Hola, me llamo Paula, tengo 19 a�os, les quiero contar algo
que me ocurri� hace 3 meses.
Yo estaba de novia con un chico que ten�a 20, hac�a 3 a�os
que est�bamos de novios, pero no hab�amos tenido relaciones sexuales hasta
Febrero de este a�o.
Los primeros encuentros sexuales eran muy buenos,
combin�bamos sexo vaginal con oral y nos gustaba mucho. Nunca llegue a tragar
semen ni derramarlo sobre mi cuerpo, pero me gustaba poner su pene en mi boca y
mover mi mano con tu tronco.
Todo iba bien hasta que comenz� a pedirme tener sexo anal.
Las primeras veces le dije rotundamente que no, pero como me insist�a tanto, y
era tan bueno, (nos conoc�amos desde ni�os), dije que lo har�a. Pero cada vez
que llegaba el momento de ir a la cama, le dec�a que lo dej�bamos para la semana
siguiente (normalmente lo hac�amos una vez por semana).
Para decir verdad esto del sexo anal me ten�a preocupada, por
un lado tem�a por el posible dolor, pero por el otro me pon�a a mil verlo tan
entregado, tan desesperado por hac�rmelo y en mis fantas�as la imagen de
sumisi�n y de entrega que supon�a el sexo anal me dejaban excitad�sima. Aunque
llegado el momento, le dec�a: - dej�moslo para la pr�xima.
En una oportunidad, casi sin pensarlo le dije que lo har�amos
el d�a de su cumplea�os numero 21, que ese ser�a mi regalo. Dije sin pensarlo
porque para el cumplea�os faltaban solo 20 d�as. El sac� r�pidamente la cuenta y
me lo dijo. Yo para no discutir lo mir� a los ojos y con resoluci�n le afirme,
que ese ser�a el d�a.
El no volvi� sobre el tema hasta la semana previa al
cumplea�os, ese d�a no quiso hacerlo para estar lo mas caliente posible para el
d�a D.
Finalmente lleg� el d�a. Me vest� especialmente para la
ocasi�n, compr� una falda de cuero negra, una blusa ajustada del mismo color y
zapatos negros. Mi ropa interior era tambi�n negra con puntillas gris oscuro. La
tanga se met�a dentro de mi culo, dejando al descubierto mis nalgas. Les comento
que soy alta, de cabello casta�o, muy delgada, con pechos muy peque�os, piernas
delgadas pero largas, y un culo carnoso, bien parado. Lo que m�s sobresale de mi
cuerpo es mi cola, los hombres se dan vuelta por la calle para mirarme el
trasero. Ah, tambi�n me afeit� por completo mi vagina y mi culito, no ten�a un
solo pelo.
Salimos a cenar, ninguno de los dos probo bocado, solo
tomamos un poco de champa�a. Ambos est�bamos excitad�simos, se me secaba la boca
de los nervios. Finalmente fuimos a la casa de una t�a m�a que vive en Buenos
Aires y que yo utilizaba para pasar nuestros momentos �ntimos.
Llegamos a la alcoba, me dio un beso en la boca muy largo,
sent� su respiraci�n agitada cuando me besaba. Yo tambi�n ten�a la respiraci�n
agitaba, estaba excitada y asustada, pero en ning�n momento expres� lo que me
estaba ocurriendo.
Luego me desabrocho la blusa, y desprendi� el corpi�o,
r�pidamente mis peque�os pechos, el los acarici� y los bes� tiernamente.
Finalmente baj� el sierre de mi falda y �sta cayo al suelo, en ese momento le
desabroch� el pantal�n y se lo baj� mientras el se sacaba la camisa. Su pene
qued� al descubierto, apuntaba a mi amenazante, estaba tremendamente tieso, duro
como una piedra, nunca lo hab�a visto as�, hasta parec�a que brillaba. Lo puse
en mi boca, y el lanz� un suspiro casi animal, comenc� a chuparlo, estaba
caliente, muy caliente.
Mientras lo chupaba, el puso una mano en mi conchita que
estaba s�per h�meda. Su pene cada vez mas duro estaba por estallar, yo segu�a
chupando, pasando mi lengua por el glande y masturb�ndolo con mi mano, hasta que
el me pidi� que lo dejara porque no pod�a aguantar mas, fue entonces cuando
comenc� a mover mas r�pidamente mi mano y a met�rmelo mas adentro de la boca. El
gritaba que iba a acabar, sent� como su pene se hinchaba aun mas, y como si un
l�quido transitara por su cilindro, fue ah� cuando me lo saque de la boca, sin
dejar de masturbarlo y salto el primer chorro de esperma que fue a dar dentro de
mi boca abierta, el segundo chorro en mi mejilla izquierda, luego baje su pene
para que el tercer chorro diera en mis pechos, y el �ltimo a mi vientre.
Qued� todo mi cuerpo chorreando semen, el estaba extasiado,
yo tambi�n, me miro sonriente y me dijo que esa era una sorpresa que no hab�a
previsto, que hab�a estado genial. Pero, chiquita, no te olvides del plato
principal, agrego. Fue hasta su saco y trajo un tubo de gel lubricante, su pene
segu�a bien parado, no tuvo que hacer ninguna pausa, y ya estaba listo para
penetrarme. Me hizo poner en cuatro, con mis rodillas y mis codos apoyados sobre
la cama. No me saco la tanga, sino que la corri� hacia un costado y en esa
posici�n apoyo sus labios en mi agujero. Fue una sensaci�n incre�ble, nunca lo
hab�a hecho. Luego comenz� a lamer mi agujerito con la lengua, y con la punta de
la misma penetraba en mi interior.
Yo estaba s�per caliente, sent�a el calor en mi cuerpo,
entonces lubrico uno de sus dedos con el gel, y lo introdujo en mi culito, me
encanto la sensaci�n, entr� con facilidad. Luego comenz� a mover el dedo en
forma circular, era una sensaci�n muy placentera.
Finalmente introdujo dos dedos bien lubricados, eso costo un
poco mas, pero al dejar los dedos sin mover me fui relajando y por ultimo
comenz� a moverlos a abrirlos dentro con lo que produjo, seg�n el, una buena
dilataci�n.
Sac� los dedos de mi culo, se seco las manos con una toalla y
se puso en posici�n de penetrarme, le ped� que fuera despacio, estaba excitada y
asustada, muy asustada. Me tom� de la cintura y apoy� su pene en mi agujero,
comenz� a presionar un poco, y un fuerte dolor me invadi� a medida que la cabeza
de su pene se introduc�a. En ese momento no se que me ocurri�, pero salt� de la
cama, y le dije que no quer�a hacerlo. Que no, que ten�a miedo, que me iba a
doler.
Victor, mi novio, se enfureci�, estaba rojo de ira, me dijo
que estaba loca para hacer eso, que era una hist�rica, por un momento pens� que
iba a golpearme, pero no lo hizo, golpe� la pared se visti� y se fue. Yo me
qued� sola en el cuarto caliente, me acost� en la cama, ol�a a semen que estaba
comenzando a secarse, ese olor me puso a mil, me acost� boca a bajo, me met� dos
dedos en la conchita y dos en el culo, y comenc� a masturbarme.
Con mi cuerpo desnudo, oliendo a semen segu� moviendo los
dedos, estaba boca abajo e imaginaba a Victor encima m�o por detr�s,
penetr�ndome. Con esta imagen y mi vagina totalmente mojada me vine de una forma
genial, casi animal, gritaba sola y trataba de ahogar mis gritos contra la
almohada. Fue un orgasmo sensacional.
Cuando termin� ca� en la realidad de lo que hab�a hecho. Que
suceder�a con Victor, lo habr�a perdido para siempre. Sab�a que estaba muy mal
lo que hab�a hecho, lo hab�a enga�ado, frustrado. Me preguntaba si era para
tanto.
Que opinan ustedes de esto?
Por favor escr�banme a
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