Relato: La vendedora de Caramelos II Al d�a siguiente no la encontr� con los otros vendedores, deb�a estar esper�ndome detr�s del contenedor de basura, despu�s de echarlos me dirig� all�, la encontr� sentada en el mismo lugar que el d�a anterior.
- Hola preciosa � le dije � como estas?
- Hola jefe, estoy bien � me contesto con esa sonrisa t�mida y picara a la vez.
Me sent� a su lado y la abrace por los hombros atray�ndola hacia m�, ella se dejo abrazar, pero no colaboraba, as� que le dije.
- Ahora vamos a hacer mas cositas que ayer, ya?
- Ya jefe, pero yo no s� c�mo se hace � me respondi� con un moh�n de preocupaci�n.
- No te preocupes mi amor - le dije � yo te ense�o.
- Me gusta que me digas mi amor jefe � me dijo con una sonrisa � tu me quieres? �pregunto despu�s.
- Claro que te quiero, Shirley � le conteste � sino no estar�a ac� contigo.
- Qu� bueno jefe, yo tambi�n te quiero, porque me dejas vender y porque me haces sentir rico ji ji ji.
- Entonces vamos a hacer mas cositas?
- Si jefe, ens��ame tu que yo aprendo r�pido.
- Primero vamos a besarnos � le dije con un ligero temblor en la voz, ya que esta nena me gustaba porque era bonita y sobre todo por esa mezcla de inocencia y picard�a, adem�s se trataba de una ni�a de solo 8 a�itos, era mi primera vez con una ni�a tan peque�a.
- Ya jefe ens��ame � me dijo acercando su boquita a la m�a.
Acerque mis labios a los suyos, d�ndole un suave piquito, despu�s comenc� a pasar mi lengua alrededor de sus labios, le indique que abriera la boca y al hacerlo, enrede mi lengua con la suya, que sensaci�n tan rica y tan morbosa, estar bes�ndome con una ni�a de tan solo 8 a�itos, sorb�a su salivita, ella aprendi� r�pido, ya que mov�a su leng�ita al interior de mi boca y me chupaba suavemente la lengua, mientras con sus bracitos me abrazaba por el cuello, mis manos tampoco estaban quietas, ya que mientras que con una que hab�a metido bajo su polo le acariciaba sus pezoncitos que se encontraban erectos, con la otra que hab�a metido dentro de la parte posterior de su buzo, le acariciaba el culito, primero las nalgas peque�as y luego el anito que se encontraba h�medo y pegajoso, le pasaba el dedo en c�rculos alrededor del anito cerrado y chiquito, lo cual parece que la excito, ya que me abrazaba m�s fuerte y el movimiento de su lengua se hizo m�s r�pido, a la vez que lanzaba gemiditos, saque la mano de debajo de su polo y cog� una de sus manitos y la hice que me acariciara la verga que ya se encontraba a punto de reventar por la excitaci�n, Shirley entre excitada y curiosa me apretaba con su peque�a manito la verga, provoc�ndome oleadas de placer.
- Shirley, te gusta? � pregunte sin dejar de besarla.
- Si jefe me gusta mucho � me contesto entre gemidos, sin dejar de acariciarme la verga.
- Ahora quiero que te pares y que te bajes el buzo y el calz�n � le dije.
Ella se par� de inmediato y se bajo el buzo color rosa y el calzoncito blanco, dejando a mi vista su conchita oscurita de labios delgados y su peque�o cl�toris inflamado, la hice voltear y que se agache, dej�ndome a mi disposici�n su culito, abr� sus nalguitas y le met� la lengua dentro del h�medo y sucio anito, oh que delicia, lamia como desesperado tratando de introducir mi lengua en el peque�o y sucio anito, ella gem�a cada vez mas alto y comenz� a mover su culito hacia atr�s, empuj�ndolo contra mi boca a la vez que dec�a.
- Aaaggghhh jefe que ricooooo maaaaaasssss quiero m�s jefecito lindo que rico que me haces, te quiero jefecito Aaaggghhh oooohhh aaayyy jefe oooohhh.
Mientras le segu�a metiendo la lengua en el culito que ten�a un sabor medio dulz�n y tenia restos de caquita que no se hab�a limpiado bien, con mi mano derecha le sobaba el cl�toris y le introduc�a un dedo en su grutita h�meda y apretadita, de repente dio un gemido m�s alto y cayo rendida en mis brazos, sentada en mi verga, la levante un poco y saque mi verga fuera del pantal�n, la sent� nuevamente y puse en contacto la rajita de su culo con mi verga y la empec� a mover acompasadamente, a la vez que le besaba su cuellito, ella gem�a bajito, le dije en la orejita.
- Shirley, quieres ser mi enamorada?
- Como es eso jefe? � pregunto ella a su vez.
- Como una esposa, pero sin vivir juntos � le dije.
- As� como era mi papa con mi mama jefe?
- Claro preciosa, pero yo no te voy a dejar como tu papa la dejo a tu mama, yo voy a estar siempre contigo, hasta que t� quieras.
- Siempre voy a querer estar contigo jefe � me dijo con una voz entrecortada por la emoci�n.
- Entonces quieres ser mi enamorada?
- Sssiii jefe, si quiero.
La bese nuevamente introduciendo mi lengua con el sabor de su culito, en su boca ansiosa, ella me abrazo y la sent� entregada a m�, la hice parar nuevamente y comenc� a chuparle la conchita llena de juguitos vaginales producto de su orgasmo anterior, ella se sujeto de mi cabeza y la jalaba hacia su conchita ansiosa, a la vez que mov�a sus caderitas con un ritmo cada vez mayor y gem�a cada vez m�s fuerte.
- Jefe, queee riiicccooo Aaaggghhh ooohhh me hago picchhhiiii oh jefecito te quiero mucho, Aaaggghhh me hago pichi que rico ooohhh Aaaggghhh.
Hasta que se vino en un orgasmo incre�ble para una ni�a de 8 a�os, se desembalso en l�quidos vaginales mezclados con orincitos los que beb� y beb� hasta saciarme, que rico sabor saladito y con aroma a mar, ella nuevamente se desvaneci� cayendo en mis brazos, la coloque encima de mi verga que segu�a fuera del pantal�n y la mov� acompasadamente sob�ndole mi glande enrojecido en la entrada de su conchita mojada y dilatada, ella segu�a gimiendo.
- Ahora quiero que t� hagas algo por mi amorcito � le dije.
- Si jefe lo que quieras � me contesto con voz mimosa.
- S�bete el calz�n y el buzo y arrod�llate delante de m�.
- Si jefecito � dijo y as� lo hizo.
- Ahora quiero que me acaricies la verga y despu�s la chupes con tu boquita.
- Se llama verga jefe? � pregunto � yo pens� que se llamaba pajarito, aunque en tu caso ser�a pajarote jefe je je je, porque es grandota y gordota � continuo a la vez que la acariciaba con sus tiernas y peque�as manitos.
- Si mi amorcito ll�mala como t� quieras � le dije a la vez que le llevaba sus manitos para ense�arle a pajearme, cosa que aprendi� r�pido � ahora m�tetela en tu boquita y chupa como si fuera una paleta pero sin morder.
Esta ni�a parec�a que hab�a nacido predispuesta para el sexo, porque comenz� a chuparme la verga con un amor y una intensidad que me dejo en las nubes en un momento, a la vez que con sus manitos no dejaba de pajearme.
- Lo hago bien jefecito? � me pregunto sin dejar de chup�rmela.
- Lo haces perfecto amorcito � le conteste acarici�ndole la cabecita y atray�ndola m�s hacia m�.
- Uuummm Uuummm jefe que rico � me dec�a mientras segu�a chupando.
Yo segu�a gozando, una ni�a de solo 8 a�itos me estaba dando la mejor mamada de mis 23 a�os, el morbo era enorme, encima le hab�a dicho que fuera mi enamorada y hab�a aceptado, mi excitaci�n iba en aumento, hasta que sent� que no aguantaba m�s, se me ven�a la eyaculaci�n.
- Mi amorcito � le dije � ahora va a salir leche de mi verga, quiero que te la tomes toda as� como yo me tome tus juguitos, ya?
- Si jefe yo me la tomo, por algo eres mi enamorado � me dijo muy seria en su papel de enamorada.
- Si mi amorcito eres mi enamorada y te vas a tomar mi leche, Aaaggghhh que rico ooohhh me vengo mi amorcito toma oh que delicia � le dec�a a la vez que me vaciaba en su boquita.
Una, dos, tres y cuatro chisgueteadas intensas de leche espesa cayeron en la peque�a boquita de mi dulce ni�a, ella hac�a esfuerzos enormes para tomarla toda, pero era mucha cantidad para su boca, gruesos hilos de semen escurr�an por las comisuras de su boca, eso me excito m�s aun, hasta que quede sin nada de leche, ella segu�a chupando hasta dejarme limpia la verga.
- Listo mi amorcito � le dije � ahora ya puedes ir a vender, acu�rdate que somos enamorados, pero es un secreto solo entre t� y yo, nadie m�s debe saber ya, porque sino no nos dejar�an estar juntos.
- Ya jefe no le voy a contar a nadie � dijo - pero siempre vamos a seguir haci�ndolo no? � pregunto por ultimo.
- Claro preciosa, siempre vamos a seguir haci�ndolo, pero ser� nuestro secreto, ahora ve a vender.
Nos despedimos con un beso en la boca, luego ella se fue corriendo. Yo me quede un rato mas hasta reponerme, luego fui a mi lugar a hacer mi ronda de costumbre, a la hora de almuerzo lleve a Shirley al interior del mercado y almorzamos juntos, mir�ndonos con sonrisas c�mplices, despu�s le di algo de dinero para que ayude a su mama y seguimos cada uno en lo propio, yo cuidando y ella vendiendo, al final del d�a, nos despedimos y quedamos en encontrarnos al otro d�a en el mismo lugar.
Cuando llegue a la comisaria, mis compa�eros me dijeron:
- Rodrigo, cuando te va a cambiar el capit�n para que est�s con nosotros, acu�rdate de las putitas y los polvos gratis.
- No muchachos � dije yo pensando en que con Shirley a mi lado no necesitaba a ninguna puta � el capit�n no quiere cambiarme, as� que ni modo me quedare con las ganas.
Ma�ana quer�a proponerle a Shirley que el jueves que era mi d�a franco, me acompa�e a mi departamento de soltero que tenia, quer�a tenerla desnudita en mi cama y desvirgarla, me estaba enamorando de mi peque�a, era una mezcla de morbo y ternura, pero no quer�a analizarlo, solo gozarlo, no sab�a aun hasta donde me llevar�a esto, pero me dejar�a llevar.
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Relato: La vendedora de Caramelos II
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