Relato: El viejo de la basura y yo
Aclaro que soy heterosexual pero esto me ocurri� a los 14 a�os cuando todav�a mi sexualidad no estaba definida. De ni�o me dec�an que si no me portaba bien me iba a llevar el "viejo de la bolsa" y yo temblaba. Efectivamente don Jos� era un carrero que pasaba por las casas llevando todo que pod�a vender o usar para sobrevivir. Un d�a,yo estaba solo en casa cuando llamaron a la puerta.Era el viejo que pidi� algo de beber.Lo hice pasar para darle agua. El se sent� en el sof� y charl�bamos de todo un poco. Con m�s confianza me dijo:-Yo soy un hombre so, no tengo a nadie, de vez en cuando necesito aliviarme. Mijo�usted me aliviar�a? Le entend� perfectamente aunque no sab�a que rol cumplir�a yo. Don Jos� se tocaba la entrepierna,con mirada provocativa. Enseguida sac� su miembro que m�s que grande era muy grueso, lleno de pelos. Mis ojos no dejaban de mirar su descomunal miembro. A sus sesenta a�os, su tama�o era inusitado.-Venga, ac�rquese mijo. Venga sin miedo. Con algo de temor me puse frente suyo, sin saber lo que hac�a. El viejo tom� mi mano y lo puso en su pene que herv�a de mil demonios. Yo lo tocaba casi con dulzura. A pesar de su aspecto flaco, desali�ado y algo maloliente, no me desagradaba la situaci�n. �Don Jos�!, exclam� sin convicci�n. -Ch�pelo, ch�pelo mijo, haga feliz a este viejo. Me agarr� de la cabeza y me hizo inclinar hacia su gran miembro. Era una oportunidad �nica, ambos solos, as� que era la oportunidad de probar. Al meterla en la boca, se sent�a hervido y rico. Me gustaba lo que hac�a. Luego, me pidi� que lo masturbe mientras se lo chupaba. Por mi inexperiencia, le dejaba r�os de baba en su pene y en las bolas, aunque el viejo no dejaba de quejarse de placer. Entonces vino lo inimaginable, don Jos� me pidi� que me sentara encima suyo, solicitud que no le cost� mucho insistir, ya que en un arrebato de locura y calentura, estaba encima de su tremendo miembro, con las nalgas abiertas, cabalg�ndolo. El viejo sucio gem�a como un animal en celo, lo que me excitaba m�s. -Ay ni�o, yo le ten�a ganas de hace tiempo. Comprend� que hac�a un tiempo el viejo me miraba con morbo. Quer�a que me moviera suave empujando hacia abajo. Al cabo de unos minutos, iba sintiendo como su pija taladraba mi ano, abri�ndose caminos dentro de mis carnes, lo que me llen� de placer,as� tambi�n de dolor. Me tuve que bajar porque me romp�a todo.Sin decir nada, acerc� mi boca a su miembro para que se lo mamara hasta acabar. Su miembro se hizo m�s gigantesco en mi boca,teniendo que tragar una catarata de semen, el cual tambi�n salpic� en mi rostro. Don Jos� qued� extasiado, desparramado en el sof�. Yo deseaba que se fuera r�pidamente ese pordiosero que hab�a abusado de m� tan f�cilmente. Con el tiempo me puse de novio con una chica aunque siempre fantase� con un encuentro furtivo con don Jos�, hecho que no ocurri� en parte porque el viejo falleci� un tiempo despu�s. A la memoria del viejo de la basura que un d�a supo hacerme feliz, va este relato.