Les cuento que yo tengo 25 a�os y me considero un joven
aceptable, mido 1,75 y soy delgado pero bien formado, siempre hice deporte por
lo que mi cuerpo esta bastante marcado.
La historia que les voy a contar sucedi� hace unos meses
cuando todav�a estaba de novio con una chica de 22 a�os, muy linda, se llama
Maria, pero yo le dec�a Maru. Ella viva con sus padres y hermano en una casa muy
grande, tan es as� que en el fondo, separado por un patio, viv�a su hermana
mayo, ya casada y con dos hijos, un varoncito de 14 a�os, Javier, y una ni�a de
12,Candela, esta era una chica deliciosa, morrudita y con sus curvas creciendo a
pasos acelerados, junto con sus curvas crec�a su ingenua sensualidad.
Yo por lo general me quedaba hasta tarde en casa de mi novia
y el trato con su sobrinita era constante, por eso la confianza era mucha. Ni
bien yo llegaba ella siempre venia r�pidamente a saludarme y a conversar
conmigo. Le gustaba la gimnasia deportiva igual que a mi, por lo que varias
veces yo la ayudaba a practicar diferentes movimientos, en los cuales el roce
con sus partes mas delicadas era casi inevitable. As� fue como la verg�enza y el
pudor entre nosotros fueron desapareciendo.
Una noche en la que sus padres se hab�an ido a festejar el
cumplea�os de un amigo, y ella se encontraba sola con su hermano, aprovecho para
venir a adelante a charlar conmigo, en ese momento yo estaba mirando TV y
tomando una cerveza con Maru. Cuando llego se abalanzo sobre mi y me planto un
beso efusivo casi en la comisura de los labios, se sent� en la silla de junto, y
se quedo mirando TV con nosotros. Cande estaba justo por irse a dormir cuando
decidi� venir a saludar, por lo que estaba vestida solo con un corto camis�n de
algod�n, y descalza. Despu�s de un rato de estar all�, y sabiendo ella, que yo
me iba a quedar a dormir ah�, le pregunto a Maru si ella tambi�n se pod�a quedar
a dormir con nosotros. Mi novia me miro de reojo y yo asent� con la cabeza. De
mas esta decir lo contenta que se puso.
Termino la pel�cula que est�bamos mirando y la ni�a ya estaba
recostada sobre mis piernas y yo le estaba acariciando la pancita por sobre el
camis�n, tan delgado que pod�a sentir su piel.
Maru me susurro al o�do, que nos fu�ramos a acostar, as� que,
se levanto y mientras juntaba los vasos, y las varias cervezas que hab�amos
tomado, yo levante en mis brazos a la peque�a y me encamine para llevarla a la
habitaci�n, en la escalera y por efecto del alcohol, tambalee y tuve que
acomodar los brazo para que no se me cayera, en ese momento ella se me abrazo
del cuello y puso su boca pegada a mi cuello, su respiraci�n tibia erizaba los
pelos de mi nuca y me provocaba un escalofr�os. Eso me sorprendi�, ya que nunca
me hab�a pasado eso con ella, nunca la hab�a visto como una mujercita.
Llegamos a la habitaci�n, y la recost� en la cama de dos
plazas, pero como ella no se solt� de mi cuello, mientras intentaba sostenerme
para no caer, mi cuerpo se apoyo en el de ella, una de mis mano se freno en la
almohada y la otra fue a para a su cadera, la cual, por efecto del movimiento
estaba descubierta de su camis�n, que se le hab�a subido hasta la cintura
dejando a la vista su bombachita blanca, r�pidamente levante mi mano y recobre
el equilibrio, lo que me costo un poco mas fue, retirar mi mirada de su colita,
la cual estaba parcialmente a la vista, ya que hab�a quedado recostada sobre su
hombro y me daba la espalda.
Casi sin pensarlo, le baje el camis�n y la cubr� con la
sabana, en el lugar hacia calor, por lo que prend� el ventilador y lo apunte
hacia la cama.
Luego me retire para ver que hacia mi novia, la encontr�
subiendo por la escalera, fuimos juntos de vuelta a la habitaci�n. La chiquita
segu�a profundamente dormida, me descambie, me quede �nicamente con el b�xer, y
me recost� a su lado, el calor era insoportable. Mi novia, tambi�n se descambio,
se dejo la remera, se puso un pijamita corto y se acost� junto a m�.
Apagamos la luz y como era costumbre, Maru me abrazo, me beso
y comenz� a acariciarme, toco mi pecho, paso su mano por mi panza y llego al
b�xer, yo mientras frotaba su espalda descendiendo hacia su cola, llegue y la
toque, la acaricie; mi pene estaba duro como piedra, pedia a gritos salirse del
boxer, Maru bajo su mano y lo encontro, y la saco rapidamente, me miro en la
oscuridad y me pidio que me detenga, yo no aguantaba mas, se lo hice saber, ella
muy suavemente me dijo al oido que me comportara ya que no estabamos solos. No
lo pod�a creer, por un momento pens� que me iba a explotar, por lo que intente
seguir jugando, toque sus tetas dulcemente, ella me saco la mano, entonces la
baje y fui directamente a su entrepierna, retire el el�stico de su pijamas y
deslice mi mano hasta encontrar su bello pubico, pero nuevamente ella me saco.
Esta vez, un poco enojada por mi insistencia, se levanto y me dijo que se iba a
duchar, ya que ella estaba igual de caliente que yo, pero que no quer�a que
pasara nada.
Se fue, la escuche entrar al ba�o y abrir la ca�illa baja,
eso, me sorprendi�, en eso la escucho caminar de vuelta a la habitaci�n, se
acerco a mi y me dijo que me durmiera, que ella se iba a meter una rato en la
ba�era para relajarse mas, ya que entre el jugueteo y la cerveza estaba un poco
excitada. Me dijo esto y se fue nuevamente.
Yo segu�a sin poderlo creer, no sabia que hacer, mi pene no
bajaba. Decid� tratar de dormir, mire a Cande que segu�a durmiendo como un
angelito, me puse boca arriba y cerr� mis ojos. No pasaron mas de dos minutos
cuanto sent� que Cande se mov�a, se daba vuelta y me abrazaba, la mire, pero
segu�a dormida, ella se acurrucaba contra mi cuerpo, parec�a que no encontraba
la posici�n, apoyo su cara junto a la mia, bajo su mano y la puso bien abajo en
mi panza, casi sobre el ombligo, su pierna se acomodo sobre la mia, y mi mano
quedo atrapada entre nuestros cuerpos.
Yo no sabia que hacer, mi pene que se estaba aflojando, se
puso autom�ticamente al palo de nuevo, pero esta vez encontr� el lugar para
salir y asomo su cabeza, intente guardarlo, pero cuando me mov�, Cande tambi�n
lo hizo, su pecho se apoyo en mi brazo, tanto que pude sentir sus ya formadas
tetitas, redonditas y duras, su mano bajo un poco mas y quedo sobre el el�stico
de mi b�xer, a menos de dos cent�metros de mi pene. Gire mi cara y la mire, su
dulce boca que estaba al alcance de la mia, respiraba lentamente, y yo pod�a
sentir su c�lido aliento. No se en que momento lo decid�, pero le di un suave
beso, sus labios estaban tibios y h�medos, esto me �xito aun mas, ella ni se
movi�, entonces decid� seguir probando, levante la mano que hab�a quedado entre
nuestros cuerpos y la puse sobre su muslo, que hermosa piel, delicada y c�lida,
acaricie su pierna y detuve mi mano al sentir su bombachita, su conchita estaba
calientita, frote suavemente mi mano sobre ella y note una peque�a contracci�n,
mov� nuevamente mi mano separando su bombacha y metiendo mi dedo, sent�
nuevamente una contracci�n y su mano se poso sobre mi pene, un calor me recorri�
todo el cuerpo, ya no me importaba nada, con mi otra mano tome la suya y la mov�
frotando mi pene, le cerr� sus dedos sobre el, y comenc� a pajearme con ella, su
mano como si supiera se apretaba cada vez mas.
Como estaba destapado y mis ojos se hab�an acostumbrado a la
oscuridad, pod�a ver claramente su entrepierna y mi mano acarici�ndola por
debajo de su bombacha, tambi�n pod�a ver su peque�a mano agarrandome el pene,
subiendo y bajando, pod�a ver la cabeza de mi pene hinch�ndose. Un escalofr�o
recorri� nuevamente mi cuerpo, mis piernas se tensaron y un chorro de semen cayo
sobre mi pecho, otro sobre mi panza y el resto sobre la mano de Cande, que yo no
dejaba de mover.
Cuando la ultima gota hab�a salido, limpie con las sabanas su
manito y mi cuerpo, acomode a la ni�a suavemente para el otro lado, y me di
vuelta. Cuando Maru, volvi� a la cama, yo ya me hab�a dormido.
A la ma�ana siguiente, cuando Cande se despert�, nosotros ya
est�bamos tomando mate, bajo, nos saludo y se fue a su casa.
La pr�xima les cuento lo que paso unas semanas despu�s.