Relato: Mi Hermanita Hola, les voy a contar una historia
totalmente verídica que me sucedió con mi hermana la menor.
Hace un par de años cuando
tenía 22 (ahora tengo 27) y ella 17 (ahora 22) llegué a casa
de trabajar y con la novedad de que mis padres habían ido a ver
a una de mis tías fuera de la ciudad de México. Les comento
que yo soy el mayor de tres hermanos. Mi hermano había llamado diciendo
que tenía una fiesta en casa de unos amigos cerca de su universidad
y que se quedaría en la casa de su novia.
Eran alrededor de las 20:00 h. cuando
llegué y mi hermana estaba con su novio, estuve platicando un buen
rato con ellos y después me despedí para retirarme a mí
habitación.Al cabo de un rato escuché que sonaba el teléfono
al ver que no contestaba nadie, decidí pararme a contestar, eran
mis padres preguntándome si ya habían llegado mis hermanos
a lo que mi respuesta fue que solamente mi hermana y que mi hermano había
dicho que se quedaría en la casa de su novia.
Al colgar me asomé por la
ventana para ver si mi hermana ya se había despedido de su novio,
como las luces de adentro ya estaban apagadas no se podía ver al
interior, presencié una escena que en un principio me dio un poco
de coraje pero después me dio morbo y decidí quedarme para
ver lo que acontecía, mi herma estaba con su novio y éste
le estaba acariciando las nalgas por encima del pantalón, él
levantaba la vista hacia mi habitación, pero él no sabía
que yo lo estaba viendo por la ventana de abajo. Así estuvieron
por un buen rato acariciándole desde la tetas hasta las nalgas,
después mi hermana le pidió que se fuera ya que ella se tenía
que meter a bañar. Yo tenía una sensación muy extraña
en mi estómago algo indescriptible y me hacia pensar mucho en el
sexo, posteriormente recordé que en el baño había
puesto un trapo que tapaba un hoyo de un tubo que pasa hacia el lavabo
y éste como está debajo del lavabo no se podría darse
cuenta, así que antes de que ella se metiera a bañar fui
y quit´w ese trapo, después de estar esperando ansiosamente
que se metiera a bañar lo hizo, para esto esperé unos minutos,
al escuchar caer el agua, fui a la terraza, lo primero que hice fue apagar
la luz, para que no se viera nada hacia afuera, sentí un hormigueo
en mis manos y la boca se me secaba al acercarme cada vez más al
orificio, se veía cómo salía una luz desde adentro
del baño, al acercarme muy cuidadosamente y agacharme pude ver sus
lindas piernas mojadas, ella es bajita 1.62 y pesa cerca de 52 Kg. es de
piel blanca. al agacharme un poco más pude ver sus hermosas nalgas
blancas y esa rayita que las partía en dos, mi respiración
se fue acrecentando cada vez más así la estuve contemplando
un rato, pero yo quería verla de frente, ya que no me imaginaba
cómo tendría la parte de adelante de su hermoso cuerpo, después
de un rato giró lentamente para descubrir una maravillosa mata de
pelo negro que cubría todo su coñito, pude ver también
sus pequeños y rojizos pezones, los cuales miles de veces me los
imaginaba. Me dieron ganas de poseerla en ese momento.
Ya se estaba secando regresé
de inmediato a mí habitación, pensando en la maravillosa
escena que acababa de presenciar, pero yo quería más, tenía
que tocarla, así que empecé a idear un plan para llevar esto
a sus últimas consecuencias, así que fingí un dolor
muy fuerte en mi estómago.
Antes de que saliera del baño,
salí directamente hacia donde tenemos el botiquín y me encontró
buscando una medicina y ella me preguntó que si me sentía
bien a lo que yo contesté quejoso que me sentía muy mal,
ella dijo que me haría un té, mientras yo seguía quejándome
cada vez más. Me preguntó que si quería que me llevaba
al doctor que le hablaría a su novio para que nos llevará
y le dije que no, que mejor me pasara la agenda para llamarle a un doctor
amigo mío y que me dijera qué me tomara, después de
simular que le llamaba le comente a mi hermana que me había recetado
varios medicamentos, entre ellos una pomada y una anestesia si el dolor
era intenso, como tenemos una farmacia cerca de la casa le dije que me
acompañara a comprar las cosas, que lo que terminé comprando
fue un analgésico y una botellita de aceite, ella esperó
en el carro con el pretexto de que tenía que informar a botiquero
cómo tenía que ser la medicina.
De regreso a casa le di instrucciones
a mi hermana, (pensé que ya no lo haría), le dije: "Mira
ésta es una anestesia muy fuerte, las indicaciones fueron que me
tomara esta pastilla y quedaría profundamente dormido y este aceite
lo tendrás que untar en mi estomago debajo del ombligo cada tres
horas debes de comprobar que no esté inflamado", ella accedió
a hacerlo, mi idea es que ella tocara mi miembro y empezarnos a calentar,
me trajo un té junto con la pastilla, yo no dejaba de quejarme,
después le dije que me sentía muy inflamado y que la ropa
me apretaba mucho, ella dijo en plan serio bájate un poco la ropa,
yo accedía, dejé casi entrever muy poco la punta de mi pene
y ella observaba esa parte y no quitó ni un sólo momento
la mirada de ese lugar, empecé a bostezar y me dijo duérmete
que yo te voy a cuidar, me hice el dormido durante casi 30 minutos, después
de ese tiempo escuché que mi hermana regresó de nuevo a mi
cuarto con el aceite hizo las cosas con mucho cuidado, para esto yo me
bajé un poco más mi pantalones y mi trusa, dejando ver mi
vello púbico, abrí muy poco los ojos para ver la cara de
mi hermana, al destaparme fue una gran sorpresa para ella, después
empezó a sobarme, poco a poco mi pene se fue poniendo erecto al
grado de quedar totalmente parado, en más de un par de ocasiones
mi hermana me lo rozaba, después volvió a salir y al cabo
de 5 minutos regresó, y se acercó a mí y me llamó
por mi nombre en varias ocasiones pero nunca le respondí, mi pene
curiosamente empezó a pararse de nuevo noté que temblaba
su mano de hecho me pellizcó un poco en mi estomago, creo que para
ver cuál era mi reacción, pero me quedé inerte, después
empezó ya no a sobarme el estomago sino que en repetidas veces acariciaba
mi pene, era exquisito, me llamó de nuevo pero no me inmuté,
me quitó el cobertor poco a poco y como todo estaba oscuro se acercó
a mi estomago, yo ya tenía casi todo el pene de fuera, se agitó
mucho su respiración y no quitó la mirada de mi pene para
nada, empezó a sobarme ya muy poco el estomago y después
se fue directamente a mi pene, su mano poseía todo mi pene totalmente
erecto, sentía su respiración cerca de mi pene creí
que se lo iba a tragar pero no fue así, se quedaba viéndolo
muy de cerca y apretándolo, yo ya no aguantaba más así
que agarré su mano en mi pene y ella saltó, quiso quitar
su mano pero yo lo impedí y no dijimos nada, sólo agarré
su cabeza y lo dirigí directamente hacia el pene, el cual me lo
chupó como jamás nadie lo había hecho, después
empecé a agarrar sus nalgas era una sensación indescriptible,
le metí la mano por su pantaleta y sólo se quejaba, le quité
lentamente su pantalón y su pantaleta y esas bellas nalgas que había
visto un par de horas antes las tenía posadas a mí ante un
delicioso 69, nos estuvimos lamiendo un buen rato, hasta decidí
penetrarla, ella sólo se quejaba y poco a poco fui metiendo mi verga
dentro de su coño, yo esta encima de ella cuando me la cogía
con la otra mano me fui bajando hasta sus nalgas para abrírsela
y meterle mi dedo por su culito, ella estaba como poseída y pedía
más, y se movía frenéticamente, después de
puse de 4 patas y le chupé su hoyito, ella sólo gemía,
se lo ensalivé tanto hasta que quedó bien mojado, le volví
a meter mi dedo después me la pidió toda por su culo y se
la di de una sola estocada, ella gritó muy fuerte, y mi embestida
era igual, sentía cómo me apretaba todo hasta que ya no aguanté
más y me vine en su culo, fue maravilloso.
Después de esto nunca más
volvimos a hacerlo de hecho jamás comentamos de lo ocurrido.
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Relato: Mi Hermanita
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