Entr� a la Polic�a , porque tengo aut�ntica vocaci�n de
servir a la paz y el orden y porque era como un mandato familiar : hijo de
polic�a, sobrino de polic�as, hermano y cu�ado de polic�as, mi destino parec�a
estar marcado, y despu�s de algunas idas y venidas en mis estudios, me incorpor�
a la fuerza, claro que escondiendo mi aficci�n por los hombres, mi gusto por la
carne en trozo, en suma mi condici�n de trolo, puto, gay o como se lo quiera
llamar.

Todo era cuesti�n de hablar , caminar, mirar, moverse,
escupir, orinar, rascarse los test�culos, pensar como un macho bien varonil, en
un ambiente en el que los gays son injustamente discriminados. Yo soy varonil,
bastante alto, tengo barba bien dura, voz de camionero, y si soy lindo , como me
han dicho varios , mi "belleza" es bien masculina: nariz grande, boca carnosa,
frente despejada, orejas grandes. En realidad tengo todo grande, modestia
aparte, ustedes me entienden. Tengo una pija grandota y calentona, y dos huevos
de esos que parecen pelotas de tenis, y no le miento vea. Y me gustan los
hombres aunque lo disimulo. Lo he disimulado toda la vida.

La gente vulgarmente nos llama canas a los polic�as, y por
eso si fuera poeta como mi amigo Federico, compondr�a un versito asi:

Las mujeres gustan de mi, buscan seducirme, conquistarme,
enamorarme, calentarme, me quieren de novio, esposo, amante, futuro yerno, y
aunque yo les tengo simpat�a a las minas, podr�an componer otro versito conmigo:

Uno de mis primeros destinos en la fuerza policial fue
custodiar un colegio jud�o en el barrio de San Telmo no muy lejos del centro de
Buenos Aires y fue all� que me conoc� a Federico, un chico, que viv�a en las
inmediaciones y que pasaba diariamente por la esquina que yo ten�a asignada. Es
estudiante de Bioqu�mica, casi de mi edad, 22 a�os, flaco pero bien marcadito,
fibroso , agil, medir� 1,78 y lo primero que not� cuando lo vi, fue su culito
paradito y redondo de esos que parecen dos melones firmes y sabrosos. Cuando le
v� el culito a Federico por primera vez., llevaba un pantal�n clarito, y hasta
el borde del slip se le trasluc�a. Yo me qued� mirando hasta que desapareci� de
mi vista, con la pija endurecida y chorreando.

Me preguntaba qui�n ser�a ese pibe tan lindo y donde vivir�a.
Pero no pod�a averiguarlo, tendr�a que esperar que pasase otra vez, durante mi
guardia, si es que pasaba.. De noche en mi casa, pensaba en �l y eso me pon�a
nervioso.

Por suerte pasaba todos los d�as, pero no parec�a darse
cuenta de mi presencia. Yo era un elemento mas del paisaje ciudadano, como el
cami�n estacionado, las bocinas de los autom�viles, los vendedores ambulantes.
Yo esperaba que alguna vez , de tanto pasar, me reconociera, me mirara al menos.

Como aquel personaje de una propaganda, rogaba mentalmente
que me mirara, y dec�a para mi : si mirame, mirame por favor, mirame.

En una ocasi�n nuestros ojos se enfrentaron y el se vi�
obligado a saludarme: Buenas noches me dijo y yo con el coraz�n el mano y el
coraz�n batiendo sus latidos a m�xima velocidad le contest� formalmente: "Buenas
noches,se�or....

Cuando termin� la guardia, con los pies hinchados y una
urgencia terrible por orinar como siempre, me sent� feliz. El me hab�a mirado.
El me hab�a distinguido de los objetos innominados de esa esquina singular.

Una noche pas� por mi esquina y us� la forma mas banal de
buscar conversaci�n: le ped� un f�sforo para encender un cigarrillo. En esas
largas guardias y aunque fuera antirreglamentario, fumar me acompa�aba y me
hac�a sentir mejor. El sac� un encendedor del bolsillo de su campera y encendi�
mi cigarrillo y yo aprovech� para retenerle la mano, con el pretexto de proteger
la llama del efecto del viento. La suavidad de su mano me puso la piel de
gallina. Hubiese querido mantener su mano entre las mias, pero me contuve, y
cuando se fue, me qued� temblando, recordando aquel contacto fugaz . Como me
calentaba el guacho...........

En mis veintid�s a�os, nunca me paje� tanto como durante esa
etapa en la que Federico me daba poca bola, y yo con solo recordar su cara, su
cuerpo , su culito arrebatado, su piel , me masturbaba largamente , sin saber su
nombre y pidiendo que me mirara. Mirame , mirame beb�, mirame., por favor mirame
beb�..

Yo fumaba en esa �poca, cigarrillos L&M y el se dio cuenta,
pues un dia despu�s, pas� y era tarde y me dej� un paquete nuevo. Le dije
gracias. No se qu� me contest�, pero su gesto me gust�: por primera vez pens� en
mi como una persona pens�. Por ah� le gusto......

Lo que nunca le dije, es que ese paquete de cigarrillos nunca
los fum�. Los guard� en el bolsillo superior de la camisa, para tener algo de �l
cerca del coraz�n. Si ser� cursi y novelero.......

No se si ese d�a o una noche que llov�a , nos dijimos el
nombre, Federico me dijo, mucho gusto contest�, con las piernas temblando, yo
soy Ra�l.

En mis constantes pajas por ese pibe tan lindo, ya ten�a como
nombrarlo Federico, Fede,

Fedito, rico, mi beb� lindo, fef�.....

Otros d�as �l pasaba, nos salud�bamos y el me regalaba cosas,
un paquete de caramelos, galletitas, goma de mascar, y hasta media pizza de
muzzarela que devor� dentro de un estacionamiento, muerto de hambre como estaba.
La pizza estaba rica, y mientras la com�a se me llenaron los ojos de l�grimas ,
no se porqu�. Quiz�s porque era la primera vez que alguien pensaba en mi..... No
les dije que soy un pendejo , un huev�n, un idiota o como decimos ac� un
boludo..... Bueno soy sensible, polic�a , pero sensible .....Si, no se r�a, si
se r�e lo detengo por atentado a la autoridad.......

Una noche en que llov�an perros y gatos y estaba empapado
hasta los huevos, el pas� y me dio conversaci�n, y se qued� un rato, e invent�
una novia que me jorobaba porque quer�a casarse y el me mir� con sus ojos
oscuros y brilantes y acus� el impacto y luego me dijo que �l hab�a tenido novia
, que lo hab�a enga�ado con un amigo y que por eso hab�a quedado muy mal.

Yo no le cre�. Hab�a en Fede algo que me dec�a, que me mentia
que era igual que yo y que se disfrazaba de hetero como un mecanismo de defensa
frente a alquien como yo que obviamente , para el claro, era un hetero mchista y
mataputos. Yo le empec� a hablar de sexo, a averiguar sobre sus gustos, a
provocarlo invocando una calentura originada por la regla de mis supuesta novia,
y el casamiento de una tipa con la que sol�a tener sexo de vez en cuando. Le
habl� de mujeres del barrio que hab�a visto pero que en realidad no me gustaban.

Dicen que los gays tienen un radar especial ,un "gaydar" ,
que les permite detectar a otro entre centenares de personas. Yo no tengo esa
habilidad, pero algo hab�a en mi nuevo amigo que me transmit�a una onda homo,
algo inexplicable. Una noche nos saludamos con un beso y la tersura de su boca
en mi mejilla, me calent� much�simo. Se me par� la garcha y no se quer�a bajar
la mal educada. Tengo una pija caprichosa vi�, que cuando se levanta y endurece
no hay nada o casi nada que la haga cambiar de idea.

Para que el no lo notara , acomod� mi pija en el slip y el se
dio cuenta porque enseguida advert� que a �l se le par� y entonces no me pude
contener, y le dije pajero y a su pregunta sobre si yo lo era, le respond� con
picard�a, somos dos..... Sonri� y en su sonrisa vi el sol, vi algo que me hizo
bien, si ser� huev�n....

No se cu�nto tiempo pas�. Nos ve�amos seguido, casi todos los
d�as y nos cont�bamos cosas, as� supo de mis problemas con el viejo, de mis
dificultades econ�micas, y conoc� de que hab�a heredado el departmento que
viv�a, que en un momento habia querido ser cura , que desperdicio.....

Como no me atrev�a a encararlo , viv�a caliente y me hac�a la
paja apenas llegaba a mi casa. Me pon�a en bolas en el ba�o y luego de
enjabonarme todo bajo la ducha, me masajeaba las bolas y la poronga con mucha
delicadeza y pensaba en su culo y en su pija dura bajo el pantal�n de aquel d�a
y al rato acababa largos chorros de mi leche, las copiosas l�grimas de un amor
que no se concretar�a nunca, pensaba.

Y luego en la cama, desnudo y fresco tras el ba�o y la paja,
otra vez el deseo, y me imaginaba historias, donde termin�bamos como en un sue�o
, desnudos , calientes y cogiendo sin dar explicaciones. Yo lo tocaba largamente
en esos sue�os, y su culo era manteca en mis manos, su culo era suave y lampi�o,
dulce y cari�oso. Y recorr�a su raya hasta tocar sus huevos llenos de leche, y
en esos sue�os sus ojos se entrecerraban cargados de calentura y su pija se
lubricaba copiosamente y gem�a con mis caricias y se entregaba a mis deseos. En
esos sue�os , yo terminaba acabando en su orto tan deseado y en la realidad
mojando las s�banas con mi leche , y suspirando.

Cuando me dijo que aprob� Qu�mica, lo abrac� pero fue un
abrazo de macho, que ambos interrumpimos r�pidamente y el me invit� a ir a su
casa por primera vez, a brindar con champagne.

Cuando lleg� mi relevo, yo ya no sab�a como disimular mi pija
dura y caliente, a pesar del fr�o de esa madrugada invernal. Toqu� el timbre y
el baj� a abrir apenas envuelto en una robe de chambre de tela de toalla,
temblando por la temperatura , y otra vez nos besamos en la mejilla y subimos en
el viejo ascensor del edificio y yo no pod�a esconder mas esa calentura
terrible. Pero adentro del departamento no hab�a calefacci�n y los dos estabamos
temblando, yo ya no sent�a mis pies doloridos , directamente no los sent�a. El
fue a buscar el champagne y las copas y me puse a mirar el departamento antiguo
todo pintado de blanco, y a oler los extra�os perfumes que se desplazaban por
los ambientes.

Brindamos con Fede, y en sus ojos brillantes y so�adores vi
algo que no hab�a visto antes, y era como si me desafiara, como si luego de un
par de copas estuviera listo para romper secretos, pasar barreras, sacarse el
antifaz.

Yo quer�a decirle cosas pero me venc�a el sue�o y el fr�o y
las ganas de abrazarlo y por fin el me dijo de acostarme en su cama y all� no
funcionaron ninguna de las alarmas, ni la voz de mi padre, ni la de mis
superiores en la fuerza, ni la opini�n de los dem�s, y fue entonces que dej� la
pistola la gorra y el machete sobre la c�moda y me desnud� completamente.

Y entr� en la cama de Fede que ya estaba tambi�n desnudo y
nos abrazamos para darnos calor y por primera vez sentimos el cuerpo del otro,
la tibieza del otro y esto no era una paja ni un sue�o sino que est�bamos juntos
y los ojos se me cerraban y su cuerpo peludito me devolv�a el calor y en sus
brazos me qued� dormido, nuestras piernas mezcladas, nuestras fuerzas
disminu�das por el cansancio y el fr�o . Y dormimos y esa noche no so��, todos
mis sue�os estaban abrazados a mi cuerpo....

Despert� transpirando y el se movi� y yo comenc� a mirar por
la ventana y me pareci� ver la luna llena y le ped� a la luna, un momento de
amor en la vida nom�s, y comenc� a tocar el cuerpo desnudo de Fede, tan tibio,
tan suave, tan dulce...... Y acarici� su pelo sus brazos, sus hombros, sus
pezones suaves , su vientre, su ombligo, su culo melones maduros, su pija grande
y dormida , sus huevos de leche reposando, y acerqu� mi pija pordiosera y
pedig�e�a a su orto hermoso y caliente y el se despert� , y sin decir palabra
nos besamos , y nuestro aliento sab�a a alcohol y a noche y a fr�o y a deseo, y
su lengua entr� en mi boca y la m�a en la suya y no sent� extra�eza ni culpa por
besar a otro hombre.

Y baj� por su vientre buscando su pija, y la encontr� rodeada
de pelos y h�meda y c�lida y la llev� a mis labios por primera vez , y esa pija
ligeramente salada penetr� mis labios, soberbia y gruesa y comenc� a mamarla
algo bruscamente, el me contuvo y marc� el rumbo y yo segu� chupando aquella
maravilla so�ada pero real y el, finalmente me hizo acabar en grandes chorros
que mojaron su barriga y su pecho. Y tambi�n por primera vez lam� su pecho con
mi lengua y el gem�a y gritaba de la calentura y finalmente se la puse en ese
orto cavernoso y caliente, y el se abri� a mi y me entreg� el culo , el alma y
la vida y mientras lo penetraba , sent�a que una luz nueva me estaba iluminando.
Lo cog� con alma y vida y el mov�a el culo de una manera que me volv�a loco y lo
hice gozar como nunca y gem�a ygem�a y repet�a mi nombre y gritaba de placer y
le tap� la boca para que no despertara a los vecinos.

galansoy

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