Relato: Anita la prima tonta y odiosa
Esto ocurri� cuando ten�a 20 a�os, hac�a tiempo que quer�a retomar mis clases de m�sica, pero siempre hab�a una excusa para no inscribirme, pero bueno no tuve que esperar mucho ya que pronto llego la oportunidad, mis t�os Luis y Abigail llegaron un d�a a mi casa y me comentaron de unos cursos que dar�a un amigo de ellos en una casa cultural que se encontraba en un pueblo vecino, para mi mala suerte mis t�os me pidieron que llevara conmigo a mi odiosa y engre�da prima Ana de 14 a�os a tomar unas clases de piano, la verdad ya ten�a a�os que no la ve�a, la recordaba algo llenita presumida y muy odiosa, en fin, acepte puesto que ellos prometieron pagar el combustible y que su amigo nos har�a descuento en los cursos si �bamos ambos, en fin pasaron algunos d�as cuando tocaron a mi puerta el d�a en que se supone ir�a a recoger a mi prima, al abrir la puerta me encuentro con un ser de rostro angelical, unas prominentes tetas una cintura marcada y unas piernas peque�as pero bastante bien proporcionadas, no pod�a creer que semejante manjar fuese aquel bicho raro que me fastidiaba hace a�os, pude recobrar el habla lo suficiente para decirle �adelante prima, nos vamos en unos minutos- entre sonriente y con una mirada algo t�mida asinti� y entro, justo cuando la sangre llegaba a mi cabeza decido echar un vistazo a su tremendo culo, llevaba unos vaqueros entallad�simos que era imposible no apreciar ese par de nalgas y querer darle unas nalgadas, trate de disimular lo excitado que estaba as� que le ped� que se sentara mientras terminaba de arreglarme, desde el cuarto entable una peque�a charla con ella, esto para romper un poco el hielo.
Yo: Y c�mo has estado, aun sigues estudiando?
Ana: Si primo, estoy por terminar la secundaria.
Yo: Y qu� carrera piensas estudiar cuando salgas?
A: La verdad no s�, quiero estudiar enfermer�a como mi prima Jesica�
Despu�s de unos minutos ya est�bamos hablando como si fu�semos grandes amigos, de ah� nos subimos a mi camioneta y partimos camino, durante el transcurso del viaje decid� piropearla un poco para tentar terreno, pronto descubr� que era tambi�n un poco picara aunque lo sangrona no se le hab�a quitado, de vez en cuando recalcaba que sus amigas la envidiaban, que ten�a muchos chavos detr�s de ella, que ten�a lo mejor de lo mejor etc, yo solo imaginaba como se ver�an ese par de tetas abrazando mi verga, en el color de sus pezones y en si se depilaba su panochita, trataba de ignorar las pendejadas que ella dec�a, ese d�a no pas� nada digno de mencionarse salvo las miradas lascivas de mi parte a su tierno pero suculento cuerpo.
Los clases eran 4 veces por semana, yo estaba encantado, pronto trate de acercarme m�s a ella buscando hacer contacto, as� cada que pod�a restregaba mi pene sobre sus muslos, pasaba mi mano rozando sus nalgas y frotaba sus tetas con mis codos, un d�a cuando salimos de clases yo estaba excitad�simo por culpa de una compa�era de clases, en fin sub� r�pidamente a mi camioneta para que nadie notara mi erecto pene sobresalir debajo de mi pantal�n, a los pocos minutos sube ella y al intentar ponerse el cintur�n de seguridad este se atoro por lo que me pidi� ayuda, despu�s de pensarlo un poco y de explicarle que regresara la cinta para que se destrabara, decid� ayudarle a la muy bruta, como no quer�a bajarme dado que hab�a gente a las afueras decid� cruzarme hacia su lado colocando una de mis rodillas en el posa manos de su asiento, no entend�a c�mo es que lo hab�a trabado, entre el cabreo que me hab�a hecho pasar no me percate que mi pene estaba rozando parte de su est�mago, su mirada estaba fija en mi miembro, comenz� a sonrojarse pero no se mov�a, esto me puso al cien, fing� batallar un poco para permanecer en esa posici�n y ver su reacci�n, mi verga palpitaba al sentir su vientre y rodilla frotarse sobre de �l, sab�a que no pod�a estar mucho tiempo as� dado que alguien podr�a vernos y arruinar los avances, as� pues en un �ltimo movimiento me empuje para llevar mi bulto contra sus suaves tetas, d�ndole una peque�a estocada en estas, listo le dije ya est� me hice para atr�s jalando el cintur�n para abroch�rselo y disimuladamente con la palma de mi mano palpe una de sus tetas, inmediatamente pude sentir y ver que no llevaba sost�n ese d�a, sus erguidos pezones no le dejaron disimular nada lo excitada que se hab�a puesto, me sent� y la note sonrojada y acalorada, no dijo nada, solo le dije �listo, hora de irnos- a los pocos minutos comenz� a hablar nuevamente como si nada, me comento que ten�a una amiga la cual ya me hab�a visto y que me quer�a conocer, fing�a prestarle atenci�n solo para ver sus erguidos pezones sobre esa suave playera rosa, estaba perdiendo el control poco a poco, quer�a detenerme y follarla, una y otra vez hasta quedarme seco, pero me contuve, los d�as pasaban y sus estupideces no paraban, era cansado escucharla.
Un d�a me presento a su amiga y aunque no estaba mal la verdad no pod�a quitarme de la cabeza a mi prima Anita, en fin decid� acompa�arlas de compras una tarde, y a pesar de las pendejadas que dec�an resulto ser bueno para m� ya que pronto entramos m�s en confianza estando en el s�per mercado, de vuelta a casa tanto su amiga como ella se pusieron juguetonas, prest�ndose de esa forma al manoseo masivo de mi parte, no pod�a creer que entre juegos tontos como hacernos cosquillas y treparse a mi espalda se dejaran palpar f�cilmente sus nalgas, tetas y panocha, estaba encantado, o de plano eran pendejas inocentes o unas guarrillas cualquiera, esa noche me hice un pajazo tremendo dedicado a esas dos morritas ya que no quise arriesgarme a arruinar esa relaci�n que poco a poco daba sus frutos.
El curso acababa la siguiente semana por lo que ten�a poco tiempo para lograr algo antes de que posiblemente perdiera contacto con ella otra vez, as� pues un martes que era la primera clase de la �ltima semana nos desviamos hacia el bar de uno de mis amigos ya que dado a que ella era menor no la dejar�an entrar en cualquier lado, al principio ella no quer�a ir pero sab�a que era curiosa por lo que la convenc� dici�ndole que le ense�ar�a unas bebidas deliciosas y sin mucho alcohol, obviamente esto era mentira, al principio ped� algo ligero para ella y aunque de inicio no le agrado fue agarr�ndole el gusto trago a trago, comenc� a pedir tragos en su mayor�a preparados con vodka para ella, yo trate de tomar lo menos posible, quer�a estar lo m�s consiente posible, pronto note que su lengua se dorm�a un poco al hablar, su mirada vagaba de repente y comenz� a hablarme de sus amigas nuevamente, que todas la envidiaban porque era la que m�s pretendientes tenia etc., no aguanto ni hora y media cuando ya estaba completamente ebria.
Yo: Ya v�monos, antes de que te pongas peor.
Anita: S�, porque me siento mareada y como que me dio algo de sue�o.
Anita �Pero estuvo padre haber cuando volvemos.
Yo: Claro, te hace falta salir m�s y divertirte un poco para sacarte el estr�s de la escuela.
Pague la cuenta y le ayude a levantarse para ir a la camioneta, tom�ndola de la cintura le dije te ayudo mira t� solo camina yo te dirijo, obviamente yo solo quer�a frotarme en sus nalgas y magrear sus tetas en lo que lleg�bamos a la camioneta, estaba tan grave que le era dif�cil mantenerse de pie y caminar ni se diga.
Llegamos al estacionamiento y comenc� a frotar su entrepierna sobre los vaqueros que llevaba y ni se inmutaba, llegamos a la camioneta y la sub� a los asientos de atr�s, arranque la camioneta y nos fuimos rumbo a un camino bald�o, con el peque�o viaje pronto quedo como inconsciente, me estacione, vigile que nadie estuviera cerca y me adentre a por ella, ya a su lado la recost� y desabroche su pantal�n y camisa tan r�pido como pude, parec�a no importarle, por fin ten�a a mi alcance ese par de enormes tetas, sus pezones eran rosados claros y ten�an un aroma inigualable, comenc� a estrujarlos como si no hubiera ma�ana, esto pareci� incomodarle pero era demasiado tarde yo estaba pose�do y ese d�a ella seria m�a con o sin su consentimiento, recorr� una y otra vez su cuerpo de arriba abajo con mis labios, memorizando cada rinc�n de su suave piel, segu�a inconsciente mientras yo presionaba sus nalgas una tras otra hasta que estas se comenzaron a tornar coloradas, comenz� a quejarse y jadear poco a poco, no soporte m�s y le arranque esos tiernos calzoncillos rosados a rayas, mi lengua pronto tomo control de su vagina que aunque estaba sin depilar y era un poco inc�modo para mi nariz y lengua ya que no estaba acostumbrado, era un extra�o placer entre el asco y �xtasis, para ese momento ten�a que sostenerla fuerte dado que intentaba zafarse moviendo su cadera, entre abri� los ojos y me dec�a que me detuviera con una voz entre cortada, pero aunque yo hubiese querido mi cuerpo ya no respond�a a m�, me dispuse sin m�s a follarmela por lo que le abr� las piernas lo m�s que pude, me puse un cond�n sobre m� ya chorreante verga y empec� a penetrarla lentamente, estaba ya mojadita por la mamada que le hab�a dado as� que no me tomo mucho trabajo al principio, entre quej�ndose se lanzaba hacia atr�s, por lo que la jale ligeramente desde su cintura, de repente me encontr� con una barrera, me di cuenta que mi primita realmente era virgen lo que me excito a�n m�s, entonces despacio fui empujando hasta romper ese ligero muro de tejido, una sensaci�n c�lida abrazo mi pene mientras ella daba gemidos y grititos, por momentos parec�a que iba a levantarse y maldecirme, pero pronto sus gemidos comenzaron a aumentar ligeramente a la par que su respiraci�n se entre cortaba como si fuese a dejar de respirar, presionaba sus dientes y frunc�a el ce�o, dios era emocionante estar dentro de esa perrita presumida sin que ella pudiera hacer nada para detenerme, comenc� a decirle -mu�vete putita, s� que estas disfrut�ndolo- segu� penetr�ndola cada vez m�s r�pido mientras deleitaba mis labios con ese par de tetas, lamentablemente se acercaba la noche y se nos acababa el tiempo, as� que le mord� suavemente los pezones para hacerla reaccionar, -vez como eres una puta como cualquiera de tus amigas- no se resisti� mucho m�s y comenz� a disfrutar de la fiesta, -eso primita, mu�vete y disfr�talo porque solo se pierde la virginidad una vez- le dec�a, con sus manos sujeto mis brazos y se aferr� m�s a m�
Anita: Por favor no tan fuerte, es que duele un poco, hazlo lento por favor.
Yo: Pero as� no lo vas a disfrutar.
Anita: De verdad primo, me est� gustando pero duele un poco.
No le hice caso y comenc� a embestirla fuertemente tom�ndole de su cuello como queri�ndola partir en dos hasta que la hice gritar y gemir como la puta que era.
Durante unos minutos me mantuve enterr�ndosela lo m�s profundo posible hasta que no pude m�s, saque mi verga de ella retire el cond�n y me masturbe sobre su vientre y piernas, a los pocos segundos sin m�s comenz� a orinarse dejando el asiento manchado, en lugar de molestarme me pareci� bastante excitante ver como orinaba y sangraba mi primita, ya cansado me acerque a ella para besarla y seguir dedeandola por unos minutos m�s, ya est�bamos con el tiempo encima as� que le lleve a su casa, bajamos para suerte de ambos no estaba nadie en casa as� que la lleve hasta su habitaci�n, nos despedimos de beso y sal� de ah�, yo estaba muy feliz ya que esa noche le hab�a reventado el autoestima, la prepotencia y su co�o, lo mejor de todo es que a pesar de forzar las cosas parec�a no haber problema con ello, nunca me acuso y a pesar de portarse un poco seria durante una semana pronto se convirti� en mi putita, m�s bien dicho saque la puta que ya llevaba dentro y la hice m�a.
Ahora cada que me apetec�a pod�a tocarla y besarla sin preocupaci�n alguna, cada que mi verga estaba por explotar le invitaba al cine y nos �bamos a un motel, semana tras semana mejoraba sus mamadas y sus posiciones, se volvi� muy lasciva la pendeja, me la cog�a en la ducha, en la sala, en mi oficina, en su habitaci�n mientras mis t�os ve�an televisi�n, incluso una ocasi�n en los ba�os de la iglesia a donde iba nuestra familia, muchas veces era ella la que ven�a por las tardes a mi casa con el pretexto de que le ayudar�a a hacer la tarea y claro que le ayudaba con su tarea ya que a cambio ella terminaba con las piernas abiertas recibiendo mi verga en su interior, de regalo de cumplea�os dejo que se lo hiciera sin cond�n y que me corriera dentro de su boca, de momento se hab�a convertido en mi prima favorita.
Un d�a que estaba con la pija al cien decid� ir por ella a la secundaria para llenarle la rajita, as� que le envi� un mensaje, compre lubricante anal en una sex shop y la espere a la salida ya que durante m�s de 7 meses lo �nico que no hab�a podido hacer era met�rsela por el culo y ya era hora de explorar m�s a fondo su suculento y joven cuerpo� continuara.