Relato: S�, s� soy una perra Hola estimados Lectores:
Me reporto con ustedes de nueva cuenta. Se acuerdan de m�?
Soy Maricarmen, su amiga. La de la serie: "�Ser� una perra?".
Me alej� tanto tiempo de ustedes por motivos de fuerza mayor.
Primero hubo graves problemas con mi Viejo, Mi Amorcito. Me mand� al hospital.
Me puso una santa madriza por andarle haciendo de chivo los tamales. Me pesc� en
una movida con otro y como no es de esos a los que se les pueda enga�ar sin
consecuencias, me puso un chinga, casi me mata. Pas� casi un mes internada. Ya
ni supe de �l. Ni se preocup� por ir a visitarme. Se me hace que ya lo perd�. Yo
lo voy a buscar, lo extra�o. A ver si no me vuelve a madrear... pero no quiero
que me deje. Yo tuve la culpa, lo reconozco. Aunque �l mismo me ha tra�do
hombres para gozar, no soporta el enga�o. Empezando porque no tiene caso
enga�arlo, �para qu�? y tiene raz�n. Ojal� me perdone, porque yo no s� vivir sin
�l.
Es que se me perdi� casi dos meses despu�s de un pleito que
tuvimos, y yo andaba muy necesitada de amor. Me fui de copas con unos compa�eros
del trabajo y al final acab� con uno de ellos en mi cama. �Parece que me cogi�
hasta por las orejas!. Con lo borracha y caliente que andaba, me vali� madre y
me dej� hacer de todo. Me la meti� hasta que se cans� por todos lados. Al otro
d�a me tocaron a la puerta, ya el compa�ero se hab�a ido, al abrir era �l, mi
Papito Lindo, que ven�a a reconciliarse conmigo. Me ech� en sus brazos feliz;
pero me oli� y me empez� a revisar los agujeros y la cama. Hasta en las orejas
me encontr� mocos de otro (no me acuerdo que me lo hayan hecho por ah�, qui�n
sabe) y en la cama muchos pelos... y yo estoy completamente depilada, s�lo tengo
cabello y cejas. C�mo le explicaba, s�lo me puse a llorar, ech�ndole a �l la
culpa de lo que pas�, qu� m�s me quedaba; pero de nada me sirvi�. Me pate�, me
revolc�, me arrastr� de las gre�as por toda la casa, me puso varias llaves de
lucha libre, me rebot� contra las paredes y me azot� varias veces en el suelo.
Me dej� all� y se fue dici�ndome de todo y que ah� no acababa esto, que cuando
me le cruzara en su camino me iba a madrear otra vez.
Hasta que lleg� mi hijo de la escuela al medio d�a vino una
ambulancia por m�. Hundimiento de cr�neo, fractura de brazo izquierdo y
dislocaci�n de tobillo derecho. Hematomas en ambos ojos y desviaci�n de tabique
nasal. Eso es lo que los socorristas de la cruz roja vieron a simple vista. En
el hospital me encontraron la falta de dos piezas dentales y golpes internos
varios. A pesar de las recomendaciones para denunciar a quien me golpe� as�, no
lo hice. Jam�s le levantar�a la mano a Mi Amorcito. Mucho menos cuando yo fui la
culpable. �l siempre se a portado hermoso conmigo y con mi hijo. Yo fui la
caliente y la pendeja que lo provoc�. Mucho menos conoci�ndolo. Capaz que cuando
salga me busca y me deja peor, si no es que desde adentro me manda tupir la
madre.
Despu�s vino otra tragedia, mi madre falleci�. Tuve que
acudir al pueblo sola, ya que mi hijo estaba en clases; despu�s de m�s de 20
a�os sin volver ni por la feria tuve que regresar para los funerales. Todo pas�
sin mayores contratiempos. Sepultamos a nuestra Madre y me qued� con ellos unos
d�as. No hab�a problema, la que no me quer�a ah� era mam�, Q. E. P. D.
All� me encontr� con mi primo Paco, mis hermanos Rosa y
Javier, y mi pap�. adem�s la familia ya creci�. Rosa se cas� hace 10 a�os, ya
ten�a un hijo var�n; de qui�n creen? Claro! De Paco... es el vivo retrato de �l.
Ya tiene 14 a�os. Desde luego s�lo el esposo no sabe de qui�n es. A solas le
pregunt� si segu�a teniendo relaciones con el primo y me dijo que s�. Que le era
muy dif�cil prescindir de los 25 cent�metros que tiene Paco por delante. Que su
marido no est� nada mal, pero que ella de vez en cuando, necesita sentirse bien
rellena del camote que tan feliz la ha hecho desde que ten�a 10 a�os. Platicamos
de aquellos tiempos con gusto y malicia. Recordamos cuando �ramos ni�as, cuando
yo ten�a 12 y ella 10, del desmadre que hac�amos ya por ese entonces con Paco.
De c�mo nos impresionaba verle le vergota bien parada y como �l disfrutaba de
ense��rnosla y luego, al poco tiempo, de como lo masturb�bamos y nos hac�a
chup�rsela. De c�mo a m� me daba miedo que me la fuera a meter y a ella le
vali�, y a los 12 a�os se dej� coger por �l y acab� en el hospital bien
reventada. Le dije que de veras estaba pendeja para haberse dejado meter
semejante camot�n. Que, o era muy pendeja o era muy puta. Con cierta molestia,
que a m� me pareci� envidia, me reclam� que yo tampoco no me med�a, que de qu�
me admiraba, si me met� con Paco y tambi�n con pap� y con Javi, nuestro hermano,
y por eso me hab�a corrido mam� de la casa.
Le aclar� que ella no me corri�, que yo me fui sola. Le
expliqu� lo del plan de pap� de ponerme casa en la Capital del estado y hacerme
su mujer y lo entendi�. Me confi� que cuando me fui del pueblo, a vivir con
nuestra hermana al norte, mi pap� andaba muy raro. Como desesperado. Que la
empez� a visitar a ella por las noches en su cuarto y le met�a mano. Que con el
paso del tiempo �l agarr� confianza y como ya no era virgen, se met�a en su cama
desnudo y le sacaba los calzones, que lo sent�a como se recostaba detr�s de
ella, pero Rosa se hac�a siempre la dormida. Que mi pap� le pasaba toda la verga
por la cola y la vagina y se ven�a a chorros, dej�ndoselas bien embarradas.
Tiempo despu�s se la cogi�. Dice que aunque sinti� la cosa de pap� muy gruesa
cuando le iba entrando, ya despu�s se le acostumbraba y se la cog�a varias veces
en la noche. Que incluso �l la mov�a y la pon�a boca arriba y le pasaba la
vergota por la cara y se la quer�a meter por la boca. Que pap� le abr�a las
piernitas y se la iba metiendo poco a poco, hasta adentro. Pap� era muy animal
para tratar a las mujeres, sin importar la edad de ellas. Que a veces la
aplastaba mucho, como que no se med�a y se la cog�a muy recio, como desesperado.
Que ella siempre se hizo la dormida, y pap� cuando terminaba le dejaba dinero, a
veces mucho, y ella nunca se quej�. Que pensaba que mam� se daba cuenta, pero
que nunca le reclam� nada.
Que Javier tambi�n sab�a lo de pap� y ella. Que �l tambi�n
quer�a con ella, pero le ten�a mucho miedo a pap�. Que se limitaba a ense��rsela
cuando pod�a, que se masturbaba delante de ella y echaba bastante leche, pero
que nunca se avent� a acerc�rsele para que se la tocara. Que la que lo sacaba de
apuros era Chuya (Ma. de Jes�s), una ahijada de mis pap�s, que en ese entonces
tendr�a 9 a�os. Javi le ense�� a mam�rsela y jal�rsela cuando iba por la casa.
Que aunque ella fuera con su mam�, el cabr�n de mi hermano la encerraba con �l
en su cuarto, mientras platicaban mam� y su comadre, y ahogaba de verga a la
ni�a. Rosa se asomaba para espiarlos y ve�a como Javier hac�a como quer�a a la
pobre chiquilla. Que a veces se le hac�a que la iba a asfixiar con su camote, de
tan fuerte que se la met�a y se la sacaba por la boquita. Que a Chuya le gustaba
mucho lo que le hac�a mi hermano, pues siempre que llegaban de visita lo iba a
buscar primero que a nadie.
Le pregunt� por Paco. Le dije que lo hab�a encontrado muy
gordo. Me dijo que tomaba mucho, que ya era alcoh�lico, pero que segu�a teniendo
aquello bien grande, y a los 45 a�os segu�a siendo el campe�n del pueblo. Que
ten�a viejas con hijos por todos lados, casadas y solteras, incluy�ndola a ella
misma. Que lo buscaban mucho por su vergona de colecci�n. Que a veces su esposo
se iba de viaje a la Capital, y ella se llevaba a mi primo a la casa y se lo
cog�a durante d�as, hasta que le sacara lumbre por la panocha. Que su hijo no
dec�a nada, porque ya lo ten�a bien aleccionado. Rosa ya estaba enviciada con la
vergota de Paco, me dijo que aunque la llegara a pescar su marido con �l, nunca
iba a dejar de coger con el primo. Que le val�a madre su esposo, porque no era
capaz de hacerle nada, tambi�n le ten�a mucho miedo a pap�.
Me platic� que Javier, nuestro hermano y Paco, no se pod�an
ver. Que desde que me fui yo, ellos ya nunca se vieron como lo que son. Que se
evitaban. Luego, algunos a�os despu�s para acabarla de chingar, Javier se cas�
con una jovencita muy linda, Ma. Elena. -Era una se�orita muy seria y calmada, y
estaba muy bonita. Chaparrita y muy blanca. Con muy buen cuerpo, chichona y
caderona. Al a�o de casarse tuvieron una ni�a y todo estaba muy bien, hasta que
Javier la encontr� con Paco en su propia cama, con su ni�a de brazos junto a
ellos. Era cosa de poco tiempo para que la pescara, estaba loca por Paco, no se
cuidaba. La cabrona, cuando se encerraba con el primo a coger, gritaba como si
la estuvieran matando, parec�a ambulancia. Todos escuch�bamos perfectamente
cuando le gritaba: -�Haaay papacito, qu� vergota tienes, me matas... me matas...
aaahhh, aaahhh.... no me la saques por favor, r�mpeme toda con tu vergota...
aaagghhh... haaay... Paaacooo.... aaaagghhh.... m�tame con ella... aaaahhh! -No
dec�amos nada (me dec�a Rosa) por no provocar una tragedia, pero ella se expon�a
mucho. Mam� y yo le dec�amos que se cuidara m�s, que si la llegaba a sorprender
Javier se la iba a chingar; pero ella s�lo se quedaba callada, no nos respond�a
nada, como si estuviera idiota. No nos respond�a grosera, simplemente no nos
respond�a. Escuchaba atenta todo lo que le dec�amos, pero no nos contestaba
nada.
-La verga de Paco la ten�a enferma, ah� como la ves de
calmadita y seria, estaba enloquecida con el garrote del primo, peor de
enviciada que yo!, me dec�a mi hermana. --Alguna vez los llegu� a ver cogiendo.
No ten�a l�mites, hasta con su ni�a acostada a su lado en la cama lo hac�a. Ni
se fijaba en que la bebita jugaba con su sonaja, y Ma. Elena a su lado montada
sobre Paco bien encajada en los 25 cms de �l, cabalgando bien fuerte para que le
llegara hondo, para sentirle la vergonona hasta las tetas, por dentro; se pon�a
como loca la cabrona cu�adita. Gritando todo tipo de chingaderas, bien caliente,
se transformaba cuando Paco la ten�a traspasada con su bestia. Hasta parec�a
otra persona! Cuando Paco iba a venirse ella se le bajaba y le agarraba la
vergona y se la mamaba con furia y aquel, ya sabes c�mo se viene, le ba�aba
much�simo toda la cara, el cabello y hasta a la pobre ni�a le ca�an los mocos
del primo. Claro, Javier los encontr� una vez. Yo me fui tras �l queriendo
calmarlo, pero nada, se me hace que ya sospechaba. De una patada tumb� la puerta
y entramos al cuarto. Ma. Elena estaba boca arriba en la cama, con las piernas
sobre los hombros de Paco, completamente ensartada, con la vergota de caballo
del primo casi sali�ndole por el hocico, y lo peor con su hija recostada a su
lado. Se puso muy feo, casi los mata all� mismo. Desde entonces no hemos sabido
m�s de la cu�ada ni de la ni�a. Se fue desde ese d�a, como siempre, calladita
calladita, la mosca muerta. Javier qued� muy afectado. El pinche de Paco sali�
por patas, como siempre que la cagaba. Se perdi� del pueblo m�s de un a�o. Para
cuando regres� ya Javier se hab�a cogido a sus hermanas, �te acuerdas de ellas?
Laura Leticia y Lulis (Lourdes), la m�s chica.
Laura Leticia era m�s grande que nosotras, de la edad de
Javier. Era put�sima!, (se los comento en Ser� una Perra? � 4). Era conocida por
todo el pueblo por su gusto por la verga desde que era adolescente. Pero Lulis
era m�s o menos de la edad de Rosa, si no es que m�s chica, era la consentida de
la familia de Paco. Se lo pregunt� a Rosa y me lo confirm�: - S�. Lulis es como
dos o tres a�os menor que yo. Por entonces ten�a no m�s de 14 a�os y Javier se
la estuvo cogiendo aqu� en la casa, todo ese a�o que Paco huy� del pueblo. Mis
t�os ven�an a cada rato por ella y se les volv�a a venir con mi hermano. Javier
se las goz� a las dos hermanas hasta que se cans�. Muchas veces a las dos
juntas. Salieron mucho m�s putas que nosotras, mana. Se aventaban unas org�as
bien gachas, encerradas por horas en el cuarto con Javi; y pap� ni les dec�a
nada. Como eran sobrinas de mam� y Paco se la deb�a a Javier, �l se hac�a el
loco y hasta aplacaba a mam� cuando se quer�a meter a poner orden. A veces se
iban los cuatro en la camioneta, pap� con ellos. Se me hace que se las llevaban
por ahi a hacer de las suyas, todos revueltos; yo creo que mi pap� tambi�n les
atoraba su vergota con ellas, ya ves c�mo la tiene. Han de haber estado felices,
el par de putitas, con el garrot�n de su t�o. �T� crees que no? eran y son bien
putotas las cabronas primas. Y pap� ya ves, nunca se le quit� lo cogel�n.
-Apenas hace dos a�os que tuvimos que llevar a Martincito a
que lo operaran de la ap�ndice a la capital y estuvo internado tres d�as,
nosotros, pap� y yo, nos hospedamos en un hotel y no hubo d�a que no me cogiera
como perra, me dio unas chingas que ya me le regresaba, te lo juro; me dej� bien
maltratada la pepea, y la boca entumida de tanto que me hizo que se la mamara.
La tiene demasiado gruesa, ya se la conoces. No llena, no pasan ni media hora de
que se vino en cantidad y ya te la quiere meter otra vez por la boca, para que
se la levantes, �hay pap�! Y ya ves, ya va para los 60 a�os! Coge como cuando
ten�a 35-40.
-Cuando regres� Paco vino muy enojado por Lulis, su hermana
consentida. Ret� a Javier muy ofendido, seg�n �l. Pap� sali� con un machete y el
primo se raj� todo, casi se caga, ya ves como es nuestro padre. Le dijo que a
qui�n quer�a tantear, que si no se acordaba lo que le hizo a su hijos, o sea a
m�, a t� y a Javier, que no se hiciera pendejo. Que la muchacha no sal�a de all�
con �l, y que �l menos iba a entrar, que ni lo pensara. Que hasta que ella se
quisiera ir se ir�a. Y que mientras tanto Javier le seguir�a dando uso. Que no
estuviera chingando y se fuera a rechingar a su puta madre, que no lo quer�a
volver a ver en su propiedad o le cortaba la cabeza con el machete. El joto de
Paco se fue con la cola entre las patas, sin hermana y todo pedorreado. A los
cuatro meses se fue Lulis, pero embarazada por Javier o pap�, qui�n sabe, como
ya batallaban mucho para cog�rsela por la barriga que ya ten�a, la corrieron a
la chingada. O sea que yo tengo un hijo de Paco y Lulis uno de Javi, �qu� te
parece el desmadre, mana?
Oye, pues no perdieron el tiempo! Cu�ntas cosas, qu� bonita
familia, eh? Nos re�mos bastante y seguimos conversando de todo lo que hab�a
pasado en esos a�os.
Le pregunt� si su hijo, Mart�n de 14 a�os ya, le hab�a
heredado a su padre, Paco el primo, sus "cualidades", y me dijo que s�. Que el
ni�o ten�a su buen pedazo a pesar de su corta edad. Curiosa le segu� preguntando
y dici�ndole que no le cre�a y me respondi�: -Deveras!, Maricarmen, la tiene muy
grande mi hijito. Ya ves que es muy flaco y largo de f�sico, pero de all�, huuuy
mana, se las carga mi Mart�n. Y tambi�n le hered� lo caliente al primo, seguido
anda con la verga parada. A veces lo he sorprendido en plena jaladera en el ba�o
o en su cuarto. Es m�s desde que te vio a ti, desde que llegaste, no te quita el
ojo de encima. Se me hace que ya est� en su cuarto masturb�ndose por ti, es bien
fisg�n y t� andas bien rabona cabrona. Todo el d�a anduvo detr�s de ti,
mir�ndote y contempl�ndote como idiota mi hijito. �No lo notaste? Tra�a los
pantalones bien abultados.
Le respond� que no. Pero s� me hab�a fijado en eso. Mart�n se
me quedaba mirando mucho, yo pensaba que por mi aspecto, diferente a las mujeres
del rancho. Si mi manera de arreglarme llama mucho la atenci�n en la ciudad,
cuanti m�s en el pueblo. Traigo el cabello decolorado, algo m�s abajo de mis
hombros, lacio, siempre ando muy maquillada. Estoy estrenando "cara", me tuve
que arreglar la nariz, mi Amorcito me la rompi�, y me qued� hermosa, mi rostro
cambi�, me veo m�s jovencita y linda; y s�, tiene raz�n Rosa, uso las faldas y
los vestidos algo rabones. No "bien rabona", como ella dijo, pero para ellos la
altura de mis faldas s� es exagerada. En promedio las traigo 10 cent�metros
sobre las rodillas y algo apretadas, pero como a mis 37 a�os sigo siendo muy
piernuda, en falda o vestido corto me veo muy buena; y m�s cuando estoy sentada,
las faldas me dan a media pierna y no me preocupo por est�rmelas bajando, �para
qu�?, no tengo de qu� avergonzarme, al contrario, me cuido mucho mis piernas.
Nunca necesit� depilarme, s�lo tengo una pelusita muy coqueta que aclaro y se me
ve divina. No tengo un gramo de celul�tis, ni un solo defecto. Tengo muy buen
chamorro y mis muslos son llenos y desesperantes para los hombres, como cuando
era ni�a. Mis caderas son amplias y curvosas, mi cintura y vientre justos, a
pesar de la maternidad, y mis senos altos y duritos todav�a. Adem�s ese d�a
tra�a un vestido de botones al frente, completamente abrochado, pero el ultimo
bot�n estaba muy por encima del dobladillo. Se me abr�a mucho y dejaba ver m�s
arriba de la mitad del interior de mis muslos. Nunca us� fondo, no me gustan,
as� que ante el m�s m�nimo paso o movimiento que daba, quedaba expuesta de
piernas ante quien estuviera frente o al lado de m�.
Le segu� diciendo divertida a mi hermana que no le cre�a que
Martincito tuviera, para nada, la delicia que ten�a nuestro primo Paco. Me
respondi� que tanto no, pero ahi se daban. Le dije que era el amor de madre lo
que la hac�a suponer tal cosa y me invit� a que fuera y lo verificara yo misma.
�Y c�mo? Le pregunt� admirada. -No hay problema, me dijo, entra a su cuarto con
confianza. Yo ya lo he masturbado, me da cosa verlo con la hinchaz�n y yo misma,
su madre, lo he ayudado a descansarla, ni modo de dejarlo as�, te digo que es
exagerado lo que tiene entre las piernas, y cuando se le pone as� de tiesa, como
se la haz de poner t� cuando te mira, hasta le duele mucho, pobrecito. Es que
tambi�n sus test�culos producen y cargan mucha leche y le molestan cuando anda
as�. Anda ve, no hay problema, ve y cerci�rate t� misma. Entra como que vas a
hablarle para cenar, ni toques la puerta.
��C�mo crees?!, le respond� escandalizada por lo que me
estaba proponiendo. � Hay, no te hagas la santita conmigo. No hay bronca, te lo
juro. Me sentir�a muy orgullosa de que vieras como mi nene es todo un hombre.
�Si apenas tiene 14, no la friegues, le dije ya muy inc�moda �A esa edad t� y yo
ya sab�amos de esto, ya mam�bamos vergas m�s grandes y de hombres mayores que mi
hijo; adem�s te estoy diciendo que yo misma se la descanso, no te preocupes, no
te va a rechazar, adem�s le gustas mucho a tu sobrino. �Avi�ntate mujer!, ve y
confirma lo que te estoy diciendo, te vas a sorprender de la herencia de mi
hijo. Yo voy a hacer de cenar, ahi t� sabes, ya no lo pienses mucho porque ya no
ha de tardar en acabar.
Rosa se fue a la cocina y yo me qued� hasta temblando por lo
que me dijo, por su confianzuda invitaci�n para visitar a mi sobrino en su
cuarto. Mart�n es un poco menor que mi hijo, pero m�s alto y delgado. Como dice
su mam�, flaco, huesudo. �Ser� por tanta masturbada que se da?, a lo mejor. No
sab�a qu� era mayor, si mi curiosidad o mi calentura. Ten�a mucho tiempo sin una
buena verga. No hab�a tenido sexo desde que, borracha, mi colega me parti� el
culo, y hasta creo yo que las orejas tambi�n, si no �porqu� tra�a semen all�?. 3
semanas y media en el hospital, luego la cirug�a pl�stica y la incapacidad para
reponerme, �m�s de 2 meses sin verga! Ya me andaba.
Sin pensarle mucho, como dijo Rosa, me fui y me plant� ante
la puerta cerrada de la habitaci�n de Martincito, gir� muy despacio la perilla
de la puerta y la abr� lentamente para que no escuchara. Estaba, efectivamente,
en trance maniobrando su bien hinchado pajarote, con los pantalones hasta las
rodillas, boca arriba en su cama y con los ojos cerrados, ni me sinti� entrar.
Se jalaba muy lento, sin prisas. Como que estaba pensando en alguien que le
gustaba mucho. Cerr� la puerta tras de m� y me le fui acercando paso a paso, de
puntitas. Cuando llegu� a su lado me inclin� y le pas� mi mano derecha por la
frente. Abri� su ojos, calmado pensando que ser�a su mam�, y se espant� cuando
vio que no; no pod�a creer que fuera yo. Quiso acomodarse los pantalones,
enderez�ndose para alcanzarlos, pero yo no lo dej�. Le segu� agarrando la cara y
dici�ndole que se calmara y me ense�ara lo que hac�a, que tal vez yo lo podr�a
ayudar.
Con sus ojos muy abiertos me ve�a a la cara, tap�ndose con
las manos lo m�s que pod�a la verga, que se le sal�a por un lado de las manos y
por el otro, cuando trataba de cubr�rsela de mi mirada interesada. Al
convencerme de que no se iba a dejar mirar all� f�cilmente, me sent� en la cama
y le agarr� las manos y se las separ� poni�ndolas a los lados de su cuerpo.
La verga le cay� como desmayada, a medio parar sobre el bajo
abdomen y se desliz� sola hasta llegar a su pierna, encontrando su lugar
deteni�ndose sobre su muslo, quieta. Le descansaba apoyada exactamente en la
l�nea donde termina la pierna y empieza el tronco, desde el centro del pubis
hasta salirle casi cuatro � cinco cent�metros de la parte externa del muslo. Y
eso que estaba amorcillada solamente, no la ten�a bien parada. Me record� la
vergona de Mi Amorcito, de unos 22 cent�metros, s�lo que mi sobrino la tiene
chueca, como su padre, Paco, y Mi Viejo la tiene derechita como varilla, como
varill�n del 20, hay papacito ya lo voy a buscar ya no puedo estar sin �l, sin
su vergota linda.
Martincito se ve�a raro. Tan flaco y con semejante animal.
Como que no checaba. Por eso le sal�a tanta porci�n de garrote por un lado del
cuerpo. No me pensaba salir de ese cuarto sin haberme metido completito ese
monstruo entre las piernas, a que le explorara los interiores de la panza y de
los intestinos a su t�a. Cuando se calm�, le empec� a hablar con cari�o y a
decirle que no se preocupara, que era la hermana de su mam� y que era como si
fuera ella, que se relajara. Me dijo con voz entrecortada que yo estaba mucho
m�s guapa que ella y le dije que s�, que siempre hab�a sido as� y que a�n no
hab�a visto nada, que si se calmaba, se dejaba hacer y hac�a lo que yo le
dijera, lo dejar�a ver mi cuerpo y hacer con �l lo que quisiera. Con su silencio
y relaj�ndose me dio a entender que estaba de acuerdo.
Le empec� a pasar mis largas u�as por el est�mago y por el
pubis, rasc�ndole tambi�n el chorizote y los huevos, s�lo usando mis u�as. La
verga le empez� a reaccionar, se levantaba poco a poco como ca��n de buque de
guerra. Se la tom� con una mano y se estremeci�, sacando bien su abdomen,
seguramente sintiendo la diferencia de la suavidad y calor de mi mano y la de su
mam�. Cuando se le par� completita mi mano poco pod�a hacer para contenerla, la
curva del lomo era m�s pronunciada que la curva que recordaba en la vergona de
su pap�. mi primo Paco. Tal vez como este ni�o es tan flaco, la verga se forza
m�s cuando le rodea el muslo. Porque esta criatura no tiene ning�n atractivo, su
cara parece de caballo, est� muy hocic�n y dientudo. Su cuerpo es muy huesudo y
medio jorobado, en fin este muchacho es pura verga, es s�lo una gran verga y
grandes y eficientes test�culos, s�lo eso.
Lo desnud� por completo y lo puse recostado en medio de la
cama, con sus piernas colgando y sus pies apoyados en el piso. Me puse sobre mis
piernas entre las suyas como geisha, y as� lo empec� a masturbar con mis manos.
La vergona alcanz� casi el tama�o de la de su padre, 25 cent�metros, pero no s�,
era como m�s compacta. Tal vez en un futuro llegar�a a ser como, o mejor, que
aquella, pero por lo pronto esta estaba muy bien. Larga, gruesa y chueca, muy
chueca, ya la quer�a sentir adentro, quer�a saber como me raspaba por dentro de
la vagina y del culito...
�
Continuar�...
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Relato: S�, s� soy una perra
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