Don Renato
Hola mi nombre es Claudia, tengo 34 a�os y les voy a contar
como fue que me hice adicta al pene de mi suegro y le he sido infiel a mi esposo
desde entonces�
Todo comenz� cuando ten�a 20 a�os y mi novio en ese entonces
Mario me pidi� que me casara con el. En ese entonces yo pensaba que todo ser�a
perfecto en mi vida. Era bella, morena clara, delgadita y con un culito
resping�n que todos adoran (s� todos), mis tetas son peque�as pero con unos
pezones de f�bula, y con un marido guapo, alto y de primera. Bien educado, bien
portado todo un caballero, que mis amigas envidiaban.
Bueno total que yo llegue virgen al altar, si orgullosamente
virgen. Mario se porto de maravilla, pero no fue sino hasta los tres meses de
casados cuando todo cambio. Hicimos una reuni�n familiar en nuestra casa,
invitamos s�lo a unos amigos �ntimos, algo sencillo para festejar el cumplea�os
de Mario�
La casa que nos regalo mi suegro don Renato es muy grande, y
ten�amos muchas habitaciones. Durante la fiesta hubo baile, vino, comida
deliciosa, y de repente noto que Mario no esta por ning�n lado, lo busque y lo
busque y nada. En esas estaba cuando en un cuartito que ten�amos atr�s del patio
trasero, donde guardamos las cosas viejas, se oyen unos gemidos, me acerque poco
a poco pensando en quienes ser�an los amantes que aprovecharon la ocasi�n, y
solo me asome por la ventana y no pod�a dar cr�dito alo que ve�a, estaba mi
amiga Araceli (ella es morena y bastante tetona) en posici�n de cuatro patas
siendo penetrada por un tipo que por sus caracter�sticas es parecido a Mario, y
si efectivamente es Mario. Sent� una punzada en el estomago, con ganas de
vomitar; pero a la vez esa visi�n tan cachonda me puso a mil. Era algo
indescriptible. Como pude corr� hacia mi habitaci�n ten�a rabia, coraje y a la
vez me sent�a caliente, excitada� ���dios!!! ���Cachonda!!!
Sub� a mi habitaci�n que est� en un gran pasillo donde hay
otras tres habitaciones, en una de ellas escucho ruidos me asomo por la puerta y
es mi suegro, don Renato de 42 a�os, chaparr�n, un poco llenito, y con su pene
en la mano, esa visi�n me puso a cien. No su pene no era enorme ni nada de eso,
era peque�o, pero esa visi�n, lo que hab�a visto antes, y una extra�a sed de
venganza me hizo pensar que "el que a pito mata a pito muere". As� que me decid�
a entrar como si me hubiera equivocado de cuarto. Entre bien enfundada en mi
mini faldita beige (con la que mis nalgas luc�an espectaculares), y mi blusa
blanca transparente que dejaba ver mi brassiere de encaje. El se�or Renato se
quedo imp�vido y trato de esconder su penecito, pero antes de que dijera algo le
cuestione, �Porqu� esta tan solo don Renato? el contesto: estaba viendo una
pel�cula� �Qu� pel�cula? Pregunte� Rojo y apenado contesto una porno, perd�n. Yo
le dije, no le parece que ya esta grande para ver eso� Si es verdad replico,
pero usted sabe, mi mujer ya no se aplica como antes. Entonces superexcitada me
fui encima de el y le dije si quiere yo le puedo ayudar� y sin mas tome su
penecito y se lo chupe con todas mis fuerzas, pobrecito parec�a que se iba a
venir luego, luego, pero aguanto como lo macho que es, quien lo viera. El me
empez� a meter mano debajo de mi faldita y me la subi� hasta la cintura, con una
maestr�a de primera me bajo las braguitas, bastante mojadas por cierto. Con una
facilidad impresionante me volteo me sent� en el y sopas� me penetro bien
rico�ah, ah, ah, as� le dec�a yo� as� don Renato.��As�!!
El me dijo, yo te voy a ense�ar como debe gozar una mujer,
mientras yo saltaba y saltaba en su pene, que era peque�o, pero lo mov�a
magistralmente, mejor que su hijo� Me vine varias veces, era incre�ble lo que
hac�a don Renato� y luego me echo sus mecos adentro de mi panochita. Era mi
segunda verga que probaba en mi vida y me encanto�
Despu�s me levanto me volteo nos besamos como locos y me
despojo de mi blusita mientras yo me quitaba el sost�n y el me empezaba a chupar
los senos como nunca antes me los hab�an succionado. Me acost� en la cama de la
habitaci�n y me chupo mi puchita. Mario lo hac�a de vez en cuando, pero no hab�a
punto de comparaci�n con el se�or Renato, mi suegro�
Y yo ya bien caliente solo dije pen�treme don Renato. El ni
tardo ni perezoso me cog�o con furia y pasi�n. Yo ya me hab�a convertido en su
puta, le dec�a as� papito, as� papito, t� si eres mi papito, suegrito cojase a
su nuera, a su hijita. Usted coge mejor que su hijo, andele, andele, h�gase un
nietecito. As�, mientras el me dec�a as� chiquita desde ahora ser�s mi putita,
siempre quise cogerme a una morrita como tu, y yo contestaba aproveche don
Renato, aprov�chese de mi� soy toda suya�
Luego de que me vac�o toda su leche en mi vagina, pasamos a
una etapa de reposo. El se encuero bien, me dio un rico masaje, me beso todo el
cuerpo, me volteo y me empez� a besar el ano... �ah que rico! Me meti� un dedo
poco a poco, lo ensalivo y yo sent�a rico, era algo diferente, y de repente
trata de entrar con su pene por ah�, no pens� que lo lograr�a, pero me desvirgo
analmente, me dol�o hasta el alma, pero el dolor se transformo en placer, en
gozo. Que rico estuvo dentro de m�, mientras yo te��a los mejores orgasmos de mi
vida. As� pasamos esa tarde. �Ah que rico mi suegrito! Y yo solita me lo hab�a
despachado.
Despu�s de dos horas nos vestimos y nos hicimos los
aparecidos en la fiesta, cada quien por su lado, pero los mejores placeres de mi
vida todav�a estaban por llegar. Este fue el comienzo de mis infidelidades y mis
aventuras er�ticas�
Luego les contar� m�s de esta historia, pero as� comenz�
todo, y si se preguntan, s� mi suegro me sigue cogiendo y bien rico. Bye.
Pd. Practiquen el incesto es muy rico.