Relato: EL TELEFONO ME EMPUJO AL INCESTO EP. 2
Lean antes lo anterior.
Me puse muy nerviosa a limpiar los chorros de l�quidos que hab�an arrojado mi pucha y mi ano, sobre la tela del asiento del sill�n. Ten�an que desaparecer las manchas antes de que regresasen mi marido y mi hijo. No pod�a explicarme como la voz tan susurrante del desconocido me hab�a llevado a encender mi lujuria y a estar bajo su control. C�mo pude ponerme con mi mano derecha con el dildo, dando vueltas dentro de mi vagina, y con la izquierda con mis dedos frotando mi clitorix, corri�ndome como una guarra. Cuando le pregunt� si volver�a a llamar. �Deseaba que llamase de nuevo?. Pens� que algo estaba cambiando en m�.
Estaba en la cocina preparando la comida, cuando volvi� a sonar el tel�fono. �Ser� otra vez? -Se�ora, aqu� estoy de nuevo para ayudarle-. Me puse el inal�mbrico al o�do y ech�ndome al suelo, sin braga, met� el consolador en mi vagina y otro m�s peque�o anal, que me hab�a enviado ese tipo, junto con un video porno que puse en la tele. No paraba de estimular mi intimidad ante las palabras de �l y acariciar mis tetas desnudas. -Lo hace muy bien, se�ora-. Ten�a que parar con aquello, deb�a detenerme. Pero cada vez me gustaba m�s. �Ser�a una ninf�mana? Ten�a marido,pero nunca me llamaba. Mi marido no me daba atenci�n. Me corr� tres veces con el desconocido y las im�genes de sexo sucio del video. Al d�a siguiente no llam�: "�No llamar� m�s?", pens� preocupada. Son� el tel�fono, pero era mi hijo para preguntarme que tal estaba. �Sospechar�a algo?
Esa tarde estaba leyendo un libro, cuando se abri� la puerta. Era mi marido que ven�a borracho y le tra�a un joven guapo compa�ero de trabajo. Estaba de pie, delante de ellos.
-Se�ora, es que hemos tenido mucho trabajo.
Mi marido se cay� al suelo y agarr� de la corbata al joven, que perdi� el equilibrio, yendo a parar sus manos a mis turgentes tetas de mi vestido ajustado. Me qued� paralizada con las manos del muchacho en mis senos.
-Se�ora, perdone. Lo siento. Me ir�.
Me qued� triste y pensativa, con mis manos en mis pechos. Apareci� mi hijo y dijo que se ocupar�a de su padre y que yo me diese un ba�o para relajarme.
-Gracias, Sergio -le dije.
Me desnud� y me met� debajo de la ducha. Seg�n me ca�a el agua, me toque�mi sexo y con mis dos manos comenc� a masajear mis enormes tetas y a notar que se me pon�an duros los pezones. El compa�ero de trabajo de mi marido ha debido de notar que no llevaba brasier sujetando mis pechos. Deb�a de haber seguido m�s y tirarme al suelo y chuparme los pezones y acariciarme el clitorix. �Dios m�o, que estoy pensando! �C�mo tengo estos pensamientos tan obscenos! Si estoy casada y me debo a mi marido. Vi que se hab�a acabado el gel de ba�o y fui a buscarlo, tap�ndo mi cuerpo desnudo con una toalla. Seg�n iba por el pasillo vi la puerta del cuarto de la ropa usada abierta. �Se me habr� olvidado cerrarla? Me asom� y vi a mi hijo Sergio, que se estaba masturbando. Con su mano derecha frotaba una enorme polla dentro de un sujetador m�o y con su mano izquierda ten�a mi braga usada delante de su nariz oliendo mi intimidad. Mientras se masturbaba dec�a: -Mam�- �Dios m�o! �Por qu� haces esto?, pens�. Somos madre e hijo, aunque no sea sanguineamente. Pero nos debemos un respeto. Hijo, no sigas con esto. Se puso a saborear la mancha de mi intimidad que ten�a la braga. Es vergonzoso. Mi hijo me ve como a una mujer, no como a una madre. Soy su deseo. Para, no debes seguir masturb�ndote. No puedes hacerlo con tu madre. Y en mi imaginaci�n me vi desnuda en el suelo y mi hijo intentando follarme, mientras yo me negaba: -No hijo, no puedes hacerlo con tu madre.
Mi hijo se corri� sobre mi sujetador y se fue del cuarto, sin que se diese cuenta de que le hab�a observado. Debo hablar con mi hijo. Entr� y cog� el sujetador con mis manos. Ol�a extra�o. Llevaba tres meses sin venirme. Solt� la toalla y me qued� completamente desnuda. Met� el sujetador con el semen de mi hijo entre mis tetas y con mis manos comenc� a masturbarmelas, pringando de l�quido mis pechos y mis manos. Mir� el semen de mi hijo: se ve�a tan tibio, tan espeso. Vi mis manos llenas de semen y pens�: "Es delicioso".
Al d�a siguiente se despidieron los dos de m�. A mi hijo no pod�a mirarle despu�s de lo de ayer. Cuando se fueron fui al sof� me desabroch� la camisa, dejando sueltas mis tetas y me baj� la braga. Me introduje los dildos: uno en la pucha y otro en el ano y comenc� a masturbarme y darme gusto. Son� el tel�fono. -Digame-
-Se�ora, cuanto tiempo sin hablar. Seguro que se est� masturbando.
-S�, pero sola...
-Conmigo lo pasa mejor. �Verdad?
-Si. Usted me excita y me vuelvo loca
-Se�ora, es usted una puta. Practicando sexo con un desconocido. �Qu� pensar�a su marido y su hijo, si se enterasen?
-Por favor, no hable de mi hijo.
Yo segu�a moviendo los consoladores, uno dentro de mi vagina y otro dentro de mi culo y acariciando mis tetas. Escuchaba la voz del desconocido telef�nico.
-�Me puedo correr ya? -le pregunt� al desconocido. -Es que no aguanto m�s, me vuelvo loca.
-No todav�a no. Tiene que ser sincera. �A qu� le excita pensar en su hijo?
-No me habla de mi hijo.
-Sea sincera o no le permitir� correrse.
Me imagin� la polla de mi hijo en mi sujetador masturb�ndose y comenc� a mover con m�s rapidez los dildos.
-�Puedo poner los consoladores a la m�xima velocidad? -rogu� al desconocido.
-Si, pero si reconoce que desea a su hijo y que se pone cachonda cuando la abraza.
-Si, es verdad.
-Pues ahora ponga la m�xima potencia a los aparatos y piense que lo que yo la digo se lo dice su hijo. Imagine que est� con �l. M�tase el dildo profundamente e imagine que es la verga de su hijo.
As� lo hice y el placer que sent�a era increible. Me imagin� con mi hijo desnudos los dos. El ten�a una enorme polla reservada para m�. Me la meti� profundamente en mi vagina, mientras me dec�a: -�Te gusta mam�?
-Mucho, me gusta mucho.
Me puso a cuatro patas y segu�a foll�ndome. -Se te ve el culo muy dilatado, mam�
-M�temela tambi�n por el culo. F�llame toda, as�... hijo...asi...s�.
Y logr� un gran orgamo con los dildos metidos en mis orificios, imaginando que era mi hijo.
-Te quiero mam�-
Estaba as� en el sof� con las tetas al aire y los dildos metidos en mis agujeros, cuando se abri� la puerta del sal�n.
Era mi hijo Sergio.
continuar�