Como nos convertimos en amantes (1) |
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al ver mis pezones su mano acaricio mi busto lo que provoco que mi cosita se comenzara a mojar, tenia mucho tiempo sin cojer y a mi jefe le tenia muchas ganas. Sin pensarmelo dos veces lo tome por el cuello y lo bese apasionadamente.
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La quietud que reinaba en pantalla se convirti� en el caos de una cinta de videoaficionado, solo que en lugar de un d�a de campo, la brusquedad de los movimientos me mostraba paredes oblicuas, s�banas revueltas, sexos desnudos, bocas �vidas...
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Necesitando un contable... Las infidelidades 2 |
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Abri�ndome las piernas enterr� su cara en el tesoro que yo escond�a entre mis piernas, d�ndose el gusto de lamer, me mord�a, me besaba, o solamente me pasaba el rostro absorbiendo el aroma de sus l�quidos desliz�ndose entre mis piernas.
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Este relato, quiz�s seria mejor no relatarlo por no comprometer a nadie, pero creo que dentro de las cosas que me han pasado , esta se sale un poco de lo normal, o de lo que yo entiendo por normal.
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Demasiado t�mida para oponerme (49) |
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Desde mis primeras experiencias con mis primitos, mi t�o y abuelo, supe que el afecto era muy importante para m�. Pero despu�s de los 14 tuve mi primer novio, que me rompi� el coraz�n- Los que siguieron me rompieron otras cosas, pero el que me rompi� el coraz�n fu� �l. Por eso estaba muy contenta con mi amigo senegal�s.
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Era tarde, se bajo el vestido, bajo la tiranta de su sujetador y el vestido nuevamente se subi�. Tomamos su coche, era dichoso por verla y sentirla ante m�, pendiente de nuestras cosas. Sus manos me recorr�an, mientras sus muslos se le separaban. Lleva una doble vida, la de la vida social comprometida y obligada, la de mujer casada. Y la de enamorada, la de amante y deseada se la aporto yo.
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Suplir a tu esposo, hacerte feliz en tu matrimonio convenido. Soy tu amante sobrevenido y tu fuente de placer y dicha. Te hago sentir mi cuerpo, y te hinco fuerte mi picha. Erotismo y amor, sin insultos a una mujer infiel a su marido, por ser este un cre�do, crecido y pagado se s�. Le reconozco sus hoyitos, aunque aun me reserva el de atr�s (pero todo llegara, con paciencia y con amor).
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Hicimos de una fiel esposa nuestra puta privada |
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Los servicios contratados por mi marido, Esther |
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Abr� un poco m�s, y con la mano comenc� a sobar mi cosita, pellizcaba mis labios mayores, es algo que disfruto much�simo la verdad, luego suave deslic� un dedo, viendo que Benjam�n masajeaba su polla m�s r�pido, siendo evidente su grado de excitaci�n. Entre dos dedos en mi cuevita, y me di a entrar y sacar, entrar y sacar, �Ahh ahhh, que rico,� � diciendo esto, saque los mismo y los lleve a mi boca, chupando suave, muy suave mis dedos, que estaban completamente llenos de mis l�quidos.
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