(1� PARTE: LA SEDUCCI�N)

RESUMEN: COMO LO QUE EMPEZ� SIENDO UN JUEGO DE SEDUCCI�N CON MI CU�ADO
ADOLESCENTE, ACAB� SIENDO UNA T�RRIDA RELACI�N SEXUAL EN LA QUE EXPLOR� MI LADO
FEMENINO.

Soy bisexual, siempre lo he sabido, aunque en el amor siempre
mis parejas han sido femeninas (ahora estoy casado), soy un vicioso y en lo
puramente f�sico me inclino por ambos sexos y en el caso de los hombres, siento
especial fijaci�n por las pollas. Los que no somos esencialmente gays pienso que
lo que nos atrae del otro sexo son las situaciones equ�vocas y prohibidas,
aquellas que nos hacen subir la adrenalina y se puedan acercar a aquello que
tantas veces hemos fantaseado y por lo arriesgado no nos atrevemos a realizar.

Voy a la historia: esto sucedi� hace unos a�os (yo ten�a 28
a�os), con mi anterior pareja. Mi relaci�n estaba muy avanzada, viv�amos juntos
y los fines de semana y veranos pas�bamos varios d�as con su familia en su
casita de veraneo en el campo, que aunque modesta en sus instalaciones (muebles
antiguos y dem�s) , era bastante confortable; con su chimenea en invierno y
terraza porchada, sombra de pinos y una peque�a piscina para el verano. Nos
gustaba mucho ir, porque nos relajaba del stress del trabajo y era mi suegra
quien cocinaba y hac�a las tareas.

All� tambi�n coincid�amos con el hermano de mi novia, que a
sus 16 a�os, evidentemente todav�a conviv�a con sus padres, unido al hecho que
era el t�pico inadaptado, con pocos amigos y siempre colgado del ordenador y la
videoconsola, muy a su pesar, creo yo, ten�a que estar con sus padres en vez de
salir por la noche a la discoteca o a los pubs. Tampoco se le conoc�a ninguna
novia ni escarceo con chicas, lo que yo creo que le frustraba un poco y
seguramente se matar�a a pajas, con lo que, aparte de esto, su experiencia con
el sexo era nula y posiblemente no hab�a pasado por etapas que hemos pasado
todos: conversaciones curiosas y subidas de tono con otros compa�eros, posibles
masturbaciones compartidas, primeros escarceos con chicas, etc. En esas
circunstancias, se le notaba que su curiosidad por el sexo todav�a estaba por
explotar y la situaci�n alimentaba mi morbo, iba a jugar un poco sin marcarme
ning�n objetivo.

F�sicamente no era nada del otro mundo, moreno, no demasiado
feo, aunque con bastante acne, sobre 1�80 , cuerpo sin definir, demasiado
delgado y andaba un poco encorvado (yo mido 1�69 y bastante corpulento, ya que
he hecho mucho deporte). Sin embargo, �ay!, el estar en su casa a menudo me
hab�a brindado la oportunidad de poderle ver furtivamente en calzoncillos
(despu�s de levantarse bajaba a desayunar de esta guisa, lo que le recriminaban
a menudo sus padres) y bajo la tela del slip se adivinaba un bulto m�s que
delicioso que hac�a volar mi imaginaci�n.

Por ese camino anduve mis pasos, es decir, si �l se mostraba
sin ning�n pudor, iba a jugar al mismo juego, por supuesto, sorteando la
presencia de mi novia y sus padres, aunque si bien �l lo hac�a de una forma
inocente, yo iba a jugar con la ventaja de ser completamente intencionado y mi
mayor experiencia. Aprovechando que esos d�as de fiesta que est�bamos en la
casita de campo mi novia y sus padres sub�an a hacer la siesta y nos qued�bamos
solos, comenc� por mostrar con mas descaro mis atributos: me pon�a un ch�ndal de
color claro que tenia y me quitaba los calzoncillos, de forma que al andar el
movimiento era evidente y al sentarme se marcaba evidentemente la longitud de mi
polla y tambi�n me pon�a un viejo ba�ador de pantal�n que lo ten�a bastante
desbocado y el calz�n interior no sosten�a nada. Junto a eso, me quitaba la
camiseta para resaltar m�s la pieza inferior y lo que adivinaba bajo la tela
(bueno, el hecho de que fuera verano y no hubiera aire acondicionaba tambi�n
ayudaba).

Todo ello lo acompa�aba de estrategias bien calculadas de
incitar al voyeurismo de mi cu�ado, por ejemplo, cuando me aseguraba que me
miraba, hac�a movimientos como de tocarme el pelo, el pecho, rascarme la
entrepierna, etc y al tocarme, como involuntariamente, la l�nea del pantal�n
quedaba muy abajo, casi sobre el tallo de la polla, sobresaliendo por encima el
vello p�bico. Evidentemente, todo ello incitaba su curiosidad, lanzando miradas
mal disimuladas hacia mi paquete, lo que comprobaba yo con gran regocijo. En
otras ocasiones, me sentaba frente a �l con el pantal�n corto haciendo como que
le�a una revista y alternando movimientos con las piernas asegur�ndome que por
debajo se ve�a o se adivinaba la punta de mi carajo y en otras ocasiones,
simulaba una siesta sobrevenida sobre la tumbona para que �l se recatara menos a
la hora de mirar pensando que yo dorm�a, aunque yo lo que hac�a era ponerme una
camiseta sobre la cara para poder observar sus reacciones a trav�s de la tela.
En las ocasiones en que ten�a �xito, el espect�culo que ofrec�a se mejoraba con
una tremenda erecci�n que yo me molestaba en ocultar cuando ya era demasiado
escandalosa, sin embargo, el tener la polla morcillona me daba mucho juego para
mis intenciones.

Con estos jueguecitos me tuve que aliviar varias veces a su
salud, su aparente ingenuidad y su inter�s por mi exhibicionismo me pon�an a
cien. Incluso en una ocasi�n que ya era de noche y los dem�s hab�an subido a
dormir, mis manipulaciones con mi ba�ador preferido me llevaron incluso a sacar
en un momento dado mi cabeza sonrosada por arriba del ba�ador, incitado y
calentado por sus continuas miradas, lo que dur� apenas un segundo y que yo
procur� dar a entender que fue un accidente hizo que aumentara su inter�s y puso
en su cara una sonrisa extra�a que alternaba con movimientos nerviosos que hac�a
que se revolviera en su silla. Pasados unos instantes, se levant� y se fue al
ba�o, donde estuvo una media hora, seguro que paje�ndose a mi salud. Mi erecci�n
fue ya tremenda, por lo que tambi�n tuve que aliviarme antes de ir a dormir.

Unos d�as m�s tarde, entr� en el ba�o del piso de arriba y me
dispuse a mear cuando detr�s de m� entr� �l (llam�mosle Lucas) y sac�ndose la
polla del slip y sin darme tiempo a reaccionar se dispuso tambi�n a mear donde
yo. Por fin ten�a a mi vista la polla de mis sue�os. Era m�s grande que la m�a,
posiblemente sal�a de una erecci�n reciente, y de ella sal�a un abundante chorro
que hac�a mucho mas ruido que el m�o. Del nacimiento de tan suculenta
herramienta sal�a no demasiado vello pero destacaba m�s por el hecho que no
ten�a nada de pelo en el resto del cuerpo (yo soy bastante velludo). La visi�n
que se me presentaba subi� mi calentura (lo hubiera lamido entero all� mismo) y
mi polla empez� a aumentar de tama�o (creo que la suya tambi�n) y a cort�rseme
el chorro. La verg�enza del hecho hizo que precipitadamente saliera de all� pero
mi erecci�n tard� en desaparecer.

En ocasiones sucesivas, procuraba encontrar el momento en que
estuvi�ramos solos y provocar mi exhibici�n, tanto al orinar con el aparato en
estado de semierecci�n , como al entrar en la ducha (ni decir tiene que dejaba
la ducha para quitarme el cloro de la piscina para esos momentos), dejando la
puerta deliberadamente abierta y tomando mi tiempo para secarme y vestirme. En
contadas ocasiones tuve �xito, solo algunas veces en que el encuentro era
casual, no se volvi� a repetir tal y como la primera vez. No obstante, la
situaci�n en s� ya era bastante excitante, s�lo con la expectativa de que oteara
dentro y me viera con la picha en la mano o el o�r el potente chorro a trav�s de
la cortina de la ducha (desde donde era dif�cil poder echar un vistazo) ya me
pon�a a mil. En otras ocasiones, al ir a entrar en la piscina se pon�a a mear en
las jardineras adyacentes (la casa estaba encaramada en la monta�a y rodeada de
pinos, con lo que est�bamos relativamente a salvo de miradas indiscretas desde
otras casas) con lo que aun en la distancia pod�a admirar el objeto de mis
deseos.

Los ba�os en la piscina se convirtieron sin preverlo as� en
un nuevo mundo de posibilidades, pero el peligro de ser descubierto en una
erecci�n indiscreta eran mayores, pues no sol�amos estar solos o como mucho, el
resto estaban en la terraza contigua, de forma que en cualquier momento pod�an
echar un vistazo. Con ello, la dificultad crec�a pero tambi�n, paralelamente, el
morbo de la situaci�n. �Ten�a que acercarme m�s a aquel rabo que me
obsesionaba!. Lucas utilizaba un ba�ador rojo tipo slip que ya le ven�a peque�o
pero que a fuerza de usarlo ten�a las gomas desgastadas y segu�a us�ndolo (no
ser�a presentable en una piscina p�blica, pero est�bamos en familia), con lo que
cada vez que se tiraba o sal�a de la piscina se le ca�a y con una mano ten�a que
sujetarlo para no perderlo, con lo que me brindaba nuevas ocasiones para
disfrutar con la visi�n del bulto y el vello que despuntaba por arriba. Ni decir
tiene que yo tambi�n intentaba exhibirme en el borde de la piscina con mi
ba�ador ajustado y con media erecci�n, que con el peso del agua bien se
adivinaba cuando lo ten�a m�s cerca.

Parec�a que jugaba a mi mismo juego, pero �No era
suficiente!, con lo que hab�a que buscar oportunidades para el roce: junto con
mi novia, hac�amos guerras o carreras subidos a horcajadas sobre las
colchonetas, con lo que en ocasiones deb�an subir dos a una misma colchoneta,
normalmente sub�a con ella, sentados uno detr�s del otro, pero me las arregl�
para que Lucas subiera a la misma colchoneta que yo, yo delante y �l detr�s,
primero de una forma discreta cuando mi novia estaba (toda la zona del ba�ador
quedaba debajo del agua por el peso) pero luego m�s descarado cuando est�bamos
solos: desde lejos no parec�a nada raro, pero de esta forma pod�a sentir la
presi�n de su bulto en mis nalgas y aumentar el roce con el movimiento (fingido,
claro, para no perder el equilibrio, etc) , con gran placer por mi parte y
bastante discretamente, pues a no ser que me metiera mano directamente, no pod�a
notar mi erecci�n, al darle la espalda. Por su parte, no parec�a molestarle, m�s
bien al contrario, por la consistencia que se notaba detr�s m�a, incluso en m�s
de una ocasi�n era Lucas quien tomaba la iniciativa de subirse a la �nica
colchoneta que quedaba (la otra se hab�a pinchado).

Otra posibilidad era pasar por debajo de las piernas
buceando, con lo que se daba pie a peque�os roces y, sobre todo, subirlo sobre
mis hombros (�l no pod�a con mi peso), con lo que la presi�n de su polla la
sent�a sobre mi nuca, donde m�s de una vez not� una consistencia m�s que
notable, supongo que por los restregamientos a que no estaba acostumbrado y que,
evidentemente, agradec�a inconscientemente, �De buena gana le hubiera arrancado
el ba�ador y me hubiera metido en la boca aqu�l trozo de carne que me presionaba
detr�s de la cabeza! La situaci�n no pod�a volverse m�s peligrosa y m�s
excitante al mismo tiempo, estaba loco de deseo por aqu�l chaval, so�aba a
diario con que me follara despu�s de propinarle una buena raci�n de saliva sobre
su tranca. Deb�a parar con aquello, ya que en alg�n momento me iba a poner en
evidencia y me iban a descubrir, lo que deb�a quedarse como una fantas�a se
hab�a convertido en una obsesi�n. Deb�a decidir si dejarlo correr de una vez o
no, pero fue el azar quien decidi� por m�.

Sus padres viajaban unos d�as en agosto todos los a�os y
sol�an llevarse consigo a Lucas, pero en esta ocasi�n �l se neg� a ir, con lo
que tuvieron una gran discursi�n, por cuanto no quer�an dejarle solo, pues en
ocasiones anteriores se hab�a juntado con una pandilla de indeseables que
consum�an droga y le hab�an sacado el dinero. Adem�s, era bastante perezoso y si
nadie estaba pendiente de �l se pasar�a el dia durmiendo y ni comer�a ni se
asear�a, por no hablar que ten�a que estudiar para aprobar unas asignaturas en
septiembre. Para solucionarlo y que no les amargara el viaje, propusieron a mi
novia que se dejara el trabajo esos d�as para quedarse con su hermano, pero ella
estaba poco tiempo en la empresa y no se atrev�a a pedir vacaciones, por lo que
fue a ella a qui�n se le ocurri� que fuera yo qui�n hiciera de baby-sitter, ya
que me quedaban algunos d�as sueltos, no tendr�a problema en pedirlos: nos
trasladar�amos en esos d�as a la casa de campo y yo llevar�a y recoger�a a mi
novia del trabajo. Por supuesto, la idea les pareci� estupenda a los padres, no
sin antes hacerles prometer que le obligar�amos a que se levantara de la cama
pronto, se aseara y dedicara su tiempo al estudio, en fin, que lo tuvi�ramos
controlado. Mi polla dio un respingo ante las m�ltiples ocasiones que se
presentaban, ��bamos a estar solos!, mi imaginaci�n empez� a volar. No obstante,
para no forzar las cosas, no iba a lanzarme a tumba abierta, ya que se podr�a
cerrar en banda y dejarme en evidencia ante mi novia. La naturaleza iba a seguir
su curso....

La primera tarde en que se fueron sus padres ya decid�
empezar con mi seducci�n, cuando mi novia se fue a dormir, mi exhibici�n se hizo
m�s agresiva y mis miradas a su paquete m�s que evidentes, lo que debi� de
notar, pues estaba m�s inquieto que de costumbre. En un momento dado, cuando
entramos en la casa, hice adem�n de cambiarme el pijama de dormir en su
presencia y antes de que �l pudiera reaccionar ya me hab�a sacado el pantal�n,
dejando al aire mi morcilla y mis huevos bien a su vista y tom�ndome mi tiempo
para ponerme el otro pantal�n, ya que antes me quit� la camiseta. Su cara era un
poema y puso unos ojos como platos, pero evidentemente no protest�. Yo segu� con
naturalidad con mis cosas y �l tambi�n se cambi� de calz�n, pero d�ndome la
espalda, con lo que tuve la ocasi�n de admirar la redondez de sus nalgas, aunque
lo que me interesaba estaba balance�ndose fuera de mi campo de visi�n. Quiz� al
d�a siguiente cuando estuvi�ramos solos se cortar�a menos.

Al d�a siguiente, despu�s de llevar a mi novia al trabajo,
volv� con una erecci�n tremenda ante lo que me esperaba, por lo que antes que
Lucas se levantara, deb�a aliviarme para rebajar mi tensi�n sexual. Olisque� el
calz�n que se quit� la noche anterior, ya que en el hueco donde estuvo su sexo
manten�a el olor a macho, con esto y la ayuda de dos de mis dedos que introduje
en mi culo para dilatarlo (no era la primera vez que lo ensanchaba, tampoco era
ya virgen, en otra ocasi�n os lo contar�), imaginando que quien me taladraba era
�l, tuve un buen orgasmo y de paso, evitar�a erecciones espont�neas que me
pusieran en evidencia en demas�a, todo deb�a llevar su curso. A media ma�ana
decid� que ya era el momento de despertarlo y sub� a su habitaci�n. Segu�a
durmiendo, claro, estaba solo con un slip parcialmente tapado por la s�bana,
que, al retirarla discretamente ofreci� a mi vista un bulto de considerables
dimensiones que apenas pod�a tapar el slip (la tela estaba tan levantada que se
pod�a ver por el lateral), me tom� mi tiempo para disfrutar de su erecci�n
ma�anera y empec� a despertarlo, ante su protesta. Le prepar� el desayuno y le
orden� que hiciera unas tareas de no se qu� asignatura para aprobarla evitando
hacer el examen. Yo segu� con mi seducci�n: me vest� s�lo con un boxer blanco
que dibujaba claramente mis atributos a trav�s de la tela y procuraba acercarme
a la mesa como interes�ndome por sus tareas, de forma que mi bulto quedaba
pr�cticamente a dos palmos de su cara. De nuevo se remov�a en su silla y pegaba
unos vistazos a mi paquete que por mucho que quisiera no pod�a disimularlos,
estaba entrando en el juego...

Como descanso le propuse jugar a la videoconsola, con lo que
estando sentados en paralelo, yo me pod�a sentar un poco m�s adelantado y
reclinarme hacia atr�s, ofreci�ndole la visi�n de mi entrepierna palpitante a
trav�s del poco discreto boxer, mientras controlaba desde atr�s sus reacciones.
�l segu�a disfrutando con el tema, ya que me estaba comiendo con la mirada,
altern�ndola con la pantalla, con lo que no daba pie con bola. Le ped�a el mando
y al cogerlo le rozaba la pierna o m�s arriba y descansaba el mando sobre mi
bulto, de forma que cuando lo recuperaba, se acercaba peligrosamente a aquello
que tanto miraba y que cada vez aumentaba m�s de tama�o. Con todo, a juzgar por
el coj�n que us� para taparse, se adivinaba una potente erecci�n que intent�
disimular y que yo procuraba mantener: me frotaba el pecho, me reubicaba el
paquete cada vez que cambiaba de postura y me levantaba con cualquier excusa
para exhibirme, de paso para mostrarle tambi�n mis redondas nalgas (lo que,
dicho sea de paso me enorgullezco de su forma redonda y carnosa, que todav�a
resaltaba m�s por el boxer).

Para cambiar de tercio le propuse que nos di�semos un ba�o en
la piscina por el calor que hac�a con lo que me dirig� a sus espaldas para
colocarme el ba�ador, por supuesto con total libertad de desnudarme. Al bajarme
el boxer me gir� de repente y lo pill� con la mirada dirigida hacia mi desnudez,
lo que le avergonz� de forma evidente. Para quitar hierro, hice como que no le
di importancia y le recrimin� que todav�a estaba ah� sin cambiarse, a lo que le
alcanc� su ba�ador y con evidente desfachatez me qued� plantado delante
habl�ndole de cosas intrascendentes. Qued� contrariado pero procedi� a ponerse
el ba�ador con lo que de nuevo pude admirar de cerca su polla, que, al tener una
media erecci�n (le apuntaba a media altura) mostraba un tama�o m�s que
interesante, que resaltaba m�s a�n por su delgadez. Definitivamente, era m�s
grande que la m�a y mis ojos iban de su cara mientras manten�a la conversaci�n
hacia su tranca (sobre todo aqu�, con poco disimulo), lo que pareci� gustarle,
ya me esbozaba una media sonrisa. Me contuve las ganas de chup�rsela en ese
mismo momento como era mi deseo y nos dirigimos a la piscina.

(HASTA AQU� LA PRIMERA PARTE DE MI RELATO, SEGUIR� LA SEGUNDA
PARTE PRONTO)

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