Durante ese tiempo segu� con mi vida normal, reviviendo a
Julieta solo por momentos, pero cada vez m�s largos y m�s intensos. En la
escuela y en casa segu�a siendo un chico como cualquiera y ante mi familia
tambi�n. Pero a partir de esa decisi�n todo cambio.

Todo se arreglo para un lunes por la ma�ana en que tomar�amos
el avi�n, yo quer�a ir como Julieta, pero necesitaba una identificaci�n para
abordar y tuve que usar jeans y camisa, eso s� por ultima vez. En fin nos vimos
muy temprano por la ma�ana y abordamos el avi�n.

Ya hab�a reunido todas mis cosas, en general solo los de
Julieta y deje una nota en la que ped�a que no se preocuparan y que entendieran
que deb�a encontrarme a m� mismo y que me mantendr�a en contacto.

Ya en el aeropuerto nos fuimos hac�a una poblaci�n muy
cercana a la playa, de hecho el rublo de aquella zona era tur�stico y un poco
pesquero, ellas ya ten�an dispuesto un departamento y solo pasamos por las
llaves a casa del se�or con quien hab�an hecho el trato. Una vez en el depa, me
dijeron que pod�a cambiarme y sin pensarlo dos veces lo hice, tome una ducha y
rasure mis axilas y mis piernas, aunque no soy muy velluda y no lo hab�a hecho
por temor a levantar sospechas. En fin sal� con la piel tersa y fresca y escog�
la ropa mas sexy y c�moda, evidentemente utilice mis senos y un sost�n de encaje
(me fascina), una falda corta y una pantaleta de licra para esconder a mi amigo.
Me maquille y arregle mi pelo con unas colitas y broches de mariposas, Julieta
se ve�a radiante y con una libertad que jam�s hab�a sentido. Entretanto mis
amigas hicieron lo propio y una vez listas me llevaron a conocer al
restaurantero.

Llegamos a un lugar que aqu� llamar� "El rinconcito", nombre
justo pues era un peque�o restaurante como para 80 o 100 personas, junto a la
playa y con una acceso a la rivera del r�o que corre paralelo al mar y desemboca
a unos 5 kil�metros m�s adelante.

El techo del lugar esta construido con palmeras y por las
noches suelen prender velas, creando un ambiente muy especial y rom�ntico, con
el tronar de las olas del mar y la brisa fresca. Un lugar hermoso en verdad, la
playa de arena suave y blanca, con pocos hoteles, la mayor�a de ellos atendidos
por familias de la localidad y no con demasiados lujos, creo que eso atra�a a
los extranjeros, pues daba una sensaci�n de paz y armon�a como la que rara vez
se disfruta en las grandes ciudades.

En fin conoc� al restaurantero a quien todo el mundo llamaba
Mitch, un hombre corpulento, aunque no muy alto, moreno de ojos verde aqua y muy
amable, cuando me lo presentaron me elogio refiri�ndose a lo linda que luc�a y
que ser�a un placer tenerme como mesera en ese lugar, mis amigas ya le hab�an
hablado de m� y todo estaba listo, empezar�amos el siguiente fin de semana, pero
nos ver�amos el mi�rcoles para familiarizarnos con la carta y el resto del
personal, yo estaba nerviosa pues no ten�a ninguna experiencia en ese rublo, es
m�s jam�s hab�a trabajado de verdad.

Todo quedo aclarado y nos fuimos a pasear por el pueblo, me
sent�a muy extra�a, pues por primera vez no ten�a ning�n temor de ser yo misma y
disfrutar de ser una mujer. Nos fuimos a lo que podr�a llamarse el centro del
poblado y tomamos unas cervezas en un lugar conocido como "la oficina", era una
especie de restaurante familiar, pero en donde los hombres acostumbraban
reunirse despu�s de trabajar para pasar un rato con los amigos y beber un poco.
�ramos las �nicas mujeres en el lugar y todos nos ve�an con cara de admiraci�n
pues las mujeres no sol�an frecuentar dicho lugar.

No paso mucho tiempo cuando un hombre maduro con barba cana,
ojos marr�n y una voz que revelaba mucha cultura. Se present� a s� mismo y al
compa�ero que ven�a con �l.

-Hola mi nombre es Manuel y el es Carlos, pero le dicen el
doc, �C�mo es que tres chicas tan guapetonas toman una cerveza solas?

No respondimos y insisti�.

-Vaya pero que caras, parece que no supieran siquiera
sonre�r. �Podemos sentarnos con ustedes?, Pregunt� al tiempo que tomaba asiento.

-Vaya pero que tipos, parece que nada los detiene cuando de
conquistar mujeres se trata, asever� Vanesa.

-Pero si saben hablar, yo pens� que les hab�an comido la
lengua los ratones, �C�mo te llamas hermosura?

-Vanesa!

-Bonito nombre casi tan bello como la mujer que lo porta.

-En verdad bonito, recalco el "doc".

El doc no quitaba los ojos de Cari�o y la ve�a como si fuese
una mu�eca de porcelana, fue muy extra�o jam�s hab�a visto a alguien poner tanta
atenci�n a cada detalle del cuerpo particularmente a los senos. Despu�s observ�
a Vanesa y lo hizo con el mismo detenimiento, como si buscar� algo perdido en su
escultural cuerpo. Tambi�n me observ� a mi pero note algo extra�o cuando se fijo
en mis pechos, como si algo estuviera mal, pero no dijo nada.

Continuamos platicando un buen rato, aunque yo no intervine
mucho en la pl�tica y simplemente me limite a observar, ya pasadas unas horas,
Cari�o mencion� que era hora de irse y Manuel ofreci� llevarnos a casa, ellas
aceptaron y nos fuimos en su carro.

En el trayecto Manuel no perdi� oportunidad de acariciar las
piernas de Vanesa quien iba en el asiento delantero y coment� que eran las m�s
suaves y firmes que hab�a tocado en mucho tiempo, se notaban sus ganas de hacer
algo m�s que platicar, tambi�n su bulto mostraba indicios de una excitaci�n
avanzada. El "doc" trataba de mantenernos entretenidas, pero no era muy bueno
para hablar y solo se limitaba a ver y aprovechar cada oportunidad para
recargarse en Cari�o.

Como era de esperarse todos est�bamos bien calientes y Vanesa
los invito a tomar otro trago.

En el departamento Manuel se prendi� de Vanesa y la abrazo
muy cachondamente, deslizando su experta mano por todo su talle hasta darle un
buen apret�n en las nalgas, por cierto la falda de Vanesa se levanto y dejo ver
sus bragas, lo que llam� la atenci�n del doc y trat� de hacer lo mismo con
Cari�o, pero no se decidi�. Manuel se fue repegando a Vanesa sin dejar de
acariciarla y la bes� apasionadamente, repeg� su bulto listo para la acci�n,
llevando una de las manos de ella a su impaciente tranca. Como una experta que
era Vanesa lo empez� a sobar metiendo sus manos dentro del pantal�n.

Manuel se acerca a Cari�o sin soltar a Vanesa que se ve�a
deseosa de probar aquel regalo que ten�a en sus manos. De nuevo deslizo sus
expertas manos sobre el talle de Cari�o, pero est� vez subi� hasta sus pezones e
inmediatamente se pudo notar como se endurec�an, Cari�o entraba al juego y se
abraz� al torso de Manuel, quien sin perder el tiempo hab�a despojado casi por
completo a Vanesa de sus ropas, dej�ndola solo con las bragas y medias.

Ma�osamente tomo a Vanesa del pelo y la hizo resbalarse por
la pared hasta que su boca quedo a la altura de su miembro a punto de explotar,
ella no tardo mucho en comprender y bajo los pantalones de su macho como lo
hacen las expertas. Cari�o se hinc� frente a �l y ayudo a su compa�era, cuando
liberaron aquel duro y exquisito trozo de carne ambas trataron de ser las
primeras, pero sus bocas chocaron con el pedazo de por medio, Cari�o se lo cedi�
a Vanesa y est� trag� con desesperaci�n aquel caramelo que tanto deseaba.

Cari�o lam�a las pelotas de Manuel y ambas se acariciaban
entre s�, era un espect�culo realmente fascinante y el doc permaneci� quieto
solo observando con una minuciosidad fuera de lo com�n, ni siquiera trat� de
acercarse o al menos mover un solo m�sculo de su cuerpo. Yo estaba disfrutando
de la vista y aprendiendo, pues no hab�a tenido la oportunidad de ver a mis
amigas en acci�n. Vaya que eran buenas!

De pronto Manuel rompi� su silencio:

-Si pudieras ser uno de ellos,�Qui�n te gustar�a ser?

-Es una extra�a pregunta y t� �Qui�n quisieras ser?. No
contesto y solo me vio directo a los ojos.

-�Desde cuando quieres ser mujer?

-�Por qu� lo dices?

-Aunque eres linda, es f�cil notar que eres un chico, por
cierto buena elecci�n de pechos parecen muy reales, por un momento me enga�aste.

No supe que decir y seguimos observando la peque�a org�a.

Cari�o empujo a Manuel al piso y puso su puchita en la boca
del gal�n, quien la saboreo con maestr�a haci�ndola gemir de placer mientras
Vanesa se apoderaba del tremendo pedazo que desapareci� de en su interior como
un caramelo reci�n chupado lo hace en la boca de una joven, cabalgo con fuerza.
Manuel tomaba las nalgas de ella y las separaba al ritmo que ella montaba,
abri�ndolas al m�ximo acopl�ndose perfectamente al grosor y largor del momento.
Ambas empezaron a tener espasmos y al tiempo que Vanesa se dejo caer al piso
para disfrutar de su orgasmo e intensificarlo con sus h�biles manos, Cari�o tom�
su lugar y cabalgo como loca engullendo todo lo que estaba a su disposici�n una
y otra vez. Manuel no pudo m�s y vaci� su leche abundante y espesa en la pucha
de Cari�o. Ella se recosto en su pecho y los tres durmieron por un rato.

El doc retom� la conversaci�n.

-Vamos dime desde cuando has tenido el deseo de ser mujer.
Mira desde peque�o yo mismo so�aba con ser una hermosa ni�a, pero jam�s me
atrev� a hacerlo realidad, no se por que te cuento esto, pero en fin.

-Esta bien,-respond�-, no lo contar� a nadie.

-Me atra�an las ropas hermosas y todo la magia que rodea a
las mujeres, por cobard�a no le di la cara al hecho y prefer� vivir este deseo
solo como una fantas�a, en mi mente.

-Desde que recuerdo siempre he querido ser ni�a, bueno ahora
mujer, no se por que, simplemente es lo que siento y por eso ahora estoy
buscando mi propio espacio y mi libertad para lograrlo. Por cierto mi nombre es
Julieta, no me lo preguntaron.

-Te entiendo y te admiro por tener el valor de seguir tus
impulsos. Julieta es un buen nombre, yo soy Alejandro, pero dime Doc.

-En verdad eres m�dico.

-S�, tengo un apeque�a cl�nica en la ciudad (como a dos horas
de la playa) y a veces vengo para ac� a divertirme un rato.

-Y, �Te gustan las chicas?, pregunt�.

-Desde luego, solo que me gusta mucho mirar.

-Pude notarlo desde que est�bamos en la oficina, la forma en
que miraste a mis amigas fue muy reveladora, me indico que eras alguien
especial.

-En verdad lo crees.

Ya era la madrugada y mor�a de sue�o y lo invite a dormir.

-�Quieres descansar un rato?

-No te molestes, aqu� estoy bien..

-Vamos acomp��ame a m� habitaci�n y descansaras al menos
hasta que salga el sol.

Con una cara indecisa me sigui�. No dude en ir guardarropa y
buscar mi camis�n morado con el que dormir�a, el se sent� en la cama y yo me
cambie frente a �l aunque d�ndole la espalda. Me dijo que ten�a un bello cuerpo
y que podr�a ser una hermosa mujer si me lo propon�a, no quise platicar mas y me
puse el camis�n, obviamente no me quit� el sost�n pues ya era parte de m�.

Me recost� en la cama y lo abrac� por la cintura invit�ndolo
a hacer lo mismo, me sent�a muy sexy tratando de seducirlo, pero �l pon�a una
barrera, sin embargo su pantal�n indicaba una cosa, estaba listo para la acci�n.
Accedi� a recostarse y acaricie su paquete por encima del pantal�n, estaba casi
listo.

Tal como parec�a ser su costumbre no mostr� se�ales de nada a
excepci�n de una erecci�n que necesitaba ser apagada. Lo desnude y �l continuaba
sin cooperar activamente pero sin negarse. Una vez que solo portaba su trusa me
acerque al paquete y lo ol� era un olor a hombre que conoc�a y me volv�a loca,
lo libere de nuevo usando solo los dientes y sujetando sus redondas nalgas, en
verdad posee un caramelo delicioso con un prepucio algo grande lo que hace mas
atractivo tragarlo por completo sentir toda esa piel deslizarse hasta la base
mientras aflora el capullo que esconde ese dulce n�ctar.

Continu� sin moverse y solo su respiraci�n cambiaba, yo lo
disfrutaba y pod�a sentirlo tocar mi garganta, solt� mi pelo y lo deje caer
sobre su abdomen acarici�ndole una y otra vez al ritmo que lo chupaba y besaba
sin cesar, mi saliva escurr�a hasta su entrepierna y sent� de pronto la
erupci�n, segu� mamando sin parar hasta que la �ltima gota quedo en mi cavidad.
Ten�a un dulce sabor a licor. Solo lo limpi� y el sin moverse se quedo ah�
disfrutando hasta quedar dormido.

Al otro d�a....

Hasta la pr�xima entrega......