�ER�TICA CAPERUCITA ROJA �
Una candente versi�n de lo que podr�a ser la morbosa historia
acerca de una hermosa adolescente llamada Caperucita "La Roja".
Era un sendero verde y misterioso, carente de luz en
abundancia y misterioso por su silencio. Ah�, una hermosa muchachita adolescente
caminaba con un andar sensual. Una cadera movi�ndose er�ticamente por aqu�, unos
labios exquisitos por all� Su cuerpo era las fantas�as er�ticas de todo hombre.
Su piel era clara y suave, dulce al primer tacto. Su cabello fino y sedoso,
adem�s poseedor de una belleza cualitativa de Caperucita. Su nombre era
Caperuza, pero los barbajanes de la ciudad la llamaban Caperucita por... "La
rica cuevita" en fin, barbajanadas de barbajanes.
Hab�a cumplido apenas sus quince a�os. Y era para menos. Sus
caderas se hab�an transformado en deliciosos muslos que compon�an un hermoso,
enorme y musculoso culo que se meneaba cuando su cuerpo bien formado se paseaba
de aqu� all�, con sus dos melones al frente, musculosos y sensuales a la primera
vista morbosa o no. Su cara parec�a haber sido tallada por los dioses, al igual
que todo su cuerpo. Su cintura era apretada, haciendo una figura femenina muy
er�tica, convirtiendo a esa ni�a en una hermosa mujer. Pero para bien o para mal
un d�a su madre, una mujer realmente malvada le pidi� que fuera al bosque con
una canasta llena de comida. Al cuestionar caperucita sobre esa extra�a petici�n
de su mal�fica madre (que por cierto en ella se justificaba lo buena que hab�a
salido Caperucita) esta le dijo:
---No deber�a de interesarte ni�a tonta, s�lo haz lo que te
mando.
Y as�, la exquisita y tierna caperucita se fue caminando por
los bosques en busca de su abuela, que seg�n su madre, se encontraba enferma de
alguna penuria. Pero a varios kil�metros record� que las relaciones entre su
madre y abuela no eran muy buenas, as� que, razonando, no pudo imaginar a su
mal�fica madre preocupada por su abuela. �Pero qui�n era su abuela? Apenas una
mujer de 50 a�os que conservaba el delicioso y vanagloriado cuerpo con la que
hab�an dotado cuando ten�a veinte a�os, una mujer capaz, hermosa e inteligente.
�Enferma y pidiendo ayuda? Tampoco eso se lo pod�a imaginar. As� que,
caperucita, mirando hacia atr�s y adelante, comprendi� que el camino m�s corto
era rumbo a casa de su abuela y sigui� con ese camino.
El ocaso hab�a llegado. La oscuridad amenazaba con reinar y
los barbajanes de la ciudad sal�an al bosque en busca de aventuras. �Y ella
podr�a ser una aventura? �seamos sinceros! Uno va por el bosque y se encuentra a
un culo caminando vestido de rojo, �qu� se har�a? Y reflexionando acerca de eso,
la mente de caperucita se turb� por morbosos pensamientos, pero que a la vez la
excitaban. Mir� un �rbol y unos maderos tirados en el camino, y ella se
encontraba cachonda, y evoc� su imagen desnuda aferrada a los maderos mientras
una fila de muchachos la embest�an por detr�s. Y ahora que sus hormonas estaban
hasta el tope y que su cuerpo adoptaba una forma m�s lujuriosa y deseable ante
los caballeros, no pod�a evitar imaginar escenas como esas. Mir� una explanada
de campos verdes y se imagin� nuevamente asimisma tendida sobre el c�sped
mientras un tr�o de caballeros la montaban y otro se hund�a entre sus piernas,
haci�ndole un gran favor con una traviesa lengua. Borr� los pensamientos y
sigui� con su camino.
Pero era algo tan incontrolable, se encontraba cachonda. Y
que hombre no le har�a el favor. Era en resumen una mu�eca er�tica, vestida con
un vestido corto rojo que le apretaba los senos y las caderas, con un escote muy
sensual que dejaba ver sus atributos ahora provistos de una erecci�n de pezones.
Unas botas negras forraban sus hermosas piernas, dejando ver sus muslos, suaves
y ricos. Camin� con prisa al acercarse la noche, que era como un monstruo
hambriento detr�s de ella. Al fin, cerca de la colina donde se encontraba la
caba�a de su abuela. Al llegar, toc� a la puerta, pero nadie contest�. Despu�s
de insistir, una voz agitada contest� desde el otro lado de la puerta. Despu�s
de una serie de extra�os y comprometedores sonidos, la abuela de caperuza sali�
ataviada
---Caperucita, �qu� haces aqu�?
La abuela vest�a un vestido para dormir corto, dejando ver
unas pantimedias que le llegaban hasta m�s all� de las rodillas. Un brasier
sosten�a sus dos enormes tetas, y al igual que caperucita, luc�a realmente
hermosa.
----Te vine a traer eso ---caperucita dej� caer la canasta de
qu� sabe qu� en las manos de su abuela.
----Espera.
La abuela la dej� entrar. En la casa, s�lo hab�a una
habitaci�n que se dotaba de los enceres b�sicos y una cama extragrande una
king size, y curiosamente era la m�s grande de todos los objetos en la
habitaci�n. La abuela desapareci� en un bajo cubierto por una cortina.
Caperucita, aunque rica como un bizcocho, era ingenua, pero no tanto. Mir� a la
cama destendida, un olor a macho y a su abuela en pa�os menores. Por instinto
obvio, mir� al armario o a cualquier objeto donde un sancho pudiese esconder.
---�Caperucita no te muevas de ah�, ahora voy! ----dijo la
abuela.
---Est� bien.
Caperucita estaba cansada despu�s de su trayecto. Se desplom�
en la cama, destendida y tibia por alg�n suceso candente que obviamente se
habr�a concebido ah� mismo. Tom� una s�bana y ol�a, a aroma de hombre, a loci�n.
Y en la mente de caperucita se atropellaban los pensamientos cachondos y
calientes que la empezaban a poner h�meda. Y ya no aguantaba m�s. Se asegur� de
que su abuela estuviera lo suficientemente ocupada y se levant� el vestido,
mientras se bajaba sus h�medas braguitas y se met�a la mano en su conchita,
virgen, tibia y h�meda. Casi grita del placer al sentir revolotear su cl�toris.
Con una mano se provocaba auto placer y con la otra se tapaba la boca para
suprimir los gemidos que emit�a. Aument� el ritmo y se volvi� loca del gozo al
venirse. Sus l�quidos le ba�aron sus manos, y se los llev� lujuriosamente a la
boca. De un suspiro, se dej� recostar en la cama pero oy� algunos gemidos que no
correspond�an a ella. Se visti� con rapidez a�n tambaleante a causa del orgasmo
que hab�a tenido y abri� la puerta del armario, donde un hombre de casi dos
metros de largo, musculoso, con una dentadura afilada y unos ojos oscuros
criminales, mir� a caperucita que temblaba. Su instinto femenino y su estado de
cachondez la hicieron bajar su mirada para ver el sexo de aquel hombre que la
hab�a excitado tanto. Casi se desmaya al ver un �rgano de esas dimensiones,
parec�a un bat de b�isbol, solo que con bello, bello por todas partes. La cabeza
estaba roja y lista para desvirgarla, pens� caperucita. Las pelotas eran tan
grandes que sus deseos de met�rselas en la boca se desvanecieron. Al fin lo mir�
a los ojos, a�n impresionada y con su conchita h�meda y dejando escapar
l�quidos.
---�Qui�n eres t�? ---inquiri� caperucita.
----Un amigo de tu abuela, �qui�n eres t�? �d�nde est� tu
abuela?
----Est� muy ocupada. Creo que no vendr� en un buen rato.
El hombre velludo mir� de arriba abajo a la caperuza,
percat�ndose instant�neamente de su belleza. Y con la misma mirada lujuriosa, de
deseo y de morbo caperucita le correspondi� la mirada. El sujeto s�lo expres�
una sonrisa mientras se acercaba a caperucita, haci�ndola retroceder algo
cachonda y temerosa. Lleg� hasta el filo de la cama, donde dud� echarse en ella
y dejar que ese s�per hombre la montara. Mir� ahora con claridad que no era un
hombre, bueno, en parte si, pero una er�tica mezcla de hombre-lobo.
---�Por qu� tienes ese hocico tan grande? ---pregunt�
caperucita mientras arribaba a la cama, retrocediendo boca arriba, tentando las
s�banas, mirando como el lobito feroz se le acercaba m�s y m�s, mir�ndola de
arriba abajo.
----Para com�rtela mejor ---le pas� una mano por una pierna.
----�Y esos dientes? ---caperucita lleg� hasta la cabecera,
abriendo las piernas.
----Para mord�rtelos mejor ---con dos dedos tom� un pez�n
erecto que se marcaba por debajo del vestido, que el lobito desgarr� con
violencia.
----�No lobito no! �soy virgen!
----Eres tan hermosa...
----Por favor no...
El cuerpo er�tico, delicioso, atractivo, hermoso y virgen de
caperucita se dej� ver por completo a excepci�n de las piernas cubiertas de
botas. El lobito feroz la tom� de los brazos mientras la empezaba a poseer.
Caperucita miraba como el gran pedazo de carne se acercaba m�s y m�s a su
cuevita, h�meda y carnosa, y sobre todo virgen.
Caperucita grit� con violencia cuando el lobito la posey�.
---�Me duele! ---grit� la ya no virgen.
Caperucita mir� como los huevos del lobito topaban con su
culito de ella. Miraba su cuevita totalmente violada, roja y a�n brotando
sabrosos l�quidos. El lobito ahora m�s feroz que nunca empez� a subir y a bajar
mientras gem�a como nunca...y la pobre caperucita apenas y pod�a respirar.
---OH LOBITO OH LOBO...OOOHHH LOBITO, POR
FAVOR...OOHHH...OOOHH....
El lobito pasaba sus garras sobre la piel de caperucita, que
resist�a la vergiza que le met�an. Sus piernas autom�ticamente rodearon al
lobito, que gem�a y gritaba del placer que le provocaba desvirgar aquella
vaginita tan dulce y deliciosa. Caperucita no tuvo remedio que dejarse llevar y
dejar que le hiciesen lo que le hicieran. Al cabo s�lo de un rato, gozaba los
trabajos efectuados tan ricos del lobito, que susurraba en el o�do de caperucita
cada que con m�s salvajismo la pose�a. Caperucita no resisti� y tuvo su primer
orgasmo, el primero de su vida, y al juzgar de c�mo se mov�a y como gritaba, era
el mejor de su vida. El lobito gritaba como borracho mientras sent�a a esa
vaginita apretar su sexo cada que se contra�a. Caperucita se desplom�, exhausta
de tanta carne dada, e implor� que el lobito parara, pues parec�a pensar no
hacerlo.
El lobo se separ� y le pas� la lengua hasta por las sombras.
Desde su hermosa cara de ni�a hasta sus piernas, ricas y deliciosas. La
pobrecita caperuza tuvo que recostarse sobre la cabecera, abriendo sus piernas a
la amplia y gigantesca lengua del lobito, que le ped�a que lo disfrutara. Y as�
fue. Casi desgarra las s�banas al sentir la lengua del lobito feroz entre sus
labios, jugando con su cl�toris. Esa sensaci�n la volvi� loca. Ahora no le
importaba nada. Se aferr� con sus manos a la cabeza del lobito, que se hund�a
entre las piernas de ella.
---����OOOOOOOOOHHH LLOOOBIITTOOOOO!!!!!
Un segundo y tercer orgasmo invadieron ahora al ya no
inocente cuerpecito de caperucita, desvirgado y ahora pose�do por la bestia
insaciable que ten�a encima. Con brusquedad, la volte� boca abajo, haci�ndola
aferrarse a la cabecera de la cama, cuando sinti� la larga y gruesa lengua del
lobito entrando por su culito, enorme y suavecito, adem�s de virgen. Caperucita
casi se desmaya del placer...
---No lobito por ah� soy virgen tambi�n...no me hagas nada,
me va a doler mucho
El lobito se aferr� de las caderas de caperucita, que se
aferraba m�s y m�s a la pared, alzando el culo, abriendo sus nalguitas y
mordiendo las almohadas, esperando lo inevitable.
----����OOOOHHH!!!
La verga del lobito entr�. Para su suerte, solo la cabecita,
pero de cualquier modo hab�a emitido un grito ensordecedor, envuelto entre el
placer y el dolor.
----Prep�rate caperucita, que te la voy dejar ir
toda...si�ntela, disfr�tala...
----No, por favor.
El lobito tom� de los cabellos a la caperucita mientras
empujaba y empujaba su verga a su anito, chiquito y tibio. La caperuza solo
gem�a y gem�a, escuchando las obscenidades y quejidos de placer del lobito en su
o�do. La caperucita mord�a las almohadas con m�s y m�s intensidad cada que el
lobito se la dejaba ir m�s y m�s...
---OHOO LOBITO, OH, R�MPEME EL CULO...POR FAVOR... ES TODO
TUYO...R�MPEMELO...OOOHH
----OOOHHH
El lobito se aferr� de las caderas de la caperuza y se la
meti� por completo, mientras sacaba y met�a con brusquedad y salvajismo. Los dos
gem�an como nunca, sudando y movi�ndose como m�quinas. Un orgasmo m�s invadi� a
caperucita, que lloraba del placer. El lobito se mov�a atr�s y adelante,
cogiendo como perros, exuberante como un violador de ni�as. Al fin, ese pedazo
de carne estuvo a punto de reventar, pero para ese entonces el hoyito de
caperucita hab�a tomado perfectamente la forma del verg�n del lobo, y ella se
hac�a para atr�s y hacia delante para sentirla a�n m�s, gozando al m�ximo.
----OH LOBITO, B��AME,...�CHAMELOS, QUIERO SENTIR TU LECHITA
CALIENTE DENTRO DE M�.
Por alguna raz�n, el lobito par�. Se desplom� en la cama
mientras caperucita se recuperaba de la tremenda cogida que hab�a recibido, con
su culo adolorido ya partido y desvirgado. Abandon� la posici�n de cuatro que
ten�a y se desplom� en la cama, junto al lobo.
---DIJISTE QUE QUER�AS QUE TE LOS ECHARA. ABRE LA BOCA, QUE
TE LOS VAS A COMER TODITOS...
Caperucita como perra sumisa en la que se hab�a convertido se
le lanz� la lobito, mientras que con sus dos manos rodeaba el atributo del
lobito. Y como mamadora, empez� a chupar y a chupar, haciendo una mamada
inexperta, pero certera, haciendo al lobito una sensaci�n de estallar. En una de
esos chapetones, la abuela sali� completamente desnuda de donde hab�a estado, Se
acerc� a la cama, mirando la escena, y el lobito y caperucita no supieron que
decir y hacer.
---Lobito y caperucita, como pudieron hacerlo...
----Abuela, yo �l, es que...
----.....sin m�.
La abuela hizo a un lado a la caperuza mientras mamaba y
mamaba como mamadora experta que era. Se lo met�a todo a la boca y lo sacaba con
ese sadismo especial que la caracterizaba. La caperuza aprendi� y mamaba y
mamaba con fuerza, y las dos mamaban y mamaban hasta que el lobito se empez� a
mover violentamente, y su gran trozo de carne ensalivado empez� a hincharse,
haciendo estallar en litros de leche que las ba�aron por completo...
---����OOOHH!!!!
Los tres se desplomaron en la cama, exhaustos, dispuestos a
distorsionar una vez m�s la historia original en una candente historia er�tica
s�lo para ustedes.
De su autor, wnk
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