Pero por fin pude pasar a saludar a mi comadrita en su trabajo y con el
pretexto de llevarle unos obsequios para mi ahijado, le pregunte si por la tarde
podr�a estar con ella en su casita. Ella me contest� que a las cinco de la tarde
ya estar�a esper�ndome, se mostr� muy serena, como si nada hubiera pasado, pero
al besarle la mejilla de despedida me susurro: "pero a las cinco en punto" y ri�
p�caramente. Dio media vuelta y se retiro de mi lado y yo discretamente le mir�
ese culo enorme e inmediatamente note que usaba unos calzones mas chicos que
antes, o sea, a medio cachete de la nalga. Eso me enardeci� mucho y cont� los
minutos para la hora fijada.

Por fin llego el momento y ah� estaba yo super caliente y con tantas ganas de
cojerme a mi comadrita. Sub� las escaleras del edificio casi volando; Ella
vest�a la misma falda que en la ma�ana, apenas debajo de la rodilla un tanto
estrecha, sin medias y calzaba unas sandalias de peque�as tiras que apenas
cubr�an sus pies; arriba ten�a una blusa negra abotonada por el frente que
apenas conten�a los tremendos senos de mi comadre que, como ya dije, son unas
toronjas de un tama�o que jam�s podr�a yo mam�rselas completas. Me recibi� con
un beso en la mejilla, pues la puerta estaba abierta, pero al pasar, y cerrar
�sta, ella busco mi boca y me dio un beso introduciendo su lengua y movi�ndola
como una peque�a serpiente que busca a la presa. Luego me dijo que me hab�a
citado a esa hora, pues a las seis y treinta llegar�a mi ahijado de su clase de
m�sica. As� que la abrac� y comenc� a besarla ardientemente a la vez que juntaba
mi cuerpo al de ella que emanaba un calor inmenso; sent�a sus tetas apretadas
contra mi pecho y mis manos ya estaban acariciando y disfrutando de esas nalgas
tan paradas y duras; sub� poco a poco su falda y ella comenz� a jadear y a
moverse untando su panocha contra mi verga que ella ya sent�a parada. Ol�a ella
a un perfume barato, y esto me excitaba mucho, pues eso indicaba que se preparo
para mi. Yo segu�a amasando esas nalgas que parec�an no tener fin, amplias,
redondas, s�lidas; pero no me apresur�. Recorr� el borde de sus panties que le
llegaban a medio cachete y le dije: "que bien se sienten tus calzones, me
calientan". Ella entre sus suspiros y su respiraci�n acelerado solo dijo: " �te
gustan? Los compr� por ti pero qu�tamelos" y ahora era yo quien le restregaba
con fuerza en su entrepierna y ella se abrazaba a mi cuello y me besaba como una
adolescente en sus primeras citas.

Nos separamos un poco y mi comadrita me desabrocho el cinto y todo el
pantal�n, el cu�l cayo y dej� al descubierto mi pene que ya escurr�a, as� que se
hinc� y lo comenz� a besar pero con calma, con cierta ternura sacando la lengua
y lamiendo como si fuera un caramelo; se notaba que tambi�n quer�a disfrutar mas
que la primera vez. Para ese momento la falda hab�a vuelto a su lugar y yo
quer�a quit�rsela, la tome de los hombros y la levante le sub� la falda y tir�
de sus panties hacia abajo, se quedaron a la mitad de sus muslos excelsos y eso
fue suficiente para poder llegar con mi mano derecha a su conchita que ya estaba
escurriendo verdaderamente, as� con su cantidad de pelos entre esas piernotas y
la suavidad de sus labios con sus propios l�quidos. Quite mi mano de ah� y le
acerque mi verga, �ella bramaba, se restregaba como si de eso dependiera su
vida! Me dispon�a a quitarle la blusa y... �son� el timbre de la puerta, el
p�nico me invadi�! Sub� mi pantal�n con una rapidez que me sorprendi� y ella
tambi�n subi� sus calzones y se acomod� la falda, pero sin asustarse. "espera,
me voy a asomar por la ventana" me dijo y se acerco al ventanal a mirar hacia
abajo, pues ella vive en un tercer nivel. Yo me sent� y la observe como corr�a
la cortina y luego la ventana para sacar la cabeza y parte del cuerpo y se
inclino para atender quien llamaba. Mi verga se hizo peque�a del susto y estaba
sentado un tanto inquieto, pero escuche que mi comadre hablaba con alguien de
las conexiones de agua de los edificios y hablaba y re�a lo cu�l me dio
seguridad de que no subir�a nadie y me hizo aguzar mis sentidos sexualmente de
nuevo. Ella segu�a hablando inclinada en la ventana y la cortina le cubr�a hasta
media espalda; as� que al ver sus pies, sus piernas llenas y las nalgas que se
desdibujaban bajo su falda hizo que mi instrumento volviera a templarse y
preparar la metida en el co�o chorreante de mi comadre. Me acerque a ella y me
hinque metiendo mi nariz entre las nalgas, pero sobre la falda y panties, eso lo
hice como dici�ndole que ya cortara la pl�tica, pero entonces tomo la cortina
como para no dejar que alg�n viento traicionero me descubriese y a una pregunta
de la se�ora que hablaba desde abajo, mi comadre contest� que no estaba ocupada;
yo comprend� lo que ten�a que hacer. As� que levante la falda poco a poco con mi
cara, pues arranque desde sus hermosos pies lamiendo, chupando, ensalivando esas
piernas cortas pero macizas con un poco de bello en las pantorrillas que me
super excita. Llegu� a las nalgas y no pude mas, casi le arranco su bikini, tir�
de el y en un movimiento lo baje hasta los tobillos, luego le levante un pie y
saque una parte, luego el otro pie y la deje sin calzones.

Me sumerg� bajo su falda y comenc� a mamarle todo que encontraba a mi paso:
sus muslos, sus nalgas, la hendidura del ano que lam� con avidez y me agache mas
para poder introducir la punta de mi lengua en su raja que ol�a a sexo, a hembra
en brama que espera ser penetrada por su macho. Separe un poco sus piernas que
son columnas de carne firme y al fin pude llegar totalmente a su co�o, chupaba
yo tanto que me dio un dolor como un tir�n en la base de mi lengua, pues la
sacaba como una v�bora.

Mi comadre paso una mano hacia atr�s y se desabrocho la falda; esta cayo y
levanto los pies para que l�gicamente se la quitara. Deben suponer que esto me
hizo ponerme a mil, pues la sensaci�n de que mi comadrita por un lado estaba con
medio cuerpo hacia afuera hablando como una mujer de casa; y por otro �medio
cuerpo desnudo esperando ser cogida por la verga de su compadre! Dio como
resultado de que pensara tir�rmela as� como estaba. As� que baje mi pantal�n y
le acerque la cabeza de mi chorizo a sus nalgas, ella afianz� la cortina y abri�
las piernas tanto que solo se sosten�a con las puntas de sus hermosos y
cachondos pies. Sin embargo no pod�a penetrarla bien, pues ya he dicho que ella
es bajita y al estar tan abierta, hac�a que su co�o hermoso y hambriento
estuviera debajo de mi tolete, as� que busque con la mirada lo que mi mente le
indicaba y ah� estaba, un peque�o taburete como de cuarenta cent�metros de alto,
pero hac�a falta otra cosa para el otro pie pues de otra manera no estar�a mi
comadre tan abierta, entonces busque otra cosa en donde apoyarla y vi una pila
de libros que acerque de inmediato.

Le sub� un pie en el taburete y el otro sobre la pila de libros �pero ahora
quedaba muy alta! Sin embargo �oh sorpresa! Mi comadrita al sentir que mi
miembro estaba un poco bajo, abri� y par� mas las nalgas de tal forma que quedo
justo donde la necesitaba, ella apoy� mas tus brazos sobre la orilla de la
ventana y me imagino que penso: "ahora, enti�rrame esa macana que mi raja esta
�vida de consuelo". Y digo esto porque ella hac�a movimientos p�lvicos hacia
atr�s como buscando dicho consuelo.

Lo que sigui� fue que comenc� a penetrarla poco a poco con delicadeza,
primero la cabeza y luego todo el pene, pero le daba yo dos o tres bombeos
cortos y uno profundo que yo sent�a hasta sus entra�as que estaban realmente
calientes y mojadas. No pod�a yo tocar sus tetas por la posici�n en que estaba
as� que me la estuve bombeando en esa forma unos seis minutos, cuando escucho
que se despide de la vieja entrometida (hasta cierto punto, pues por asomarse mi
comadrita a la ventana sacamos esa excitante manera de coger) y se lo saco para
sentarme y agacharme en el sill�n, ella se termina de despedir y cierra la
ventana y la cortina, voltea y se va sobre mi diciendo: " ay compadre porque me
agarras desprevenida" con esa cara p�cara y excitada, entonces se aprisiona el
cabello con una dona y se hace una cola de caballo que hace que su cara se vea
aun mas de chiquilla inmediatamente me toma la verga y me la fricciona
haci�ndome una mini paja que por poco hace que se me salieran las cremas que le
estaba reservando a ella. Se levant� y nos besamos un momento mientras yo le
desabrochaba la blusa y dejaba al descubierto los melones que lleva por pechos y
luego segu� con su sost�n, que al liberar los broches de la espalda, dejo caer
como en una cascada sus tetas hermosas coronadas con dos pezones casi rojos y
parados; mi intensi�n era desnudarla completamente y yo hacer lo mismo, pero mi
caliente comadre me jalo hacia abajo y nos tiramos en el suelo sobre la alfombra
y me la empece a follar de la manera cl�sica, pero era tanta nuestra calentura
que jade�bamos y nos revolc�bamos como perros, entonces le levante las piernas y
mi comadre me puso sus tobillos sobre mis hombros para quedar con su co�o bien
expuesto y en la direcci�n exacta para introducirle mi palo con tal vehemencia
que mi comadrita dec�a entre suspiros: "mas, mi amor, me encanta c�mo me clavas,
sigue as� que ya estoy llegando, no pares" eso fue el colmen para que yo
explotara y le echara toda la crema, pero ella se convulsionaba tanto que me
comenz� a doler la verga, pues mi mente dec�a que se volviera a parar (y mi
comadre imagino que quer�a lo mismo) pero el instrumento se hab�a vaciado y
requer�a de descanso.

Me hice a un lado y ah� est�bamos: calientes y pat�ticos; yo con zapatos,
calcetines y camisa, y ella solo con la blusa medio puesta y el sost�n como
collar. Estuvimos as� cosa de cinco minutos pero mi cerebro pensaba que habr�a
que hacer algo, pues comenzar�a mi comadrita a hablarme y decirme cosas de ellos
o problemas cotidianos, etc. Y yo lo que quer�a es est�rmela cogiendo cada que
se pudiera.

As� que la levante y nos comenzamos a besas calentando las bater�as una vez
mas, vi que ella busco con la mirada el reloj de la pared que marcaba las seis
con tres minutos y me dijo "oye compadre se esta haciendo tarde y no va a tardar
en llegar mi hijo" entonces nos vestimos en silencio y nos sentamos
arregl�ndonos el cabello pero cuando ella se tocaba su negra cabellera y
levantaba sus brazos, las tetas parec�an que se le saldr�an y me acerque para
tocarlas sobre la blusa, pero ella se resisti� un poco. Mir� el reloj y ahora
marcaba las seis con dieciocho, era hora de retirarme y dejarle saluditos a mi
ahijado, pero mi comadre me dijo que me esperara y que cuando la visitaba de
nuevo, entonces yo trataba de esquivar otra cita, pues no quer�a que se
convirtiera en algo forzado, pero ella me coqueteaba y me dijo:" c�mo me
encantas compadre, me haces sentir lo que hace tiempo no sent�a, ni con mi
esposo, pues esto es una aventura que hace me emocione al m�ximo" "no te voy a
presionar ni a pedir nada que no me puedas dar" y en eso me toco la verga con
delicadeza, pero imprimiendo un calor que l�gicamente hizo reaccionara y
comenzara a pararse otra vez.

Me empuj� al taburete, me sent�, saco mi verga y comenz� a besarla y darle
leng�etazos ella estaba hincada e inclinaba su cabeza sobre mi palo subiendo y
bajando la cabeza al ritmo de las mamadas; yo le ve�a su hermoso culo en forma
de coraz�n que amenazaba con romperle las costuras laterales de la falda y le
comenc� a sobar dichos cachetes; mi instrumento ya ped�a nuevamente el co�o
oloroso de mi comadre, pero en un momento que yo ten�a cerrados los ojos ella se
incorpor� r�pidamente y me dijo con una voz melosa y sensual: "si quieres mas,
tienes que regresar, y lo mas pronto posible compadre, te voy a estar esperando.
Ya sabes que solo me debes "avisar" en mi trabajo y yo preparo todo"

Mi comadre abri� la puerta y sal� despidi�ndome con un besito en la mejilla
(por aquello de las miradas) y baje el edificio haciendo en mi mente el
itinerario de mis viajes para regresar lo mas pronto que pudiera"