Este relato es la continuaci�n de la situaci�n vivida con mi
hermana y en la que ahora se encuentra involucrada mi amada esposa.
Ocurri� cuando viaje en compa��a de mi esposa, mi hermana, mi
cu�ado y los ni�os, a Choron� que es un hermoso pueblo costero ubicado en el
Estado Aragua (Venezuela), nos hospedamos en la misma posada (hotel) de la vez
anterior. Dejamos las maletas, bajamos a cenar y luego decidimos ir a dar
una vuelta por el pueblo.
Cuando pasamos por el malec�n estaban encendiendo la fogata y
preparando los tambores para prender la fiesta de la noche.
Curioseamos un poco y luego decid� irme a mi habitaci�n debido a que estaba muy
cansado por el viaje. Las chicas se quedaron acompa�adas de mi cu�ado.
Mi esposita lleg� como a la 1 pm, un poco tomada pero muy
sudada. Entr� a la habitaci�n, se desvisti� y se acost� desnuda a mi lado. Le
pregunt� como le hab�a ido y me dijo � bien, sin nada en particular � me dio la
espalda y se qued� dormida.
En la ma�ana siguiente despu�s de desayunar llam� aparte a mi
hermana y le pregunt� si hab�a pasado algo esa noche y me respondi� que no, pero
que seguro durante el d�a algo pasar�a, sonri� p�caramente y se alej�.
Mi hermana ten�a puesto un ba�ador de infarto, tipo hilo
dental, donde dejaba ver todo su culo redondo, era de color fucsia pero al
mojarse dejaba ver la raja de su concha y mejor a�n los pezones de sus tetas. Mi
cu�ado estaba algo inc�modo con la situaci�n pero a la final lo acept�
tranquilamente cuando le dije que deb�a sentirse orgulloso de tener esa hermosa
mujer como esposa y que seguro se lo hab�a puesto para luc�rselo a �l.
Mi esposa ten�a puesto un ba�ador de una sola pieza, pero que
era como 2 tallas menor que ella, porque entre su culo y concha se com�an toda
la tela. Mi esposita si me hab�a dicho antes de salir de la habitaci�n que se lo
hab�a puesto pensando en mi.
Fuimos a la playa, nos instalamos en la arena. Yo jugaba con
los ni�os cuando se me acerc� mi hermana y me dijo � te espero en la habitaci�n
en 1 hora, te tengo una sorpresa, pero debes esconderte nuevamente en el closet
y no salir hasta que yo te diga. Como me imaginaba lo que pasar�a (ya que
hab�amos tenido encuentros sexuales ocasionales), acced� de muy buena manera.
Pas� el tiempo acordado y me dirig� al hotel, previamente
indic�ndole a mi cu�ado que ir�a al pueblo, que necesitaba que se quedara con
los ni�os, ya que yo regresar�a en un rato. Acordamos que de regreso le traer�a
m�s cervezas.
Llegue al hotel, sub� a la habitaci�n y me met� en el closet
a esperar.
Al rato escuch� unas voces y eran Ana (mi esposa) y mi
hermana que entraban. Llevaban una botella y dos copas. Estaban conversando de
lo m�s animada, se sentaron en la cama y mi hermana comenz� a hacerle preguntas
a mi esposita:
Como te sentiste anoche cu�adita? � bien -
Verdad que esos negros estaban como para com�rselos? � si,
estaban bien buenos-
Deben tener unas vergas divinas? � eso dicen de ellos �
Quieres que te d� uno de mis masajes relajantes? � Bueno me
parece bien.
En eso mi hermana le pidi� a Ana que se desvistiera y se
acostara boca abajo, pero le dijo que en esta oportunidad ten�a que taparse los
ojos. Busc� crema en su bolso y comenz� a darle un rico masaje, esa situaci�n ya
me ten�a la pija a mill�n. MI hermana le puso un poco de crema en la espalda y
dej� caer sus manos suavemente hacia sus nalgas, en sus muslos hasta llegar a
sus pies, luego de regreso.
Mientras eso suced�a, mi hermana sigui� con el
interrogatorio:
Te gust� bailar cos esos tipos? � si, bailan muy bien-
C�mo har�n el amor? � quien sabe-
Nunca lo has hecho con un negro? � bueno una sola vez-
Te gust�? � eso fue algo inesperado, pero creo que si lo
disfrute (Yo pensaba que Ana le iba a contar lo que hab�amos hecho una vez)
Te gustar�a repetirlo? � No, no creo- .
Cuando esto suced�a ya mi hermana estaba frotando la
concha de mi esposa, mientras ella se retorc�a de placer.
En ese momento tocaron la puerta y mi esposa se sobresalt�,
pero mi hermana le dijo que se quedara tranquila que seguro era un pedido que
ella hab�a hecho al restaurante.
Se levanto de la cama y fue a abrir la puerta, habl� en voz
baja y cerr� la puerta. Desde mi posici�n no pod�a ver nada, solo a mi esposita
acostada en la cama con las piernas abiertas y con cara de placer.
Pero al momento me sorprend� cuando vi la figura de dos tipos
negros, los mismos que hab�an bailado con Ana la vez anterior.
Mi primera reacci�n fue de rabia y pens� en salir a
reclamarle a mi hermana, pero creo que ella ten�a todo fr�amente calculado y se
acerc� al closet y a escondidas me hizo se�as para que no interviniera en nada.
No supe como reaccionar y me qued� como helado dentro del
closet.
Mi hermana volvi� a la cama mientras los tipos se quedaron
recostados de la pared. Sigui� con el masaje a mi esposita, pero ahora le pidi�
que se diera vuelta para seguir con el masaje. La puta de mi hermana le
estaba ense�ando mi esposita a dos extra�os.
Mientras las manos de mi hermana recorr�an su cuerpo,
haci�ndola estremecer, sigui� el interrogatorio:
Ana, si tuvieras la oportunidad de estar con uno de esos
negros lo har�as? �No, est�s loca �
Seguro? - Te dije que no-
Pero seguro que no te provocar�a que un negro meta su verga
en esta concha tan h�meda?
Ana sudaba y manten�a su posici�n de negarse, pero cada vez
con su voz m�s quebrada.
Yo creo que tu concha piensa lo contrario, le dijo mi
hermana. Ante su insistencia, mi esposa le respondi�, casi que le grit�, bueno
si, si lo har�a, en este momento estoy muy caliente y necesito tener una verga
en mi concha.
Esa fue la frase que faltaba, inmediatamente mi hermana se
levant� de la cama y se dirigi� a los dos tipos que a�n esperaban pegados de la
pared, les dijo algo al o�do y de inmediato ambos se quitaron sus ropas,
verdaderamente eran imponentes, aunque su rostro no eran de portada, sus cuerpos
estaban bien definidos y sus pijas definitivamente largas y gruesas.
Nuevamente mi hermana se acerc� a la cama, se puso en cuatro
patas, pero esta vez para chuparle la concha a Ana, que cada vez se retorc�a
mas. En eso uno de lo negros se le acerc� por detr�s, le quit� su hilo y le puso
su enorme pija en la puerta de su culo, lo ensalib� y comenz� a bombearla.
Aquella escena era demasiado excitante y de repente me encontr� haci�ndome una
paja mientras a mi hermana se la cogian por el culo y ella le com�a la concha a
mi esposa.
En ese momento mi hermana se levant� y le pidi� al negro que
le chupara la concha a Ana y le hizo se�as al otro para que se acercara a la
cara. Cuando Ana sinti� que algo estaba pasando quiso quitarse la venda de los
ojos pero mi hermana le hab�a sujetado sus brazos. Ella pregunt� que pasaba y mi
hermana le respondi� que nada que ella no quisiera, que disfrutara de la
situaci�n. Ana se retorc�a de la chupada que le estaba dando el negro ya que
estaba muy excitada, por lo que no dud� en meterse en la boca aquel trozo de
carne del otro negro, que casi no le cab�a en la boca (Ana es de facciones
peque�as), comenz� a chuparlo, a pasarle la lengua por los lados, pero le dijo a
mi hermana que la soltara porque ella quer�a ser libre. Mi hermana la solt� e
inmediatamente ella se quit� la venda y qued� entre asombrada y asustada al
verse rodeada de dos hombres, uno que le apuntaba con su pija en la cara y el
otro con la cara sembrada en su concha.
Tan excitada como estaba, mi esposa tomo entre sus manos la
pija del negro y con especial habilidad se dedic� a comerse esa enrome vara de
carne.
Cuando ya no pod�a m�s Ana le pidi� al otro hombre que la
penetrara, le dijo: C�geme, negro de mierda! M�teme esa verga y
demu�strame que saber tirar! Dame duro! Hazme sentir!
Aquellas frases retumbaron en mi mente y mi mano se llen� de
leche cuando me vaci� masturb�ndome.
En eso Ana se levant� como pose�da y tomo el control de la
situaci�n, le pidi� a los negros que se intercambiaran, ella se puso en cuatro
patas y abri� su culo en se�al de estar dispuesta a d�rselo a ese desconocido.
Tomo la pija del otro y se la llev� a la boca, mientras le
perforaban su culo con esa enorme verga. Ella grit� del dolor, pero enseguida se
repuso y comenz� a moverse r�tmicamente. Mientras eso suced�a le pidi� al otro
negro que se acostara boca arriba y a mi hermana que se sentara sobre �l, pero
con vista hacia ella.
Cuando mi hermana se ensart� en la pija del negro, mi
esposita se dedic� a chuparles el espacio que quedaba entre la concha y la verga
del negro.
Yo mientras tanto estaba totalmente aturdido, pero mi hermana
siempre volteaba hacia el closet para hacerme se�as de que no saliera.
Me volv� excitar y me hice una paja nuevamente. Era
extraordinariamente excitante ver la escena. No se cuento tiempo pas�, pero al
fin uno de los negros decidi� descargar su tanque de leche (porque eso era),
hech� a mi hermana a un lado y se le acerc� a la cara, pero ella inmediatamente
lo dirigi� a mi esposa y enseguida le ba�o toda su cara de semen espeso,
mientras el otro todav�a le segu�a bombeando el culo. Pas� un rato m�s y el otro
hizo el amago de separarse, supongo que para acabar, pero mi esposita no lo
dej� Y �.. Sorpresa!!! El culo de mi esposa lleno de espesa lecha de un negro
desconocido.
Las putas de mi hermana y mi esposa se recostaron en la
cama, mientras los hombres se vistieron y se despidieron.
Mi hermana invit� a mi esposa a la ducha y me hizo una se�a
para que me esperara, se ducharon, mi hermana le pidi� a mi esposita que se
recostara un rato m�s y le pregunt�:
Q pasar�a si Gustavo se enterara de lo que hicimos? � Nada �
respondi�, porque nunca se lo diremos�
Pero te gust� lo que hicimos? - Claro que si, mucho -.
Y si el te pidiera que lo hicieras con otra mujer o con otro
hombre? No se, el me lo ha pedido pero siempre me he negado.
Se levant� y le dijo te tengo una sorpresa�. Abri� la
puerta del closet y all� estaba yo, desnudo, sudado, con l�grimas en los ojos y
mis manos llenas de semen.
Ana se sorprendi� o asust� mucho y casi le da un desmayo,
pero mi hermana se le acerc� y le dijo que no tenia nada que temer, ni nada de
que arrepentirse. Me invit� a meterme entre ellas, Ana estaba como son�mbula, ya
que no dijo nada cuando mi hermana me recibi� con un beso en la boca.
Mi hermana se levant�, se visti� y nos dej� all� a los dos
tirados en la cama sin saber que hacer o que decir.
Ana y yo no abrazamos fuertemente y nos dimos un profundo
beso, que me hizo levantar la pija de nuevo, estaba como loco, nunca antes hab�a
tenido tres erecciones tan seguidas.
Mi esposita sinti� mi bulto y de inmediato se bajo a chuparme
la pija, a limpiarme los restos de semen que me hab�a quedado de las
masturbaciones previas. Mientras me la chupaba me juraba que ella no me era
infiel, que eso lo hab�a hecho por seguirle el juego a mi hermana, que realmente
me amaba a mi.
Yo estaba como hipnotizado y lo que hice fue pedirle que me
describiera lo que hab�a sentido, al principio ella se neg� pero al sentir que
mi pija se hinchaba cada vez m�s en su boca, cada vez que se lo ped�a empez� a
decirme que lo hab�a pasado muy rico, que las pijas de los negros la hab�an
lastimado un poco por lo grandes y gruesas, pero que a lo caliente de sus vergas
habia sido como un calmante. Que se sinti� una mujer verdaderamente deseada, y
que finalmente lo hab�a disfrutado, en ese momento saqu� mi pija de su boca, la
recost� en la cama y le met� profundamente mi verga en su concha, le levante sus
piernas y me dediqu� a bombearla, hasta vaciarme nuevamente, pero esta vez
dentro de su concha.