SEXO LESBICO EN LA OFICINA
Fue, un d�a muy caluroso, as� que me fui a la oficina con la
ropa m�s c�moda que consegu�, una mini falda blanca muy corta, una pantaletas
tanguita muy peque�as, se me marcaban mis nalgas, se ven duritas redonditas y
paraditas en la falda y una franela peque�a con las figuras de las chicas
superpoderozas, mi ombligo con el pircing quedaba al descubierto y resaltaban
mis tetas y mis duros pezones, los hombres en la calle me dec�as todo tipo de
piropos algunos de ellos subido de tono, y pr�cticamente me desnudaban y com�an
con la vista, yo segu�a mi camino como si nada, por que esto lejos de
incomodarme, me excitaba, lo que hizo que �l estomago se me encogiera de
excitaci�n y empece a segregar l�quidos en mi vagina y un peque�o palpitar se
apodera de ella.
Llegue a la oficina con mi panty h�medo, veo que esta sola,
guardo mi bolso, me sent� en la silla de cuero, muy excitada por las cosas que
me dijeron en la calle, pienso con algo de morbo en algunos comentarios, mi
excitaci�n sigue en aumento, pero no puedo controlar mi excitaci�n, empiezo a
abrir y cerrar mis piernas, el roce aumenta mi excitaci�n, me provoca
masturbarme, pero me da miedo ser descubierta, pero abriendo y cerrando las
piernas al roce de la tangita, mis muslos con mi bot�n hacen que la humedad de
mi vagina no pueda ser contenida por mi peque�o panty, mis jugos vaginales
llegan a la silla, y la oficina comienza a oler a hembra sedienta de ser
acariciada y amada.
Mis ganas de masturbarme en la oficina son cada vez mayores,
pero a la vez tengo miedo de ser descubierta y comienza una lucha interna, por
un lado mi vagina me pide que la estimule que me masturbe, y el cerebro me dice
que no es el momento ni el lugar adecuado. Pero mis ganas cada vez son mayores
hasta que casi inconscientemente bajo mi mano a mi vagina que esta super mojada,
el cl�toris y mis labios vaginales est�n super hinchados y pienso que lo ideal
seria que mi vagina sea estimulada por una mano que no sea la m�a.
Siento tu mano sob�ndome mis piernas, te hab�as escondido
debajo de mi escritorio y por la excitaci�n con que llegue no me di cuenta, las
abro, ves que mi tangita, esta mojada y mi concha esta hinchada y el olor de mi
sexo es m�s intenso, pienso que alguien puede abrir la puerta de la oficina,
hace que cierre las piernas, y yo contin�e mi lucha interna entre mis deseos y
el miedo a ser descubiertos...
Cierro inmediatamente mis piernas y tu mano queda atrapada
entre mis muslos, pero mis deseos son cada vez m�s intensos, casi
inconscientemente vuelvo abrir mis piernas, mientras tu lentamente sigues
acarici�ndolas, y poco a poco vas subiendo, mis ganas siguen increment�ndose, mi
esp�ritu me ordena cerrar las piernas, y lo hago para luego volver a abrirlas,
esta operaci�n se repite tres veces hasta que finalmente tu llegas a mi rajita,
y de mi boca sali� un gemido de placer. Abro mas mis piernas y me entrego al
placer, me dejo llevar, perd� la cabeza en este juegito que me fuiste llevando,
ya hab�a pasado la frontera y no me pod�a regresarme y ya nada de importaba
salvo seguir el divino juego, y adem�s estoy frente de la due�a de mis deseos.
Abr� mis piernas y comenzates a besarlas y pasarles la lengua
poco a poco y mis deseos son cada vez mayores, tus caricias se prolongaban,
mientras me pasabas la lengua en mis muslos, juegas tocando mi rajita a trav�s
de mi super mojada tangita, siento tu respiraci�n en mi concha, te deleitas con
sus olores, me quitas las tangitas con tus dientes, tus ojos verdes observan
como mi concha palpita, quiere ser mamada, te llevas la tangita a tu cara la
hueles con mucho placer, esto me mato, llev�ndome al extasis.
Sent�a que mi vagina continua palpitando y adicionalmente un
vac�o en mi estomago, mis deseos eran muy grandes y no los pod�a controlar, me
quite la franela y te ofrec� mis senos, que son grandes y muy hermosos, para que
los chuparas, con tu lengua empezaste a juguetear con mis pezones, que al
instante se erectaron, los lam�as muy suavemente, y le dabas peque�os mordiscos.
Luego me los chupates, que rico se sent�an tus labios, tu lengua y tu saliva en
contacto con mi piel. Yo estaba realmente muy excitada, y de mi boca sal�an
muchos gemido de placer. Con tu lengua fuiste bajando por mi abdomen, hasta
llegar a mi caliente vagina, me pasabas la lengua alrededor de mi rajita. Tu
cara se perdio entre mis muslos, haci�ndome desear que me comieras. Hac�as
c�rculos con tu lengua alrededor de mi monte de Venus y yo te suplicaba:
-Carolina, c�metela, no aguanto mas soy toda tuya
-Vamos mi negra, hasme lo que quieres, tu lengua es divina.
Me siento en la Gloria
- Negra qu� gusto me das... Ch�pame, c�meme... Ya no puedo
m�s...
Alzaste la mirada, se notaba la lujuria en tu cara, me
sonre�ste y no te hiciste esperar m�s. Tus labios rozaron mi rajita y tus dedos
acariciaba mis ingles, mi culo... Tu lengua se abri� camino en mis labios
vaginales en busca de mi "botoncito". Me estabas dando un placer enorme
chupandome mi h�meda vagina, llen�ndome con tus besos, tus caricias y tus
chupeteos.
Cuando tu lengua lleg� a mi cl�toris, hizo que mi cuerpo se
estremeciera de gusto. A partir de ah� una y otra vez sent�a el palpitar de mi
coraz�n acentu�ndose en mi sexo y tu no dejabas de chuparme. Te agarr� la cabeza
y apretando mis piernas contra tu cara, comenc� un movimiento acompasado de mis
caderas hacia tu cara sintiendo c�mo me estabas comiendo la vagina... Tu lengua
y tus dedos son muy habilidosos, siempre descubr�an los sitios donde me producen
mas placer. Tuve un orgasmo intenso, alucinante. Despu�s de haberme corrido, tu
no dejaste de chuparme, lo que segu�a produciendo en m� un gran placer. Te
sonre�, me ofreciste tus labios y nuestras lenguas se trenzaron fren�ticamente,
prob� mis propios jugos a trav�s de tu boca.
Luego me dijiste que me volteara, mientras me dec�as -Mmmm,
mi amor, que culo tan rico, me encantas, pega bien las tetas a la alfombra,
p�ralo mucho-. Te obedec�, me daba un poco de verg�enza estar en esa posici�n,
mostr�ndole a mi negra, mi agujero m�s secreto, pero era tal mi excitaci�n que
te obedec�a gimiendo, en ese momento eras la due�a de todos mis deseos.
- as�?, as� te gusta?-
-si mi amor, p�ralo bien, me encantas-
pod�a escucharte, te encantaba estar entre mis nalgas
olfate�ndome, d�ndole largas lamidas a mis nalgas, las recorr�as enteras con tu
lengua, pod�a sentir el fresco en ellas cuando me dejabas tu saliva embarrada,
adem�s me estaba lamiendo la vagina delicioso, me suspirabas en ella, pod�a
escuchar sus lamidas y mis jugos escurri�ndose.
-aaaam, que culo tan rico tienes Marisela, me calientas-
-quiero lamerte el ano-
-quieres?, te gusta mi hoyo?-
-si, te lo voy a lamer, d�melo, que delicia de culo tienes
amor-
diciendo esto me separaste las nalgas y empezaste a lamerme
el huequito con fuerza, tratando de penetrar con tu lengua. me estaba
encantando, me sentia en el cielo.
-me encanta tu culo, me exita, afl�jate, �brete las nalgas-
Pase mis manos y separe mis nalgas, yo me las abr�a con ambas
manos, te dejaba hacer de mi hoyito lo que tus instintos te pidieran, lo estabas
dilatando deliciosamente con tu lengua, se me estaba abriendo, sent�a como el
aire de tu respiraci�n estaba dentro de mi t�nel.
-Te gusta? si Caro, as�, ch�pame el ano, as�, mas, mas...
-aaam, me encantas- dec�as entre lamidas- estas tan rica,
amor.
-como hueles mi putica, me enloquece- y me met�as un dedo en
el ano ya dilatado, gem� con mas fuerza, y mi negra se lo llevaba a la cara para
olerlo.
-Te gusta mi negrita hermosa?-
-S� Mari esta super rica-
-Dame mas, sigueme chupando-
Al mismo tiempo que me arqueaba mas para abrir mas mi culo.
Era la primera vez que sent�a esa caricia, y me electrificaba. No te deten�a,
met�as tu lengua en mi ojete una y otra vez, como un dardo caliente, tu lengua
serpenteaba deliciosamente mientras tres de tus dedos frotaban mis jugos en mi
erecto cl�toris.
Me recorr�as entre las nalgas con toda la lengua, que
sensaci�n tan placentera, uhmmm.
-Marisela, que sabroso culo tienes, me enloquece, es el mejor
culo que he comido, eres mi puta?-
-si, soy tu puta, me gusta lo que me haces, sigue as�,
cometelo amor, dame lenguaaaaaaaa- sin darme cuenta estaba toda empapada, acabe
otra vez, me tire al suelo con esa rica sensaci�n de los orgasmos aun en la
barriga, mire a mi negra Caro, tenia la cara empapada de mis jugos, se acerco a
m� y empezamos besarnos, pase mi lengua como desesperada por su cara recogiendo
mis fluidos, pod�a saborearme y me met�as la lengua profundo en la boca, la
sacabas y yo te la mamaba como se mama un pene. Su sabor era salado, se sent�a
viscosa, sabrosa, me encantaba, respiraba de tu aliento, que rica tarde, como te
deseaba!!!!!.
Luego me toc� el turno a m�. Mientras besaba tu boca, fui
desatando tu sosten. Te lo saqu� y lo arroj� al piso. Luego, met� mi mano en tus
finas pantaletas, y not� que estaban mojadas. Mis manos se fueron sobre tus
pechos, junto con mi lengua. Eran unos pechos hermosos, firmes y tus pezones
negros me enloquec�an, luego, lentamente, fui bajando, y te quit� tus
pantaletas, dej�ndote desnuda, al igual que me hab�a hecho a m�. Con mi lengua,
lam�a tus labios, mientras que con uno de mis dedos, acariciaba tu cl�toris.
Me lanc� sobre tu entrepierna, y te comenc� a besar con
pasi�n, luego fui usando mi lengua sobre tu depilada concha, hasta llegar a tu
cl�toris. Tu gem�as con cada uno de mis movimientos, pero yo no me deten�a,
haciendo una labor como nunca habr�a imaginado que fuera posible. Yo segu�
lamiendo, chupando, succionando y mordiendo cada uno de los sectores de tu
deliciosa concha, mientras agarraba tu culo con mis manos, y con mis jugos y los
tuyo empape uno de mis dedos y sin avisarte te lo introduje en tu ano, que
tambi�n ard�a de deseo. "Qu� deliciosa eres" te dije sin dejar mi labor, "mmmmm,
y qu� rico juguito te sale..." Lam� todo tu cuerpo, desde tus bell�simos pies a
tu cuello, tus piernas perfectas, y tu concha que me hac�a estremecer.
Mord� con pasi�n tu clitoris, ya con instinto casi animal. Te
corriste y tus l�quidos mojaron mi boca. Luego me introdujiste uno de tus dedos
en mi concha que me hizo arquear de placer. Empec� a moverme sin cesar, incluso
un poco bruscamente. Me encantaba sentir ese dedo saliendo y entrando de mi
cuerpo. No pod�a m�s, mis suspiros inundaban la oficina, tu incrementaste el
ritmo a la vez que me besabas y acariciabas uno de mis pechos esta vez con un
poco m�s de dureza. Con los dedos de una de tus manos jugaste con mi cl�toris
por largo rato. El placer se me sub�a al cerebro en oleadas cada vez m�s
frecuentes y continuas. Te diste cuenta de esto y volviste a chuparme el sexo
para que yo alcanzara el orgasmo en tu boca y tu lengua. Hasta que un escalofr�o
sorprendente recorri� como rel�mpago mi espalda, me estir� al m�ximo con una
sacudida violenta y lanc� un gemido largo y deleitable. Sent� c�mo tus dedos
abr�an mi culo, y tu lengua lam�a delicadamente, desde los labios, mi cl�toris,
mi hoyito, mis nalgas, y me volviste a lamer mi culo, Luego tomaste cada pez�n
entre tus labios estir�ndolo, succion�ndolo, mordi�ndolo, haci�ndome sentir esa
extra�a mezcla de placer y dolor infinito que no termina... sent�a que estaba
llena de mi propio flujo por todos lados, la oficina estaba inundada de olor a
sexo y tu segu�as, meti�ndome un dedo en el agujero caliente del culo mientras
que la otra mano no dejaba de arrastrarse a lo largo de mi cuca.
-No doy m�s... no puedo m�s... m�teme los dedos en la cuca,
m�temelos-
Te ped�a ansiosa por poder llegar al orgasmo con sus dedos
dentro de m�. Entre gemidos y jadeos tuve un delicioso y gran orgasmo. Te
colocaste encima de m� de tal forma que quedamos abrazadas, como dos cuerpos
fundidos, yo debajo y tu sobre m�, nos besamos, cada una probo sus propios
jugos, esta vez nuestras lenguas jugaban, nuestros labios se mord�an mutuamente.
Al mismo tiempo nuestros pechos se juntaban y nos acarici�bamos todo el cuerpo,
yo rozaba tu lindo trasero y tu abarcabas con tus manos desde mi cintura a mis
caderas para luego subir hasta mis tetas. Tu bajaste un poco m�s mordi�ndome en
el cuello para luego chupar mis tetas y mordisquear mis pezones, mis gemidos
iban en aumento y estaba llegando a otro orgasmo.
Te pusiste de costado tu mano fue bajando hasta tocar mi
depilada conchita con tus dedos, metiste uno de ellos en mi rajita y comenzaste
a subir y a bajar hasta que me volv� a correr entre gemidos y un jadeo
prolongado. Permanecimos abrazadas durante un par de minutos para despu�s seguir
bes�ndonos, roz�ndonos, acarici�ndonos. Esta vez fue mi boca la que fue
recorriendo tu cuerpo: mis labios se desplazaban por tu cuello, luego tus
hombros, tus tetas, tu cintura, hasta que quedaste boca arriba.
Met� mi cabeza entre tus morenas piernas y empec� a lamerte
las ingles al tiempo que te agarrabas fuertemente a mi cabeza, tus piernas
estaban totalmente abiertas recibiendo mis caricias, mis besos. Te quise
recompensar los los orgasmos que hab�a tenido gracias a ti y empec� a com�rmela
de verdad, mis u�as se clavaban en tus muslos, mis manos intentaban alcanzar tus
tetas y mi lengua y mis labios jugaban con su cl�toris, hasta que lleg� al
orgasmo, tu cuerpo se tenso por momentos y luego se relajaba con un profundo
suspiro, para luego pasar a un grito m�s y m�s fuerte.
- Mari, comete mi concha, dame lengua mi putita, me
vengooooooooo,uhmmmmmmmmmm
Luego de un rato de descanso, volviste de nuevo, eres
insaciable como yo. Bajaste tu cara hasta mi conchita y otra vez la chupaste
poco a poco, primero los labios con la lengua a medio salir, luego me la metiste
expertamente, a fondo, de repente llegasrte al cl�toris, lami�ndolo levemente al
principio, luego con toda la boca. Tu te masturbabas al mismo tiempo que me
mamabas la concha, yo escuchaba el sonido que hac�an tus dedos en tu concha, lo
que hacia que me excitara m�s. Luego tengo otro orgasmo m�s. Despu�s, me tomaste
por mis piernas y las abriste, ya cuando las ten�a abiertas te acostaste sobre
de m� lentamente, primero bes�ndome el ombligo, despu�s chup�ndome los senos,
entonces llegaste hasta mi boca y jugamos largo rato con nuestras lenguas,
enroscadas, traspas�ndonos nuestra saliva y aliento, que rico besas, en ese
momento yo estaba de nuevo s�per h�meda, y bajaste entre mis piernas y de manera
muy delicada, lo cual nunca podre olvidar, con tus dedos separaste lentamente
mis labios vaginales, poni�ndome toda al descubierto, y con tu otra mano
ensalivaste tus dedos y tomaste mi cl�toris entre las yemas de tus dedos
frot�ndomelo muy lentamente, despu�s acercaste tu boca y de repente otra vez me
chupaste toda, al hacer esto yo te abr� las piernas lo m�s que pude para as�
dejarte llegar m�s profundamente, pasaba tu lengua desde mi cl�toris, lo
chupabas, lo mordias, lo mamamas, que delicia, tu lengua pasaba por la vagina y
terminaba en mi ano, nunca nadie me habia dado lengua en mi cuca y ano como tu,
despu�s de hacerlo varias veces yo tuve un orgasmo tremendo, t� lo recibiste en
la boca, tragandote mis jugos, entonces te acercaste hacia a m� y nos besamos,
al sentir tu lengua volv� a sentir mi sabor, en tus labios y en parte de tus
mejillas, lo cual de nuevo me excit� mucho, y empec� a chaparle los senos, me
gust� tu piel, era suave y tus senos eran duros, era rara la sensaci�n pero la
disfrutaba mucho, entonces decid� besarle la vagina otra vez, me agach� y sin
m�s ni m�s puse mi boca en su vagina, te mov�as mucho y yo no quitaba mi boca de
su cl�toris y le pasaba duro mi lengua hasta que en medio de jadeos y apretones
a tus pezones tuviste un gran orgasmo que fue directamente a mi hambrienta boca,
eran los mejores jugos de hembra que he probado, tus gemidos y gritos
aumentaron, afortunadamente estabamos solas.
Despu�s de estos orgasmos alucinante, nos abrazamos y
quedamos profundamente dormidas, con a la media hora, son� el tel�fono, lo que
nos despert�, nos aseamos y vestimos, y me invitaste a tu casa el s�bado y me
dijiste de tus consoladores y juguetes, que me vas a penetrar por el culo, te
dije que no pero, mi deseo es muy grande....................
Espero haya sido de su agrado y deseamos sus comentarios a mi correo o al de
mi negra Caro a:
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