Relato: Stefany, peque�a tentacion. Si tuviera que empezar a narrar esto, seria por el hecho de que supe aprovechar una oportunidad, una oportunidad que tal vez nunca se repita, una oportunidad �nica en la vida y con una chica igual de �nica, han pasado ya 5 a�os desde que no se nada de ella, desde que ella dejo un vaci� en mi coraz�n, un hueco que mi actual compromiso no ha podido llenar. Stefany fue lo mejor que me ha pasado en la vida, pero al mismo tiempo su presencia dejo huella en mi ser que dif�cilmente sera borrada, una sombra que me persigue y que al narrar esto espero poder exorsisar de alguna manera.
Todo empez� cuando tenia 19 a�os, era invierno y no es que nevara, pero si hacia mucho fri�, yo estaba en el p�rtico de mi casa abrigado de pies a cabeza mirando la vida pasar, hacia poco tiempo mis amigos hab�an dejado el barrio,todos ellos, la ciudad estaba llenas de oportunidades y muchos se fueron e incluso varias familias dejaron el tranquilo barrio por la agitada ciudad, mis padres, que de cierta manera estaban decepcionados de mi, estaban fuera de la ciudad visitando a los hermanos de mi papa, la casa era para mi solo, pero no tenia nada que hacer, as� que decid� pasar el rato le la puerta.
Fue ah� cuando llego, una figura algo peque�a venia corriendo, presidida por unos apresurados pasos, su delicado timbre de voz me dejo sin respiro. Gire la cabeza al darme cuenta de mi imprudente mirada.
-Es aqui, papa?, de verdad vamos a vivir aqu�?, es muy lindo y grande papa.-
Las palabras salidas de sus labios se dibujaban en el aire, su sonrisa daba color a la gris tarde, su cabellera casta�a reprimida por un gorro se balanceaba con gracia.
-Si peque�a, a tu mama tambi�n le gusto, cierto cari�o?-
-Si, es un buen lugar para vivir por un a�o.-
Eran los nuevos vecinos, el d�a de ayer me hab�a percatado que en la casa de a lado estaban descargando cosas, pero no le hab�a dado mayor importancia.
-Buenas tardes Joven.-
Un sonoro saludo hizo que girara la cabeza en direcci�n de los reci�n llegados...
-Buenas tardes se�or,-dije con algo falto de aliento-...- No sabia que mas decir, no salian palabras de mi boca abierta, mi mente estaba en blanco, como si acabase de hacer algo malo y no pudiera defenderme y tampoco quer�a volver tanto la mirada hacia ellos, pues la peque�a que sujetaba la mano del se�or con bigote me era muy llamativa.
-hasta luego- Dijo la mujer mientras murmuraba cosas con su marido, mientras caminaban hacia su nuevo hogar y la peque�a cada tanto volv�a a verme.
Asustado corr� hacia mi habitaci�n, los ojos caf�s de esa ni�a no sal�an de mi cabeza, su voz resonaba en mi cabeza, su delicado y p�lido rostro estaba presente cada vez que cerraba los ojos... como alguien de 19 a�os pod�a haberse enamorado de una ni�a no mayor de 10 a�os, era una ni�a muy guapa, de eso seguro, pero... no era correcto... no pod�a caber en mi cabeza una idea as�, intente ver la tele para sacarla de mi cabeza, pero era in�til, saque mis revistas porno, en esos tiempos no me pod�a permitir Internet, al principio daba sus frutos, me baje el pantalon y cuando estaba a punto de jalarmela le� en la revista "Linda ni�a ense�ando sus partes, pagina 15", instintivamente salte a la pagina 15 y vi a una chica, muy posiblemente europea estaba abriendose la conchita con apenas pelitos, lamiendo un dildo, mirandome pidiendo que me la jale en su presencia impresa, era blanca, ojos cafe y de piel palida como la ni�a que acaba de llegar a mi barrio, intente de alguna manera ignorarla, pero por alguna razon la palabra ni�a siempre resaltaba de mis revistas, todas de ellas aparentemente ten�an a una chica europea de piel p�lida masturb�ndose para que la mirase, para que me acordase de la ni�a palida reci�n llegada... al final no pude contenerme, en mi cabeza las chicas europeas no media mas de un metro cuarenta y cinco cent�metros, sus pechos apenas sobresal�an, su conchita ni siquiera tenia pelito y su figura era delicada, fr�gil y su voz era de un timbre dulce algo empalagoso pero extasiante... me rend� a mis fantas�as 5 veces, y con cada fantas�a era mas perversa que la anterior.
Paso una semana desde ese incidente, estaba confundido, no salia de mi casa y tampoco hab�a necesidad, estaba en paro y ese era el motivo por el cual mis padre siempre me lanzaban indirectas y suger�an de manera muy directa que me largase o que al menos consiga un trabajo, pero francamente ahora mismo no tenia cabeza para ese tipo de cosas, mi euforia por la peque�a hab�a pasado, en parte porque no pod�a verla, lo cual me alegraba de cierta manera, ya tenia control de mis impulsos y eso hacia estuviera en paz con mi conciencia, y pues era algo que nunca me hab�a ocurrido, ni siquiera con chicas de mi edad me habia ocurrido algo asi, simplemente la sensacion que tenia en ese momento era de paz, pero al mismo tiempo sent�a algo de pena de no poder verla de nuevo, algo en mi, muy dentro dec�a que deb�a verla al menos otra vez, solo una ultima vez.
Para buena o mala suerte eso sucedi� una vez y otra y otra, la se�ora se convirti� a lo largo de las semanas en amiga de mi mama, hablaban muchas cosas, ella al parecer solo era ama de casa, no se preocupaba por nada mas que ordenar y limpiar, mientras mi mama alardeaba que ella trabajaba, y al mismo tiempo se ocupaba del hogar, era cierto que trabajaba, pero era yo quien limpiaba, planchaba, cocinaba, lavaba, etcetera, etcetera. Al principio sus visitas me preocupaban mucho, tenia miedo de que trajera a la peque�a y yo perdiese el control, por "suerte", nunca la trajo los primeros 2 meses, me aliviaba que eso no sucediera, pero al mismo tiempo me decepcionaba, justo cuando yo ya daba por muerto lo sucedido en el invierno, justo cuando empezaba el verano y yo hacia la limpieza de los muebles, sucedi�...
El timbre son�, mi mama se apresuro a la puerta, casi atray�ndome en su camino...
-Buenas tardes, amiga, quien es esta peque�a tan hermosa?-
-Ella es mi hija-
Senti en ese momento que mis ojos se habrian de par en par, mi coraz�n se aceleraba, mi respiraci�n empezaba a sonar muy fuerte y mi cabeza se pon�a en blanco, mientra una voz dulce y empalagosa empezaba a llenar el reciento y mi cabeza
-Buenas tardes se�ora, soy Stefany, muchos gusto.-
Gire mi cabeza en direcci�n a la puerta, la se�ora y mi mama empezaron su saludo exagerado, mientras bajaba la mirada pod�a apreciar una peque�a delicada figura palida, vest�a una faldita entera blanca que dejaba ver su sus blancos hombros, tenia un sombrero de paja adornado con un girasol, tenia sandalias que dejaban ver sus finos pies, hermosos pies, en alg�n momento mientras la apreciaba cruzamos miradas, me congele, era cociente de cada musculo de mi cuerpo, pero al mismo tiempo era incapaz de moverme, sus ojos eran una dimencion de la cual no quer�a escapar, no se cuanto tiempo paso, pero al darme cuenta de como la miraba, me gire r�pidamente, en ese momento me bloquee no tenia nada en la cabeza mas que su figura vestida en un vestido blanco e inmaculado, en ese momento lo �nico por lo que pude optar era escapar de ah� y lo intente, primero que nada me pare intentando ser invisible y cuando dispon�a dar mi primer paso hacia donde fuese...
-oye tu- voy ir a la playa con la Se�ora Jessy- tu acaba de limpiar y desempolvar todo.-
-Si mama!-
Instintivamente me gire hacia ella, intentando no ver a la ni�a, salude a la se�ora, que estaba vestida de forma similar la de su hija, al parecer ten�an planeado salir ese dia.
Finji que iba al ba�o, estuve ah� por un largo rato, hasta que al final pude escuchar un grito.
-Estoy saliendo y limpia todo muy bien... y tambi�n prep�rate algo que comer, tu papa no va a llegar hasta ma�ana...-
Excelente!, ya se fueron!
Solt� un suspiro de alivio, no entend�a como una ni�a me pod�a poner de esta manera, cuando empezaba a abrir la puerta del ba�o para salir, sucedio ...
-Stefany no quiere ir y tampoco quiere quedarse sola en su casa, asi que cuida de ella. Volvemos en la tarde y dale de comer.-
La puerta principal se cerraba con un sonido seco, mientras la del ba�o quedaba completamente abierta con un chirrido.
Yo en ese momento intentaba recordaba todas las fantas�as que hab�a tenido con Stefany.
Continuara....
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Relato: Stefany, peque�a tentacion.
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