CUERNOS CON EL PLOMERO
Era una tarde calurosa, estaba con mi mujer en nuestra casa,
ten�a que quedarme a esperar al plomero, que ten�a que venir a hacer unos
arreglos en nuestra cocina. Hab�a decidido quedarme porque este tipo era nuevo,
el que siempre fue nuestro hombre de confianza se hab�a retirado ya de la
profesi�n y a este lo hab�amos conseguido a trav�s de uno de esos volantes que
reparten por debajo de la puerta.
Mi mujer, Alicia, se quedaba hasta cerca de las 17 horas ya
que despu�s ten�a cosas que hacer en el centro de la ciudad. Realmente no es una
super mujer, pero est� bastante bien puesta. Tiene cerca de 40 a�os, mide cerca
de 1,70 mts. Y tiene un buen cuerpo, producto de una dieta cuidadosa y gimnasia.
Por otra parte para su profesi�n es conveniente que se encuentre siempre en
buena forma, ya que es una vendedora profesional y la apariencia externa es una
buena parte de la venta.
Nuestra vida en com�n surge de ya varios a�os de convivencia,
ninguno de los dos lleg� virgen a esta situaci�n, ella incluso ten�a una hija de
unos quince a�os de otro matrimonio, es decir, somos conscientes de la elecci�n
que hicimos y ambos ten�amos una historia atr�s nuestro que en definitiva
avalaba nuestra elecci�n.
El bendito plomero llego media hora m�s tarde lo previsto, un
buen s�ntoma de cumplimiento pens� yo para mis adentros. El aspecto del tipo no
era de los mejores, medio desgre�ido, flaco, de unos 30 a�os y un aspecto para
nada recomendable, pero bueno ya estaba en medio del baile asi que ten�a que
seguir.
Mi mujer se hab�a ido a duchar y yo le mostr� al tipo lo que
ten�a que arreglar, el tipo hizo como que estudiaba el gran problema que ten�a
que resolver mientras se rascaba la cara.
En eso entr� mi mujer a la cocina, ten�a puesto nada m�s que
una salida de ba�o cortita y nada debajo, el tipo casi se desmaya de la visi�n y
mi mujer que indudablemente no hab�a o�do entrar al plomero ni mi conversaci�n
con �l se sobresalt� y pidiendo disculpas se retir� r�pidamente.
El tipo la sigui� con la mirada ignorando completamente mi
presencia ni que el objeto que miraba fuera mi se�ora, simplemente la miraba
como si ya se la estuviera comiendo. Mi mujer sigui� caminando hacia nuestros
dormitorios, pero al llegar a la puerta se volvi� y dirigi� una mirada hacia
donde est�bamos nosotros, no se si me miraba a mi o lo miraba al tipo.
Como pude lo hice volver a la realidad y le dije que se
encargara del trabajo. Yo me fui para nuestro dormitorio y le dije a mi mujer
que me iba al escritorio a trabajar con unos papeles y de paso bajar unos
programas de una p�gina de internet.
Mi mujer me contest� no se que cosa mientras se pon�a una
bombacha tipo hilo dental que remarcaba su culo de una manera impresionante.
Yo me encerr� en mi escritorio a realizar mis tareas, pero la
verdad, me hab�a quedado pensando a quien le hab�a dirigido la mirada mi mujer.
Recordando aquella experiencia en el colectivo, no me qued�
para anda tranquilo y no me pod�a concentrar en lo que ten�a que hacer, asi que
puse un poco de m�sica y me qued� pensando.
Oigo la puerta de nuestro dormitorio y los pasos
inconfundibles de mi mujer que se dirigen a la cocina. Bajo el volumen de la
m�sica pero no alcanzo a oir nada, salvo algunos murmullos.
Pasado un rato y sin sentir que mi mujer volviera salgo sin
hacer ruido de mi escritorio y siempre en silencio me dirijo a la cocina a ver
que estaba pasando.
Me qued� parado en el pasillo y disimuladamente me quede
observando, en realidad me sent� culpable ya que no pasaba nada, el tipo estaba
trabajando y mi mujer se estaba preparando un t�.
Me estaba por volver a mi escritorio ya mas tranquilo, cuando
suceden un par de cosas que me dejan pasmado.
Mi mujer se acerc� a donde estaba trabajando el plomero y le
pidi� permiso para sacar un poco de agua de la canilla, el tipo estaba agachado
trabajando con el desague asi que se corri� un poco dejando que ella pasara. Mi
mujer se estir� sobre la mesada para abrir la canilla y sacar agua, pero este
movimiento levant� a�n m�s su ya corta salida de ba�o y el tipo que estaba
agachado tuvo una visi�n maravillosa del culo de mi mujer, se qued� con los ojos
en blanco mirando ese culo espectacular y mi mujer no se si a prop�sito o que se
demoraba m�s de la cuenta.
El tipo aprovech� la situaci�n para pasarle la mano por la
pierna y subirla hasta llegar a tocarle el culo, mi mujer como si nada segu�a
como demor�ndose con el agua. El hombre aprovech� para pararse y ahora con las
dos manos le recorr�a todo el culo a mi mujer, mientras que se iba apoyando en
su trasero las manos sub�an hasta llegar a las tetas, las que empez� a manotear
de una manera casi salvaje. Mi mujer lo tir� para atr�s pero el tipo segu�a
prendido a las tetas y la apoyaba fuertemente.
Yo me qued� congelado, porque si bien vi que mi mujer se
defend�a tambi�n era cierto que lo provoc�. Adem�s me pareci� ver que a mi mujer
no le molestaba tanto como parec�a, ya que dio vuelta y lo mir� a los ojos y
bajando una mano empez� a pas�rsela a trav�s del pantal�n acariciando la pija
del tipo que estaba bastante dura por lo que se notaba. El plomero ten�a ya
carta blanca para hacer lo que quisiera, asi que le peg� la boca a la suya y se
la empez� a comer con la lengua,. Cosa que mi mujercita respondi� con m�s ganas
que �l por como lo apretaba, las manos del tipo la recorr�an por todos lados y
la mano de mi se�ora se mov�a cada vez m�s r�pido sobre el bulto del plomero que
a esta altura ya era una cosa impresionante a trav�s del pantal�n.
El plomero logr� meter una mano dentro de la bombacha de mi
mujer, quien se abri� de piernas todo lo que pide para favorecer el trabajo, le
baj� el calz�n como pudo y le meti� un dedo en la concha y empez� a moverlo
dentro de su cuevita, haciendo que mi mujer empezar a suspirar y moverse
r�tmicamente acompa�ando sus movimientos, mientras se segu�an chupando las bocas
con la lengua. El tipo sac� el dedo, que estaba empapado de sus jugos y se lo
chup� mirando directamente a los ojos a mi mujer, quien aprovech� para soltarse
y le baj� los pantalones dejando al descubierto un pedazo impresionante de verga
dura y brillante. Yo segu�a en las nubes y m�s viendo el tremendo pedazo de
verga que portaba el tipo y que mi mujercita ( toda una santa ) hab�a ya
empezado a tratar de llevarse a la boca. Lo �nico que consigui� meterse fue la
cabeza la que empez� a devorar mientras se tocaba el cl�toris ella misma, con la
otra mano le recorr�a el tronco al pedazo del plomero. Realmente era una pija
descomunal no la pod�a abarcar ni con la mano ni con la boca. Unas sacudidas de
mi mujer me indicaron que hab�a acabado como una loca, lo que hizo que mamara
con m�s ganas la gran verga, el tipo la agarraba de la cabeza y le iba metiendo
cada vez m�s de la verga adentro de la boca, pens� que se iba a ahogar pero mi
mujer sigui� chupando y chupando hasta que el que se sacudi� fuel el plomero y
la boca de mi mujer se inund� literalmente hablando, trag� todo lo que pudo pero
igual empez� a salir de la boca una cantidad impresionante que iba chorreando
las tetas de mi mujer y el piso, mi mujer tuvo que tomar aire, asi que la sac�
del todo de la boca y la gran verga segu�a tirando leche, que mi mujer
desparram� por todo su torso y de nuevo se llev� a la boca para terminar los
�ltimos chorros dentro suyo.
Se levant� y se fue directamente a la boca del plomero a
com�rselo a besos directamente.
El tipo la levant� en vilo, la apoy� sobre la mesada, termin�
de sacarle la bombacha y se la empez� a comer con la lengua, pero de una manera
que yo nunca hab�a visto ni en las mejores salas pornogr�ficas. Que comida le
peg�, mi mujer suspiraba y se mord�a los labios para no gritar mientras le
hund�a la cabeza entre las piernas como queriendo enterr�rsela dentro suyo, una
nueva sacudida me indic� que mi mujer hab�a gozado de nuevo, no se cuantas veces
hab�a gozado ya, pero seguro que m�s que conmigo en los �ltimos meses todos
juntos.
El tipo se levant� con tremendo palo totalmente duro y se lo
clav� de golpe haciendo que mi mujer se estrellara contra la pared del sacud�n,
empez� a bombear y sacudirla como loco, y mi mujer agradecida por la cogida,
porque se mov�a como si nunca hubiera cogido, por dios, que polvo le peg� el
tipo, la embalsam� con la pija, mi mujer ten�a un orgasmo tras otro de una
manera que me hac�a poner loco. El tipo le acab� adentro con una fuerza tal que
mi mujer se sacudi� espasm�dicamente mientras se com�an las trompas mutuamente.
El tipo la sac� de adentro de mi mujer, ella se dedic� a
chuparla un rato, se dio vuelta y le dej� la parte trasera para que se
entretuviera.
El tipo ni lerdo ni perezoso se la meti� de un saque haciendo
que mi mujer casi se tragara la canilla, pero empez� a moverse y a gozar como
una perra, se mov�a como loco y con una mano empez� a restregarse el cl�toris,
acabando como una loca varias veces seguidas.
El plomero la volvi� a llenar de leche, la que le ca�a por
las piernas, mientras mi mujer temblaba como una loca del placer recibido.
De nuevo se dio la vuelta y se dedic� a limpiar la gran verga
con su lengua.
Cuando termin� de limpiarla, bes� de nuevo al plomero, se
dedic� a terminar, o mejor dicho a empezar de nuevo con se t� y lo dej� el tipo
terminar su trabajo.
Yo me volv� al escritorio y no sal� hasta que me llamaron
para pagar la cuenta.