Relato: Mi vecina madura, caliente y puta
Me llamo Jes�s tengo 17 a�os mido 1.60 m peso 45 kg soy flaco, prieto y muy caliente y morboso. Les voy a contar como me hice de una amante madura, una viejota bien buena. En el edificio donde vivo hay 12 departamentos, yo vivo en el 12 y mi vecina vive en el 9 que est� justo enfrente del mio, estos departamentos est�n en el �ltimo piso del edificio. Bueno, mi vecina se llama Elsa, tiene 41 a�os, mide 1.75 m y est� voluptuosa, eso significa que est� chichona, nalgona y piernuda, es blanca y rubia, tiene ojos verdes y su pelo es largo hasta cubrirle sus chichis. Ella para el trabajo siempre anda vestida con traje sastre de minifalda a medio muslo y saco, sandalias de tac�n alto de aguja de 12 cm y medias transparentes, pero los fines de semana siempre anda con minifalda de mezclilla o vestido de mezclilla a medio muslo, sandalias de tac�n alto de aguja de 12 cm y sin medias. Est� bien buena y se viste como a mi me gusta pues a mi lo que me m�s gusta de una mujer son las piernas y Elsa las tiene bien buenas. Elsa adem�s acostumbra todos los viernes por la noche subir a la azotea a lavar su ropa, a esa hora pues ella est� solita y lo �nico que hace para subir a lavar es quitarse las medias, conserva su traje sastre y sus sandalias de tac�n alto. En un viernes por la noche que la vi llegar del trabajo, la estuve cazando para verla subir a la azotea, sin que ella se diera cuenta me pegu� a la escalera y mir� por debajo de su falda, �que cosa! sus pantaletas eran rosa p�lido contrastando con el verde de su traje sastre y el verde de sus sandalias de tac�n alto, iba sin medias as� es que le pude apreciar bien las pantaletas, sub� atr�s de ella y vi como se preparaba para lavar, se inclin� sobre el lavadero propiciando as� que su falda ya de por si corta se subiera m�s, ya no me aguant� las ganas y me par� junto a ella salud�ndola, Elsa volte� y me sonri� y me pregunt� que hac�a all�, yo le dije que admir�ndola a lo cual ella se sonri� m�s y me dijo "chucho no te pares ahi porque te voy a salpicar, mejor p�rate atr�s de mi", yo me par� entonces atr�s de ella y le recargu� bien rico mi verga entre sus nalgas, al contacto mi verga se enderez� y se la recargu� con m�s fuerza, Elsa no protest�, se qued� quieta y sigui� lavando como si nada, entonces yo le met� las manos por debajo de su falda y le acarici� las piernas, al sentir mis manos en sus piernas Elsa hizo m�s para atr�s sus nalgas y me dijo "chucho no sab�a que fueras tan cari�oso, nunca me hab�as expresado lo que sientes por mi", yo me asust� y la solt� pero Elsa me dijo "oye no te asustes, no te estoy reclamando, anda siguete recargando y sigueme acariciando, me gusta mucho como lo haces". Entonces me acomod� de nuevo atr�s de ella y le recargu� mi verga entre sus nalgas y le met� las manos por debajo de su falda para acariciarle las piernas, ella continu� lavando mientras yo levantaba su falda hasta sobarle su pepa, ah que rica rajada tiene Elsa. Ella me dijo entonces, "chucho no seas malito, puedes destapar la coladera de abajo del lavadero, mira, para que no te vaya a mojar, p�sate por en medio de mis piernas y por debajo de mi falda" y ella abri� sus piernas, yo me sent�a muy caliente y de inmediato me agach� y me met� por debajo de su falda mirando sus pantaletas, destap� la coladera y ella me dijo "chucho qu�date ah� entre mis piernas por si la coladera se tapa de nuevo, pero si�ntate bien, as� como est�s te vas a torcer", yo me sent� justo entre sus piernas y debajo de su falda y mientras le miraba las pantaletas le acariciaba y le besaba las piernas en toda su longitud. Vi entonces como Elsa se apartaba de mi y me dijo "chucho ay�dame a tender la ropa, qu�date abajo en el piso para que me vayas pasando las pinzas" y me qued� ahi frente a sus piernas abiertas hasta que termin� de tender. Despu�s de esto Elsa me invit� a su departamento y yo acept� como aut�mata, estaba bien caliente y ten�a la verga bien parada, ya dentro del departamento de Elsa, me llev� a su rec�mara y me pregunt� que me parec�a ella como mujer, tambi�n me pregunt� que era lo que m�s me gustaba de ella. Yo le respond� que estaba bien buena, que era una hembra apetitosa y deseable y que lo que m�s me gustaba de ella eran sus piernas y que me encantaba acarici�rcelas. Elsa me sonri� y me dijo "te gusta como me veo vestida as�, te gusta la altura de mi falda o te gustar�a que la usara m�s corta, te gustan mis sandalias de tac�n alto o prefieres verme con zapatos cerrados, te gusta la altura de mis tacones o te gustar�a que los usara m�s altos, como te gustan m�s mis piernas, con medias o sin medias". Yo le dije que ten�a la medida exacta para la altura de su falda, le dije "cuando t� sola puedas meter tus dedos por debajo de tu falda sin agacharte, esa es la altura ideal, de tus zapatos, me gustan m�s las sandalias de tac�n alto de aguja, te ves m�s apetitosa y la altura ideal de tus tacones es aquella en que tus pies quedan alineados con tus piernas cuando se te ve de perfil, adem�s me gustan m�s tus piernas sin medias porque as� te puedo acariciar y besar directamente en tu piel, adem�s as� te ves m�s sabrosa". Elsa me sonri� y me pidi� me parara frente a ella, me bes� y me pidi� que me le recargara en su vientre, as� lo hice le recargu� mi verga en su vientre mientras met�a mis manos por debajo de su falda y le acariciaba las piernas, le levant� la falda hasta arriba pic�ndole las nalgas, escuch� como Elsa gem�a y me pregunt� donde me gustaba m�s recargarle la verga, si adelante o atr�s y yo le contest� que atr�s entre sus nalgas. Elsa entonces se dio la vuelta y me ofreci� sus nalgas y me dijo "anda chuchito, rec�rgate rico y acariciame mis piernas". Despu�s de un rato de estarme recargando en ella le ped� me dejara mirar de nuevo por debajo de su falda, ella me sonri� y me dijo que me tendiera en la alfombra boca arriba, entonces Elsa se par� arriba de mi cara con sus piernas abiertas, qued� exactamente entre sus piernas y debajo de su falda, le mir� las pantaletas y le acarici� bien rico las piernas en toda su longitud. Despu�s ella me levant� y me llev� a la cama y me dijo "se que me deseas y yo quiero ense�arte como debes cogerte a una mujer, vas a aprender como debes ensartar la pepa de una mujer con tu verga chuchito". Entonces Elsa se tendi� en la cama y me pidi� que le acariciara las piernas desde los dedos de sus pies hasta su panocha levant�ndole la falda, despu�s me dijo "usa tu imaginaci�n chuchito", yo le baj� las pantaletas y vi su panocha peluda, lo negro de su pelo p�bico contrastaba con lo blanco de su piel, entonces ella me dijo "anda ense�ame tu verga, quiero saber como es el �rgano que me vas a meter en mis entra�as", me saqu� la verga que ten�a bien parada y ella me la acarici� un rato, despu�s me dijo "anda chiquito �breme las piernas y ens�rtame con tu vergota, no tengas piedad de mi, ch�ngame con toda tu lujuria y todo tu deseo morboso". Yo me acomod� entre sus piernas y haciendo caso de lo que me hab�a dicho, tom� impulso y de un solo madrazo le enterr� toda mi verga en su pepa, Elsa grit� al sentirse ensartada pero enseguida abri� los ojos, me mir� y me dijo "anda mi amor ya me ensartaste ahora ch�ngame, soy toda tuya g�zame y hazme todo lo que quieras y dime todas las cosas que se te ocurran, no tengas miedo mi vida". Empec� a frotarme dentro de la pepa de Elsa con mucha fuerza mientras ella gritaba y le empec� a decir una serie de cosas, le dije "abre completamente las piernas perra para que mi verga parada se mueva bien rico dentro de tu pepa", tambi�n le dije "ya eres mia puta hija de tu chingada madre, te tengo bien ensartada tu pepa con mi verga parada y t� no puedes hacer algo para evitarlo, anda trata de safarte de mi a ver si puedes". Cuando Elsa oy� esto me dijo "voy a intentar sacarme tu verga de mi agujero, pero t� imp�demelo". Elsa movi� sus piernas tratando de safarse de mi pero no pod�a, cada vez que alzaba o abr�a las piernas s�lo consegu�a que mi verga se hundiera m�s en ella y eso fue lo que le dije "ya ves perra, te vas a quedar con mi verga dentro de tu pepa hasta que a mi se me hinchen los huevos". Ella me sonri� y me dijo "si mi amor soy toda de ti, te pertenezco totalmente y t� eres mi due�o absoluto, anda c�geme como t� quieras". Despu�s de un buen rato de estar tallando mi verga dentro de la pepa de Elsa ya no aguant� m�s y me vine arrojando mis chorros de mocos blancos espesos y calientes dentro de la pepa de la puta de Elsa. Cuando termin� de venirme Elsa me bes� en la boca con mucho amor y me abraz� fuertemente, me dijo "de ahora en adelante te voy a dar todo el placer que te haga falta cada vez que t� lo necesites, s�lo tienes que venir a mi casa a tomar lo que es tuyo". Y desde entonces cada vez que tengo ganas de coger, voy al departamento 9 donde vive Elsa, ya se que ella va a estar vestida como a mi me gusta y se va a dejar hacer todo lo que yo quiera, al final ella me va a agradecer con muchas muestras de amor el que me la haya cogido y le haya llenado su pepa de mocos blancos espesos y calientes.