba muy metida en el juego.

-Papi, yo me acuerdo, que mi mama y tu dorm�an en la misma
cama no es as�?.

-A si es hijita.

-Pues a mi me gustar�a dormir en tu cama, recuerda papi que
solo es un juego.

-Bueno mi amor, pero sin moverte mucho que ma�ana tengo que
trabajar.

Sandrita se puso para dormir una pijama tan ajustada que
estoy seguro que era al menos dos tallas menor que su talla normal.

Su cuerpo enfundado en esas pijamas se ve�a tan contorneado,
lleno de curvas, tan apetecible, sus pezones se marcaban, en la ropa, grandes y
puntiagudos, su culito redondo y duro y solo a unos cent�metros de mi pene.
Sinceramente esa noche por mas que quise no pude dormir, la excitaci�n de estar
tan cerca de mi hija hizo que me desvelar� y solo pensaba en su jugoso cuerpo.

Al d�a siguiente, cuando regres� del trabajo o� la televisi�n
de mi cuarto prendida y cual fue mi sorpresa, al ver que en la televisi�n estaba
el video de mi esposa y yo cogiendo en nuestra luna de miel, me qued� shockeado,
mi hija hab�a descubierto los videos.

En eso escuch� el correr del agua en el lavamanos del ba�o,
inmediatamente para no encontrara a mi hija en esta embarazosa situaci�n,
r�pidamente corr� hacia la puerta de la casa y la azot�, para que ella se diera
cuenta que ya hab�a llegado.

Esto funcion� ya que la o� la tele apagarse y a mi hija
corriendo para venir a saludarme.

Pude notar que estaba muy nerviosa y sudaba en exceso adem�s
tenia el inconfundible olor a excitaci�n que expelen las mujeres.

A la hora de dormir sucedi� lo que yo nunca me esperaba.

-Papi quiero decirte algo. Dijo mi hija un poco avergonzada.

-Vi los videos tuyos y de mi mami.

Yo estaba que ni pod�a hablar.

-Que era lo que estaban haciendo?-

-Esteee, sandrita, pues tu mami y yo en esos videos nos
est�bamos amando, mas bien est�bamos cogiendo.

-Ahh y debe ser muy doloroso verdad papi??

-Por que lo dices.

-Por que mi mam� se la pasa gritando en todo el video.

-Je je, no linda tu mam� si gritaba pero no de dolor, si no
de placer.

-Papi y eso que ten�as en medio de las piernas era tu pito?.

Cuando dijo esto, sent� que mi pene empujaba por salirse de
mis shorts, era evidente mi erecci�n.

-Oye papi como pod�as caminar con esa cosa tan grande.

Dios m�o, estaba yo que explotaba.

-Papi, si estamos jugando a que tu eres el papa y la mam� por
que nunca hemos hecho lo que tu y mi mami hacen en el video.

-Mmhh esteeeee, lo que pasa es que eso solo lo hacen las
personas que se aman.

-Y tu no me amas, papi?

-Si mi amor te amo profundamente.

No puede aguantarme mas, ya mi mente no controlaba mis
acciones si no mi cuerpo lleno de calentura y me quit� los shorts, dejando al
descubierto mis 23 cent�metros de carne. Siempre hab�a estado orgulloso del
tama�o de mi pene.

Sandra al ver mi pito parado en su m�xima extensi�n, abri�
los ojos y puso una expresi�n de espanto al ver tremenda cosa saliendo de mi
cuerpo.

Le dije que no pasaba nada, le dije que de ahora en adelante
ella iba a ocupar el lugar de su mam� para siempre.

Ella estaba feliz al o�r estas palabras, sin embargo la
notaba muy nerviosa seguramente por el hecho de que ella no sabia que hacer con
ese pito tan grande.

-Sandrita solo recuerda el video que viste, recuerda como tu
mami se lo met�a todo en su boca y lo chupaba como si estuviera chupando una
paleta.

Acto seguido Sandrita se inclin� y saco su lengua, con miedo
ella le pas� un primer leng�etazo a mi cabeza, le pregunt� si le hab�a gustado
el sabor y me dijo que si, que con raz�n en el video mi mami se la pasaba
chap�ndola.

No agente mas y la agarr� de la nuca, insertando la mitad de
mi miembro en su boca, empec� a mover mis caderas hacia delante y hacia atr�s,
cogi�ndomela e insertando mi pene cent�metro tras cent�metro.

A ella le dio un poco de asco esto ya que obviamente mi pito
lleg� a tocar su garganta.

-Sandrita, a tu mami, nunca le dio asco esto y ella se lo
tragaba todo.

-Papi es que est� enorme, pero si mi mami lo hacia yo tambien
debo de poder hacerlo.

Diciendo esto los 23 cm de mi pito desaparecieron en su boca
y en su garganta, sus labios llegaron a tocar mis huevos.

Despu�s de unos minutos, ella retir� su cabeza de mi pene,
pude ver como mi pito sal�a de su garganta y de sus labios, volviendo a aparecer
todo completo.

Le dije que siguiera haciendo eso, estaba yo loco de placer,
tanto que no me acuerdo si fue en la quinta o en la sexta mamada cuando no pude
mas, estaba yo tan ensimismado en mi placer que ni tiempo tuve de advertirle del
torrente de leche que se ven�a, de lo que si tuve tiempo, fue de apoyar mis
manos sobre su cabeza ya que sospechaba que en el momento en me corriera ella
pudiera espantarse y no trag�rselos todos.

Cuando mi hija sinti� mi leche en su boca, abri� enormemente
los ojos, comenz� a gemir, no se si de placer o de asco o no se de que y quiso
retirar su cabeza, pero como la ten�a bien agarrada, se qued� ah�, firme para
tragarse toda la leche.

El problema consist�a en que desde que me masturbaba de
adolescente siempre me corr�a abundantemente, esta noche sin duda no era la
excepci�n.

Sin embargo estoy seguro no s� si por la excitaci�n de que mi
hija me lo estaba chupando, o por otra cosa, esa noche me corr� como nunca en mi
vida me hab�a corrido, chorros y chorros de semen, no s� de donde sacaba yo
tanta leche, parec�a que nunca iba a acabar de correrme.

Las mejillas de Sandrita se inflaron a mas no poder debido a
la cantidad de leche, cuando no pudo retener mas, le empez� a escurrir por la
boca y mi semen bajaba por mi pito y llegaba hasta los huevos. Era tanta la
leche que pens� que se iba a ahogar.

Cuando al fin dej� de correrme, retire mi pene fl�cido de su
boca, ve�a como mi hija se tragaba toda mi leche que aun ten�a.

Intent� decirme algo, pero no le entend� debido a que su
boca, sus labios y su garganta estaban llenas de semen,

Se le aguaron los ojos a mi hija, parec�a asustada, en ese
momento volv� a recobrar el control de mi mismo y le dije que no se espantara,
que su mami tambien se tragaba mi leche.

Busqu� los videos donde mi esposa hac�a lo que le hab�a
comentado, cuando ella los vio se tranquiliz� un poco.

-Mi amor no pasa nada, es solo mi leche

-Papi- me dijo al fin Sandrita despu�s de haberse tragado la
leche faltante.- Me asust� mucho, cre�a que me iba a ahogar

-Lo siento por no haberte advertido mi amor, pero dime ya
viste como tu mami tambien se la tragaba toda, a ella le gustaba mucho.

-Papi es una leche muy salada y muy espesa.

-No te preocupes, con eso creces mas fuerte como tu mami.

-Papi, mira ya tu pito, ya se te puso otra vez bien grande y
bien duro.

Era cierto, en ese momento volv� a dejar de pensar con la
cabeza y estaba listo para desvirgar a mi hija.

Como un animal, la tumb� en la cama y de un solo movimiento,
le quit� sus ajustadas pijamas, dejando al descubierto un calzoncito blanco, el
cual estaba h�medo, debido a la excitaci�n de mi Sandrita.

Con manos hirvientes y temblorosas le quit� su calz�ncito, lo
que v� era impresionante, Sandra a pesar de que ten�a 13 a�os y ten�a unas
corvas y unas piernas de 18 solamente ten�a cinco o seis vellos en su vaginita
este hecho hac�a que pudiera ver que toda su conchita esta muy mojada y muy
apretada.

Me le qued� viendo y me dije que de ninguna manera mi pito
largo y grueso iba a entrar en su hoyo. Por lo que me decid� a devolverle la
mamada que me hab�a dado, pero primero, me acerqu� a sus labios y nos besamos
como marido y mujer, despu�s pas� a quitarle el top de sus pijama y me encontr�
con sus senos, dos meloncitos duros y firmes, unas aureolas rosadas y unos
pezones grandes y carnosos, apunt�ndome en l�nea recta. Me entretuve en sus
pezones largo tiempo, succion�ndolos y lami�ndolos a placer como dos caramelos.

Cuando llegu� a su vagina esta estaba completamente mojada
por lo que decid� meterle mi dedo, esto origino un gemido de mi hija, e hizo que
cerrara sus piernas, le dije que las abriera lo mas que pudiera como lo hacia su
mami, entonces empec� a meter mas dedos, entraban secos y sal�an muy mojados,
con los jugos de su conchita.

Al fin le met� la lengua, cuando esta entr� en contacto con
sus labios vaginales Sandrita arque� su espalda de placer, le pasaba la lengua
fren�ticamente.

-Papiiiiiiiii, ya no por favorrrrrrr, tengo que ir al ba�o,
no me aguanto las ganas de hacerme pipi.

-Olv�dalo-le dije- esta bien que te hagas pipi aqu�, eso es
bueno.

Le segu�a pasando la lengua por todo su hoyito, ella solo
gem�a y se mov�a de placer.

-Papiiiiiii, me hagoooooooooo, me hagoooooooooo.

Me apart� para ver el espect�culo, de la conchita de Sandra
empezaron a salir chorros y chorros de l�quidos, disparados hacia todas partes,
acompa�ados de largos gritos de Sandra

Ella intent� cerrar las piernas para contenerse y no seguirse
orinando, pero yo presto se las volv� a abrir para que se siguiera viniendo,
esta maniobra hizo que al acercarme para abrirle las piernas, me cayeran grandes
cantidades de sus jugos en mi pecho y en mi largo pene.

El primer orgasmo de mi hija era fenomenal, ni todos los
orgasmos juntos de su mam� se comparaban con este.

Cuando termin� de venirse y dej� de gemir de placer, el
escenario era que ella estaba empapada en sudor, como si se hubiera duchado y yo
estaba empapado, pero de sus jugos, sosteni�ndole con mis dos manos sus piernas
y ni que decir de c�mo quedaron las sabanas.

Al verla a s� en esta escena, y al ver su conchita lubricada
a mas no poder, me import� poco si cab�a o no mi miembro y le dije que se
preparara por que la iba a penetrar y que le iba doler un poco por ser esta la
primera vez.

Ella se espant� un poco ya que sab�a perfectamente el tama�o
de lo que le iba a entrar, pero me dijo que si su mami pod�a, ella tambi�n.

Puse la cabeza en la entrada, de su concha, la frote en ella
para recoger un poco de sus jugos y lubricarme y embest� poco a poco.

Sandrita al sentir ya mi cabeza a dentro de ella dio un
gemido que se oy� por toda la casa.

Segu� penetr�ndola, por dios que me costaba trabajo abrirme
paso a trav�s de sus paredes vaginales estrechas, parec�a que estaban ahorcando
a mi pene, sent� que chocaba con algo sin duda alguna era su himen

-Argghhhhhhhhhhh, papiitooooooooooo, hasta ah� nada mas, te
lo ruego, mas ya no.

Para este momento llevaba yo apenas 10 cm. Adentro faltaban
13 as� que le dije:

-Mi amor estoy a punto de romper tu himen, vas a sentir un
poco de dolor, y como algo que truena, no te preocupes.

-Papiii por favooooor.

Empuje dos cent�metros mas, con lo que logr� romperlo.

-Arrrrrrrghhhhhhhhhhhh, papiiiiiiiiiiiii, me
duellllleeeeeeeeeeeee, me duelllllllleeeeeeee, sacaloooooooooooooooo, te lo
ruegooooooooooo.

Empezaron a salir lagrimas en sus ojos, yo ya estaba
demasiado excitado para poder pensar.

-Mi amor falta poco aguanta.

Segu� metiendo cent�metro tras cent�metro.

Sandrita, gritaba, y del dolor con sus manos me empujaba para
que lo sacara, pero yo la ten�a bien agarrada de la cadera, con lo que sus
empujones solo sirvieron para que entrara mi pene mas r�pido, cuando al fin
estaba todo adentro, empec� a meterlo y a sacarlo.

Era imprsionante el ver como mi eneorme miembro aparecia y
desaparecia de su concha el movimiento de nuestras caderas era ritmico, como si
mi hija y yo hubiermos cogido por a�os.

Sandrita ya no gritaba si no gem�a de placer.

-Papito, c�geme, a s� como con mi mami.

-Mas r�pido papi, mas r�pido.

Era un vaiven fren�tico, cuando estube apunto de venirme, me
agente y le dije que se quedara quieta, que no se moviera.

Al pasar la sensaci�n saque mi erecto pene de su concha y le
dije que se volteara, la puse en cuatro patas y mela empec� a coger de a
perrito, el problema fue que mis empellones eran tan violentos, que Sandra
perdi� el equilibro varias veces callendose de bruces.

-Sandrita, ya no queiro que te caigas, a si que par seguir
metiendotela por detr�s quiero que te acustes boca a bajo en la cama, pero a la
altura de tu conchita quiero que te pongas dos almohadas para que tu culito se
levante.

Y ella al hacer esto dej� su culito al aire, por lo que la
penetr� tanatas veces con toda mi potencia que hasta perd� la noci�n del tiempo.

L�gicamente me volv� a correr por chorros, solo que esta vez
en su vagina.

Despu�s de esta noche, nos mudamos a otra ciudad donde nadie
nos conociera y el juego de papi y mami contin�o todas las noches, incluso fue
mas real cuando nacieron dos encantadores ni�os que sin duda eran producto del
eterno juego que jugar�amos mi hija y yo por mucho tiempo mas.