Laura se pas� el d�a en su casa, descansando e intentado
olvidar su noche de placer con Maurizio, llam� a su madre de nuevo para decirle
si pod�a continuar qued�ndose con los ni�os ya que ella iba a estar de fiesta
esa noche, su madre le hizo saber que no era muy apropiado que ella estuviera de
fiesta mientras su marido estaba de viaje de negocios y esa no era una actitud
t�pica de una mujer casada, ella le di� la raz�n pero argument� que necesitaba
salir algo debido al inmenso trabajo que ten�a durante toda la semana.

Una vez solucionado el tema de sus hijos intent� distraerse
haciendo tiempo en su casa, el contestador ten�a un mensaje de su esposo
preguntando como estaban y que llamar�a hoy otra vez. Lleg� la tarde con rapidez
y su marido la llam� por tel�fono ella se puso y hablaron durante un rato, ella
estaba algo distante debido a su culpabilidad, se despidieron y ella se nuevo
tuvo que hacer un duro ejercicio de fuerza de voluntad para no llorar, el
remordimiento era muy fuerte.

Al caer la noche recibi� la llamada de Enrique.

- Hola Laura, bien vistet� con un traje de esos veraniegos de
tirantes y falda de volantes, ponte bragas y sugetador normalitos y arreglate
algo, luego llama a un taxi que te lleve al Pol�gono industrial, nave 24,
tendr�s que estar all� a las 22:00 horas.- orden�

- Esta bien.- dijo ella.

Obedeci� a Zeus y se puso un traje de esos primaverales, ropa
interior corriente de color blanco, zapatos de tac�n, y se dej� su cabellera
casta�a suelta. Llam� al taxi y la llev� a la direcci�n que le hab�a indicado
Zeus.

El pol�gono industrial estaba oscuro y no hab�a mucha gente,
se dirigi� a la nave 24, la puerta estaba abierta, dentro no hab�a mucha luz,
salvo la de una l�mpara que hab�a al fondo en una mesa, la poca iluminaci�n le
imped�a ver el resto de la nave pero a simple vista parec�a vac�a, no hab�a
cajas ni nada parecido s�lo una sala al fondo y la mesa con la lamparilla, de
repente alguien la cogi� por detr�s y le tap� la boca, not� la hoja de un
cuchillo en su cuello y una voz desagradable:

-Bien puta haras lo que te diga o te voy a rajar como una
cerdita, � Entiendes?.- El acento era sudamericano.

Ella estaba muy asustada, no se hab�a imaginado que fuera
esta la prueba , es mas durante un rato incluso pens� que esto no formaba parte
de la prueba que deb�a pasar, ella ni siquiera mir� hacia su secuestrador, este
la sac� de la nave y ella no opuso resistencia. Afuera una furgoneta blanca
aguardaba, la puerta lateral abierta y un tipo con un pasamonta�as esperando, la
metieron dentro de esta, la ataron con cinta aislante y le pusieron y le taparon
los ojos, luego le pusieron una venda en los ojos con lo que ella no pod�a ver
nada.

Oy� como hablaban tres personas, dos estaban en la arte de
atr�s con ella y un tercero conduc�a. La furgoneta estaba en marcha.

- Esta bien zorrita vas a pasarlo bien con nosotros, si te
pones testaruda y no colaboras te vamos a dejar muy mal y te vamos a violar
igual as� que mejor ser� que no nos lo pongas dif�cil.- Dijo otra voz en un
claro acento �rabe.

Ella no sab�a que hacer, pero una bofetada la sac� de su
perplejidad.

- ZORRA!!!, es que no has escuchado.- dijo el sudamericano

- Si.- dijo timidamente ella

- Esta bien, haras lo que te digamos y como no........- dijo
el sudamericano dando a entender lo que le esperaba la no colaboraci�n.

Ella asinti�.

- Bien.- dijo de nuevo el sudamericano,- Hazme una buena paja
pero con la boca, y como me muerdas te echo los dientes abajo de una hostia puta
asquerosa.- le dijo

Ella no sab�a lo que hacer pero cuando not� un fuerte olor
desagradable y la punta de de la polla del sudamericano en los labios lo vi� muy
claro, la lami� , estaba caliente y ten�a parte del l�quido preseminal en el
glande, ella empez� a met�rsela en la boca, era complicado ya que no contaba con
la ayuda de sus manos y sus ojos. El moro ri� y el sudamericano lanzaba gritos
de placer y la insultaba:

- Ohhhhhhh!!, que bien la mamas puta, donde has aprendido,
que bien , sigue , sigue.- le dec�a

Ella segu�a y segu�a, el tipo se ayudaba cogi�ndola por la
cabeza y literalmente follandole la boca con su polla, ella se atragantaba poco
a poco y e costaba respirar, la saliva se le escapaba por las comisuras de los
labios, mas que saliba aunt�nticas babas y mocos por la nariz, el tipo a lo
suyo, la sacaba de vez en cuando ve�a que ella no pod�a mas y se la encontraba
llena de saliba por doquier, ella aprovechaba esasa pausas para respirar, toser
y escupir pero cuando menos se lo esperaba �l atacaba de nuevo y se la volv�a a
meter.

Mientras el moro, estaba observando con placer lo que le
hac�a su amigo a la mujer y grababa con una c�mara digital la escena, esas
hab�an sido las �rdenes de quien los hab�a contratado, les hab�a dicho que era
un marido que quer�a cumplir la fantas�a de ver a su esposa vioalada, el tipo
era quien conduc�a, y adem�s de lo bien que se lo �ban a pasar le iba a pagar a
cad uno 500 euros.

Laura estaba bastante agobiada con la vejaci�n a la que
estaba siendo sometida, le dol�a la mand�bula y la garganta y adem�s ten�a la
sensaci�n de estar siendo ahogada, era muy desagradable. El violador parece que
se cans� de ella y sac� el pene de su boca, oy� como este lanzaba un grito de
placer s�ntoma inequ�voco de que se hab�a corrido pero para sorpresa de ella no
fu� en ninguna parte de su cuerpo, ella tom� de nuevo aire y escupi� bastante
baba, apunto estuvo de vomitar.

- Bien ahora vamos a ponerte una mordaza para que estes
calladita y descansa que s�lo hemos empezado.- le dijo el tipo

Not� como le pon�an una esponja en la boca para que no
hablara y se la ataron con cinta adhesiva, la esponja estaba h�meda y ella pudo
notar el sabor del semen en ella, lleg� a la conclusi�n de saber donde hab�a
eyaculado el violador.

El viaje dur� un rato mas y sus secruestradores apenas
hablaban, de vez en cuando escuchaba la risa s�dica del moro y los cachetes que
este le daba mientras le dec�a al o�do lo bien que lo iba a pasar. La furgo par�
por fin, la levantaron y sacaron de ella y la llevaron dentro de una casa o
algo, luego la dejaron tumbada en un colch�n en el suelo y escuch� como entraba
el tercer secuestrador.

Le quitaron la mordaza y ella volvi� a tomar aire fresco ,
luego coratron sus ataduras con un cuchillo y le quitaron la venda, ella tard�
un poco a acostumbrarse a la luz y mir� confundida a su alrededor. Estaba en un
colch�n, parec�a una cochera , hab�a cajas y herramientas por alguna parte, las
paredes eran grises y ol�a a gasolina, la cochera estaba iluminada por una luz
en el techo, no muy fuerte, a su alrededor hab�an tres tipos, todos ten�an
pasamonta�as, uno era bajo y fuerte, otro delgado que llevaba un cuchillo de
monter�a y el �ltimo que empu�aba una videoc�mara digital. Ella estaba muy
asustada ante lo que ten�a en frente, el delgado se acerc� a ella y la cogi� por
la barbilla, esuch� su risa de hiena y supo que ese era el moro, este acerc� el
cuchillo a su pecho y de un r�pido tajo cort� la parte de arriba del vestido y
el sost�n, ella se asust� mucho y chill� pero eso le vali� un bofet�n de su
secuestrador.

- Como vuelvas a gritar as� te machaco a palos hija puta.- le
dijo amenaz�ndola

Ella se sobrecogi� y los mir� a todos , suplic� por que la
dejaran en paz pero ellos se rieron, finalmente el moro harto de tanta verborrea
in�til se baj� los pantalones y dej� al descubierto una gran herramienta, era
larga, la mas larga que ella hubiera visto en su vida pero no muy gruesa y sin
mas dilaci�n la dirigi� a la boca de Laura, su instinto hizo que apartara la
cara para que esta no entrara y la polla del moro no lleg� hasta su objetivo,
eso le cost� otro guantazo en la cara y s�lo la mirada de este hizo que ella no
se opusiera a que �l consiguiera metersela en la boca, le entraba poco a poco y
tuvo que ayudarse con las manos, sab�a que deb�a colaborar o lo pasar�a peor. El
moro se sinti� complacido y ri� de nuevo, mientr�s el segundo secuestrador se
acerc� a ella y le empez� a quitar el resto del vestido, pero como un bestia
arranc�ndoselo y terminando de romperlo, luego apart� las bragas dando un tir�n
pero no las rompi�, pero se quedaron de tal manera que no entorpec�an su entrada
en sus sagrados agujeros. El tercero no dec�a nada y s�lo grababa.

Ella sigui� con su felaci�n al moro mientr�s que el
sudamericano la follaba por detr�s, se hab�a puesto cond�n al menos, le pegaba
unas embestidas tremendas sin importarle si le hac�a da�o o no le pegaba
cachetadas en el culo y en la espalda, la cog�a del pelo y la insultaba
cruelmente, esto hac�a que ella no pudiera hacer la mamada con normalidad y eso
enfadaba al moro que sugetaba su cabeza y la atra�a hacia s�, de modo que la
�nica en sufrir era ella que notaba fuertes tirones de pelo y era movida como un
juguete de trapo por sus violadores. La cosa segu�a del mismo modo, el moro a
veces le propinaba peque�as guantadas para espabilarla y el sudamericano
empezaba a correrse, se quit� el cond�n y escupi� su semen en la espalda de
ella, inundando su cabellera de leche blanca y espesa, el moro parec�a no
correrse, lo �nio que hac�a era reirse y darle cachetadas en la cara de manera
compulsiva, ella empezaba a hartarse, le dol�an los mofletes, los ten�a
ardientes y muy rojos, el moro le escupi� en el pelo, ella se sorprendi� ante
esto, esta manera de humillarla la estaba matando, l�grimas y mas l�grimas
afloraron por sus enrojecidas mejillas. El sudamericano atac� de nuevo pero en
su culo, empezaba a meterla lentamente, mientras que con sus manos empezaba a
magrearle las tetas.

- Que tetas que tienes putita, joder como debe de ponerse el
boludode tu marido todas las noches.- le dijo el sudamericano.

Ella no pod�oa hacer nada, el maldito moro no se ven�a y
segu�a con su humillante trato, le hab�a vuelto a escupir en el pelo y tambi�n
en la cara, luego hab�a restregado por toda esta, y lo que mas sacaba de quicio
a ella era su pat�tica y maldita risa. el tercer hombre segu�a grabando la
escena, se notaba una fuerte erecci�n en su paquete pero de momento no hizo
nada. El sudamericano segu�a jodiendola por el culo con violencia, el dolor era
inmenso y el escozor tamb�en , ten�a heridas en sus pechos debido a las u�as de
sus manos que le pegaban tirones y pellizcos violentos, clavaba sus pordieseros
dientes en su cuello, espalda y hombros dejando huella irrefutable de su trato,
de nuevo se corri� y el caliente l�quido seminal se mezcl� con la sangre de su
culo dejando una sensaci�n de escozor terrible, el tipo la solt� y se levant�,
la cogi� de la nuca y ayud� a su compinche, haciendo que la cabeza de ella fuera
hacia delante y hacia atr�s, finalmente el moro se vino y escupi� su asqueroso
semen en la boca de ella, esta di� unas arcadas y el moro sac� su largo poll�n y
lanz� andanadas de semen en la cara y tetas de ella, soltando un desgarrador
grito, el sudamericano se alej� para no ser manchado tambi�n �l.

Ella tuvo un momento de tregua, el moro la miraba con el pene
semierecto, se llev� la mano a la polla y empez� a estimularse, ella intent�
limpiarse con las manos todo la porquer�a que ten�a en la cara con los restos de
su vestido pero el moro lo impidi�, le suget� el cuello con su mano izquiera y
la mir�, ella estaba de rodillas, �l hizo un gesto con su garganta como si
estuviera tragando saliva y le ech� un salivazo que cay� en el ojo derecho de
ella, luego se acach� hasta la altura de la cabeza de ella y volvi� a escupirle,
le escupi� hasta que no le qued� saliva, ella trataba de protegerse con las
manos y moviendo la cabeza pero este le daba guantadas para que ella no lo
hiciera. Finalmente tuvo su pene de nuevo erecto, se puso un preservativo
lentamente, ella estaba humillada y agotada, miraba al suelo, chorreaba semen,
saliva y l�grimas por su cara que llenaban el colch�n pero no hizo nada, el moro
la cogi� y tumb� de espaldas, la someti� con una mano al cuello y empez� a
follarla por el co�o con furia y rapidez, delicadeza , ninguna, se re�a y re�a,
mientras que la follaba. El sudamericano miraba sentado en el suelo a cierta
distancia y el otro segu�a grabando. El moro dej� el cuello y empez� a meterle
los dedos por la boca a ella, con violencia, produciendole heridas a ella, luego
se dirigi� a los pechos, los amasaba con brusquedad, tiraba de los pezones hasta
arriba, hasta mas no poder, ella gritaba ante este trato pero el moro re�a y
re�a, la golpeaba en el esternon, en la cara, en las tetas y en el est�mago, no
tard� en correrse y se qued� encima de ella.

Laura estaba llorando desconsoladamente, en su vida hab�a
sufrido tanta humillaci�n y dolor por parte de nadie, jamas ser�a la misma.

El moro se levant� , la mir� durante unos instantes y volvi�
a escupirle en la cara, se ri� de nuevo con esa desagradable musicalidad hi�nica
luego se levant� se quito el preservativo, agarr� la mand�bula de Laura con la
mano y abri� la bocade esta, deposit� el semen del preservativo en su boca y
luego dej� que las �ltimas gotas se derramaran sobre su cuello y pecho y por
supuesto volvi� a reirse.

Ella ya no estaba all�, su mente vagabundeaba en otra parte,
en pensamientos mas bonitos que en la tortura emocional a la que estaba siendo
sometida.

El moro la dej� all� tumbada y se acerc� a hablar con el
sudamericano y el hombre de la c�mara , luego ambos se dirigieron hacia ella y
volvieron a bajarse los pantalones, los tipos miraron al hombrede la c�mara y
este les hizo un gesto entonces ambos empezaron a mearse encima de ella, ella
sali� un poco de su ensimismamiento al notar el calor del or�n que ellos
depositaban sobre todo su cuerpo, el moro volv�a a reirse histericamente,
finalmente acabaron su faena y se arrastraron la colchoneta con ella encima
hacia una de las paredes de la cochera.

Laura estaba sucia y ol�a f�tidamente debido al sudor, la
sangre y otros fluidos corporales de diversa �ndole, la dejaron all�, entonces
el sudamericano se acerc� a una manguera que hab�a en el suelo y la accion� el
agua sali� con un chorro peque�o entonces el sudamericano dijo:

-Esta cerdita est� hecha un asco, es una guarra, mira que
sucia est�, debe de darse un ba�o.-

El moro volvi� a reirse y el sudamericano empez� a lanzar el
agua de la manguera contra el cuerpo de Laura, le di� mucha presi�n y estaba muy
fr�a, ella intentaba apartarse y cubrirse pero la fuerza de la manguera era muy
fuerte y ella poco pod�a hacer, escuchaba las risas atenuadas de los dos
violadores mientras era rociada con el agua, una parte de ella se alegraba de
que la estuvieran limpiando de toda la mierda que le hab�an hechado encima, tras
2 minutos de ducha cortaron la manguera. Ella estaba muerta de fr�o, temblaba
debido a este y los dientes le caste�eaban, mir� a sus captores, puro odio hab�a
en sus ojos, se acerc� el tercer tipo que s�lo hab�a estado grabando y le di�
una toalla limpia y seca, no dijo nada, ella se preguntaba que ganaba este t�o
aparte claro que el v�deo que hab�a filmado de ella, se sec� como pudo aunque
a�n estaba muy mal, luego el sudamericano la levant� y le puso de nuevo una
venda en los ojos, no se molestraon en inmovilizarla ni ella intent� nada, la
metieron en la furgoneta y arrancaron , luego le pusieron un vestido y una manta
por encima, ella se hab�a quedado insconciente, no supo el tiempo que hab�a
estado en la furgoneta cuando la despertaron:

- Bueno furcia , ya hemos acabao espero que lo hayas pasado
bien, estamos cerca de tu casa no te quites la venda hasta contar 20, adios.-

Ella apenas se pod�a mantener en pi�, oy� irse la furgoneta y
se quit� la venda de los ojos, no sab�a ni como estaba s�lo que quer�a irse a
casa y descansar ya habr�a mas tiempo para el dolor y para derramar l�grimas.

Mientras Enrique conduc�a una furgoneta blanca, lleg� cerca
de su casa y les dijo a sus ocupantes de atr�s:

- Lo habeis hecho muy bien chicos, tomad vuestra recompensa -
sonri� y le di� un sobre a cada uno.