Relato: Rocio y yo





Relato: Rocio y yo

Es curioso lo que piensa la gente, en general, sobre la familia. Siempre los
vemos, o al menos ese es mi caso, como seres asexuados, cada uno con su
personalidad, pero sin sexo definido. Para muchas cosas, una hermana es como
un hermano, un padre como una madre, son personas a las que hemos visto
desde que hemos o han nacido y ni se nos ocurre tener alg�n pensamiento
sexual hacia ellos. Sin embargo, siempre existen excepciones que confirman
la regla y se generan situaciones, en principio inesperadas, pero que luego
son recordadas como alguna de las experiencias m�s gratas de nuestra vida.



Cuando ten�a 18 a�os, yo era un chaval normal y corriente, acababa de
empezar la universidad despu�s de haber estudiado toda la vida en un colegio
de curas donde solo hab�a chicos y, si bien conoc�a a algunas amigas de mis
hermanas que estudiaban en el colegio de monjas que hab�a al lado, nunca
hab�a salido con ninguna chica en serio aparte de alg�n rollete de verano
cuando �bamos de vacaciones a la playa. Era totalmente virgen, bastante
puritano (por poco no fui al seminario a estudiar para sacerdote), muy
deportista y tambi�n bastante casero.


Ten�a pocos amigos, m�s que nada por
mi timidez, siendo del tipo de gente que se lleva bien con todo el mundo
pero que no acaba de encajar en ning�n grupo. Sal�a algunos fines de semana
con amigos de mi antiguo colegio o con los nuevos de la universidad, sobre
todo despu�s de alg�n partido de f�tbol o de lo que fuera -jugaba al f�tbol,
rugby, nadaba, esquiaba, jugaba al tenis, iba a examinarme para sacar el
cintur�n negro de judo y siempre practicaba cualquier deporte que pudiera- ,
pero en general, sol�a salir solo, al cine o a dar una vuelta.



Mis hermanas eran y son dos chicas preciosas, de pelo rubito y ojos azules,
de estatura media, delgadas y con tetas y culo en su justa medida, o sea, un
encanto. Eran casi tan deportistas como yo, sobre todo la peque�a que estaba
en el equipo del colegio de gimnasia r�tmica y era bastante buena. La mayor,
soy el mediano, sol�a ir conmigo a esquiar y a nadar, pero desde que tuvo
novio, las cosas fueron cambiando, como era l�gico. Tambi�n, como he
comentado antes, nunca hab�a tenido ning�n pensamiento de que alguna vez
pudiera tener algo con ellas, pero ya se sabe, las cosas no siempre son como
uno piensa que deber�an ser.


Viv�amos entonces donde siguen viviendo mis padres, en una urbanizaci�n de
las afueras, de chalets individuales en calles tranquilas con setos de
arbusto bien cuidados, en fin, un sitio tranquilo. Para ir al colegio o a la
universidad us�bamos el transporte p�blico, un horror por lo que tardaba, o
las motocicletas que ten�amos y nos dejaban usar cuando era verano. La
�nica que ten�a coche era mi hermana mayor Beatriz, Bea para los amigos, y a
veces me lo dejaba para dar una vuelta con �l, cosa que me encantaba ya que
me acababa de sacar el carnet de conducir.


Todo el asunto empez� precisamente por esta causa. A mi hermana Roc�o, la
peque�a, que ten�a unos 15 a�os por aquel entonces, la invitaron a casa de
unos amigos a pasar el d�a. El sitio en cuesti�n estaba un poco lejos de
donde viv�amos, as� que me pidi� que la llevara en el coche de Bea, que se
lo hab�a pedido a ella pero no pod�a y que me lo dejaba todo el d�a si la
llevaba yo. Como era un novato me apetec�a conducir siempre que pod�a, con
lo que no puse ning�n reparo para acercarla. Adem�s, ya est�bamos de
vacaciones, casi todos mis amigos se hab�an ido de veraneo y no ten�a nada
mejor que hacer. Nos fuimos para all� antes de la hora de comer y
siguiendo
las indicaciones de mi hermana llegamos a otra urbanizaci�n de las afueras
parecida a la nuestra. Era una casa preciosa, rodeada de un seto bien
cuidado, con un jard�n bastante grande. Dej� a Roc�o delante de la puerta y
llam� al timbre que hab�a junto a una peque�a cancela. Le contestaron y
cuando ya me iba me hizo se�as para que esperara. Se acerc� otra vez al
coche...


- �Que pasa? - Le pregunt�
- Oye Luis, que me ha dicho Ana que te vengas. Es que le he hablado muchas
veces de ti y te quiere conocer-
- �Venga ya, t�a, no jodas! Yo me piro a dar una vuelta por ah�, para una
vez que tengo coche...


- No seas cabr�n, anda. Ya le he dicho que est�s aqu�, y si no te quedas me
vas a hacer un feo de la leche.-
Joder, vaya vocabulario ten�a mi hermana, cualquiera dir�a que iba a un
colegio de monjas. En casa, desde luego, no hablaba as�. La cuesti�n es que
estaba intentando convencerme cuando se abri� la puerta del jard�n y
apareci� una chica de unos 15 o 16 a�os, de pelo casta�o claro y unos ojos
color turquesa que eran una pasada, buen cuerpo, culo resping�n y unas
tetas no muy grandes pero firmes... Una aut�ntica monada... Me qued�
con
la boca abierta. Mi hermana me la present�...


- Mira Luis, esta es Ana, una amiga m�a del colegio-
Baj� del coche de un salto, y acerc�ndome le di dos besos en las mejillas.



Ol�a de maravilla.


- Hola Luis- Me dijo -Roc�o me ha hablado mucho de ti �Porqu� no te quedas
con nosotras y nos ba�amos todos en la piscina? Podemos comer unos bocatas,
hacer unas risas y pasarlo bien.


- Es que no he tra�do traje de ba�o... - Yo segu�a con cara de idiota
mir�ndola y no se me ocurri� nada mejor que decir.


- Que s� hombre. T� te quedas. Te pones uno de mi hermano que a �l no le
importa.-
A estas alturas ya no hac�a falta mucho para convencerme del todo, as� que
aparqu� el coche y me fui tras mi hermana y su amiga dentro del chalet. All�
nos encontramos con un chico de m�s o menos mi edad que me salud� muy amable
y se avino enseguida a prestarme el ba�ador.


Me cambi� en su habitaci�n y nos fuimos a la parte trasera de la casa donde
ten�an una gran pradera con piscina, rodeada de tumbonas, una mesa de jard�n
con varias sillas y un par de grandes sombrillas. Era una chulada.



Nos metimos en el agua jugando con una pelota, chicos contra chicas, una
especie de partido a ver quien se la quitaba a los otros. Se acab�
convirtiendo en una batalla campal,
con agarrones, ahogadillas y de todo. Ana siempre se tiraba a por m� y en
m�s de una ocasi�n me baj� el ba�ador al intentar coger la pelota, pasando
las manos por todo mi cuerpo, ara��ndome y toc�ndome todo el paquete que,
quieras o no, iba reaccionando. Me estaba poniendo a cien y yo, para no ser
menos, hac�a lo mismo, toc�ndole el culo, las tetas y dej�ndola medio en
pelotas. Roc�o y Miguel, el hermano de Ana, estaban en la misma situaci�n
que nosotros y as� continu� el juego hasta que, reventados, decidimos
dejarlo.


Nos echamos en las tumbonas a descansar y tomar alg�n refresco cuando las
chicas se quitaron la parte superior del bikini, para tomar mejor el sol,
sacando a relucir unos pechos que si bien no eran demasiado grandes, dada la
edad, eran preciosos, redonditos y firmes como s�lo unas chicas de 15 a�os
pueden tener. �Que impresi�n! �Que buena estaba Ana! �Y qu� buena estaba mi
hermana! Naturalmente, la empalmada m�a fue inmediata, poni�ndoseme la polla
mirando al cielo. No me esperaba algo as�, tan de repente, encontrarme a dos
t�as buen�simas, casi en pelotas, sin comerlo ni beberlo. No es que nunca
hubiera visto un par de tetas, pero as�, tan cerca, seguro que no. Estas
cosas s�lo les pasaban a otros, pero no a m�... Miguel, sin pes�rselo dos
veces, empez� a bajarse el ba�ador...


- Oye Luis, si las ni�as se quitan la ropa nosotros tambi�n, para que luego no
digan que somos unos mirones - �Joder que corte! Estaba que me mor�a de
verg�enza y no me apetec�a que todo el mundo me viera con el rabo tieso, pero
tampoco quer�a parecer un mojigato delante de mi hermana y sus amigos, as� que
hice como el otro y me quit� el tarje de ba�o. Mi polla estaba tan dura que me
cost� un poco pero, tras un corto forcejeo con la prenda, finalmente nos
quedamos en pelota picada. Ana se qued� mirando, embobada, el tama�o de mi
pene y le dijo a mi hermana - Tu hermano tiene la polla m�s grande que el m�o.
Eso s� que es una polla en toda regla - He de reconocer, aunque est� mal
decirlo, que tengo un nabo bastante considerable, y adem�s sin estrenar. Pero lo
que m�s me asombraba era el descaro de aquella chica, y no digamos el de mi
hermana, haciendo comparativas de pollas. Daban la sensaci�n de estar m�s
salidas que el pico de una mesa.


Me puse rojo como una amapola y Roc�o, siempre cachonda e interesada en temas
sexuales no dej� escapar la oportunidad - O sea, que se la miras a tu hermano.
�Le has visto empalmado? �Te lo has follado? - Ana se lo tom� como la cosa m�s
natural del mundo... Algo de verdad ten�a que haber en todo aquello. - �No,
mujer, que va! Foll�rmelo no, solo se la he tocado alguna vez. �A �l le encanta!
Y a m� tambi�n me gusta ver como se corre, �es guay! Adem�s, a�n soy virgen,
t�a. Siempre me ha dado un poco de palo acostarme con alguien, por el dolor y
todo eso que cuentan, pero supongo que alguna tiene que ser la primera
vez... No te creas que no me apetece - Dijo, dirigi�ndome una mirada c�mpliceYo
ya ten�a los ojos como platos, no me pod�a creer todo aquello, estaba alucinando
y pensaba que era una broma que me quer�an gastar entre todos. Roc�o sab�a que
yo era virgen y se lo deb�a de haber contado a los otros...



No quise caer en la trampa, as� que puse cara de estar de vuelta de todo y
solt� alguna chorrada, como si lo que acababa de decir Ana fuera lo m�s
normal del mundo...Me qued� adormilado un rato en una de las tumbonas
cuando, de pronto, me fui despertando poco a poco sin saber muy bien porqu�.



Al momento lo entend�. Mi hermana se estaba dando un revolc�n de �rdago
con
Miguel y Ana y un gritito suyo era lo que me hab�a sacado de mi sopor.



Estaban tirados en la hierba, Roc�o a cuatro patas, morreando con su amiga,
mientras el hermano de �sta se la clavaba por detr�s. Ana aprovechaba para
sobarle esas tetas bamboleantes y tirarle de los pezones con fuerza, hasta
que cambi� de postura y, acost�ndose boca arriba, le ofreci� todo el co�o a
mi hermana que no tard� en lanzarse sobre �l y empezar a chupar con
desesperaci�n. Le lam�a el cl�toris y le met�a la lengua en la vagina al
ritmo que marcaban las embestidas de Miguel. La escena no es que fuera
er�tica, era de porno duro con lo que mi polla despert� de nuevo a velocidad
de v�rtigo. No me pod�a imaginar que mi hermana fuera tan put�n y que encima
le diera igual con t�os que con t�as. En fin, dadas las circunstancias
decid� quitarme todos los tab�es de encima y no pensar en moralidades as�
que acerc�ndome le met� el rabo en la boca a Ana que era la que me pillaba
m�s a mano - No iba a hacer que me la chupara mi hermana y menos Miguel -.



Parec�a que era lo que esperaba porque, sac�ndoselo un memento, me dedic�
una sonrisa super cachonda y se lo volvi� a meter hasta las pelotas. Casi me
corro en ese momento. Empez� a juguetear con la lengua por todo el glande, a
chupar con fuerza y de repente me sopl� por el canalillo como si me lo
quisiera hinchar. Aquello fue lo m�s, nunca hab�a tenido una sensaci�n igual
y empujando con las caderas a fondo me pegu� la corrida m�s fabulosa de mi
vida, soltando borbotones de leche que fueron directamente a la garganta de
ella, justo en el momento en que tambi�n alcanzaba un orgasmo producido por
la lengua de Roc�o que no hab�a parado de trabajarle el co�o en ning�n
momento.


- Cof, cof, cof Aaaaaaaaa aaahhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii,
maaaaaassssssssssss, sigueeee, sigueeee -
No s� si se lo dec�a a mi hermana o a m�, lo que s� estaba claro es que
estaba disfrutando como una loca, sin soltar mi polla que daba a�n sus
�ltimos estertores sobre su cara y tetas. Se lo fue restregando por
el
pecho y yo me gir� justo en el momento en que Miguel llenaba de leche el
co�o de mi hermana mientras ella tambi�n se corr�a patas abajo, gritando
como una actriz de pel�cula er�tica. Nos desmadejamos sobre la hierba,
intentando recuperar un poco el resuello. Segu�a pensando en lo golfa que
hab�a resultado ser mi hermana, cuando la muy puta coge mi polla, un poco
fl�cida, y me la empieza a chupar entera. Pegu� un salto de la leche
- ���Roc�o!!! �Se puede saber qu� co�o haces??? - Una cosa era ver a mi
hermanita follar con un t�o y otra que me comiera a m� todo el rabo...-
Luis, t�o, como Ana no ha terminado de limpi�rtela bien, pens� que te
conven�a, por la higiene y eso... - Me dijo con una cara de vicio de
impresi�n.A mi se me estaba cayendo el palo del sombrajo, los anillos y todo
lo que se pueda caer. �Mi propia hermana queri�ndome limpiar la polla!
- �Joder Roc�o, que soy tu hermano mayor, co�o! -
- �Y que? �No eres un t�o? Y adem�s est�s super bueno, con un poll�n
alucinante, de lo mejorcito que he visto. No s� como no te has estrenado
todav�a con esa hermosura que tienes entre las patas -Yo alucinaba en
colores, pero en ese momento Miguel se acerc� a su hermana y se puso a
besarla en los labios mientras le acariciaba las tetas con delicadeza. Baj�
su boca hasta el pecho, empez� a morderle suavemente los pezones que
reaccionaron endureci�ndose y le meti� un par de dedos en su cueva. Ana
suspiraba de placer y segregaba jugos vaginales a raudales.



�Hostias! �No era broma! �Estos hermanos se lo montaban entre ellos!
Aprovechando mi despiste mi hermana sigui� con la faena de limpieza. �Que
experiencia ten�a chupando pollas! Me la recorr�a de abajo a arriba con la
lengua y al llegar al glande hac�a unos jueguecitos sobre la zona del
frenillo para despu�s met�rsela entera y pajear r�pidamente con la mano.



Despu�s paraba, bajaba otra vez a lo largo del tronco y chupaba un ratito
los cojones.


Me puso la polla como la de un burro y, haciendo una pausa, subi� hasta m�,
me dio un beso en los labios y me dijo al o�do
- Ana quiere que la desvirgues tu... -
Y all� estaba, calent�ndose con su hermano como Roc�o me hab�a calentado a
m�. No quise esperar, ten�a ganas de estrenarme as� que me acerqu� a ella
con ese ansia que se tiene la primera vez.


�Voy a follar! No dejaba de repetirme interiormente. Esperaba estar a la
altura y no correrme enseguida. Intent� tranquilizarme y recordar todo lo
que hab�a visto y le�do sobre el tema. Ya ten�a claro lo que hab�a que
hacer, la cuesti�n es que me saliera bien y no lo echara todo a perder por
ser un bestia o por una eyaculaci�n precoz.


Sustitu� a su hermano en las caricias, sob�ndole las tetas, amas�ndolas y
pellizcando los pezones con el �ndice y el pulgar. Luego giraba los pulgares
por sus areolas para, finalmente, meterme en la boca la teta entera, o todo
lo que cab�a. As� de un pecho a otro haciendo que jadeara cada vez m�s. Me
acerqu� a su boca a darle un beso, con delicadeza, besaba los labios para
luego morderlos, primero el inferior, luego el superior e introduc�a mi
lengua, jugando con la suya, repas�ndole los dientes. Mientras, con la mano
derecha iba acarici�ndole el cl�toris y metiendo un dedo en su vagina.



La bes� las orejas, cosa que la puso muy cachonda y fui bajando por el
cuello, otra vez las tetas, el ombligo hasta llegar a ese co�ito tan bien
arreglado que ten�a. Acomod� mi postura para meter bien la cabeza entre sus
piernas y, levant�ndola un poco por el culo, me dispuse a hacerle un trabajo
que le hiciera olvidar el anterior de mi hermana (que, por cierto, se hab�a
puesto otra vez a darle con Miguel) Chupaba con los labios, met�a la lengua
y volv�a a chupar. Enseguida vi que lo que m�s le gustaba era que cogiera el
cl�toris con los labios y, chupando hacia adentro, darle fuerte con la
lengua. Total, me dediqu� a ello hasta que Ana empez� a gritar, resoplar y
retorcerse en un gran orgasmo. Segu� chupando con fuerza, me beb�a todos sus
jugos y ella segu�a gritando...


-�AAAAAAAAAA AAAAHHHHHHHHHHHHH! �AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH! PARAAAA, para que
me muero, AHH, AHH, AHH -
Par� porque parec�a que se mor�a de verdad...


- Que gozada, Luis, t�o, no hab�a tenido un orgasmo as� en mi vida -
Sonre� triunfador, para ser mi primer polvo en serio estaba quedando como un
campe�n. Desanduve el camino con la lengua, ombligo, tetas, cuello, orejas
hasta estamparle un besazo en todos los morros haci�ndola saborear el
producto de sus orgasmos mientras iba tomando posici�n. Hab�a llegado la
hora de la verdad. Gui� con la mano mi polla hasta encontrar el deseado
agujero y comenc� a presionar. A pesar de la cantidad de flujos, aquello no
entraba como hab�a pensado, con facilidad, costaba m�s de lo esperado.



Empuj� con m�s fuerza y poco a poco lo iba consiguiendo, pero tambi�n me
tiraba a m� del frenillo haci�ndome un poco de da�o. Me paraba, la sacaba un
poco y la volv�a a meter. Ella apretaba los dientes y jadeaba muy fuerte,
esperando. Llegu� a una resistencia que me imped�a seguir avanzando y all�
me detuve un momento, esperando acostumbrarme a su estrechez.



Cuando la vi m�s relajada, empuj� de golpe, como hab�a le�do en alg�n sitio.



Solt� un gemido con la boca apretada, me clav� las u�as en la espalda y mi
rabo entr� hasta las pelotas. Tuvo un orgasmo inmediato, corto y fuerte. No
s� a quien le doli� m�s, si a ella o a m�, me hab�a hecho polvo pero, a la
vez, sent� la sensaci�n m�s agradable de mi vida al rodear sus labios
vaginales la base de mi polla. �Lo hab�a conseguido! No s�lo me hab�a
estrenado yo sino que hab�a desvirgado a una t�a buen�sima.



Me qued� quieto otra vez, bes�ndola y sob�ndole las tetas hasta que se me
pas� el dolor que sent�a. Despacio, fui sac�ndola para volverla a meter,
despacio. Aquello iba cada vez mejor, ya se deslizaba sin contratiempos y
tampoco me dol�a, fui acelerando. Los jadeos de ella aumentaban, levantaba
las piernas cada vez m�s y las flexionaba y yo intentaba, cada vez que
llegaba al fondo, restregar su cl�toris con mi vello p�bico. Aquello
funcionaba, empezaba a temblar entera, sus tetas se bamboleaban y ten�a la
cara toda arrebolada, estaba preciosa. Agarr�ndome fuertemente y arqueando
la espalda, lleg� a un nuevo �xtasis, muy prolongado que la hac�a gemir m�s
fuerte a�n.


-AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, AHH, AAHH,
AAAAAAAAHHHHHHH, AAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH -
Ante el �xito obtenido, yo segu�a dale que te pego. Cambi� de postura, la
puse a cuatro patas y se la enchuf� por detr�s. As� me entraba todav�a m�s y
mis pelotas rebotaban en sus labios vaginales. Aceler� el ritmo y con una
mano le iba frotando el cl�toris, subi�ndola luego a los pezones, para
volver al co�o. Empez� a encadenar un orgasmo tras otro y a moverse como una
loca, empujando el culo hacia atr�s cada vez que yo iba hacia delante, era
la locura y yo no pude aguantar m�s, empec� a correrme a lo bestia,
apretando fuerte la polla hacia adentro, hundi�ndole hasta el cuello de la
matriz. Fue apote�sico, me dej� caer sobre su espalda mientras ella ca�a
derrengada sobre la hierba. Est�bamos empapados de sudor y mi pene segu�a
soltando los �ltimos goterones de leche a�n dentro de su co�o.



Nos fuimos relajando, recuperando la respiraci�n, solo para ver como
terminaban su polvo Miguel y Roc�o entre grandes gritos y suspiros. Esto nos
hizo sonre�r, me baj� de encima de ella y le di un beso con toda mi alma y
mi cari�o. No sab�a que yo fuera tan rom�ntico o sentimental. La acariciaba
suavemente la espalda y el pecho y le daba besitos en los labios.



- �Te ha gustado? - La pregunt�. T�pica pregunta que, no s� por qu�, hacemos
siempre los hombres.


- Me ha encantado, ha sido genial. M�s que genial, ha sido maravilloso, lo
mejor de mi vida. -
Eso hizo que me sintiera una especie de super hombre, la volv� a besar con
cari�o.


Mi hermana se nos acerc� gateando hasta ponerse en medio de nosotros,
mientras que Miguel se tumbaba al lado de su hermana.


- Ha sido fenomenal Miguel, casi no me ha dolido y he tenido m�s orgasmos
que pelos en el co�o. -
- As� me gusta Anita. A partir de ahora ya no tendremos ning�n problema, por
tus miedos y eso. Nos lo pasaremos genial -
Se puso a besar a su hermana en la boca mientras ella le correspond�a
meti�ndole la lengua hasta la campanilla. Roc�o se gir� hacia m�, me mir� a
los ojos, me sonri� y me dio uno de los besos m�s dulces que me hayan dado
nunca. A pesar de mi asombro inicial, enseguida le correspond�, jugueteando
con su lengua y sus labios. Ella se lanz� y empez� a acariciarme la espalda,
el pecho hasta llegar a mi polla, fl�cida en esos momentos. Me pas� una
pierna por encima mientras intensificaba sus besos y caricias, pero aqu�
reaccion�, separando mis labios de su dulce boca
- Roc�o, para. No puede ser. Mira, lo que hagan Ana y Miguel no me importa,
pero nosotros... no me parece bien -
Ella, sin contestarme, no paraba de intentar besarme y acariciarme y yo
apartaba la cara y le intentaba coger las manos...


- �Roc�o, que pares co�o! -
Me sujet� la cara con las manos y me dio un solo beso en la boca. Yo cerr�
los labios.


- Pero tonto, �No ves que estoy quedada contigo? -
- �Qu� est�s quedada conmigo??? �T� sabes que co�o est�s diciendo??? �Mira
ni�a, que somos hermanos, a ver si te entra en la cabeza! -
- �Y qu� si somos hermanos? A m� me gustas y te quiero, no lo puedo evitar.



Te quiero como hermano, pero tambi�n como hombre y, por m�s que he tratado
de evitarlo no he podido, por eso he querido que vinieras aqu�, para que
vieras c�mo son Ana y Miguel y te lanzaras conmigo. -
Mi hermana estaba empezando a sollozar y una l�grima rodaba por sus
mejillas. Ya no me preocup� por los otros y s�lo ve�a a Roc�o, el resto del
mundo hab�a desaparecido. Me descubr� sentimientos contradictorios y en mi
subconsciente se estaba librando una lucha mortal. Mi hermana me quer�a como
hombre... Era m�s de lo que pod�a asimilar... Adem�s, si tanto me quer�a,
porqu� hab�a hecho que desvirgara a su mejor amiga... �Y hab�a demostrado
ser un put�n verbenero!
- �Y porqu� has querido que me follara a Ana? �Y Miguel? �Te has echado
unos polvos con �l de la hostia, aparte de comerle el conejo a tu amiga! -
Ya... bueno... A Ana se lo deb�a, es mi mejor amiga y me lo hab�a pedido,
el que te la follaras, claro, no creas que no me jode y lo de comerle el
co�o ya lo hab�amos hecho algunas veces. No es que seamos tortilleras,
porque nos van los t�os, pero las t�as somos as� a veces. Y lo de Miguel era
por darte celos. -
- �Celos? �Yo es que alucino contigo! �C�mo me van a dar celos!. -
Roc�o segu�a llorando y eso me ablandaba cada vez m�s. No soporto ver llorar
a una mujer. - �Mi hermana!. �Quedada conmigo! - Segu�a pensando...



- Luis, no te lo tomes as�, tampoco es la primera vez que ocurre una cosa
as� en el mundo. Pero si pasas de m�, lo dejamos y ya est�... Lo que no
quiero es que te cabrees conmigo... -
�Joder, qu� l�o! �Yo con mi hermana! �Era una locura! �Qu� pensar�an mis
padres! �Y Bea! �Seguro que se mor�an del susto! Nos amenazar�an con todas
las furias del infierno, la excomuni�n, nos echar�an de casa o algo peor...



Claro que, si lo pensaba bien, tampoco era tanta locura. A Roc�o la quer�a
de verdad, la hab�a visto crecer, hab�a jugado con ella, nos cont�bamos
secretos... De ah� a enamorarse s�lo va un paso... Grande y dif�cil pero
s�lo un paso... Hab�a que quitarse algunos tab�es o, mejor dicho, todos los
tab�es... �Y pasar del resto de la familia!
Pero me decid�. Entre lo guapa que estaba, desnuda encima de m�, las
l�grimas, las caricias y los besos hicieron que mis barreras cayeran como
las murallas de Jeric�.


Le cog� la cara y bes� sus l�grimas, sus ojos, su nariz y, finalmente, su
boca. Met� mi lengua todo lo que pude buscando la suya, que no tard� en
reaccionar. Acarici� su pecho izquierdo, que me quedaba a mano, amas�ndolo y
jugueteando con el pez�n, haciendo que sus suspiros de llanto se tornaran en
suspiros de placer. Fui bajando la mano derecha por su costado hasta el
culo, que sob� y disfrut� con lujuria. Luego, metiendo esa mano entre
nuestros cuerpos, la fui acercando a su rubio co�ito, acarici�ndole toda la
raja, hasta llegar a la entrada de su vagina, que se abri� a mi contacto
como los p�talos de una flor.


Mi polla iba reaccionando y empalm�ndose poco a poco, as� que Roc�o no
perdi� el tiempo y se laz� a por ella r�pidamente, no fuera a cambiar yo de
opini�n. Se la introdujo en la boca con un poco de ansia y me la chupaba
como si fuera lo �ltimo que hiciera en su vida, mientras me pajeaba con una
de sus manos. Le gir� el culo hacia m� para poder comerle el co�o y, as�
como est�bamos, yo debajo y ella encima, hicimos el primer 69 de mi vida. Yo
chupaba el cl�toris con los labios y jugueteaba con la lengua por su
agujerito, mientras le sujetaba las caderas con las manos haci�ndola un
movimiento de vaiv�n sobre mi boca. Sus jugos chorreaban y yo me los beb�a
con deleite, se acercaba a su orgasmo y aceler� mis movimientos. Ella solt�
mi nabo para concentrarse en sus sensaciones...


- AAAAAAAAHHHHHHHH SSIIIIIIIIIIIII LUISSSSSSSSSS TE QUIEROOOOOOO -
Temblaba y se retorc�a sobre m� mientras se pegaba semejante corrida. Cuando
se relaj� un poco se dio la vuelta y nos dimos un beso super cachondo que
sab�a a co�o y a polla. Me cogi� la susodicha y gui�ndola a su entrada se
fue sentando poco a poco sobre ella.


�Que sensaci�n otra vez! La verdad es que entraba mejor que en Ana, me
deslizaba con cierta facilidad dentro de ella, pero segu�a notando
tirantez
en el frenillo. Eso no evitaba sentir sus labios vaginales abrazar la base
de mi polla mientras empujaba el cuello del �tero hacia el fondo. Eso le
ten�a que doler pero, por la cara que pon�a, el placer deb�a de ser mucho
mayor. Me cabalgaba despacio, rozando el cl�toris con mi cuerpo y bes�ndome
por toda la cara y el cuello. Yo le devolv�a los besos y levantaba mis
caderas intentando una penetraci�n m�s profunda, empez� a acelerar,
levant�
un poco la cabeza para mirarme fijamente a los ojos, con la boca abierta
jadeando m�s fuerte cada vez. �Qu� guapa estaba! �Qu� ojos tan azules!
�Dios, c�mo la quer�a! Intent� que mi orgasmo coincidiera con el suyo por lo
que yo tambi�n aceler�, y sent�, de repente, el mayor placer de mi vida
mientras ella soltaba un alarido de triunfo con su llegada.



- AAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAHHHHHH HHHHHHHH -
Sin embargo, mientras me corr�a y ella empujaba con fuerza hacia abajo "o�"
un chasquido y empec� a sentir un escozor tremendo en el capullo.



- �AAAHHHH! �Roc�o, quita, quita, que me ha pasado algo. -
Se baj� de encima de m� y vi que ten�a el rabo un poco ensangrentado. Al
final me hab�a desgarrado el frenillo y me dol�a de cojones. Mi hermana se
puso a re�r mientras yo me retorc�a. Ana y Miguel, que hab�an acabado con lo
suyo, se acercaron a mirar y acompa�aron las risas de Roc�o.



- �Co�o, que da�o! �Y dejar de re�ros, leches, que no tiene ninguna gracia!.



Me fui con Miguel a su habitaci�n para hacer una cura de urgencia. El asunto
era m�s aparatoso que grave y poco a poco dej� de sangrar. Me duch�, me puse
unas gasas alrededor del capullo para no manchar la ropa y me vest�. Cuando
volvimos a la piscina las chicas se hab�an puesto sus bikinis y nos
esperaban.


Estuvimos el resto del d�a haciendo bromas sobre mi polla, pero a m� no me
molestaron. Roc�o no se despegaba de mi lado y, de cuando en cuando, me daba
un beso en los labios.


Estuve una buena temporada sin follar pero, a partir de entonces, mi hermana
y yo comenzamos una relaci�n m�s en serio.


Al principio tuve remordimientos por lo que hab�amos hecho, pero Roc�o se
encarg� pronto de disiparlos y, al poco tiempo, �ramos como novios. Digo
"como novios" porque tampoco pod�amos ejercer como tales en casi ning�n
sitio. Ella demostr� ser m�s madura que yo en ese aspecto ya que, una vez
rota la barrera, yo iba lanzado, queriendo follar continuamente (le hab�a
cogido gustillo al asunto), pero Roc�o siempre se encargaba de guardar las
apariencias, en casa y en el colegio, planificando todo con antelaci�n.



As�, cuando acab� la carrera, se encarg� de que buscara trabajo fuera de
Madrid, en una capital de provincia del norte. "Casualmente", tres a�os
despu�s, cuando ella acab� la suya, aprob� unas oposiciones y la trasladaron
a esta ciudad y, naturalmente, se vino a vivir conmigo. Esto les pareci� muy
normal a nuestros padres, que segu�an sin enterarse de nada, as� que
quedamos instalados en mi casa desde entonces. Aqu� somos "pareja de hecho",
cosa que ya no extra�a a nadie en este pa�s, haciendo visitas cada vez m�s
espor�dicas a la casa paterna.


Ya han pasado unos a�os y Roc�o est� cada vez m�s guapa y m�s enamorada,
igual que yo. Follamos como locos a todas horas y en cualquier lugar. Esto
de ser pareja de una hermana tiene sus ventajas, ya que apenas se discute
por los problemas que suelen tener los dem�s, se est� m�s compenetrado y,
por m�s que se quiera, sabemos que no podemos dejar de querernos porque
tenemos un v�nculo m�s fuerte que los dem�s.


Claro que... �A ver c�mo explicamos el trip�n que tiene a nuestra familia!
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Relato: Rocio y yo
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