Llegu� a tu casa, un poco antes de lo acordado, hab�amos
quedado para ir aquella noche al cine.
Llam� a la puerta, tras unos minutos de espera me abriste. Te
estabas duchando pues me recibiste cubierta por una toalla que remarcaba todas
tus curvas. Me invitaste a pasar mientras mis ojos te devoraban.
Me sent� en el sill�n a la vez que te dirig�as de nuevo al
ba�o. Aquellos minutos de espera fueron eternos, mi coraz�n lat�a con br�o de
s�lo pensar en tu suave fragancia...
Mis nervios se electrizaban al recordar tu perfecto busto
marcado por la toalla. Al rato apareciste t�, te encontrabas delante de m� con
un vestido negro,
corto, que marcaba a la perfecci�n toda tu figura y mostraba
tus doradas piernas.
Me incorpor� y me acerqu� a ti, te di un leve beso en los
labios, me apresaste en un intenso abrazo y respon-diste a mi llamada, pero no
como otras veces,
esta vez nuestros labios rebosaban de erotismo. Te aferrabas
con vigor a mi espalda al tiempo que mi lengua te exploraba con frenes�.
Con un leve salto cruzaste las piernas detr�s de m�,te
ayudaba a mantenerte elevada con mis brazos.
Con pasos lentos fuimos a la cocina continuando los besos y
caricias. Te sent� en la mesa y cog� un bote de nata montada que esparc�
cuidadosamente en tu boca y cuello.
Compartimos la nata de tu boca con el beso m�s dulce, tras
saborearlo baj� a tu esbelto cuello, y comenc� a devorarlo con delirio.
En un instante te despojaste del vestido para quedarte
cubierta s�lo con un exquisito conjunto de lencer�a blanca. Introduje la nata
entre la fina tela y tus pechos.
Bes� tu busto oculto por la tela, hasta que retiraste el
tejido para permitirme deleitarme con la visi�n de tu torso desnudo. Comenc� a
lamer la nata suavemente por tu seno, haciendo c�rculos cada vez m�s peque�os,
que concluyeron al rodear con mis labios tu erecta aureola que succion�
lascivamente haciendo arquear tu cuerpo. Descend� al profundo valle donde me
embeles� en besarte hasta limpiar todo resto de nata, para ascender hacia el
otro pecho repitiendo
la misma actuaci�n, delicadamente al principio, pero con
delirio finalmente.
u boca emit�a leves gemidos, pidiendo m�s goce, as� pues baj�
hacia tu ombligo donde te bes� ardientemente.
etom� mi marcha hasta posar mis labios sobre la cara interna
de tus muslos. Abr�as las piernas ofreci�ndome tu sexo, pero yo continuaba
besando y acarici�ndote los alrededores de tus bragas, pero tras unos momentos
deslic� mi boca hasta
colocarla encima de la h�meda tela a la que di r�pidos besos.
Necesitabas m�s, as� que con un veloz movimiento te
desprendiste de la �ltima prenda que cubr�a tu cuerpo.
Deslic� mi lengua entre los pliegues, al mismo tiempo que
introduje dos de mis dedos en tu abertura. Los mov�a r�tmicamente, acompa�ando a
mi lengua que rodeaba tu inflado cl�toris.
Otro de mis dedos perfor� tu esf�nter haci�ndote agitarte m�s
r�pido. Tus gemidos se convirtieron en jadeos, tus gritos de placer inundaban
mis sentidos mientras el olor de tu sexo impregnaba el ambiente. El sabor de tu
concha saturaba mi paladar. Al poco te contorneaste en un r�pido movimiento,
para luego dejarte caer exhausta despu�s de alcanzar el cl�max.
Tras unos momentos de relax, te incorporaste y me diste un
c�lido beso en la boca. Abriste con entusiasmo los botones de mi camisa, para
pasar a acariciar mi pecho. Tus h�biles manos se deslizaron lentamente a mi
cintura, donde comenzaste a desabrocharme el pantal�n, muy despacio, eso hac�a
que mi excitaci�n alcanzara l�mites insospechados.
Pausadamente liberaste mi sublime miembro, que contaba ya con
una enorme erecci�n.
Al sentir tu c�lido aliento sobre �l me estremec�. Lo
acariciaste con dedicaci�n mientras besabas mi escroto, pronto pasaste a lamer
mi falo de arriba a abajo... Tras recorrerlo con tu lengua te lo introdujiste en
tu boca,
pero s�lo el extremo, que absorbiste con lujuria, para luego
engullir mi asta totalmente. Dentro de tu boca, la lengua lo recurr�a con
rapidez haci�ndome disfrutar mientras entraba y sal�a.
Tras esto no pod�a resistir m�s, as� que descargu� mi carga
en tu boca, lejos de importarte seguiste lamiendo con m�s pasi�n que antes si
cabe. Sacaste mi satisfecha verga. Te incorporaste pidi�ndome m�s, as� que te
bes� desenfrenadamente hasta que estuve preparado para continuar.
Pos� mi revitalizado aparato sobre tu fisura y la frot� por
tu cl�toris, acto seguido la deslic� hasta tu cueva y la introduje levemente,
s�lo hasta la mitad, la volv� a sacar y embest� con fuerza. Emitiste un gran
suspiro, que call� con mi boca.
Nuestros cuerpos se mov�an r�tmicamente. Abr�as m�s las
piernas en busca de m�s placer mientras yo aumentaba la velocidad.
En un arrebato de pasi�n te levant� salvajemente de la mesa,
agarr�ndote de las nalgas f�rreamente clav�ndote totalmente mi p�trea pica. Tus
u�as ara�aban mi espalda, nuestros movimientos eran �giles e ind�mitos, nuestros
cuerpos no respond�an, nos exig�an llegar al cl�max.
Pegu� tu espada a la pared, en �sta dupliqu� la fuerza de mi
arremetida. Extasiada mord�as mi cuello, el placer era tan grande que
necesitabas explotar... Finalmente culminaste con un gran espasmo que me ayud�
a m� a alcanzar mi propio orgasmo. Al sentirte llena de mi
leche el placer se prolong�. Al final nos besamos, ya calmados y nos tomamos un
relajante ba�o. Pero por desgracia no pudimos ir al cine.
Cualquier comentario o quieres tener correspondencia solo
escribeme a