ANIMANDO A MI PADRE
Me llamo Jorge y soy un hombre heterosexual de 27 a�os, de
aspecto muy masculino, con el cuerpo velludo y los genitales muy bien
desarrollados heredados de mi padre, un hombre que a sus 60 a�os conserva un
atractivo viril realmente envidiable. Tanto �l como yo siempre hemos gustado
mucho a las mujeres. No puedo negar que mi polla y mis cojones siempre han
gustado mucho a las mujeres e incluso he notado a menudo la mirada hacia mi
entrepierna de muchos de los hombres con los que he compartido vestuario en mi
actividad deportiva a lo largo de mi vida. Estoy convencido de que lo mismo le
debe haber pasado siempre a mi padre que tambi�n fue siempre muy deportista. Yo
mismo fui desde muy joven un gran admirador de su cuerpazo peludo, hoy ya lleno
de canas, y de la picha gorda y los hermosos huevazos que luce entre sus
piernas. De todos modos tanto �l como yo siempre hemos sido hombres de una sola
mujer y hemos hecho caso omiso de las muchas miradas de deseo de que podamos
haber sido objeto estando emparejados.
Hace bastante tiempo que no vivo con mi padre. Pero, por
desgracia, �l se ha quedado solo hace unos meses, al haber perdido a su �ltima
mujer. La semana pasada, aprovechando que mi novia hab�a salido de la ciudad
para visitar a su familia, decid� ir a verlo y pasar con �l el fin de semana.
Cuando llegu� a su casa, lo encontr� muy desanimado, sin
afeitar, vestido �nicamente con un arrugado b�xer blanco que se notaba a la
legua que no se lo hab�a cambiado desde hac�a d�as. Se ve�a que se pasaba las
horas sentado en el sof� delante de la TV aunque sin mirarla y con unos cuantos
libros al lado que era evidente que no le�a. Observ� incluso que las canas
hab�an aumentado considerablemente en la espesa pelambrera de su pecho. Parec�a
un n�ufrago. Un hermoso n�ufrago tuve que reconocer al verlo. Al darle un beso
en la mejilla note como raspaba su barba de d�as.
-Hola pap�, le dije-. Sonre� para animarle y le ense�� la
bolsa que llevaba. �He tra�do unas cervezas de tu marca preferida. Ten�a ganas
de tomarme unas birritas contigo. Hace mucho tiempo que no lo hacemos.
-Gracias, hijo, me vendr�n bien con este calor.
-Toma pap�, est�n bien fr�as. Ver�s que bien nos sientan.
-Ten�a muchas ganas de verte, hijo.
-Y yo a ti, pap�. Te est�s sintiendo muy solo verdad?
-Si, hijo. Es muy duro esto.
Not� que se le humedec�an los ojos, aunque lo disimul�
ech�ndose un trago. Me enterneci� tanto que me sent� a su lado ech�ndole mi
brazo por sus hombros y d�ndole otro beso en la mejilla. Al hacerlo mi padre me
abraz� fuertemente y me retuvo un buen rato entre sus brazos. Est�bamos en pleno
mes de agosto y yo llevaba solamente un pantal�n corto y una camiseta sin mangas
de modo que en el fuerte abrazo de mi padre not� tanto su calor y la caricia de
su vello en la piel que me quedaba al descubierto que de repente sent� unas
ganas inmensas de quitarme la camiseta que llevaba y restregarme en el canoso
vello de su pecho. En cuanto afloj� el abrazo le dije:
-Que calor, mejor me quedo en calzoncillos como est�s tu
pap�.
-Ponte fresco hijo, estar�s mucho mejor. Este calor no hay
quien lo aguante.
Me levant� y me quit� all� mismo la camiseta y los bermudas
qued�ndome solamente con el slip.
-Veo que sigues en forma �me dijo palp�ndome el muslo que le
quedaba a la altura de su mano.
-Pues tu tienes los pectorales algo ca�dos, pap�- le dije
toc�ndole sus hermosos pectorales de hombre mayor cubiertos de vello espeso y
canoso.- Eso no es normal en ti. Ma�ana te vienes a correr conmigo, pap�.
-No tengo ganas de carreras, hijo. Anda si�ntate aqu� conmigo
y hazme compa��a.
Pap� volvi� a palparme los muslos.
-Estoy orgulloso de ti, hijo. Que fuerte est�s. Haces honor a
tu padre como era antes. Pero yo ya estoy acabado. Tu mismo me has dicho que
tengo las tetas ca�das. Todo lo tengo ca�do ya, hijo.
-Venga pap�, no seas exagerado- le dije pas�ndole la mano por
sus pectorales. -Y esas canas que te han salido en el pecho te hacen muy
interesante.
-Canas de viejo, hijo. Hasta en los cojones me salen canas
ya.
-No me jodas, pap�. �Tienes canas en los huevos?- le dije
riendo.
-�No te lo crees? Mira �dijo levantando un poco la pernera
del b�xer dejando salir por ella sus peludos cojones.
Era verdad, entre el pelo de sus gordos huevos se pod�an ver
algunas canas que a mi me parecieron preciosas. No se por qu� not� latir mi
picha ante la visi�n de los hermosos cojones de mi padre que hac�a a�os que no
ve�a.
-Si que te est�s haciendo viejo pap� �le dije, burl�ndome,
pill�ndole con la mano los huevos que le sal�an por la pata del b�xer y
apret�ndoselos cari�osamente.
-Ya ves hijo, tu padre tiene ya los cojones de un viejo.
Hasta en el pelo de alrededor de la polla me salen canas. Pero qu� mas me da.
Esta ya no se va a levantar mas.
-Ja, ja, �tienes canas hasta en la polla papa? No me jodas.
�A ver?
Mi padre se incorpor� y se baj� el b�xer delante m�o. Era
verdad. Las canas del pelo de su pecho y de su abdomen segu�an bajando hasta la
espesa mata de vello de su pubis que se un�a con el de sus huevos. Mi padre
parec�a ya un oso polar, pero entre el pelo canoso ah� segu�a su polla gorda con
pellejo suficiente para taparle el glande por completo, luciendo como siempre.
Que hermosa polla tiene mi padre, pens� una vez mas, mientras la m�a se me iba
poniendo tiesa, quiz�s por el hecho de mir�rsela con tanta atenci�n. Aunque la
picha de mi padre era parecida a la m�a, quiz�s por la edad, a la suya le
encontraba un no se qu� especial, una cachondez de t�o muy vivido que la hac�a
atractiva incluso para mi que no ten�a ninguna pulsi�n homo. Iba a decirle "tu
polla continua tremenda como siempre, pap�, dan ganas de besarla", pero continu�
con mis bromas sobre sus canas.
-Y en el culo tambi�n tienes canas, papa?
-No se, no me lo veo.
-A ver? Date la vuelta.
No pod�a creerlo. En su culo, peludo como el m�o, la parte de
la raja donde el pelo se nos espesa mas y donde en el m�o aun todo era negro,
tambi�n estaba salpicada de abundantes pelos blancos.
-Ja, ja, ja. Pap� tienes canas hasta en el pelo del culo.
-Estoy acabado, hijo.
Me enterneci� tanto que sentado como estaba ante mi padre de
espaldas me abrac� a sus piernas y le plante un besazo sonoro en su peludo
trasero.
-Te quiero, viejo- le dije.
-No seas cabr�n, Jorge. No te r�as de tu padre porque sea un
vejestorio a quien ya ni se le empina �dijo volvi�ndose y d�ndome un cachete
cari�oso en la cara.
-Que no se te empina? �dije viendo su pedazo de polla y sus
gordos cojones pendulando ante mi vista.-Vas a ver, pap�.
Ni corto ni perezoso cog� sus huevos en mi mano, acerqu� mi
boca a su gruesota picha fl�ccida y la engull� entera.
-Jorge! Qu� haces?
-Ver si es verdad que no se te empina- le dije con la boca
llena.
�l casi pierde el equilibrio y tuvo que apoyar sus manos en
el respaldo del sof�. Yo, sin sac�rmela de la boca, ri�ndome con la boca llena,
alc� la mirada hasta sus ojos pas�ndole la mano por toda la hermosa delantera
peluda y canosa de su cuerpo.
-No seas capullo, Jorge, estate quieto �me dijo.
Mi respuesta fue empezar a chup�rsela decidido a pon�rsela
tiesa y demostrarle que a�n ten�a muchas batallas por delante. Ten�a que hacer
algo para animar a mi padre.
-Eres un capullo, Jorge. No debes re�rte as� de tu padre.
-�Yo, capullo?- balbuce� casi atragant�ndome con el gordo
caramelo que ten�a en la boca.
Porque lo cierto era que su polla estaba creciendo. Y c�mo
crec�a la cabrona! Cuando estuvo en todos sus esplendorosos veintid�s o
veintitr�s cent�metros con aquel grosor cercano a los siete cms de di�metro
propio de los hombres de nuestra familia, la solt� para que se la viera en pleno
apogeo aunque no pude evitar bajar mi boca hasta sus huevos y deleitarme unos
momentos comi�ndoselos como se merec�an los canosos cojonazos de mi padre.
-Con que no se te empina, eh, pap�? Tu si que estas hecho un
capullo quejica�le dije. -Mira, se te sigue poniendo mas grande y mas dura que a
mi y te quejas. Anda si�ntate y disfruta haci�ndote una buena paja. Te sentir�s
mucho mejor.
Mi padre se sent� mir�ndose su erecci�n acarici�ndose
aquellos huevos que casi no le cab�an en la mano. Me qued� admirado viendo aquel
ejemplar de macho maduro, depeinado, sin afeitar, pero aun guapet�n, con aquel
cuerpazo velludo repleto de canas y con aquella polla gorda y majestuosa tan
empalmada que el pellejo ya se estaba retirando solo dejando ver por momentos,
lentamente, un hermos�simo glande, terso, s�lido, que cuando qued� por completo
al descubierto, se mostr� aun mas ancho que el grueso tronco que coronaba, Me
qued� extasiado viendo como la gran polla de mi padre se iba descapullando sola,
como iba apareciendo su glande gordote impulsado �nicamente por la potencia que
aun conservaba la erecci�n del macho maduro que ya era mi padre. En aquel
momento no me importaba que viera la m�a que se notaba escandalosamente bajo mi
slip. Al contrario. Yo me sent�a orgulloso de �l y de su nabo de concurso y
deseaba que �l tambi�n se sintiera orgulloso de que nos pareci�semos tanto. Sus
mirada pas� de su polla tiesa al bultazo que se me marcaba bajo mi slip y me
dedic� una expresi�n de satisfecha complicidad. Yo me la acomod� un poco
avergonzado y decid� continuar animando a mi padre.
-�Que esperas pap�? �Voy a tener que mene�rtela yo o qu�?
Joder con el pedazo de picha que se trae el vejestorio este� le dije anim�ndole.
Al ver que se sent�a un poco cortado, me sent� de nuevo a su
lado, le pas� mi brazo por sus hombros, le di un beso en la rasposa mejilla y le
dije ��Ya no te acuerdas como se hace?- al tiempo que mi mano libre agarraba su
tranca por la base y empezaba a mene�rsela con todo el cari�o que sent�a por mi
padre y toda la admiraci�n que su gran polla tiesa e insolentemente descapullada
me produc�a. Mi padre cerr� los ojos y yo segu� paje�ndole el rabo con mi boca
pegada a su mejilla, bes�ndole y dici�ndole cosas para que se sintiera bien.
- Est�s hecho un chaval, pap�, Que gorda y que dura la tienes
cabr�n. Como puedes pensar que eres un viejo con un trancote como el que tienes
�le dec�a sin dejar de pel�rsela. Esta picha aun ha de hacer disfrutar muchos
co�os y muchas bocas, pap�. Y tus gordos cojones, con sus canas y todo, aun han
de ser admirados y deseados por mucho tiempo, ya lo ver�s, pap�.
Ensaliv� mi mano y empec� a sob�rsela entera, cubri�ndole
otra vez el glande con el pellejo que se le hab�a retirado y descapull�ndosela
de nuevo del todo, entreteni�ndome bien d�ndole placer a su gorda cabezota con
la mano bien lubricada. Mi padre empezaba a responder a la concienzuda paja con
que su hijo le estaba obsequiando. Se estremec�a y ya empezaba a gemir con el
sobeo sin contemplaciones de mi mano en su glande. Estaba disfrutando, el
cabr�n. Y eso hac�a que yo la recorriera cada vez con mas atenci�n. Era tan
gorda, tan dura, tan s�lida y desped�a un olor a t�o que me hac�a pensar que
deb�a estar bien sabrosa. Mi boca empezaba a salivar y relamerse presa de una
inesperada atracci�n hacia el brillante, terso y oloroso capullo de mi padre. �l
segu�a con sus ojos cerrados, as� que, desconociendo sus gustos, decid� apoyar
mi trabajo manual bajando mi boca a sus cojones, los cuales empec� a comer con
los ojos bien abiertos pera no perderme un �pice de aquella hermosura de donde
yo hab�a salido. Que bueno me estaba resultando comerle los huevos a mi padre. Y
que satisfacci�n me produc�a notar en mi mano la respuesta latente de su tranca
a la aplicada dedicaci�n que mi boca estaba poniendo en comerle los huevos.
Mi padre no tard� en perder la pasividad reaccionando como el
hombre caliente que era al placer que estaba recibiendo en su polla y en sus
pelotas, aunque el pajeador fuese su hijo y que no quisiera otra cosa que
hacerle un favor. Pero el muy cabr�n se estaba encabritando de verdad.
Instintivamente, sus manos se posaron sobre mi cabeza gui�ndola sin prisa y con
destreza para que la lengua que lam�a sus pelotas se dirigiera sin prisa pero
sin pausa hacia su trozo de carne en barra y subiera hasta lo mas alto de su
m�stil para, acto seguido, invitarla a degustarlo en su totalidad.
Not� el calor y la dureza de su tranca en mi mejilla, que
detuve unos momentos para sentirla bien, hasta que de pronto mi boca se encontr�
mam�ndole el rabo a mi padre como la cosa mas natural del mundo. Si no la mas
natural, deliciosa lo era un rato. Sab�a aun mejor de lo hab�a intuido al
paje�rsela. Ah� fui yo quien cerr� los ojos para mamar a fondo enter�ndome bien
del gordo y duro pedazo de polla paterna que ten�a en la boca. La devoraba sin
soltar, por supuesto, los calientes y peludos huevazos que llenaban mi mano que
no es precisamente peque�a.
Por fin mi padre, caliente como una moto, habl�.
-Jorge, cabr�n, ven aqu�.
Sus manos agarraron mis orejas y con autoridad y pese a mi
resistencia inicial a sac�rmela de la boca, tir� de ellas retirando mi cabeza de
su polla y dirigi�ndola hacia arriba, arriba, arriba, hasta llevar mi boca a la
altura de la suya y meterme la lengua hasta la campanilla. De repente me
encontr� morre�ndome con mi padre, abrazado a �l, con el pelo de su pecho
frot�ndose en el del m�o, mis rodillas apoyadas en el sof� y mis muslos abiertos
haciendo un puente sobre su regazo y en consecuencia con su m�stil instalado sin
propon�rmelo entre mis piernas y apuntando directamente a mis huevos aun
cubiertos por mi slip. Al moverme un poco su rabazo empalmado top� con ese
espacio entre las nalgas que parece dise�ado expresamente para adaptarse a un
nabo tieso. Quise cerrar las piernas para aprisionar su duro y gordo cipotazo y
notar bien su calibre. Nos dimos lengua a fondo y, con el instinto de la
calentura, la mano de mi padre baj� buscona a explorar mis calzoncillos. Sin
sacarme la lengua de la boca, meti� la mano palp�ndome los huevos y
cercior�ndose de lo dura que tambi�n estaba mi polla. Cuando la tuvo en su mano,
sac� un momento su lengua de mi boca para decirme con voz de macho calentorro:
-Joder Jorge, te has hecho un hombre de verdad, nadie puede
negar que eres hijo m�o, estoy orgulloso de ti, cabr�n.
-Gracias, pap�.
-Vamos, machote, qu�tatelos tu tambi�n �me dijo refiri�ndose
a mis calzoncillos.- A ver si esos cojones tambi�n son de la familia.
Est�bamos tan bien acoplados que levantarme para quitarme el
slip era un palo, con lo cual entre los dos simplemente lo rompimos por la cara.
As�, sin demora mi polla se dispar� sobre su est�mago mientras la del cabr�n de
mi padre, por supuesto con la ayuda de un movimiento m�o, meti� su cabezota aun
h�meda de la saliva de mi boca y con el precum del calent�n, entre los pelos de
la entrada de mi ojete. Mi padre cogi� mis huevos en su mano y me dijo:
-Muy bien, hijo, muy bien.
Mi padre y yo volvimos a la cachonda comida de boca cuyas
delicias acab�bamos de descubrir, pero ahora, procurando ambos no dejar de
sentir bien la morbosa presi�n de nuestras respectivas pollas. La m�a en su
barriga, mis huevos en su mano, la suya entre mis piernas y sus huevos en mi
mano. A punto de caernos del sof� nos dejamos de sobar los cojones para
volvernos a abrazar con las bocas fundidas. La verdad es que me gustaba sentir
su lengua en mi boca y su picha entre las piernas y empec� a flipar notando su
calibre bajo mis huevos. Que pedazo de carne en barra que gastaba mi padre, que
bueno era notar entre las piernas su grosor contundente y caliente. Probando,
probando me fui moviendo y de entre las piernas la fui colocando bien acoplada a
la raja entre las nalgas hasta sentir la sorpresa, con su ayuda tambi�n, de
sentir la punta presionando mi ojete. Y yo un� mi ojete a la presi�n.
-Joder, pap�.
-Nos estamos pasando verdad hijo?
-Creo que si. Ha sido culpa m�a. Perd�name, pap�.
-Me est� gustando esto, hijo.
-Y a mi, pap�.
-Eres un cabr�n, Jorge.
-El cabr�n eres tu. Me la est�s metiendo.
-Y tu me vas a perforar la barriga con ese pedazo de picha
que te gastas, hijo
-�Te parece buena?
-S�, hijo, muy buena. Y me hace sentir orgulloso de ti. Est�s
hecho un jabato, cabr�n.
-Tu si que me haces sentir orgulloso, pap�. Vaya polla que
tienes.
-Te est� entrando cabroncete. �Paro?
-No, pap�, continua. Hoy es tu d�a.
-Pues d�jame entrar un poco mas.
-De acuerdo.
-Ah� va un poco mas.
-Y ah� otro poco mas.
-Toma, hijo.
-Si, pap�.
-Acaba de sentarte en ella, hijo.
-As�?
-S�, as�, machote.
-Joder, pap�, vaya rabo.
Estaba entrando, me estaba endi�ando yo mismo la jodida picha
de mi padre entera. Y la verdad es que no ve�a nada de malo en ello. Al
contrario, mi culo quer�a m�s.
-Es incre�ble, pap�.
-Estas bien ah�, chaval?
-Mucho. Y tu?
-Mucho. Joder, hijo, que bueno es tu culo.
-Tu polla es el cop�n, pap�.
-Ya he notado que no te desagradaba cuando me la chupabas.
�Es que te gustan las pollas, Jorge?
-No, papa.
-Mejor, hijo.
Ya ten�a dentro un buen trozo y pens� en probar que se sent�a
movi�ndome como hacen las t�as. Mi padre se lo merec�a todo, Ten�a que
devolverle la moral.
-�Pero que haces?
-Mene�ndome para que disfrutes mas, pap�.
- Ummmm, cabr�n.... Continua, continua, Jorge.
-�As�, pap�?
-As�, hijo,as�, ni el mejor de los co�os....
-Te lo mereces, pap�.
-Que tranca se te ha puesto, hijo, no me cabe en la mano.
Tendr� que mene�rtela tambi�n, te lo est�s ganando chavalote.
-Hazlo, pap�, hazlo.
-Sigue cabalgando as�, dale fuerte.
-Que polla tiene el cabr�n de mi padre joder.
-Ummmm, que bien le das cabr�n, menos mal que no eres una
t�a, hijo, porque sino hoy te ibas a quedar pre�ada....
Por fin notaba que mi padre volv�a a ser �l mismo.
-Tu folla a gusto, pap�, y si quieres c�rrete como si lo
hicieras en un co�o, no me importa, eres mi padre....
-Pues toma polla, hijo.
-Si, pap�, ll�name el culo de leche. O el co�o, como mas te
guste, pap�.
-La vas a tener toda.
-Joder con el vejestorio,ummmmm.
-Te sientes a gusto as�, hijo?
-De la hostia, pap�.
-Tiene una buena polla tu padre eh?
-Buen�sima.
-Si te viera tu novia, chaval....
-Estar�a muerta de envidia.
-Tu polla seguro que la tiene bien contenta.
-Con la tuya s� que flipar�a.
-�Tu crees?
-Tienes mejor polla que yo, pap�, est� bien claro.
Me la saqu� por un momento, para volver a clav�rmela
cent�metro a cent�metro ante su mirada cachonda.
-�La tengo buena, verdad, hijo?
-Muy muy buena, pap�.
-La verdad es que s�, aunque tu no te quedas manco. �Se la
traga bien tu chavala?
-�Te gustar�a probar su co�o, pap�?
-Si traga tan bien como tu culo....
-Parece que te est� gustando mi culo, pap�.....
-Se dir�a que te est� gustando mi picha, hijo
-UMMMMMM, siiiiiii
-UMMMMMMM, pues toma.
-Que polla, pap�!
-Que culo, hijo!
El cabr�n de mi padre ya no era aquel t�o abatido, era ya el
macho que yo admiraba, follando como yo imaginaba alguna vez que deb�a hacerlo,
caliente, morboso, sabedor del gusto que daba su polla a quien la recib�a. Y yo
tan cabr�n como �l, disfrutando de su rabo sinti�ndolo entrar y salir y
agarrando sus cojonazos peludos para cerciorarme de que me la met�a entera hasta
ellos. Mi polla cada vez mas tiesa era masturbada a lo bestia por la mano ruda
de mi padre. Su lengua colaboraba al pajote que me estaba haciendo llegando a mi
glande cuando en mi cabalgada mi cuerpo se ergu�a para poder volver a sentir el
placer de met�rmela en el culo desde la punta de su capullazo hasta sentir el
pelo de sus cojones en mis nalgas. Y el pajote que me estaba haciendo mi padre
indicaba que le gustaba sentir mi tranca en su mano tanto como a mi me gustaba
sentirla en mi culo.
-Que bien la cascas, pap�.
-Que bien la tragas, hijo.
-Sigo?
-Sigue, pap�, no pares.
-Oye, hijo.
-Dime, pap�.
-Haz eso otra vez, machote.
-El qu�?
-Sacarla y volver a met�rtela de golpe.
-Que golfo eres padre.
-Venga chaval.
-Asi?
-Siiiiiiiii. Buen cabr�n me has salido.
-Que polla tienes.
-Que chocho tendr�as si fueses t�a.
-Golfo.
-Salvaje.
-�Quieres otra vez, golfo?
-Venga, machote.
-Mira pap�. Fuera y......
-Deeentroooo!!!.
-Salvaje..
-Si, pap�.
-Macarra.
-S�, hijo.
-�Te est� gustando mi culo verdad?
-Mucho, hijo. Y a ti te est� gustando mi polla, �verdad?
-Mucho, padre, Mucho, much�simo.
-D�melo, chaval, no te cortes.
-Qu� polla tienes pap�, qu� cacho polla.
-Te gusta mi picha, eh, cabroncete?
-Mucho...
-Pues toma picha!
-Oh, si, pap�, como no me la diste antes?
-Porque no sab�a que ten�as un culo tan golfo, hijo.
-�Te gusta?
-Mucho, chavalote.
-Te quiero mucho, pap�.
-Te quiero mucho, hijo.
-Dame picha.
-�Asi, hijo?
-Si, pap�, as�, as�..
-�As�iiiiii?
-SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!
Los dos est�bamos llegando al orgasmo como dos energ�menos
salidos. Nos miramos un momento, el estaba con la boca abierta encarada a la
cabeza de mi polla esperando con cara de macho ansioso la salida del lefazo de
la polla gorda que estaba meneando y que lat�a en su mano a punto de explotar.
El me vio mi cara de cabr�n emputecido pajeando con el culo una gran polla a la
espera de lo mismo, del lefazo de aquel rabo de verdadero macho maduro que me
estaba follando.
S�lo nos sali� una palabra. Al un�sono.
-Cabroooooooooooo�n!
-Cabroooooooooooo�n!
Que serie de chorros de leche sent� en mi culo al mismo
tiempo que los siete u ocho chorros de mi polla se estrellaban en la cara, en la
lengua y hasta en los pelos blancos de la parte mas alta del pecho de mi padre.
Sin sacarme su polla de mi culo me lanc� a besarlo y a lamerlo sin importarme
que mi lengua se llenara de la leche que yo mismo le acababa de obsequiar.
-Vejestorio- le dije.
-Chavalote- me dijo.
Ca�mos abrazados en el sof�, yo encima de �l y mientras su
picha iba saliendo poco a poco de mi abierto culo, mi lengua lam�a su cara como
un cachorro y mi cuerpo se hund�a en el vello canoso del cuerpo serrano de aquel
pedazo de sesent�n que era mi padre.
-Joder, pap�, como eres!
-Pues anda que tu.
-Un cabronazo eres.
-Te voy a tener que dar, cabroncete.
-Joder, se han calentado las cervezas.
-M�telas en el frigor�fico.
-De aqu� no me mueve ni dios, pap�.
-Y Silvia?
-�Silvia? �Qui�n es Silvia?
-Ja, ja, ja.
-ja, ja, ja.
-Golfo.
-Viejo.
Y as� fue como empez� todo.