Relato: MI PRIMA RUBI Lo que a continuaci�n relato, realmente sucedi� hace ya algunos a�os, solo que cambie por seguridad los nombres de las protagonistas.
Vivo en Acapulco, Guerrero y en cierta ocasi�n cuando ten�a 23 a�os, fui a Atoyac a comprar caf� y otros art�culos, de regreso decid� pasar a visitar a una t�a que vive por aquellos rumbos. Ya estaba ah� con ella cuando una de mis primas se me acerco a saludarme, era Rub�, una chica que ni parece de ah�, ya que es de piel api�onada, con cabello casta�o claro, ojos verdes y un cuerpo que incitaba al pecado solo de verla a pesar de sus escasos 13 a�os.
Trate de actuar con tranquilidad, por lo que le pregunte en qu� a�o iba, ella me contesto que en sexto, ya que hab�a comenzado la primaria ya grande, porque sus pap�s no ten�an dinero y que recientemente le hab�an dicho que a la mejor se sal�a de la escuela para ponerse a trabajar, ya que no les alcanzaba el dinero y eran en total siete hermanos, ella era la tercera y los dos primero ya se hab�an casado. Me pido que le ayudara a seguir estudiando, ya que no quer�a dejar la escuela. Como yo no ten�a compromiso, ni hijos, le dije que si, as� que despu�s de hablar con mi t�a y su marido nos pusimos de acuerdo. Rub� se ir�a a vivir conmigo a Acapulco, ah� la meter�a a la escuela y me aria cargo de ella como si fuera mi hija, a la vez ella me ayudar�a con los quehaceres del departamento.
A la semana, mi peque�a prima ya estaba viviendo ah� conmigo, la inscrib� en una primaria cercana en el turno de la tarde. Desde que lleg�, me di cuenta de que casi no ten�a ropa, por lo que vi en los tendederos cuando lavo los primeros d�as, as� que le dije que la llevar�a de compras. Primero le compre dos uniformes para la escuela y enseguida fuimos a comprarle ropa, principalmente interior, ya que la que tra�a estaba bastante gastada, vieja o rota. Cuando and�bamos dentro de la tienda:
-�Qu� tipo de ropa interior quieres? le pregunte.
-La que t� quieras primo, me gusta toda.- me contesto.
-Tu dime cual, porque si es por m�, yo te compro puras tangas.- le dije sonriendo y pensando en el hermoso cuerpo que ten�a mi primita.
-Pues si tu quieres, si, �Por qu� no?- me contesto tambi�n sonriendo pero nerviosamente.
Le fui eligiendo puras pantaletitas sexis, de encaje y diminutos bikinis, brassieres de encaje y de media copa, as� como tambi�n un par de batas de algod�n y unos conjuntos de camiseta y mini b�xers para dormir, y para la escuela, pantaletas normales. Ella no se dio cuenta cuando agarre un par de tanguitas, esa era una sorpresa para ver que reacci�n ten�a cuando las viera llegando al departamento. En fin, las compras fueron muchas, ya que pr�cticamente la vest� de todo a todo, solo faltaba desnudarla, pensaba para mis adentros, maquinando una caliente idea.
Al departamento regresamos ya muy tarde, por lo que mientras Rub� acomodaba las compras en su cuarto, yo preparaba un licuado para cenar, solo que al de ella lo prepare especial. Cenamos, luego ella se meti� a ba�ar, poni�ndose de pijama una bata blanca de las que le hab�a comprado, debajo se le marcaba ligeramente que tra�a una pantaleta blanca de encaje, por lo que al verla luego se me paro la verga, poni�ndoseme bien dura. Cuando sali� de ba�arse, le dije que pod�a ver tele, en lo que yo me ba�aba, cuando termine sal� en mi acostumbrado b�xer, un tanto flojo y con la verga todav�a sem� erecta. Ya hab�a transcurrido cerca de media hora desde que hab�amos cenado.
-Ya me voy a dormir primo, ya tengo mucho sue�o.- me dijo Rub�.
-Ok. Prima, que descanses.- le conteste.
Ella se meti� a su cuarto, mientras yo apagaba las luces y me sentaba en la sala a ver tele. Una hora despu�s cuando ya calculaba que estaba bien dormida, apague la tele y en silencio abr� la puerta y entre despacio a su recamara, Rub� dorm�a pl�cidamente. Me acerque y le hable, ella no me contesto, le volv� a hablar, no me contesto. Me acerque al pie de su cama, me sent� aun lado de ella, estaba boca arriba y destapada, su bata apenas si cubr�a abajito de su pubis. Estire mi mano derecha y despacio comenc� a acariciarle sus lindas piernas, ella no se mov�a. Lentamente fui recorriendo todo su muslo derecho una y otra vez, luego le hice lo mismo al izquierdo, la pastilla hab�a surtido efecto, estaba profundamente dormida. Le sub� su bata a la cintura dejando al descubierto su pantaleta, le acaricie su panochita por encima de su prenda, haciendo presi�n con el dedo medio sobre su rajadita, mientras que con la mano izquierda acariciaba sus duros y redondos pechitos, provocando que sus pezoncitos se pusieran duros y erectos al contacto de mis dedos. Le fui dando suaves masajes a cada uno, girando con la yema de mis dedos, as� como dando ligueros pellizcos.
Mientras le hac�a aun ladito su pantaleta, la cual ya se sent�a un poquito h�meda. Su panochita estaba limpia de vellitos y se sent�a tan suave. Le met� despacio el dedo medio entre sus labios �ntimos, encontr� su botoncito de placer y le di suaves masajes, estaba h�meda y ol�a exquisito su sexo virgen, mientras su respiraci�n poco a poco se iba haciendo m�s fuerte, pero estaba dormida y a mi disposici�n.
Le jale aun m�s la bata, hasta descubrir por completo sus lindos pechos, se los acaricie por unos instantes, luego me incline y le di un besito en cada uno de sus pezoncitos, se los chupe y mord� despacito, esto hizo que de sus labios escapara un suave gemido. Entonces comenc� a besarle por completo sus senos, su piel era suave y aterciopelada. Pero quer�a probar las mieles de su frutita, por lo que le tape con la bata sus pechitos, me levante y me fui de lado de sus piernas, me sub� a la cama y despacio la despoje de su pantaleta, le separe sus pernas y me acomode entre medio de ellas para lamer su exquisita y virginal frutita. Le met� la lengua entre medio de sus labios �ntimos hasta que encontr� su botoncito, entonces juguete� con �l al mismo tiempo que beb�a sus deliciosos jugos, baje con mi lengua un poco m�s y se la met� en su apretada grutita, entonces un dulce y prolongado gemido escapo de sus labios.
-��Aaaaahhhhggg, Aaaaahhhhggg!!-
Por largo rato lam� la panochita de mi primita y le met� la lengua en su grutita, hasta que me hinque sobre la cama, me saque del b�xer mi dura y bien erecta verga y se la comenc� a tallar la punta en su caliente y empapada intimidad, entonces sus gemidos fueron mas frecuentes, arqueaba ligueramente la espalda en se�al de infinito gozo, era sublime. Por momentos le hacia presi�n en la entrada de su grutita, pero hasta ah�, no iba mas all�. Gotitas de l�quido seminal comenzaban a brotar de mi verga, por lo que decid� parar, entonces le acomode la bata y le puse su pantaleta, luego sal� despacio de su recamara y me fui al ba�o a terminar masturb�ndome pensando en mi primita, cuando termine me ba�e y me fui a dormir en paz pensando en ella.
A la ma�ana siguiente, yo me levante primero, luego Rub�, no hubo ning�n comentario, al parecer ni se entero de lo sucedido en la noche. El d�a transcurri� en completa calma, platicamos y convivimos, pero al llegar la noche, le volv� a dar su licuado especial y le volv� a repetir lo de la noche anterior. As�, durante tres noches seguidas goce de mi primita, hasta que al cuarto d�a que era s�bado y que hac�a mucho calor.
-Hace mucho calor, �me puedo ba�ar?- Me dijo.
-Claro.- le conteste.
-Con ganas de andar en puros calzones.- dijo.
-Con confianza, si quieres, est�s en tu casa.-
-�Deber�s?- pregunto.
-Claro, no hay problema, estamos en confianza.- le sonre�.
-�Ok! Gracias.- sonri� y se fue a su cuarto por ropa, luego se meti� a ba�ar, cuando termino, casi se me revienta la verga de lo dura que se me puso al verla, sali� solo con una peque�a pantaleta rosa completamente lisa y una camiseta. Su panochita y sus nalgas luc�an hermosas ante aquella peque�a prenda. Trate de guardar la compostura y que ella no notara mi tremenda erecci�n, pero deseaba saltar sobre ella, arrancarle la poca ropa y poseerla ah� mismo en la sala. As� tuve que soportar verla hasta las cinco de la tarde, hora en que me hablo por tel�fono un vecino para recordarme que hab�amos quedado en ver el partido de futbol en su casa junto con otros vecinos. Rub� no quiso ir, decid� quedarse, me fui solo, pero durante todo ese tiempo que no la vi, solo pensaba en ella. Estuvimos tomando hasta las diez de la noche, fue cuando que decid� regresar al departamento, al entrar, Rub� ya estaba dormida, por lo que no quise molestarla, as� que me met� a ba�ar, sal� envuelto solo en toalla y as� me acost� sobre mi cama, qued�ndome dormido al instante. No supe qu� hora serian, pero me despert� al sentir unos c�lidos y h�medos labios chupar mi verga, sent�a exquisito, por lo que no hice ning�n movimiento para no espantar a mi primita, solo trate de gozar aquellos sublimes labios. Lamia de arriba abajo todo lo largo de mi hombr�a, chupaba con delicadeza la bolsa de mis huevos, luego regresaba y se met�a la mayor parte de mi verga en su boquita y lo chupaba con ansias. Por largo rato as� estuvo, hasta que me hizo venirme dentro de su boquita, tom�ndose toda mi caliente leche, y cuando termino de salir la �ltima gota, no se detuvo, sigui� chupando hasta que me hizo ver por segunda vez, entonces si se detuvo, saco de su boquita mi verga y le dio tiernos besos a mis huevos. Entonces se levanto y se fue, yo me volv� a quedar dormido al instante, pero un rato despu�s me despert� cuando sent� una c�lida y suave piel abrazarse a m�, levante la cabeza y vi a Rub�, entonces la abrace y me di cuenta de que estaba completamente desnuda igual que yo, al instante mi verga se volvi� a poner dura y erecta.
Me levante un poco y me gire, quedando sobre de ella, me abrazo y me dio un beso en los labios. Luego me dijo:
-Desde que llegue aqu�, he estado so�ando que me posees y me haces tuya, que me haces tu mujer, que me metes tu verga, pero luego despierto y veo que solo fue un sue�o. Hazme tuya primo, hazme tu mujer, toma mi virginidad.- me dijo.
Ya no la deje seguir hablando, nos fundimos en un apasionado beso, para despu�s bajar por su cuello besando cada cent�metro de su piel, baje a sus pecho y los bese y chupe como en las noches anteriores. Segu� bajando hasta llegar a su exquisita panochita donde ya hab�a explorado y donde r�pido localice su dulce botoncito. Rub� solo gem�a de placer, abri� mas sus piernas y bajo sus manos para empujar mi cabeza contra su pelvis. Lam� su botoncito una y otra vez, hasta que la hice tener un sublime primer orgasmo. Segu� lamiendo, pero ahora ya le met�a la lengua en su grutita.
-Si, si, m�s adentro primo, m�s adentro, ah, ah, ah, mmmnn.- me ped�a Rub�. Mientras mi verga ya estaba bien erecta y dura, lista para entrar en acci�n. Me separe de ella y me acomode hincado entre medio de sus piernas, se las separe, tome mi miembro con la mano derecha y talle la punta en toda su panochita, haci�ndola gemir de placer, luego la centre en la entrada de su empapada y caliente grutita, despacio comenc� a met�rsela, sus labios �ntimos se abr�an poco a poco, hab�a entrado la cabeza y sent� que algo se opon�a al frente, pero de un sola y fuerte embestida le met� toda mi verga, haci�ndola gritar de dolor, su respiraci�n era acelerada y fuerte. Me quede quieto por unos instantes en lo que le pasaba el dolor y se acostumbraba al invitado. Luego de un par de minutos, Rub� comenz� a mover sus caderas, entonces despacio comenc� a bombearla, lentamente. Subi� sus piernas y rodeo mi cintura con ellas, apoye mis pu�os sobre la cama y poco a poco fui arreciando mis embestidas hasta hacerlas con fuerza.
Mi primita solo gem�a y jadeaba de placer, mientras mi verga entraba hasta el fondo de su panochita. Quise cambiar de posici�n, pero ella no quiso, as� que en esa forma segu� embisti�ndola con mas y mas fuerza, hasta que no pude mas y mi verga hizo erupci�n dentro de ella, una, dos, tres veces, llenando por completo su peque�a cavidad de mi caliente leche, entonces me tumbe sobre ella, nos abrazamos y besamos por largo rato, as�, sin sacarle mi hombr�a, hasta que me levante y la cargu� para llevarla al ba�o, nos ba�amos, la seque y la volv� a cargar para llevarla a mi cama, donde dormimos completamente desnudos. Al amanecer, despert� primero, la bese en los labios y luego todo su hermoso cuerpo, para terminar posey�ndola de nuevo. D�as despu�s me dio la virginidad de su culito. La hice mi mujer y hac�amos el amor todos los d�as, le gustaba chup�rmela hasta hacerme venir y solo le gustaba que se la metiera estando ella acostada boca arriba o boca abajo. En el departamento andaba despu�s de esa noche, solo en tanga, las cuales me pidi� que le comprara m�s.
Pague sus estudios de secundaria y ya cuando estaba por entrar al tercer a�o, antes de ir de visita a su casa, me dijo que si pod�a traer a su hermanita Azucena, quien ten�a 9 a�os, para que estudiara aqu� en Acapulco, le conteste que si, siempre y cuando se portara �bien�. A lo que ella me contesto que no habr�a problema. A los tres d�as que regreso, volvi� con su hermanita, quien sali� mejor portada que su hermana. Y Azucena, no necesito de licuados especiales. Pero esa es otra historia que contare despu�s, as� como tambi�n en que acabo nuestra relaci�n.
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Relato: MI PRIMA RUBI
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