Relato: Los servicios contratados por mi marido, Esther
Los servicios contratados por mi marido� Esther sigue
Mi marido hab�a contratado a un joven de unos 26 a�os llamado
Benjam�n, para hacer los trabajos que �l no ten�a el tiempo suficiente para
hacer, en la casa. Desde podar el patio, limpiar la piscina, lavar los autos, en
fin, todas esas peque�as cosas que siempre hacen los hombres y �l, por estar
fuera mucho tiempo no pod�a realizarlas. La realidad, al principio, mi marido no
estaba muy de acuerdo en contratar un hombre para hacer esas tareas, pero pronto
se dio cuenta que francamente no contaba casi con tiempo, para muchas cosas, y
yo le insist� much�simo para que buscara a alguien�
La verdad, que ni en mi m�s alocada fantasia, hab�a pensando
tramar lo que al fin me decid� hacer, pues desde que Benjam�n llego a la casa, y
pude observar ese cuerpo que se gasta, me sorprend� varias veces pregunt�ndome
que se sentir�a ser pose�da por aquel joven, y lo observaba casi sin poder
disimular. Les recuerdo que ando por los 37a�os, que en el pasado comet� varias
infidelidades de las que ustedes mis queridos lectores, han tenido conocimiento
a trav�s de mis relatos anteriores, pero por lo mismo tambi�n saben que hab�a
dejado mis andanzas, e intentaba comportarme como la se�ora que debo ser.
Quiz�s crean que busco una excusa, pero no, sencillamente les
cuento lo que s�lo unos pocos saben de m�, que llevo encerrado, ciertamente. Amo
mucho a mi marido, pero por sus constantes viajes de negocio, en adici�n a sus
miles de achaques, la pasi�n entre nosotros se esta tornando en pura fantasia,
aunque s� que me ama, entre nosotros ya casi no existe nada de sexo, tal vez una
vez a la semana y mis orgasmos brillan por su ausencia, por lo que Benjam�n se
estaba convirtiendo en una verdadera obsesi�n para mi.
He aqu� la raz�n por la que me di a inventar la manera de
poder vivir mi m�s candente fantasia, provocar a Benjam�n de tal manera que
terminara d�ndome el m�s intenso sexo. En alguna ocasi�n, un amigo me hab�a
dicho que si decid�a ser infiel, buscara un chico m�s joven que yo, pues tienen
mucha energ�a, y viendo a Benjam�n limpiar mi piscina sin nada a excepci�n de un
pantal�n lycra, que por cierto le marcaba un prominente bulto, tome nota al fin
de c�mo lograr�a cumplir mi m�s reciente deseo.
Me hab�a levantado bien temprano preparando todo lo que ya
hab�a repasado mil veces, Benjam�n acostumbraba siempre llegar a mi casa
alrededor de las 9:30am, y esta semana mi marido andaba en uno de sus viajes.
As� que despu�s de darme un largo ba�o, me puse una t�nica negra tejida, por la
cual se pod�a ver a trav�s, incluso mis pezones a veces se deslizaban saliendo
por entre el tejido, busque mi amigo Marcos Antonio (un vibrador que me regalo
un amante llamado Marcos, el cual bautice con Marcos Antonio), y me dirig� al
�rea de la piscina, ansiosa pues deb�a faltar muy poco para que Benjam�n
llegara. Una vez recostada en una de las c�modas butacas alrededor de la
piscina, me di a mi plan.
Tumbada, me abr� la bata que tra�a dejando que mis senos se
salieran, la verdad de solo planificar todo, estaba sumamente ansiosa, y mi
cuevita se mojaba irremediablemente. Hab�a buscado la butaca que quedara justo
frente al camino por donde entrar�a Benjam�n. El joven jam�s llegaba tarde y eso
era algo a mi favor, por lo que al faltar s�lo dos minutos, tome a Marcos
Antonio y lo dirig�a a m� conchita. Con una mano comenc� a tocar mis pechos,
abriendo m�s la bata, dej�ndola como un simple adorno, ya que no ocultaba nada.
Marcos Antonio (mi vibrador) ya en mi entrada suave iba desliz�ndose en mi
interior, el cual no le ofrec�a ninguna oposici�n a su avance. En esos momentos
yo sent�a un fuego que me consum�a, al pensar que era Benjam�n quien entraba en
m�. Cerrando los ojos casi olvido el plan y me di a disfrutar con aquel amigo
que no me fallaba en mis momentos a solas, cuando la calentura me hac�a su
presa. Sent�a aquel vibrador adentr�ndose en mi chochita y mi cuerpo parec�a
adquirir vida propia, yo ya no era capaz de detenerlo, el ritmo del mi amigo,
Marcos Antonio me hab�a capturado y sin m�s mi cuerpo se uni� a sus movimientos.
Con una mano manten�a el vibrador posey�ndome, y la otra no
abandonaba mis pezones que fuerte los halaban, de pronto escuche un "Ohh" �
hab�a llegado, me estaba viendo, pero yo, no quer�a que �l se diera cuenta
que yo ya sab�a, por lo que disimule, bajando mi boca hasta posesionarse de uno
de mis pezones, y as� comenc� a pasar mi lengua una y otra vez, una y otra vez
por aquel botoncito que muy duro se paraba erecto como exigiendo que le
prestaran atenci�n. Cerraba mi boca alrededor de mi botoncito de carne y
succionaba, con mucho cuidado miraba, y ve�a a Benjam�n que se escondi�
intentando que yo no lo viera, pero se mantuvo observando, su mano se hab�a
deslizado hacia una gran protuberancia, aqu� yo abr� mis piernas ofreci�ndole
una espectacular vista de mis piernas, muslos, y sobre todo de mi cuevita siendo
pose�da por aquel vibrador que nunca me faltaba. En ese momento retire del
centro de mi feminidad a mi amigo Marcos Antonio y baje mis manos, abri�ndome un
poco m�s queriendo que �l disfrutara de la misma manera que yo, y debo
asegurarles que nada m�s excitante como saber que te miran, y que se calientan
contigo.
Sus ojos estaban fijos en mi chochita, se hab�a bajado el
pantal�n, pues este ya no lograba retener aquella verga, larga aunque un poco
delgada que en estos momentos �l se ocupaba de sobar, una y otra vez, mientras
me disfrutaba. Siendo as�, abr� un poco m�s, y con la mano comenc� a sobar mi
cosita, pellizcaba mis labios mayores, es algo que disfruto much�simo la verdad,
luego suave deslic� un dedo, viendo que Benjam�n masajeaba su polla m�s r�pido,
siendo evidente su grado de excitaci�n. Entre dos dedos en mi cuevita, y me di a
entrar y sacar, entrar y sacar, "Ahh ahhh, que rico," � diciendo esto,
saque los mismo y los lleve a mi boca, chupando suave, muy suave mis dedos, que
estaban completamente llenos de mis l�quidos.
Aquello parece haber sido lo que definitivamente enloqueci� a
Benjam�n, haci�ndolo, salir de su escondite, completamente desnudo. "Ahh, que
bello mi amor, pens� que no te decidir�as jam�s."�le dije tan pronto llego a
mi lado, pero �l no perdi� el tiempo y de inmediato cayo de rodillas frente a
mi, levant�ndome por las nalgas me acerco, quedando mi chochita muy pr�xima a su
rostro, enterrando el mismo en mi m�s preciado tesoro. Solo pod�a sentir su
lengua lamiendo todos mis jugos que se deslizaban por entre mis muslos, parec�a
un sediento del desierto en un oasis, despu�s de haber lamido todo, su lengua se
dirigi� a mi cl�toris y sigui� lami�ndolo, d�ndome peque�os mordiscos, sus manos
se hab�an dirigido a mis senos, y duro jalaban mis pezones, mi cuerpo entero no
hac�a otra cosa que contorsionarse, con tantas sensaciones, yo, ya no era due�a
de m�. Simplemente era presa de la adrenalina que corre por nuestras venas,
cuando el momento tan intenso llega, �l pudo sentir en su lengua como yo estaba
siendo presa de un intenso orgasmo, que me ten�a envuelta en un baile donde no
pod�a parar, mis caderas sub�an intentando que aquella lengua entrara m�s en m�.
Benjam�n viendo el preciado orgasmo me ten�a envuelta en sus redes, se levanto y
de una sola estacada me clavo. Toda aquella verga tan larga entro en mi.
"Ahhh, co�o, que rico, ahhhh hazme tuya, como hace tiempo nadie. Vamos Benjam�n
que es demasiado lo que te deseo, vamos dame, dame y no pares, quiero ser tuya,
s�lo tuya."�Benjam�n no, necesito m�s y en una danza, que denotaba su
poder�o y juventud, me posey� mil veces, entro una y otra vez, en m�. Me clavo
como yo tanto necesitaba, provocando en mi, uno, dos, tres orgasmo, y yo
enloquecida segu�a pidiendo m�s.
Al sentir Benjam�n como yo me convulsionaba de placer, de los
preciados orgasmo que me estaba regalando, me volteo y agarr�ndome de los senos,
entro en mi culito, igual que como en mi cuevita, de una sola estancada.
"Hayyy, cuidado, cuidado"�grite, pero �l me ignoro, no me dejaba salirme
pues me ten�a sujeta por los pezones y jalando duro, volvi� a entrar una vez
m�s. "Era esto lo que quer�as, no?? Ahhh, pues toma, toma, comete toda estar
verga, que te quiere clavar toda." � diciendo esto, su velocidad aumento y
como un loco comenz� a penetrarme una y otra vez, cada vez m�s fuerte, m�s
r�pido, y yo volv�a a sentirme enloquecer con aquellos vaivenes� "Aahhhh
Benjam�n, ahhh, que ricoo, que ricoo,"�balbuceaba a duras penas, al decirlo
�l sinti� los espasmo de mi culito, en su verga, y exploto, derramando su semen
caliente dentro de mi.
Decir que tan pronto nos recuperamos volvimos a la carga,
ser�a hacerlos muy largo, jajaj en otro relato, les contare como luego nos
metimos en la piscina dando rienda suelta a la pasi�n�
Ufff sin querer, o quiz�s queriendo� volv� a ser infiel� es
que necesito, el sexo, como al aire� Besos Fantasia
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Relato: Los servicios contratados por mi marido, Esther
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