Relato: INDUCIDA A LA ESCLAVITUD (2:ANILLADA Y PROSTITUIDA)



Relato: INDUCIDA A LA ESCLAVITUD (2:ANILLADA Y PROSTITUIDA)

-����AAAAAAHHHH SIIIIIIIIIIIHHHHH!!!! �����COJEME DURO!!!!! ����QUE RICOOOOOGGGGHHH!!!! �dije casi sin respiraci�n.

-�Te gusta furcia? ��Vamos, mu�vete!! No pague 10 Bs.F para yo hacer todo el trabajo, mueve ese culo �PAF!! Una tremenda nalgada me hizo dar un respingo, record�ndome que yo solo exist�a para satisfacer los deseos sexuales de mis folladores. Puse en marcha un fren�tico movimiento de caderas, aprovechando la posici�n sexual, en la cual, yo estaba sentada sobre mi macho de turno, o mejor dicho, sobre mi cliente de turno, con mis tetas viendo a su rostro, bambole�ndose ambas por los movimientos de mi cuerpo, tanto al ser embestida con total rabia, como por los m�os propios, los cuales empezaban en ese instante.

-Aaahhh siiii, este tipo ten�a raz�n, sin duda eres una autentica puta verbenera, te mueves delicioso�

-Ah, Ah, ah, afff, MmGGhh �era mi respuesta. Su g�ebo estaba ensartado en mi culo, y yo lo mov�a lo mejor que pod�a. Era una puta, si, ya estaba convencida de eso. Y adem�s, lo estaba disfrutando.

-��AAAAHHH PUTAAAAA ME CORROOOOO!! �grito salvajemente, tomando ambas tetas con sus manos, apret�ndolas muy fuertemente, haci�ndome algo de da�o, pero que mi instinto masoca se encargaba de convertir en placer. Sent� deliciosamente en mis entra�as el preciado l�quido sami espeso, blanquecino y caliente, descargado por el g�ebo de mi cliente. Una divina sensaci�n me recorri� el cuerpo al sentir su esperma en mi interior.

Luego de su descarga, me empujo a un lado, quedando el acostado en el viejo colch�n que era el �nico objeto que estaba en esa peque�a habitaci�n de paredes deterioradas, con la pintura desconchada y varias grietas adem�s de filtraciones. El olor a sexo en el lugar era penetrante. Adem�s el colch�n, viejo, polvoriento, con algunas roturas, el otro objeto en la habitaci�n era yo.

Tomo mi cabeza por los pelos, y la dirigi� hacia su verga, la cual aun estaba un poco erecta, y bastante h�meda. Se ve�an goterones de semen mezclado con jugos recorri�ndola hasta sus bolas.

-Dale imb�cil, l�mpialo �me ordeno. Yo obedec�, engullendo ese trozo de deliciosa carne en mi boca, saboreando los restos de jugos mezclados en su superficie. Mi lengua no paro de masajearla en ning�n momento, ya sea que estuviera dentro, o fuera de mi boca. Terminado esto, tomo un collar de perra rojo brillante, con una cadena abrochada a �l, algo larga. Lo coloco en mi cuello, dej�ndolo bastante ajustado, tomo la cadena, y me llevo a cuatro patas a una esquina de la habitaci�n, lejos del colch�n. En dicha esquina hab�a un aro pegado al piso, por el cual paso la cadena varias veces, acortando la distancia entre mi cuello y el piso, dej�ndome casi pegada a este. Se coloco de rodillas, y con mi cabello, limpio su g�ebo de mis babas mezcladas con otros fluidos.

-Que tengas dulces pesadillas cerda. �me dijo, d�ndome una fuerte cachetada y una sonora y fuerte palmada en mis nalgas. Se puso de pie, me escupi� en la cara, tomo su ropa y se fue de la habitaci�n, dejando la puerta abierta. Dejando ver en sus afueras la fr�a noche arropando un terreno de matorrales.

Pero veamos como llegue a este punto.

(Un mes antes)

Luego de obedecer lo que vendr�a siendo la primera "orden oficial" enviada por m� nuevo amo a mi celular, la cual fue desabrocharme los botones de mi blusa para buena parte de mi pecho quedara expuesto, tuve otra clase m�s, a la cual asist� as�, sin abrocharme de nuevo la blusa. Tal parec�a ser que �l me estaba espiando, y hasta se sabe mi n�mero telef�nico, por lo que decid� hacer lo que pens� que �l deseaba. Me picaba la curiosidad, �c�mo pudo saber tanto de m� en una semana? �Me sigui� hasta mi casa y me espi� en todo ese momento hasta que aparecieron mi madre y mi hermana? Mi padre no estaba en la ciudad, hab�a salido de viaje de negocios, menos mal. Aunque lo malo es que ese viaje estaba por terminar, y llegar�a muy pronto. Tem� por la vida de el tambi�n, ya que as� como pudo espiarnos, podr�a espiarlo a el.

No sab�a en qu� pensar. Si bien es cierto que me preocupaba mucho por toda la situaci�n, no pod�a evitar sentir como la lujuria recorr�a mi cuerpo. El imaginarme las cosas que �l me ordenar�a hacer, sabiendo que no me podre negar, hizo que mi vagina no tardara en encharcarse. Me reprochaba a mi misma por sentirme as�. Disfrute la violaci�n anterior, y ahora al parecer estaba disfrutando de esta nueva situaci�n. No me entend�a en ese momento, sabiendo que esas consecuencias de las que "el amo" hablaba en su carta pod�an ser inmensamente nefastas, y m�s aun si mis padres se ven implicados. �C�mo pod�a sentirme excitada en un momento tan critico? Me imagine que jam�s lo entender�a.

Termino la clase y fui a mi casa. En una semana no recib� ning�n tipo de mensaje de texto, ni nada por el estilo, por parte de "el amo"�.o mi amo, como me deb�a acostumbrar a llamarle. La cosa me extra�o bastante. Incluso hasta imagine que solo se tratar�a de una broma pesada, pero al volver a ver las fotos y el DVD que envi�, donde de verdad se ve�a toda la escena de violaci�n, y m�s aun, se notaba claramente como yo ped�a y ped�a mas, me apagaba los pensamientos. Una cosa bastante curiosa, es que durante la violaci�n, no divise ninguna c�mara en el sitio. Y seg�n se ve, las c�maras estaban dispuestas en varios puntos de todas las habitaciones en las que estuve con �l. No se mov�an, aunque si hac�an enfoques y acercamientos, pero jam�s se movieron de los �ngulos en los que estaban, como si fueran c�maras de seguridad. O por el miedo (y despu�s excitaci�n) no me di cuenta de las c�maras, o estas eran diminutas no las divise. Otra cosa que me pareci� evidente es que el violador no actu� solo. Alguien deb�a estar operando las c�maras. �Ser�a el mendigo? Definitivamente no sab�a que pensar.

Luego de esa semana sin noticias suyas, un d�a lunes, me llego un SMS, mientras iba en el bus camino a la universidad. "Te quiero en la plaza O�Leary del Silencio, entre las dos fuentes, a las 8 de la ma�ana". Decid� contestarle "pero tengo una importante evaluaci�n en la universidad, no puedo perderla" cosa que por cierto, era muy cierta. "problema tuyo animal" recib�. "en serio, necesito presentarme a esa evaluaci�n es demasiado importante para mi carrera" le conteste. "perder�s mas que una evaluaci�n si sigues ladillando. Adem�s, Vi el reloj y eran las 7:28 am. Me baje del bus en la estaci�n del metro de La Yaguara, y tome un tren hasta la estaci�n El Silencio, para luego caminar a la plaza.

Llegue temprano, la plaza estaba desierta, solo hab�a gente (y poca) en las aceras de las calles que la bordeaban. Esta plaza es la intersecci�n entre tres de las avenidas principales de la ciudad, es peque�a, con dos fuentes. Espere en el medio de esas dos. Mi tel�fono en ese momento timbro de nuevo, dando la se�al de un nuevo SMS que rezaba "una van negra se estacionara en frente de la plaza. S�bete por las puertas traseras, y ci�rralas sin intentar ning�n truco". Estuve pendiente y efectivamente a los pocos minutos una van color negro brillante, con vidrios polarizados, se estaciono justo en frente de mi. Me dirig� a la parte de atr�s como se me ordeno, abr� las puertas y vi que el interior de la camioneta estaba vac�o, sin asientos siquiera. Las puertas traseras no ten�an vidrios. Y la cabina del conductor estaba sellada por un panel met�lico. Sin muchos pre�mbulos sub� en ella y cerr� las puertas, siendo los seguros bajados autom�ticamente. El interior estaba totalmente oscuro, decid� alumbrar con la luz de la pantalla de mi celular. Estaba bastante asustada. De repente por una peque�a corneta ubicada en el panel de la cabina, son� la voz de mi amo, el violador.

-Desn�date completamente cerda. (mmmmm mmmm �Se o�a una voz alejada, se o�a como si estuvieran degustando algo. Era como si una mujer estuviera mamando g�ebo, me atrever�a a decir) No quiero que tengas absolutamente nada puesto, ni siquiera tus joyas. (mmmmdch) En la parte baja del panel de la cabina veras una gaveta introduce todo all�. Aaahhhh que rico lo mama esta cerda. �sin duda, se lo estaban mamando a mi amo. Obedec� la orden, me quite todo, absolutamente todo lo que llevaba encima., meti�ndolo en la gaveta, la cual estaba iluminada por un peque�o bombillo. La cerr� y al ratito volvi� a abrirse, mostrando un collar de perra con una cadena abrochada. �(mmmmmdddhhhcc) aahhh as� cerda as�.ponte el collar puta. �escuche por la corneta. Obedec�, me coloque el collar. La gaveta se cerro, dej�ndome a oscuras totalmente de nuevo, sin remedio alguno.

Sent�a como la camioneta tomaba curvas fuertes, aceleraba, frenaba, volv�a a acelerar, cuando ca�a en los huecos (si, las v�as de aqu� parecen la superficie de la luna por la gran cantidad de huecos). Luego de un largo rato, nos detuvimos. De verdad no se cuanto tiempo estuvimos rodando, hab�a perdido la noci�n del tiempo. Sent� como se bajaron de la cabina, al o�r las puertas abrir y cerrar. Luego de un ratito de calma, de sorpresa comenzaron a sonar fuertes golpes a los lados de la camioneta, la estaban golpeando con algo, no se con que, pero lo cierto es que si su objetivo era ponerme nerviosa, m�s de lo que ya estaba, lo lograron.

Se abrieron las puertas. Hab�a tres hombres, los tres totalmente encapuchados. Uno de ellos entro, tomo la cadena, y la jalo fuertemente, oblig�ndome a salir. Vi a m� alrededor, est�bamos en un galp�n, no muy grande. Uno de ellos, si no me equivoco "el amo", le hizo una se�a al hombre que tenia la cadena de mi collar en su mano. Caminaron los tres hacia el frente de la camioneta, llev�ndome casi a rastras tras ellos. Dos de ellos se metieron en la cabina y cerraron las puertas, mientras el que me llevaba a mi tirando de la cadena continuo su paso hacia una camilla, parecida a la de las ambulancias, la cual ten�a una mesa a un lado con un caj�n met�lico sobre ella. Me obligo a subir a la camilla, saco su polla del pantal�n, y tom�ndome del cabello dirigi� mi rostro hacia ella, a lo que respond� abriendo la boca, y engull�ndola. Comenz� a magrear mis tetas, de una manera no muy brusca, pero tampoco suave. Luego de un ratito en esas, me dio dos buenas palmadas en cada pez�n, saco su g�ebo de mi boca y tom�ndolo con una de sus manos me golpeteo varias veces con ella en la cara, llen�ndome de mi propia saliva. Me vendo los ojos, tomo mis manos, y las ato a la parte superior de la camilla, por encima de mi cabeza, quedando mis brazos bastante tensados, tanto que no me daba oportunidad ni del m�s m�nimo movimiento. Debo admitir que estaba asustada, muy asustada, pero al igual que cuando fui violada, poco a poco la humedad comenz� a aflorar en mi entrepierna, producto de una excitaci�n que iba en crescendo. A pesar de que esta sensaci�n en esta situaci�n ya no me sorprend�a, lo cierto es que me la reprochaba, como cuando fui violada, y como lo he hecho repetidas veces durante todos estos d�as desde aquella vez. Despu�s de atar mis manos ato mis pies, tens�ndolos igual que los brazos, dejando mis piernas un poco separadas. No pod�a hacer el m�s m�nimo movimiento con mis extremidades, y luego de sentir unas correas ajustando mi pecho por encima de mis tetas, y mi vientre, tampoco pod�a mover el cuerpo.

Luego de esto sent� que ese hombre masajeo poco a poco todo mi cuerpo, prestando bastante atenci�n a mis zonas er�genas, lo que hizo que la creciente excitaci�n se disparara con incre�ble rapidez. A los pocos minutos yo ya gem�a de placer. Sent� como con dos dedos tomo mi pez�n derecho, pellizc�ndolo suavemente, haciendo que una c�lida sensaci�n recorriera mi cuerpo, la cual fue sustituida por un incre�ble dolor repentino, producto de un fuerte pinchazo en dicho pez�n. Pegue un fuerte grito, y sent� que las lagrimas se me salieron. Intente moverme, me preguntaba que pasaba, pero lo �nico que recib�a por respuesta era la sensaci�n de mi pez�n siendo atravesado por algo frio. A pesar de mis intentos, no pod�a moverme para nada, estaba aprisionada. Mi pez�n fue atravesado por ese objeto. Me dejo tranquila por unos minutos, hasta que me calme. Luego sent� que en el pez�n atravesado aplicaban algo helado, supuse que era una bolsa con hielo. Luego, de sorpresa, el pez�n izquierdo paso por el mismo destino que su gemelo derecho, siendo repetida la operaci�n exactamente.

Ya despu�s de unos minutos de gritos, de dolor y con una bolsa de hielo descansando cada teta, sent� como se colocaban encima de m�. Tocaban mi cuquita, jugaban con ella. Estiraban los labios, los soltaban, masajeaban con mucho cuidado la vulva, lo que causo que mi peque�o botoncito del placer, com�nmente conocido como cl�toris, saliera de su peque�o escondite, lo que fue aprovechado por mi verdugo para masajearlo delicadamente, haci�ndome gemir cada vez mas. Pesar de todo el dolor sentido en mis tetas, de todos los gritos y de la desesperaci�n, la excitaci�n no hab�a bajado, m�s bien continuaba en aumento, y eso se hizo notar al llegar yo a un brutal orgasmo, producto del delicioso toqueteo al que era sometido mi cl�toris. Me corr� entre deliciosos gemidos intercalados con gritos de puro placer. Sent� que un pene, o lo que parec�a ser un objeto f�lico, al menos, invadi� mi cuquita, empezando un relajado mete y saca. Mi cl�toris aun era toqueteado, lo que hizo que no tardara en llegar a un segundo orgasmo, m�s fuerte, m�s rico que el anterior. Despu�s de semejante orgasmo, el pene o lo que sea que me estuvieran metiendo, estuvo su movimiento, quedando ensartado en mis entra�as, pero el masajeo del cl�toris no se deten�a. Ya estando a punto de alcanzar el tercer orgasmo, sent� una tremendamente fuerte punzada en mi cl�toris. Me quede congelada, privada. No pod�a respirar, mi boca quedo abierta por unos minutos, mientras sent�a como mi cl�toris, al igual que mis pezones, era lentamente atravesado por un objeto delgado y frio. El tener mi boca abierta fue aprovechado por mi verdugo, para escupirme directamente en ella. A diferencia de mis pezones, el objeto fue dejado en mi cl�toris durante un rato, en el cual el bombeo de lo que sea que tuviera en mi agujero vaginal se reanudara, de manera m�s fren�tica.

Me quitaron las bolsas de hielo de mis tetas, siendo sustituidas por unas fuertes manos que las amasaban a placer. Y no solo las amasaban sino que tambi�n las palmeaban de manera fuerte y brusca. Esto hizo que saliera de mi estado de "privaci�n" y comenzara a gemir. Sent�a mi cl�toris muy extra�o, al estar atravesado por dicho objeto, que ya sin duda alguna deb�a ser una aguja. Y as� como sin duda esa era una aguja, tambi�n sin duda lo que ten�a dentro de mi cuca era una buena verga deleit�ndose de la suavidad de mis paredes vaginales. Luego de un rato as�, sacaron la aguja de mi cl�toris, al igual que el pene de mi follador, y colocaron una bolsa de hielo en toda la zona vaginal. Sent� que se pararon junto a mi cabeza. Sin duda ya todo el suplicio hab�a terminado y vendr�a el momento de la corrida, al menos eso pens�, pero estaba m�s equivocada que si dijera que 2+2 eran 23445. Tomaron mi cabeza con una mano, me abofetearon en la cara, y atravesaron mi nariz. Ah� s� que sent� como los ojos se me saldr�an a pesar de estar aprisionados con la venda. Al igual que mis pezones y mi cl�toris, mi nariz fue atravesada por un objeto que se sent�a delgado y frio. Aqu� si fue un poco m�s r�pido y me colocaron una bolsa de hielo, o al menos era lo que yo supon�a que me colocaban. Por �ltimo me abrieron la boca con un instrumento met�lico (lo supe por su sabor) y sent� como con una pinza atrapaban mi lengua, sac�ndola y por medio de otro aparato fue aprisionada afuera de mis labios, si�ndome imposible meterla nuevamente. Sent� tres pinchazos cerca de la punta, de nuevo con un objeto parecido a los anteriores. O� un fuerte gemido, y sent� que un liquido caliente ca�a en mis tetas. Me imagine que mi verdugo se hab�a corrido. Entre l�grimas pens� que ya hab�a sido, pero de nuevo, me equivoque. En la parte superior del ombligo fui nuevamente atravesada.

Recib� 2 cachetadas m�s, y luego sent� que en cada agujero reci�n hecho, colocaban unos pierncings, incluyendo en mi lengua. Despu�s de unos minutos, lentamente fui liberada. Al quitarme la venda de mis ojos, me reflejaron en un espejo, donde ve�a que en mi cl�toris y mis pezones tenia ahora unos lindos anillos plateados, al igual que en mi nariz, "a lo toro". En mi ombligo pend�a un lindo piercing de cadenita cortita, que sosten�a una plaquita diminuta, que rezaba la palabra "PUTA" as�, en may�sculas. Saque mi lengua y ten�a tres extra�os piercings en la punta, quedando como un triangulo. El que estaba m�s hacia la punta era un peque�o arito plateado tambi�n, y los otros dos, que estaban m�s adentro y hacia los lados de la punta eran como unas pepitas plateadas, peque�as.

-Seguro que ahora esa leng�ita dar� mas placer que antes jejeje �dijo uno de mis captores, espec�ficamente el que se quedo conmigo en la camilla. No sab�a c�mo reaccionar ante semejante acto llevado a cabo por estos tipos. Adem�s de los piercings que adornaban mi cuerpo, surcando mis tetas se ve�a una mancha de l�quido blanquecino y espeso, escurri�ndose por mis senos gracias a la gravedad. Sin duda alguna, era semen.

-Muy bien perra, te explicare la tem�tica del juego. �dijo uno de ellos, "el amo" o deber�a irme acostumbrando llamarlo "mi amo". �Esos aros y piercings, los llevaras puestos en todo momento�

-Espere amo �le interrump� ��Que pensara mi familia y que pensaran mis amigos de todo esto? Luzco como una cualquiera, no quiero llevar esto piercings, al menos no cuando no est� en su poder.

-Dudo mucho que est�s en posici�n de exigir condiciones puta imb�cil. Puedo arruinar tu vida, y no solo eso, la de tu madre y hermana tambi�n. �En eso saco de sus bolsillos un par de fotos de mi Madre Silvia, para mi sorpresa, d�ndose una ducha en el ba�o de su habitaci�n, en nuestra casa. �Ya me veo gozando del delicioso par de tetas reci�n operadas de esta cerdita��sab�as que se masturba 2 veces en una ducha? Apuesto a que le debe gustar ser violada como tu�

-No las toques por favor �dije, ya en tono de preocupaci�n y suplica �Hare lo que me ordenes, no dir� que no a nada de lo que desees.

-Por supuesto que no lo har�s arrabalera. Pero sabes, s� que no es solo porque quieres a tu familia. S� que no es solo por tu reputaci�n de "se�orita decente", que por cierto, de eso tienes muuuy poco. S� que jam�s me dir�s que no, m�s que todo porque en el fondo, lo gozas, lo deseas. Te gusta ser sometida. Te gusta que te den duro. Te gusta que te traten como la ramera gratuita que eres. Y sabes muy bien que llevaras esos piercings orgullosa, porque te excita verte as�, te excita saberte puta, sentirte puta, ser una puta. No hace falta ser adivino para saberlo, tu actitud, tus reacciones lo indican. �Y si no, expl�came porque demonios tienes jugos de tu co�o escurriendo por tus entrepiernas?

Ten�a raz�n. Vi hacia abajo, y estaba mojada. Ok, pod�a suponerse que era por el terrible orgasmo que me hizo tener su amigo, su secuaz, o lo que sea el tipo que me anillo. Pero yo sab�a que esa humedad se deb�a porque todo esto, en el fondo me gustaba. Y no era necesario ver mi cuca empapada, solo con el sentirme excitada bastaba para saber que �l ten�a raz�n. Al parecer el tipo era jodidamente bueno en estos temas de mujeres. Baje la mirada, avergonzada por sentirme descubierta.

-Jajaja eres f�cil de leer putita. �Continuo mi amo -Te averg�enza que te veamos as�, te humilla, pero en el fondo esa humillaci�n te gusta. No me enga�as cerda, putas como tu he tenido por montones, y se c�mo reaccionan, se sus comportamientos. S� que te gusta ser una puta. Y como te gusta ser una puta, pues, en mis manos, una puta ser�s. Estos dos amigos m�os son tus primeros clientes. Aseg�rate de dejarlos muy satisfechos, ya sabes lo que dicen, que si la mercanc�a es buena, el cliente volver� por mas. Pobre de ti y de tu familia si no convences.

Dicho esto se dirigi� a la camioneta, entrando en el lado del conductor. No se pod�a ver hacia adentro, debido a que los vidrios estaban bastante oscuros. Los otros dos hombres, tambi�n encapuchados, se ubicaron a cada lado de m�, y comenzaron a magrearme. Yo con todo lo que estaba ocurriendo, ya iba bastante caliente. Las palabras de mi amo eran ciertas, me fascina ser humillada, y de seguro el llevar estos aretes en mi cuerpo, delante de todos, iba a ser algo que me mantendr�a con una excitaci�n leve, al menos en un tiempo.

El que estaba a mi derecha, a quien llamare "verdugo" porque fue quien me abri� todos los agujeros y me cojio al mismo tiempo, comenz� a explorar mi culo, mientras el otro, el que estaba a la izquierda de mi, se entreten�a con mi vulva y el anillo de mi cl�toris. �L�mpiate mi leche de tus tetas escoria �me ordeno el verdugo, orden que acate de inmediato, tomando ambas tetas con mis manos y llev�ndolas a la boca, para lamerlas lo m�s que pude, y jugar con mis nuevos adornitos.

La situaci�n me fue calentando cada vez m�s y m�s. El jugueteo al que el hombre que estaba a mi izquierda, el cual pasare a llamar sencillamente como "desconocido", manten�a sometido mi cl�toris era divino. Debo admitir que dicho jugueteo ya lo hab�a sentido en varias ocasiones con mis anteriores parejas, pero este se hizo especial por el anillo que adornaba esa zona. Era una experiencia incre�blemente deliciosa.

El verdugo se separo de mi, y se dirigi� hacia la mesa con el caj�n met�lico, del cual saco un peque�o cono anal tranparente, mientras yo segu�a embebida lamiendo el semen de mis tetas, ahora pasando los dedos por los restos del liquido que quedaban en ellas, y llev�ndolos a mi boca para degustar tan exquisito manjar. "ser� mejor que me acostumbre a su sabor, pero no ser� ning�n problema, sabe rico" pens�. Mi verdugo me hizo inclinar mi cuerpo hacia delante, sin flexionar las piernas, las cuales las manten�a ligeramente abiertas. El desconocido saco su verga del pantal�n, y aprovechando que estaba un poco inclinada, termino de llevar mi boca para que le practicara una mamada, la cual comenc� de manera lenta al principio, dando ligeros y delicados sorbitos en su cabeza, para luego ir aumentando poco a poco la intensidad, y la cantidad de g�ebo que entraba en mi boca. Mientras le hacia la felaci�n, el verdugo me ordenaba separar mis nalgas con mis manos, cosa que hice sin reparos, ya totalmente dominada por mi puta interior. Me propuse a mi misma darles a estos hombres la mejor raci�n de sexo de sus vidas.

Ya con mis nalgas separadas, el verdugo coloco un dedo en mi ano, y poco a poco lo fue introduciendo. Sent�a como entraba en m�, y una vez estuvo todo adentro, comenz� a moverlo a los lados, y a girarlo. Esa sensaci�n me hizo estremecer de placer, a pesar de que era un poco doloroso. Mientras esto ocurr�a, mi nariz estaba pegada a la mata de pelos que cubr�a el pubis del desconocido, mientras su herramienta estaba en mi boca recibiendo el placer mas divino que dicho agujero era capaz de darle, con mi lengua recorriendo su extensi�n, masaje�ndolo, e intentando envolverlo. En ese momento, sent� como el verdugo colocaba el cono anal en mi culo, sacando su dedo, momento en el cual abr� mas mis nalgas, m�s aun, si cabe. Solo lo coloco en la entradita, haciendo presi�n, sin meterlo, y recorriendo con el juguete toda la raja de mi culo. Estuvo un tiempo en esto hasta que comenz� a introducirlo, ni muy lento ni muy r�pido. Sent�a como mi hoyo anal se iba estirando poco apoco, con los bordes de mi piel pegados al pl�stico, como intentando impedir la entrada de ese cada vez m�s grueso invasor, pero sin �xito. No sabr�a decir cu�nto media en su parte m�s ancha, pero de seguro era m�s de lo que mi agujerito anal hab�a recibido la vez que fui violada por el amo. Sent� que cada vez m�s el verdugo ejerc�a presi�n, y la cosa empezaba a dolerme, pero dicho dolor me excitaba, me hac�a sentir como un simple objeto el cual podr�n usar a su antojo. Adem�s de ser humillante sentir que te penetran el culo, al menos para m�. Fue tal la presi�n que mi agujero t�rmino cediendo y tragando todo. Se cerr� al instante, para acomodarse al cuello de la base.

Yo a todas estas, para concentrarme en el trato al que era sometido mi culo, deje de mamar el g�ebo del desconocido, pero aun estaba todo su miembro dentro de mi boca, la cual manten�a abierta. El desconocido me dio una fuerte cachetada �Sigue la felaci�n, mamag�ebo, quiero placer. �me dijo. Acced� a su orden, y me puse manos a la obra, succionando con bastante fuerza ese rico trozo de carne. �Aaaaahhhhhh wow, esta perra tiene un don natural para mamar g�ebos, aaahhh as� puta, ch�palo duro, me gusta, aaaahhhh as� cerda, as�dios, se me meter� el pantal�n por el culo de lo duro que me lo chupa la puta esta jajajajaja �dijo entre gemidos y carcajadas. Yo continuaba la succi�n, estaba entregada a su placer. En eso sent� como el verdugo met�a su g�ebo en mi cuca de golpe, sent� que en mis nalgas se estrello su vientre, para luego separarse y volver a repetir el estrell�n, y as� sucesivamente, sonando el t�pico "PLAP, PLAP, PLAP" en cada embestida.

En ese momento el desconocido tomo mi cabello, formando dos coletas a los lados de mi cabeza, y al igual que hacia el verdugo con mi concha, el comenz� un mete y saca fren�tico en mi boca, haciendo que mi rostro se estrellara contra su vientre. Se acompasaron el uno con el otro, para hacer el famoso "serrucho" conmigo. Yo estaba s�per excitada, me gustaba esto, me fascinaba este trato, este polvazo que estaba recibiendo en ese momento.

El desconocido cada vez jalaba m�s duro de mis cabellos, lo que junto con la fren�tica penetraci�n vaginal, y bucal, hizo que se me saltaran algunas lagrimas. Luego de un rato en esa posici�n, el verdugo me dejo de penetrar, y el desconocido solt� mis cabellos dici�ndome �Puta, s�gueme, no te conviene que mi verga salga de tu boca. �orden la cual obedec�, sigui�ndolo inclinada hacia delante, con su trozo de carne en mi boca. Me esforc� para que no saliera de mi boca, y afortunadamente no sali�. Me hizo agacharme, cerca de una de las paredes del galp�n, y con una fuerte embestida de su pelvis, estrello mi cabeza fuertemente contra dicha pared, y con sus manos me la sostuvo all�. Saco su miembro y de nuevo volvi� a empalar mi boca fuertemente. En eso llego el verdugo, coloc�ndose a su lado, y meti� su verga en mi boca tambi�n.

All� estaba yo, medio atontada por el golpe, con la calentura a mill�n por todo lo que me estaban haciendo, y haciendo una doble mamada simultanea. Metieron sus vergas lo mas que pudieron en mi boca, hasta casi ahogarme, aunque yo hacia lo m�s posible por mover mi lengua para darles placer. Justo en ese momento, sent� como ambos al mismo tiempo y para mi sorpresa, comenzaron a soltar un l�quido casi en mi garganta, provocando que me ahogara. Al saborearlo bien, era orina, ambos me estaban orinando en la garganta. Poco a poco fueron sacando sus vergas mientras me orinaban, y una vez estuvieron afuera del todo, proced� a toser fuertemente, de verdad que me hicieron tragar una buena cantidad, y casi me ahogan. Ah� me asuste much�simo. Ellos en tanto, mientras yo tos�a, me continuaron ba�ando en orina durante unos momentos mas, para luego dejarme tranquila tirada en el piso cogiendo aire y esperando a que se me pasara un poco la tos.

Quede en el suelo a cuatro patas. Perd� todo sentido del tiempo y de la direcci�n. Estaba mi cuerpo entero empapado en orina, totalmente oloroso a ese liquido. Respiraba de manera agitada, nerviosa. Solo o�a y a lo lejos, las carcajadas de mis dos folladores, as� de ida estaba. La vista la ten�a un poco nublada, pero no me impidi� ver como uno de ellos, no distingu� bien cual, se coloco en frente de mi, y presionando mis mejillas con una mano, haciendo que mi boca quedara circularmente abierta, meti� su verga nuevamente. O�a que me dec�a algo pero por los nervios y la laguna mental que me provoco el ahogarme, no sab�a que era. Poco a poco lo que me dec�a se empezaba a o�r cada vez m�s claro. Hasta que entend� perfectamente lo que me dec�a �L�mpiamelo cerda asquerosa. �me ordenaba el verdugo. Comenc� lentamente la felaci�n, para luego paulatinamente ir de nuevo aumentando los �nimos en la mamada. Luego sent� como el desconocido se ubicaba detr�s de mi, tomando la base del cono anal, y, de un solo tir�n, lo saco de golpe. No puede evitar pegar un tremendo grito de dolor, medio ahogado por la verga del verdugo.

El agujero anal me quedo ardiendo fuertemente. �Mierda loco, ya le rompiste el culo�-le dijo el verdugo al desconocido, y prosigui� �Bueno, eso se le curara en poco tiempo. Terminemos ac�, que nos debemos ir.

-Si�terminemos. �le contesto el desconocido.

Fui empalada nuevamente por el culo. La sensaci�n fue de dolor y de incomodidad. El desconocido me dio una fuerte nalgada, orden�ndome que me moviera, lo cual hice poco a poco. El me espoleaba cada vez m�s con una serie de fuertes nalgadas, y lograba su objetivo, hasta el punto en el que ya me mov�a deliciosamente para �l y su amigo, el verdugo, quien a�n segu�a disfrutando de mi boca.

Estuvimos as� un tiempo, en el cual por la fuerte humillaci�n y el constante dolor de mi culo, tuve una serie de orgasmos deliciosos. Ah� ya hab�a comprendido que yo era una masoquista nata, y que el dolor y sufrimiento de ciertas partes de mi cuerpo, me provocaba un inmenso placer. Luego de esto, me sacaron sus vergas de los orificios y me llevaron tomada por los pelos hacia la mesa con el caj�n, el cual fue retirado y colocado encima de la camilla. La superficie de la mesa, ten�a un agujero en el centro que el caj�n met�lico ocultaba. Dicha superficie fue divida en dos mitades retirando una de las piezas, con el hueco dividido tambi�n por la mitad. Me colocaron agachada sobre la punta de mis pies, en el centro de la mesa, con el cuello apoyado en la media luna que quedaba en la mitad, y colocaron la otra mitad retirada en su posici�n original, quedando mi cabeza sobresaliendo por el hueco central. La mesa en realidad era una variaci�n de un cepo.

Dada la altura al que estaba mi cabeza, mi posici�n era bastante inc�moda, agachada, en punta de pies, con m� cuerpo bastante erguido. El hueco era del ancho de mi cuello, un poco mayor, pero no me permit�a sacar la cabeza. En ese momento, el amo se baja de la camioneta, con una mujer desnuda, bastante bien formadita, de tetas inmensas, visiblemente operadas. La mujer ten�a el rostro cubierto totalmente por una m�scara de l�tex. Los �nicos agujeros que tenia la m�scara eran para su nariz, y por arriba, un no muy delgado tubo que parec�a ser del mismo material, no muy largo, que terminaba en otro agujero, por el cual sal�a su cabello, el cual quedaba como una especia de cola de caballo, peinado hacia atr�s. Es su cuello, llevaba un collar de perra, con una cadena abrochada, con la cual mi amo la dirig�a. Ella quedo a su lado a cuatro patas. El amo paso de su lado, a su trasero, sacando su inmensa verga y meti�ndola en el culo de la mujer. Despu�s de unas cuatro embestidas, se corri� en ese agujero. Luego fue el verdugo, quien, luego de otras cuatro embestidas, tambi�n se corri�, y por �ltimo, el desconocido repiti� la operaci�n.

Mi amo luego tomo la cadena, y la dirigi� hacia la mesa. All� la subi� encima de la superficie y la hizo sentarse de lleno en mi cara. Me restreg� su culo y su co�o un buen ratito, y sent� como su culo llenaba mi rostro con la esperma de los tres machos. Por �ltimo, se me ordeno chuparle bien el culo a la mujer, cosa que hice sin vacilar, excitada por todo esto. Succione lo m�s fuerte que pude, quer�a que no quedara la mas m�nima gota de leche de los machos en su culo. Al ratito ella se levanto un poco, y mi amo me ordeno mostrarle la leche en mi boca, cosa que hice con el placer dibujado en mi rostro. Me ordeno tragarlo y as� lo hice.

-�Te gusto el manjar perra? �me pregunto mi amo

-Si amo, gracias por este delicioso aperitivo, me gusto much�simo �le conteste, totalmente emputecida por mi calentura, y entregada, convencida de que esto me hab�a gustado mucho.

-Bien puta, termina de lamerle el culo a la guarra esta �me ordeno mientras hac�a que la mujer se agachara de nuevo sobre mi cara. Obedec� su orden, lam� cada rastro de fluidos del culo de la mujer. Una vez terminado el trabajo, mi amo la bajo de la mesa, y la llevo de nuevo a la camioneta.

Acto seguido, de una de las paredes del galp�n, tomo una manguera que estaba all� enrollada, y abri� el grifo. La manguera ten�a una pistola de agua con un sistema de riego en la punta, con la cual mi amo me disparo el agua a la m�s fuerte presi�n. Sent�a como si en mi cuerpo se estrellaran diminutas puyitas, y tuve un delicioso orgasmo cuando el chorro fue dirigido a mi cuquita. Dio una vuelta alrededor de mi, limpiando todo mi cuerpo de la orina de los otros dos machos. Acerco varias veces la pistola de agua con el sistema a mis genitales, haci�ndome sentir una deliciosa pero a la vez torturante sensaci�n de placer, en especial en mi culo, lacerado por semejante maltrato que hab�a recibido hacia unos minutos.

-Listo. �Dijo mi amo, cerrando el chorro �Ya terminamos de limpiarte. Me gusta que mis putas sean bien aseadas al momento de atender clientes importantes, as� que procura aplicarte enemas peri�dicamente. �Entendido?

-Si amo. �respond�, sumisamente.

Los tres hombres se introdujeron en la camioneta. Mi amo saco por la ventana de su lado toda mi ropa y mis joyas, arroj�ndolas al piso. �Pronto recibir�s nuevas �rdenes, las cuales deber�s cumplirlas con la mayor de las diligencias y con el mejor de tus esfuerzos �entendiste bastarda? �me dijo.

-Si amo, todo ser� como ordene �respond� de manera sumisa. Ya estaba convencida de que no tenia escapatoria, que entre mi est�pido comportamiento de guarra y la destreza del amo, no podr�a salir de esto. Lo mejor ser�a obedecer. Encendieron la camioneta, el desconocido era el que la conduc�a. Me asuste, pens� que me dejar�an all� en esa posici�n. Cuando mi amo me dijo antes de arrancar:

-�Ves porque digo que eres una autentica puta sumisa nacida para ser una esclava sexual? El cepo al que estas sostenida no tiene ning�n tipo de seguro, puedes salir de ah� cuando quieras. Suerte al volver a tu casa �al decir esto �ltimo, la camioneta se hab�a comenzado a poner en marcha, pisando parte de mi ropa y de mis joyas tiradas en el piso. Me quede sorprendida, y lo cierto es que el tenia raz�n, yo en ning�n momento vi que hayan asegurado el cepo de alguna manera, hubiera podido ponerme de pie y largarme, o al menos dar pelea, o siquiera alg�n signo de resistencia, pero no lo hice. Que imb�cil me sent� en ese momento. Aparte la plancha delantera del cepo y me puse de pie. Me dirig� hacia donde esta mi ropa tirada, y toda sucia adem�s. Note que algunas piezas estaban h�medas, al olerlas, era jugo vaginal. Sin duda eran jugos de la pobre mujer que ellos ten�an.

Me vest� como pude. Mi aspecto era aut�nticamente deplorable. Revise en mi bolso, y el interior estaba todo escupido y lleno de semen. En el celular vi que ten�a un SMS de mi amo. "puta, ma�ana a las 3 de la tarde te quiero en el Hotel Vegas ubicado en la av. Baralt. No llegues tarde, o�" ah� terminaba.

Me fui a mi casa, nuevamente agarre un taxi. Aunque esta vez el conductor no dijo nada sobre mi pobre aspecto. Llegue a mi hogar, mi hermana menor, Sara, estaba en la casa, como siempre, metida en su habitaci�n, en su computadora, chateando. Sub� a la m�a y me met� a ba�ar al instante. En la ducha fui recapitulando todo lo ocurrido en el d�a, y termine haci�ndome un dedo delicioso, termin�ndolo con un brutal orgasmo. El resto del d�a transcurri� casi normal, si no fuera porque me costaba un poco sentarme, dado que mi culo segu�a sentido por la extracci�n tan brusca del cono anal.

Al d�a siguiente fui al hotel Vega, un hotel de mala muerte, como para echar un "rapidin". Entre y por orden de mi amo v�a SMS dije en la recepci�n que yo era esperada en la habitaci�n n�mero 14. Me condujeron al sitio, y para mi sorpresa estaba un chico de unos 18 a�os. �Eres Lizbeth? �me pregunto, a lo que asent�.

-Bien�ven aqu� putita, me dijeron que eras una maravilla en la cama, aunque a juzgar por el precio pues no me parece mucho�aunque bueno, tu chulo me ha dado unas putas muy buenas por el mismo precio, a ver qu� ofreces�

No lo pod�a creer, cuando el amo hab�a dicho que har�a de m� una puta, lo dec�a literalmente. Me hab�a alquilado a un chico. Y no ser�a el �nico, de eso estaba segura. Ah�, a pesar de sentirme totalmente ultrajada por la situaci�n, la excitaci�n comenz� a subir poco a poco de nuevo, lo que en cierta manera me llevo a comenzar a quitarme la ropa de manera sensual para �l, mi cliente�

As� fue pasando el tiempo. Todos los d�as ten�a un cliente nuevo. Cada d�a que pasaba, me iba acostumbrando a mi condici�n de puta, y todos los d�as iba en cierta manera excit�ndome con m�s facilidad ante aquellos clientes desconocidos, y acced�a sin muchos rega�adientes a sus deseos�como dijo mi amo, si la mercanc�a es buena, el cliente volver� por mas�y tenia raz�n, varios repitieron�

(un mes despu�s)

-����AAAAAAHHHH SIIIIIIIIIIIHHHHH!!!! �����COJEME DURO!!!!! ����QUE RICOOOOOGGGGHHH!!!! �dije casi sin respiraci�n.

-�Te gusta furcia? ��Vamos, mu�vete!! No pague 10 Bs.F para yo hacer todo el trabajo, mueve ese culo �PAF!! Una tremenda nalgada me hizo dar un respingo, record�ndome que yo solo exist�a para satisfacer los deseos sexuales de mis folladores. Puse en marcha un fren�tico movimiento de caderas, aprovechando la posici�n sexual, en la cual, yo estaba sentada sobre mi macho de turno, o mejor dicho, sobre mi cliente de turno, con mis tetas viendo a su rostro, bambole�ndose ambas por los movimientos de mi cuerpo, tanto al ser embestida con total rabia, como por los m�os propios, los cuales empezaban en ese instante.

-Aaahhh siiii, este tipo ten�a raz�n, sin duda eres una autentica puta verbenera, te mueves delicioso�

-Ah, Ah, ah, afff, MmGGhh �era mi respuesta. Su g�ebo estaba ensartado en mi culo, y yo lo mov�a lo mejor que pod�a. Era una puta, si, ya estaba convencida de eso. Y adem�s, lo estaba disfrutando.

-��AAAAHHH PUTAAAAA ME CORROOOOO!! �grito salvajemente, tomando ambas tetas con sus manos, apret�ndolas muy fuertemente, haci�ndome algo de da�o, pero que mi instinto masoca se encargaba de convertir en placer. Sent� deliciosamente en mis entra�as el preciado l�quido sami espeso, blanquecino y caliente, descargado por el g�ebo de mi cliente. Una divina sensaci�n me recorri� el cuerpo al sentir su esperma en mi interior.

Luego de su descarga, me empujo a un lado, quedando el acostado en el viejo colch�n que era el �nico objeto que estaba en esa peque�a habitaci�n de paredes deterioradas, con la pintura desconchada y varias grietas adem�s de filtraciones. El olor a sexo en el lugar era penetrante. Adem�s el colch�n, viejo, polvoriento, con algunas roturas, el otro objeto en la habitaci�n era yo.

Tomo mi cabeza por los pelos, y la dirigi� hacia su verga, la cual aun estaba un poco erecta, y bastante h�meda. Se ve�an goterones de semen mezclado con jugos recorri�ndola hasta sus bolas.

-Dale imb�cil, l�mpialo �me ordeno. Yo obedec�, engullendo ese trozo de deliciosa carne en mi boca, saboreando los restos de jugos mezclados en su superficie. Mi lengua no paro de masajearla en ning�n momento, ya sea que estuviera dentro, o fuera de mi boca. Terminado esto, tomo un collar de perra rojo brillante, con una cadena abrochada a �l, algo larga. Lo coloco en mi cuello, dej�ndolo bastante ajustado, tomo la cadena, y me llevo a cuatro patas a una esquina de la habitaci�n, lejos del colch�n. En dicha esquina hab�a un aro pegado al piso, por el cual paso la cadena varias veces, acortando la distancia entre mi cuello y el piso, dej�ndome casi pegada a este. Se coloco de rodillas, y con mi cabello, limpio su g�ebo de mis babas mezcladas con otros fluidos.

-Que tengas dulces pesadillas cerda. �me dijo, d�ndome una fuerte cachetada y una sonora y fuerte palmada en mis nalgas. Se puso de pie, me escupi� en la cara, tomo su ropa y se fue de la habitaci�n, dejando la puerta abierta. Dejando ver en sus afueras la fr�a noche arropando un terreno de matorrales. Estaba en un peque�o ranchito, en medio de la nada, antes de llegar a la Colonia Tovar, un pueblo que queda un poco m�s all� de mi casa, en la misma v�a hacia esta.

En ese momento, por la puerta entro otro hombre. Mi siguiente cliente. Cerro tras de s� la puerta, y me apunto con una manguera que tra�a en su mano y la cual venia desde afuera, pasando por debajo de la puerta, por una ranura entre el piso y esta.. Acciono la pistola de presi�n del agua, y me limpio. Se dirigi� hacia m�, y me solt� la cadena.

-Ya era hora, esperaba con ansias mi turno, la pr�xima vez vendr� mas temprano perra, para cojerte de primero, y no de decimo como hoy. As� tendr�s tus agujeros m�s cerraditos para m�.

-Eso no importa guapo, soy estrecha, ven papito, a esta putita no le gusta mucho hablar, sino hacer gozar�-le dije, en tono meloso, y totalmente excitada por la situaci�n. Me acostumbre a ser una puta barata, aunque as� era como los clientes me ve�an, porque en realidad yo era gratuita, mi amo era el que se llevaba todas las ganancias. Me puse manos a la obra con mi nuevo cliente.

As� pasaron unos dos meses�yo siendo prostituida por mi amo, un l�mite que me hizo quebrar, ya que de pasar a reprocharme el que me gustara, ahora hasta lo deseaba�aun as�, durante todo ese tiempo, mi amo nunca me paro de mostrarme videos m�os en mis momentos de excitaci�n plena, sometida y humillada, y deseando mas, adem�s de nuevas fotos de mi madre y hermana, y record�ndome que si romp�a sus deseos sagrados, ellas ver�an las consecuencias, al igual que mi reputaci�n de se�orita decente, aunque esta ya daba paso a una m�s grande y fuerte: la de una de las mejores putas del pa�s, a dem�s de una de las mas baratonas...�que seguir�a ahora?
continuara...
espero que les halla gustado, no ando en busca de sexo , ni encuentros, comentarios a

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Relato: INDUCIDA A LA ESCLAVITUD (2:ANILLADA Y PROSTITUIDA)
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