Por el agujero de la pared lo hicimos...
Por Alissa
Viv�amos en un pueblito andino en Venezuela de esos que
parecen de postales. Siempre hac�a un fri� que nos calaba los huesos, sobre todo
cuando comenzaba a caer el sol. En esa �poca tenia yo 13 a�os y ya me hab�a
desarrollado. En el pueblo hab�a muchachas de mi edad pero como entender�n no
del ambiente. Ya yo sab�a que me gustaban las mujeres y deseaba tener alguna
experiencia l�sbica. En el colegio no pod�a demostrar los sentimientos que me
llenaban y mi gusto por las mujeres porque en los pueblos eso es un pecado
mortal...
Mis padres tienen una posada en los p�ramos andinos a donde
vienen los turistas de diversas partes de Venezuela en la temporada de
vacaciones. La posada constaba de 5 caba�as bien bellas con todas sus
facilidades y un peque�o cub�culo en donde guardaba mi papa los implementos y
las herramientas para el mantenimiento de las instalaciones.
Nuestra casa anteriormente era muy grande y papa la dividi� y
as� pudo disponer de un anexo que tambi�n alquilaba. Mi cuarto fue dividido en
dos y al otro lado estaba uno de los cuartos que correspond�a al anexo. Adosado
al tabique estaba mi cama y el escaparate.
El patio ten�a �rboles peque�os muy frondosos y estaba
separado del anexo por un delgado muro de piedra, cosa muy t�pica en los andes
venezolanos, al cual le hab�an dejado hoyos a diferentes alturas como adorno
caracter�stico, as� que se pod�a ver a trav�s de estos agujeros en el muro al
otro lado del patio.
Ya para los meses de agosto y septiembre, que corresponden a
las vacaciones escolares la posada estaba toda reservada y empezaron a llegar
los turistas. El anexo papa lo alquilo a una pareja de Caracas que ten�a una
ni�a de mi edad o quiz�s un poco menos. Eran de esas familias acomodadas y se
les notaba que hab�an viajado mucho. La ni�a ten�a unos bellos senos y aunque
delgada para mi gusto parec�a una modelito.
Al pasar ellos a recoger las llaves del anexo inmediatamente
la salude..
Hola me llamo Alissa y tu..
Me llamo Franca y vengo de Caracas... �eres de aqu�?
� me dijo con una voz c�lida y ronquita
Si soy de aqu�.. �Te gusta el campo y las monta�as?
Claro � respondi�
As� comenz� esa amistad. Ella sal�a siempre con sus padres
pero cuando regresaba me buscaba en la casa y pas�bamos largo rato en el patio
jugando y conversando. Le preguntaba como era la vida en Caracas y como era su
colegio. Entramos en bastante confianza y me cont� sus escarceos con sus
amiguitas..
Una vez est�bamos jugando y corriendo por el patio cuando me
tropec� y ca� al suelo. Ella inmediatamente se acerc� y como me golpe� un poco
en la rodilla se sent� en la gama y tomo mi pierna en sus manos para sobarme.
Ah� sent� por primera vez sus manos calidas y suaves. La vi a los ojos y ella no
rehus� la mirada. Deje que sus manos me sobaran el muslo y cerr� los ojos. Lo
hacia de una manera especial y todo el dolor se acabo y empez� una sensaci�n en
mi vientre que empez� a mojarme por dentro. Ella sabia que me gustaba y subi� su
mano mas hacia la cintura acercando uno de sus dedos a mi rajita. En eso sali�
su mama y la llamo y se fue corriendo. Yo no pod�a pararme mas por que estaba
totalmente excitada que por el dolor.
As� pasaron los d�as y ya para irse pues solo estar�an una
semana en la posada fue cuando sucedi� aquel encuentro. Yo estaba en el patio
cuando oigo a alguien cantar y por uno de los agujeros en el muro la veo bailar.
Ten�a una ruana puesta sobre una min�scula faldita que al dar vueltas se le
levantaba y pod�a ver sus pantaleticas y su bello pubis. Me acerque al muro y la
llame. Ella se acerc� y se pego al muro y a trav�s de uno de los agujeros
empezamos a conversar. Ambas quer�amos tocarnos, as� que sin mucho pedirle met�
mi mano por uno de los agujeros que quedaba justo a la altura de su rajita y le
levante el vestido. Agachada y sin poder ver mucho mi mano tanteaba en busca de
su rajita y ella se peg� completamente al muro. Con mis dedos empec� a levantar
su pantaletica y sent� como su pubis ten�a pocos pelitos y era caliente. Le
apret� los labios un poco duro y ella gimi�. Uno de mis dedos empez� a
penetrarla y sent� como se iba humedeciendo Ella abri� las piernas y pegada al
muro parec�a que la iban a crucificar. Mi brazo ya estaba por completo del otro
lado y mis dedos exploraban esa rajita con pasi�n. Por fin consegu� tocar su
cl�toris y lo apret� descargando ella un temblor que me asusto. Pude introducir
uno de mis dedos en su vagina y al meter dos ella se estremeci� m�s. Abr� ambos
dedos para ampliar el espacio y le introduje el tercero. Mi mano me dol�a por la
posici�n pero no la solt�. Ella se pegaba y separaba del muro en movimientos
circulares lo que hacia que la penetrara mas y m�s. De repente empezo a gritar y
se vino completa con un chorro de jugos que mojo toda mi mano.
R�pidamente se voltio y quedo de espaldas al muro y entonces
aprovechando que tenia mi mano toda mojada empec� a darle vueltas con mi dedo a
su ano para calentarla. Su culito era rosadito y caliente. Mi dedo empez� a
entrar y ella se mov�a lentamente para que la penetrara. Ya lo ten�a un poco
adentro y empuje con toda mis fuerza dej�ndola clavada con mi dedo. Trate con el
segundo, una vez que su esf�nter se abri� y as� le fui metiendo el otro el cual
acepto complacida. Se agacho un poco y entonces fue m�s f�cil meterle los dos
dedos y comenz� a moverse de adelante a atr�s, hasta que se acabo completamente.
Saque los dedos y mi mano entera era una mezcla exquisita de olores.
Ahora le dije me toca a m�. Ya ella sab�a como hacerlo y abr�
mis piernas peg�ndome al muro. Espere por su mano que entrara en el agujero y
como no la pod�a ver eso me excitaba m�s. De repente sent� una mano bajo mi
falda que me empez� a tocar los muslos apret�ndolos c�lidamente. Subi� la mano y
agarro mi pantaleta y la empez� a bajar bruscamente. Estaba ansiosa de que me lo
metiera. Sus dedos exploraban en mi rajita y me halaba los pocos pelitos que
ten�a sintiendo un dolor placentero.
Al encontrar mi cl�toris hice un movimiento hacia delante
como queriendo cogerme la pared con lo cual facilite la entrada de sus dedos que
ya estaban h�medos. Vi las estrellas cuando empez� a hacer movimientos
circulares y yo golpeaba el muro con mi pubis. Ella meti� el brazo mas adentro
en el agujero de la pared y me toco el culo con su dedo y poni�ndolo doblado me
lo inserto en el ano. Yo se lo apret� pero ella insisti� tanto que me tuve que
aflojar y dejarlo entrar hasta el fondo. Me tenia como enganchada y pegada a la
pared sin poder moverme. Me vine completamente y ca� en la grama agotada sin
poder pararme. Al rato entr� a la casa y me acost� a so�ar con tener una amiga
como ella por toda la vida.... pero al d�a siguiente se fue a Caracas y no la
volv� a ver mas hasta un cierto d�a que les contare en otra ocasi�n...