Como cada noche llegu� alrededor de las 9 a mi casa despu�s
de un d�a de trabajo y un poco de ejercicio en el gimnasio que estaba cerca de
donde viv�a con mi esposa. Apenas baj� del auto y me di cuenta que Ana, la hija
menor de mis vecinos estaba paseando por la acera de frente con su perro. Ana me
salud� muy cordialmente agitando la mano y luego camin� r�pido dirigi�ndose a
mi.
Cuando estuvo a unos metros de mi auto, de donde yo estaba
bajando mi ropa de la cajuela, me grit� un �hola! tan ani�ado como cualquier
jovencita de preparatoria lo har�a con su mejor amiga. - Ana tendr�a unos 17
a�os, lo �nico que sab�a de ella era que iba a la misma preparatoria que mi
prima, y su edad la calculaba en base a eso - Cuando me levant� con mis cosas en
la mano y le regres� el saludo ella ya estaba muy cerca de mi. Me mir� a los
ojos y me pregunt�: �Vas al gimnasio? - que cosa tan m�s obvia si me ve�a
cargando ropa y un cintur�n de gimnasio, pero imagin� que solo buscaba inciar
una inocente conversaci�n - Le dije que si, que todas las noches pasaba al menos
una hora haciendo ejercicio. La chica sin mucho pensarlo me contest� que hab�a
estado observandome desde hac�a un tiempo y que el ejercicio me estaba sentando
muy bien. - Mientras me dec�a eso, me pein� de pies a cabeza con la mirada, y su
sonrisa se hizo un poco p�cara, incluso la llegu� a ver sensual -
No hab�a visto nunca a Ana de otra manera que no fuera como
la hermana menor de Claudia, quien incluso era de la misma edad que mi esposa y
en ocasiones se juntaban a platicar. Pero en ese momento vi a la ni�a con ojos
de hombre y me di cuenta de muchas cosas. Me bastaron unos segundos para darme
cuenta que ten�a un atractivo cuerpo, senos firmes, piernas formadas y una
cinturita digna de una chica de su edad - inlcuso tuve tiempo de pensar c�mo
ser�a tocar un cuerpo tan firme y nuevo otra vez - Anita me dijo que hab�a
salido a pasear a su perro y hab�a olvidado la llave de su deprtamento adentro,
y que tendr�a que esperar a que Claudia regresara de una reuni�n con sus amigas
hasta despu�s de las 10 de la noche; luego me dijo muy segura de si misma que
estaba igual que yo, ya que mi esposa tampoco estaba los jueves en la noche y
llegaba como hasta las 11 - me asust� un poco al pensar que la ni�a nos espiaba,
pero luego pens� que era f�cil darse cuenta que mi esposa era su d�a de reuni�n
con sus amigas y siempre regresaba a la misma hora -
Segu� conversando con ella mientras caminaba hacia la puerta
de mi departamento, y ella en la primer oportunidad que vio me pidi� que le
regalara un vaso de agua porque ten�a sed. Amarr� a su perrito afuera de mi
departamento y entramos juntos.
Le serv� su vaso de agua y se sent� en la sala a beberla
-todo ese tiempo no me quitaba la vista de encima... tanto asi que logr� ponerme
nervioso - Pareci� que cuando termin� de beber la chica tom� valor y me dijo:
�Sabes una cosa? Hay un chico de mi preparatoria que me gusta, y me dijo que si
quer�a ser su novia. Yo le contest� que cual hab�a sido su respuesta, y ella me
dijo: No me dan ganas de ser su novia, tiene 17 a�os como yo, y es delgadito y
chaparro.... sabes.... a mi me gustar�a que un hombre me besara; un hombre
grande y fuerte, que sepa ense�arme, yo quiero aprender.
En ese momento me di cuenta de las intenciones de Ana. Tuve
un par de segundos para pensar las consecuencias de lo que estaba a punto de
hacer, pero Ana termin� de confirmarme la decisi�n con lo que me dijo despu�s.
Dijo: El me bes� y me toc�, puso sus manos sobre mi pecho, pero me lastim�, y
puso su mano entre mis piernas tambi�n, pero no me gust� como lo hizo, creo que
un hombre con experiencia debe hacerlo diferente. - era incre�ble lo que esa
ni�a estaba diciendo, �me estaba excitando! - Luego cerr� diciendo: Tu para mi
eres un hombre como el que te digo, no eres viejo, pero tienes experiencia, eres
grande y fuerte, y me gustas mucho. �Quieres ense�arme?
Me qued� fr�o un minuto.
La jovencita se puso de pie, sonri�, y luego se acerc� a mi,
se puso de puntitas y me pregunt� si pod�a besarme para que le dijera si lo
hac�a bien. Yo segu�a inm�vil, y mi reacci�n fue decirle que no pod�a, que era
mi vecinita, que si alguien se enteraba yo pod�a ir a la carcel... y muchas
excusas m�s. Entonces Ana me dijo: Nada de eso va a pasar, yo he pensado mucho
en esto, busqu� el momento ideal y prepar� todo, nadie lo sabr�, quiero perder
mi inocencia contigo Carlos. Y luego me bes�.
Tengo que aceptarlo, la ni�a besaba muy bien para su edad, me
puso la carne de gallina durante el beso. Luego se hizo hacia atr�s y me dijo:
Mu�strame como se debe desnudar una mujer.
Me acerqu� a ella y comenc� a acariciar sus hombros, luego
sus brazos y su cintura - ella cerr� sus ojos y suspir� como en un desahogo de
presi�n - continu� acariciando su cuerpo sin tocar ni su pecho, ni sus nalgas ni
mucho menos su entrepierna, hasta que la chica estaba sudando y casi gimiendo.
La solt� y ella abri� sus ojos, luego me mir� y dijo: un chico de mi edad ya me
hubiera tratado de quitar todo para ahora.
Fui hacia atr�s de ella y le dije que por nada del mundo se
moviera. Comenc� a besar su cuello mientras acariciaba su cuerpo. En esta
ocasi�n si palp� sus nalgas con un apret�n - eran tan firmes como las de una
gimnasta - Luego en un movimiento suave, tom� su blusita de la parte m�s baja y
la deslic� hacia afuera por sobre su cabeza. - se qued� en un shorcito y un bra
color blanco - Le mostr� la blusa frente a su cara y luego la dej� caer al piso.
Sin moverme de lugar comenc� a bailar lentamente atr�s de
ella, rozando mi bulto en sus nalguitas y su espalda desnuda - la chica comenz�
a respirar m�s r�pido - Mientras lo hac�a mi pene creci� a su m�ximo tama�o. Ana
susurr�: �Que cosa tan grande! y mientras se lo tallaba en su espaldita le zaf�
el bra y lo dej� caer al piso. Durante unos minutos bail� detr�s de ella tocando
sus firmes tetas - que para su edad eran de un muy buen tama�o -
La tom� de la cintura y la llev� hasta un sill�n de la sala y
la inclin� de espaldas a mi en el respaldo. Comenc� a bombearla sobre la ropa
como si estuvieramos haciendo el amor desde atr�s - la chica gem�a cada vez m�s
- luego me retir� un poco y de un tajo le saqu� el shorts y las braguitas que
tra�a puestas. Sus nalguitas quedaron frente a mi. Me hinqu� en el suelo y
comenc� a besarselas, ella temblaba de una manera incre�ble mientras lo hac�a.
Luego por entre sus dos bomboncitos met� mi mano derecha y comenc� a acariciarle
su rajita.
Ana estaba en un extasis total, sudaba, gem�a y se retorc�a
incre�blemente. Luego la solt� y le dije que me diera el frente. Ella se volte�
y la pude ver completa. �Era hermosa! Sus pechos blancos, firmes y de rosas
pezones; Sus piernas bien contorneadas, y su entrepierna pintaba un montecito de
vellitos revoloteados que apenas se ve�an por tan delgados que eran. Ella no
pudo mirarme con la seguridad con la que me vio antes de eso. Segu�a temblando
mucho.
Le dije: Espero que te haya gustado, y que con esto sepas
como se debe hacer cuando algien te lo haga, y le ped� que se vistiera.
La chica no me hizo caso y camin� hacia mi viendo
directamente a mi bulto. Lleg� y lo tom� violentamente y comenz� a jalarmelo de
un lado a otro. La separ� de mi y le dije: Espera, ahora debes aprender tu a
desnudar a un hombre.
La hice que se sentara en el sill�n, me par� frente a ella y
le dije que me sacara la playera. Lo hizo muy suavemente y muy bien. Ahora besa
mi pecho le dije. Lami� mi pecho un momento, luego levant� la cara y me
pregunt�: �Qu� mas?
Le dije que me sacara el short. Lo hizo y su cara era de una
tremenda sorpresa. Me pregunt�: �El calz�n tambi�n puedo quitartelo? Le dije que
esperara un poco, que me viera por un momento. La chica no quit� ni un segundo
la mirada de mi erecto pene y temblaba cada vez m�s.
Luego yo mismo baj� mis manos y me tumb� de un tajo el calz�n
que ten�a. Su expresi�n fue inocentemente excitante: �Aaaay, la tienes
grandotota! Y nuevamente compar� con su experiencia con su amiguito diciendo que
la de el no era ni la mitad que la m�a. Luego me pregunt� suavmente que si pod�a
tocarla. Le contest� que la tomara de abajo con su mano, y asi lo hizo. - su
pulso era muy err�tico, pero logr� sostenerla - M�tetela en la boca suavecito le
dije. Ella me volte� a ver y me dijo: �C�mo, la chupo? Aun no le dije, solo
besala, llenala de saliva y l�mela. Durante un par de minutos la ni�a lo hizo
como si fuera mi pene una paleta de su sabor preferido.
Anita estaba cada vez m�s caliente. Sus movimientos eran
torpes y descontrolados, asi que me retir� un poco y le pregunt�: �Es
suficiente? Movi� la cabeza de lado a lado y me dijo: No me dejes asi!
Recu�state en el sill�n y abre tus piernitas le dije. Ella lo
hizo nerviosa. - su vagina estaba tan h�meda que hab�a mojado mi sill�n - Asi
que ah� la ten�a, mi vecinita estaba esperando que entrara en ella, deseosa,
caliente y con ganas de aprender mucho.
Me arrodill� en el sill�n y puse la punta de mi miembro en su
vagina - ella no se mov�a - entonces le dije: Ahora tranquila, relajate, voy a
hacer que sientas lo m�s bonito que has vivido en tu vida. Y comenc� a meterla
poco a poco, lentamente. Tard� m�s de 10 minutos en el proceso, su vagina estaba
cerrada, pero ella parec�a disfrutarlo al mismo tiempo que sufrirlo.
Despu�s de unos 15 minutos, hab�a logrado meter completamente
el miembro en Anita. Durante unos 10 minutos ella se retorc�a mientras yo
suavemente la bombeaba, hasta que la ni�a tuvo su primer orgasmo en un acto
sexual - y el primero de la noche - Me lo agradeci� tanto que parec�a que le
hubiera yo hecho el mejor favor de su vida. Pero eso no era todo.
Llev� a la chiquilla a 4 orgasmos seguidos antes de terminar
yo. Lo hicimos en la sala, en el piso, en la rec�mara. Lo hicimos de lado, de
frente, por atr�s, parados, acostados, sentados y de todas las maneras que se me
ocurri� - al fin yo era su maestro - Cuando estabamos recostados en el piso de
la cocina no pude aguantar m�s y le dej� ir una carga enorme de leche dentro de
la ni�a.
Ella peg� un enorme suspiro y dijo: �Que rico se sinti� eso!
Luego nos levantamos, ella dej� un chorreadero de sangre y
esperma por todos lados que limpiamos r�pidamente con servilletas y agua. Le
pregunt� si le hab�a dolido, y me dijo que hab�a sido el dolor m�s sabroso de
toda su vida.
Mi vecinita se visti�, tom� a su perrito y sigui� paseandolo.
Eran las 10:30 y su hermana apenas iba llegando a la casa. Pude ver cuando la
salud� y le cont� que hab�a dejado las llaves adentro. Ambas se rieron y
entraron a la casa. La ni�a que hab�a salido con su perrito, regres� como toda
una mujer.