Hola muchachos y muchachas amantes de los piecitos femeninos.
Como sabemos que hay para todos los gustos, hoy les voy a contar una tardecita
de domingo con mis amiguitas lesbianas, Susy y Miriam, siempre dentro de las
reglas de ellas, a las que obedezco sin chistar, no sea que pierda cuatro
bonitos pies para adorar, y encima calzados de una de las maneras que m�s me
calientan, aparte de descalzos, con hawaianas de tiritas finitas (o flip-flops,
chinelas, ojotas, etc).
Domingo a la tarde, dec�a, mi casa y mi computadora, dedicado
a lo que m�s me gusta cuando estoy solo, buscar sitios de pies, investigarlos y
agrandar mi colecci�n de fotos digitales de bellos piecitos, descalzos o
calzados, pero siempre con los deditos al aire, y sin medias.
Tocaron el timbre, fui a abrir y all� ven�a la parejita de
chicas. Entraron y dijeron:
- ��Ya nos est�s mirando los pies!!, sos un obsesivo, dec�
que somos tus amigas y que te queremos y conocemos, que sino nos vamos. Venimos
a visitarte y queremos que charles con nosotras, no con nuestros pies.
- Bueno Miriam, pero todos los fetichistas somos obsesivos,
es inherente a nosotros, adem�s, varias veces en charlas de tarde o noche,
termin� viendo como se besaban y se trenzaban en el sill�n.
- S�, pero bien que te calentaste con nuestros pies, dijo
Susy.
- Y te has hecho muchas pajitas y pajazas con nuestros
deditos por objeto sexual, terci� Miriam.
- Bueno, no peleemos, vamos a tomar algo y charlar, contest�
conciliador.
- �Qu� est�s viendo en la compu, loquito?
- Sitios de chicas en chinelitas, en los sitios en ingl�s les
llaman flip-flops y los brasileros havaianas, los rioplatenses ojotas.
Susy camin� rapidito por la sala, y dijo:
- Es cierto, escuchen el ruidito cuando golpean contra el
tal�n al caminar: algo as� como flip-flap, flip-flap, flip-flap, estos yankis
son tan onomatop�yicos....
Yo la miraba caminar haciendo esos comentarios y
comprobaciones y sent� que el amigo se me estaba poniendo cachondo. Adem�s estas
dos locas ten�an unos pies muy bien cuidados y aunque no excepcionalmente
bellos, bastante atractivos y calentantes. En mi fuero �ntimo hab�an pasado de
la categor�a amigas a la de amigas con pies cogibles.
Miriam, alta, 1,75 metros, calza del 38, con pies delgados,
algo huesudos pero armoniosos, venosos y de dedos largos y rotundos, las u�as
cortadas con cuidado, bien redondeadas y muy tersas, pintadas de color rojo
oscuro. La piel de los tobillos era suave, como corresponde a una chica de unos
39 a�os que se cuida todo el cuerpo, no ten�a esa dureza que se forma con el uso
de los taloncitos al aire. Bueno, en realidad, desde que las met� en mi mundo de
pies femeninos, se dedicaron m�s al cuidado mutuo de sus extremidades bajo el
tobillo, y eso muchas veces dio lugar a unas encamadas de �rdago empezando por
sus pies y conmigo como asesor de zonas er�genas entre los deditos.
Estaba calzada, o casi descalza con unas hawaianas de color
rosa, de cuero, con una florcita blanca sobre la tira que pasa entre los deditos
mayor y el que le sigue. Un encanto.
Susy, con un metro con cincuenta cent�metros de altura, era
una petiza de pies miniatura, calza del 36, con piecitos armoniosos y deditos no
muy largos, de u�itas redondeadas, pero bien proporcionados, tambi�n de empeine
delgado aunque m�s carnositos, sin ser rellenitos, pero tiene los deditos muy
graciosos y delicados y que est�n en movimiento constante, adem�s enmarcados en
unas chinelitas de tiritas tan finitas como un hilo, y de color negro, parec�a
casi descalza. C�mo realza la sensaci�n de tener los pies a disposici�n de una
lengua �vida este tipo de calzado. Ten�a barniz de u�as de color azul oscuro lo
que le daba un adecuado y nuy destacadao marco a esos deditos para ser lamidos,
chupados, mordidos y cogidos con gusto.
Bueno, volviendo a la PC, ya Miriam se hab�a sentado frente a
la pantalla y estaba mirando las im�genes de una p�gina web que se llama
flipflopgirls.com, con muy buena calidad de im�genes y de pies, y tambi�n de
chicas, agreg� Susy relami�ndose con una rubiecita de minifalda breve y
flip-flops blancas con una carita angelical y pechitos enhiestos.
Nos sentamos los tres frente a la pantalla y fuimos pasando y
bajando im�genes muy buenas de piecitos calzados con todo tipo de hawaianas,
flip-flops, ojotas, thongs, etc. pasamos a otra p�gina muy buena, de calidad,
que se llama flipflopcity.com, tambi�n yanqui, y con buen material. Yo
estaba cada vez m�s caliente, con una chica a cada lado, bien pegadas a m�, para
caber los tres en dos sillas una al lado de la otra, y teniendo frente a los
ojos, pies y m�s pies virtuales con ojotas y dos pies reales balance�ndose en el
aire, bajo la mesa, pero al alcance de mi vista.
Despu�s, iniciamos una b�squeda de sitios brasileros, con la
palabra havaianas, y as� llegamos a /
con muy buen material latino. Yo ya no daba m�s, y les dije a las chicas que
estaba muy caliente con tantos pies con los deditos al aire en calzado abierto,
con piernitas cruzadas y deditos hacia arriba.
- Bueno, paremos un poco, que este loco se nos va empalar por
la garganta. deber�amos haber venido con botas de astronauta, para no matarlo,
dijo Susy ri�ndose.
La cosa sigui� suave, aunque charlando de nuestros cosas y
las chicas haciendo de psic�logas para encontrar la ra�z de mis gustos. Pero
despu�s nos vimos unas pel�culas de pies en la compu conectada al la TV. Algunas
de balanceo de calzado y pies descalzos, otras de chicos lamiendo pies de
chicas, una corta de un negro con ocho pares de pies (quien dijo que las mujeres
de raza negra no tienen lindos pies, son grandes y de dedos rotundos y u�as
grandes, pero bien cuidados y pintados. Ya me gustar�a a m� pasar una fiestita
con 16 pies chocolate para m� solo) (solefoodcafe.com).
Cuando pasamos a ver lesbianas ador�ndose los pies, ya ah�
empez� lo divertido. Las chicas se calentaron, Susy se mont� a caballito de un
pie descalzo de Miriam, colocando la vulva sobre el empeine, por lo que el
cl�tors era masajeado justito, justito, y los deditos movedizos tocaban el
cerrado ano de Susy. Mientras Miriam balanceaba el pie lentamente, Susy se
frotaba sontra esa piel suave, hasta que termin� en un suave y prolongado
orgasmo. Intercambiaron posiciones y le toc� a Miriam llegar a una linda acabada
sobre los pies de su amiguita.
Yo estuve calent�ndome un rato, pero me fui a la cocina a
preparar algo para tomar, porque ya no daba m�s, y las chicas se hab�an olvidado
de m�.
Cuando sent� silencio, volv�, y all� estaban las dos sentadas
en un div�n y de piernitas cruzadas, balanceando cadenciosamente los lindos
piecitos calzados con esas preciosas ojotitas.
- Est�s como una moto loquito, dijo Susy, ven� a chupar pies
que te queremos regalar algo a vos.
Me acost� en el suelo, paralelo al sill�n, y ellas pusieron
un pie sobre mi pecho y balancearon el otro cerca de mi cara. esos deditos
preciosos estaban a diez cent�metros de mi lengua �vida, as� que la calentura me
consum�a. Tan cerca pero tan lejos.
Finalmente, me puse boca a abajo y empec� a chupar los
deditos de las dos, primero a una y luego a la otra. Susy se sac� una ojota y me
hizo lamer la parte interior, donde apoya su pie maravilloso. Ten�a la marca de
los deditos del peso de su cuerpo al caminar y lam� cada depresi�n, qu� locura
de sabor suave y salado, mezclado con aroma a cuero. Estas chicas tienen olor a
piel de pies, no a pies. Es un aromita suave y que apenas se percibe, pero muy
erotizante. No me gustan los pie sucios o muy transpirados ni el olor fuerte.
Las mujeres tienen un perfume suave en la piel de los pies, que es
inconfundible: olor a piel de pies de mujer. Bueno, hay algunas que no.
Me puse boca arriba nuevamente para tener una imagen de sus
pies en el aire, con mi cabeza bajo ellos, las descalc� para ver a cinco
cent�metros de mis ojos sus plantas y la parte inferior de los deditos. Ellas
apuntaban hacia mi boca doblando hacia abajo esos deditos maravillosos o me
pellizcaban la nariz y los labios, o los introduc�an uno a uno en mi boca. Ya no
daba m�s, as� que de acuerdo al trato, me baj� el cierre del pantal�n, y
mientras ellas segu�an con el juego de tener un pie calzado con ojotas en mi
pecho, mientras el otro descalzo viajaba por mi cara, cuello, axilas y boca. Las
sensaciones que sent�a al darme m�quina eran indescriptibles, me imaginaba que
los dedos de mi mano eran los dedos de sus deliciosos pies, y me pajeaba como un
loco, las chicas dec�an:
- Dale, coraz�n, dale, loquito, pies, pies, pies, deditos,
dedos, ojotas, pies, pies, dedos para vos, termin� con olor a pies en tu nariz y
con deditos en tu boca. Pies, pies, u�as pintadas, ojotas, pies, pies, pies, y
deditos de los pies de la Susy y de la Miriam...
A punto de terminar, les dije que me metieran los dos pies en
la boca, me enterraron dos o tres deditos, justo los que m�s me enloquecen, el
chiquitito y su vecino, en mi �vida y h�meda boca, cuando mi lengua empez� a
actuar sobre esa piel suave y excitante aument� la frecuencia de mis movimientos
manuales y revent� en un fenomenal orgasmo. Segu� moviendo mi mano y chupando
deditos hasta que me relaj� del todo, las chicas retiraron sus pies de mi boca y
los apoyaron sobre mi torso. Sonre�an p�caramente, y Susy dijo:
- Alguna vez, cuando nos decidamos, si promet�s no tocarnos
m�s que los pies te vamos a pajear con los deditos.
Sonre� y asent�, tengo mucha confianza con las chicas y
estaba seguro que alg�n d�a pasar�a. Tengo mis TaTu personales, que aunque no
canten, hacen sinfon�as con los pies.
deditos