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Diana estuvo colgada unas 2 horas. Sus brazos ard�an mientras
lentamente se desencajaban por su peso. El dolor de las pinzas clav�ndose en sus
pezones empeoro cuando interrumpieron el flujo de sangre hacia las sensibles
puntas de sus pechos. Pero afortunadamente el dolor comenz� a convertirse en una
sorda palpitaci�n cuando sus pezones se entumecieron.

Lo peor y empeoraba a cada minuto eran los calambres de sus
intestinos ocasionados por el laxante. Se sent�a como si fuese a explotar. La
presi�n en sus intestinos era indescriptible. Pero no importaba cuanto se
esforzara Diana, la cinta adhesiva imped�a que pudiera aliviarse. Solo pod�a
estar all� colgando en agon�a cubierta de sudor fr�o y esperar.

Cuando Yazeed volvi� a entrar con una multitud de guardias,
al menos 10 para consternaci�n de Diana, en diversos estados de desnudez. Cuando
la rodearon golpeando su musculoso cuerpo, ella intent� comunicar al capit�n
Yazeed que le dir�a cualquier cosa que quisiera solo con que la soltara. Le
dar�a la mejor follada de toda su vida solo con que echara a esos animales. Sin
embargo todo lo que sali� de su amordazada boca fue una serie de ininteligibles
gru�idos. Pero el capit�n no estaba interesado en negociar por la informaci�n.
El deseaba "romperla".

Primero orden� a los hombres que le quitaran las pinzas de
sus inflamados pezones. Cuando las retiraron Diana por un momento no pudo sentir
nada, entonces la sangre y la sensibilidad volvieron a sus pezones envi�ndole
una oleada de dolor. Diana nunca hab�a sentido nada que se pareciera remotamente
a esto. Mientras ella sufr�a con la vuelta a la sensibilidad de sus pechos, uno
de los guardias puso un cubo de lata bajo su culo, otro arranc� la cinta de su
taponado ano permitiendo que un chorro de mierda saliera disparado de ella.
Diana nunca hab�a tenido tal sensaci�n de alivio; por un momento olvid� la
ardiente sensaci�n de sus pezones y la inminente violaci�n cuando la presi�n
cedi� en sus intestinos. El intenso olor a mierda no pareci� molestar a los
hombres que la rodeaban, usaron una peque�a manguera para limpiar las
salpicaduras de mierda de su culo y piernas. Empujaron la boquilla en su
dilatado esf�nter para limpiar los restos que pudiesen quedar. Diana quedo
conmocionada cuando el agua fr�a la lleno y brot� de sus entra�as cayendo al
desag�e bajo ella.

El primer hombre sustituy� la manguera por su polla tan
r�pidamente que Diana no tuvo la oportunidad de cerrar su esf�nter. Ella noto su
polla penetrando en sus entra�as, enviando dolor y calambres a su vientre.
Parec�a como si la estuviese forzando con su pu�o en vez de con su polla. Diana
luch� salvajemente, gru�endo y retorciendo su torso intentando escapar de la
polla que invad�a su culo. El guardia la rode� con sus fuertes brazos y la
acerc� a �l. Su polla clavada hasta la mitad desapareci� completamente dentro de
ella cuando di� otro potente empuj�n, levant�ndola con la fuerza de la
embestida. El guardia permaneci� inm�vil por un momento saboreando la c�lida
estrechez de su culo virgen. Entonces comenz� a follarla. Mientras perforaba su
culo la sujetaba con un abrazo de oso, con el sudor manando de ambos cuerpos.

Diana luch� con �l, sus m�sculos se contra�an en un in�til
esfuerzo por escapar del ardiente dolor de su violado culo. El dolor aumentaba
con cada embestida hasta que Diana pens� que morir�a, que el hab�a desgarrado
totalmente sus intestinos.

Pero ella no muri�. El primer hombre solo dur� unos minutos
en su culo antes de correrse. Ahora su culo estaba lubricado con su semen y m�s
dilatado. El siguiente hombre le reemplaz� tan pronto como retir� su polla a�n
goteante de su culo, se hundi� totalmente en su ano con la primera embestida.
Mont� brutalmente a la colgada piloto sin darle la oportunidad de ajustarse a la
nueva polla. Diana gem�a en su mordaza con cada embestida. Su cara estaba
surcada por l�grimas, mocos y sudor. Ella se retorc�a y giraba su cuerpo
intentando escapar de la presa de su violador, pero sus esfuerzos solo lograron
que el hombre la violara con embestidas aun mas brutales. Un tercer hombre
reemplaz� al segundo sin un momento de respiro. El dolor en su culo disminuy� un
poco mientras era penetrado por las pollas invasoras, era como un
adormecimiento. Diana todav�a luchaba contra cada embestida de sus violadores,
sus musculosos brazos y torso se contra�an in�tilmente. Pero con cada nuevo
atacante sus esfuerzos se debilitaban. Con el s�ptimo hombre Diana colgaba
exhausta de las esposas mientras los guardias perforaban su culo. Su cuerpo
brillaba por el sudor. Sus muslos estaban cubiertos por una gruesa capa de semen
que se deslizaba hacia abajo para secarse en una blanca espuma sobre su piel. La
cabeza de Diana reposaba sobre su pecho y su cuerpo se balanceaba arriba y abajo
como una marioneta con las embestidas de los guardias. A una orden de Yazeed el
guardia que la sodomizaba comenz� a retorcer y tirar de sus doloridos pezones
oblig�ndola a resistirse. El dolor de sus maltratados pezones hizo que Diana
luchara d�bilmente orde�ando involuntariamente su polla mientras su cuerpo se
esforzaba d�bilmente por escapar.

Mientras los guardia sodomizaban a Diana, el capit�n Yazeed
estaba sentado en una silla a pocos pasos frente a ella, donde gozaba de una
vista sin obst�culos. Era magnifico ver como la violaban, pens� admirando su
musculoso cuerpo. Hab�a encontrado su resistencia incre�blemente excitante. La
vista de la musculosa mujer rendida siendo sodomizada le hab�a dejado una
dolorosa erecci�n contra la cremallera, le hubiera gustado unirse a sus hombres
en la violaci�n, pero hubiera afectado a su dignidad compartirla con sus
hombres. Pod�a esperar. De momento saboreo la agon�a en sus ojos. Los ojos eran
siempre tan expresivos en las mujeres pens�. Advirti� las contra�das manos, un
hilillo de sangre mostraba donde sus u�as se hab�an clavado en sus palmas. Sus
pezones hab�an sido maltratados hasta que tuvieron un intenso color rojo y
estaban hinchados. A juzgar por sus d�biles gritos los continuos abusos hab�an
sido extremadamente dolorosos para Diana, pero principalmente saboreo su
expresi�n de evidente derrota en su rostro.

Ella hab�a aprendido una gran lecci�n en las �ltimas dos
horas. El tenia planeado ense�arle mucho m�s.

Diana en esos momentos apenas estaba consciente. S�lo sent�a
una ardiente sensaci�n que inundaba su culo que combinada con el dolor de sus
brazos y sus torturados pezones hab�a alejado los pensamientos conscientes de su
mente. No pod�a pensar, s�lo pod�a sentir el dolor y la humillaci�n
consumi�ndola. Cuando el primer hombre la hab�a sodomizado su mente no pod�a
aceptar que esto le estuviera sucediendo a ella. Hab�a luchado como un animal en
una trampa, resisti�ndose salvajemente aunque sabia que no hab�a esperanza de
escapar. Ahora no le quedaban fuerzas para luchar. Solo pod�a permanecer all�
colgada e indefensa mientras ellos abusaban de ella y la humillaban.

De momento los 10 hombres hab�an dejado su semen en su culo.
Yazeed jug� con la idea de permitirles un segundo turno con ella. Quer�a ver a
esta mujer humillada hasta que s�lo fuera una sombra de lo que hab�a sido. Por
su pasada experiencia estaba seguro de que la violaci�n masiva hab�a destrozado
su armadura psicol�gica y la hab�a dejado extremadamente vulnerable. Y por tanto
razon� mas complaciente a sus peticiones. Orden� a los guardias que se alejaran
de ella. Yazeed camin� detr�s de Diana y contemplo fijamente el resultado de la
violaci�n de los guardias. Su esf�nter continuaba abierto, sus bordes
sobresal�an hacia fuera. Un chorro de blanco semen literalmente brotaba de su
culo hacia sus muslos. El semen se secaba en una gruesa capa que iba de la mitad
de sus muslos hasta las rodillas. Diana gem�a suavemente en su mordaza, su
cabeza reposaba sobre su pecho. Su respiraci�n era pesada, como si hubiera
corrido una gran distancia, su musculoso cuerpo estaba empapado de sudor, suyo y
de los guardias. Yazeed se movi� frente a ella y mir� fijamente el expuesto co�o
de la piloto. Movi� una mano sobre sus piernas hacia los labios de su co�o, la
depilada piel alrededor de su co�o le permit�a una clara visi�n de sus delicados
labios internos que sobresal�an claramente. Paso sus dedos sobre estos y los
meti� en su co�o. Bien, pens�, esta seca. Hab�a temido que ella hubiera podido
excitarse con la violaci�n anal. Esto era mucho mas satisfactorio. Ordeno a los
guardias que desataran sus pies y volviesen a atarlos frente a ella, preparando
la violaci�n de su intacto co�o. Ataron las piernas de Diana a los pilares de la
habitaci�n abri�ndolas obscenamente y dej�ndola literalmente sentada en el aire.
Como ella solo estaba medio consciente orden� a otro hombre que rompiera dos
ampollas de amoniaco bajo su nariz. El la quer�a despierta. Cuando Diana comenz�
a agitarse el primer guardia se coloc� entre sus piernas y empujo su polla
cubierta de mierda en el seco t�nel de su co�o. Las secas paredes de su vagina
rozaban su polla proporcion�ndole a �l un incomodo roce y a ella un agudo dolor.

El hombre empujo hasta que su polla estuvo totalmente
hundida, hasta el vello p�bico. Entonces la dej� all� saboreando el calor del
estrecho co�o de la arrogante oficial. Yazeed quer�a que la americana viera la
cara de su violador. Acerc� su cigarrillo a su pez�n izquierdo hasta que el
ascua casi tocaba su inflamado extremo. Cuando sus ojos se abrieron y le mir�
directamente a los ojos Yazeed se�al� al guardia que comenzaba a follarla. El la
foll� brutalmente hiriendo las secas paredes de su co�o mientras pon�a toda su
fuerza en cada embestida. El sacaba su polla hasta que solo la cabeza estaba
dentro y embest�a de nuevo con la fuerza de un toro. A ella le parec�a que
estaba golpeando su matriz con cada embestida. Ella penso que deb�a estar
sangrando por el dolor de las resecas paredes de su co�o. Pero no hab�a nada que
pudiera hacer excepto colgar all� y asumir su violaci�n. El guardia la sujet�
por sus musculosas nalgas mientras la follaba brutalmente, �l estaba sobre ella
con su cara a unos cent�metros de la suya, el pod�a ver las l�grimas rodando por
sus mejillas mientras la violaba. Esas l�grimas de humillaci�n corriendo por la
cara de esta musculosa pero muy femenina mujer le excitaban m�s que el estrecho
roce de su co�o contra su polla.

Un d�bil gemido sal�a de su amordazada boca, esto le puso al
l�mite, se corri� llenando su reseco co�o con su ardiente semen. Saciado se
visti� y dej� que el pr�ximo hombre la tomara. El siguiente hombre la us� como
un bruto, en un instante la estaba montando como un toro en celo. Diana estaba
asqueada por la vista de su sonriente cara, pero cuando cerraba sus ojos Yazeed
usaba su cigarrillo de nuevo en su pez�n. A pesar de los abusos el dolor la
superaba. Con Yazeed sujetando su cabeza fue obligada a contemplar las caras de
hombre tras hombre, mientras los sonrientes soldados usaban su co�o como hab�an
usado su culo, como recipiente para su asqueroso semen. Aunque no tan doloroso
como el asalto a su culo, la forma en que era obligada a contemplar a los
regocijados violadores a�n la hacia m�s humillante. Se sinti� como una puta.
Diana estaba dominada por la repulsi�n. Intent� escapar, no fue una buena idea,
sus esfuerzos s�lo lograron que los hombres fueran a�n mas brutales. Al menos no
hubo de soportar la humillaci�n de comprender sus obscenos comentarios cuando
confund�an sus esfuerzos con pasi�n. Mientras un hombre tras otro la violaba,
los esfuerzos de Diana eran m�s y mas d�biles hasta que su cuerpo empapado de
sudor colg� fl�cido de las cuerdas y las esposas que pend�an del techo. Su culo
todav�a goteaba semen de su dilatado esf�nter, ahora su co�o tambi�n estaba
cubierto de blanco. El semen cayo en gruesos grumos de su dolorida vagina al
suelo cuando el �ltimo hombre acab� con ella.

El capit�n Yazeed ordeno a los exhaustos guardas que salieran
de la habitaci�n dej�ndole a �l y al traductor a solas con Diana. Se sit�o entre
las piernas de Diana y disfrut� de la vista de su co�o cubierto de semen. Se
agacho entre sus piernas para poder mirar los entreabiertos labios de su co�o de
los que flu�a el semen. Fascinado Yazeed separ� los labios con sus dedos para
tener una vista mejor. La mezcla de olores de su co�o y el semen le excit�.
Empujo dos dedos de su mano derecha entre los inflamados labios de su co�o. Los
dedos fueron absorbidos cuando los empuj� dentro de Diana. A�adi� otro dedo, y
luego otro, entonces apret� el pulgar contra la palma de su mano y empuj� su
mano en el co�o de la americana. Con un segundo empuj�n toda la mano desapareci�
en el co�o de la americana. Se movi� dentro y fuera, produciendo un sonido de
chapoteo cuando su pu�o se movi� dentro del co�o saturado de semen. Gradualmente
Yazeed bombeo su brazo con mas y mas dureza has que estuvo foll�ndola con su
pu�o con toda su fuerza.

La insensibilidad de Diana a lo que la rodeaba cambio
repentinamente cuando su pu�o la penetr�. Ahora sent�a una nueva agon�a mientras
el pu�o dilataba su dolorida vagina a dos o tres veces su tama�o normal. La
sensaci�n era mucho mas dolorosa que la producida por las pollas de los
guardias. Diana gimi� en la mordaza. Pens� que el pu�o que la invad�a la part�a
en dos. Supo que esto pod�a matarla. De nuevo encontr� la fuerza para luchar
contra sus ataduras mientras que el pu�o profundizaba en ella. Pero las fuerzas
pronto le fallaron. Colg� pasivamente mientras el continuaba foll�ndola
brutalmente con su pu�o. El traductor observo a Diana, ahora pod�a ver como el
pu�o del capit�n se mov�a bajo la piel de su plano vientre. Los movimientos
estaban acompa�ados de sonidos que eran como los de un desatascador en un
retrete obstruido.

Mientras la follaba con el pu�o, Yazeed con la otra mano
comenz� a menear su polla masturb�ndose al tiempo que empujaba dentro del co�o
de Diana. Una y otra vez us� a Diana como un saco de boxeo, el objetivo era su
�tero. Finalmente sac� su pu�o del co�o enviando una nueva oleada de dolor a la
saturada mente de Diana. El continu� masturb�ndose fren�ticamente hasta que
dispar� un chorro de semen sobre su est�mago y pechos. Diana demasiado exhausta
para reaccionar a pesar de la agon�a padecida por su pu�o abri�ndose paso en
ella, colgaba casi inconsciente atenta solo a la sensaci�n de vac�o ahora que su
pu�o hab�a desaparecido.

Yazeed tambi�n estaba exhausto, no pudo hacer otra cosa que
dejarse caer en la silla y mirar como colgaba Diana. Pidi� al traductor que la
soltara y la dejara tumbada sobre el fr�o suelo. Supo que la hab�a roto
psicol�gicamente, pero deseaba su rendici�n formal. Tenia que decirle su unidad,
base y misi�n.

La dej� tumbada en el suelo durante 15 o 20 minutos mientras
ambos se recobraban. Pidi� al traductor que le quitara la mordaza y la pusiera
de rodillas. Sus brazos colgaban in�tiles a causa del modo en que hab�a estado
colgada. Suavemente le hizo las tres preguntas. El traductor pregunt� con tono
agradable. �cu�l es tu unidad, tu base y tu misi�n?.

Diana no pens� en mentir esta vez. Dijo: "4� escuadr�n
t�ctico, ala 308, Mindhat, tenia que bombardear un sitio sospechoso de ser una
f�brica de armas qu�micas al norte de Irak.

El traductor habl� a Yazeed escuchando sus respuestas y
entonces dijo a Diana : "ves que f�cil es, si cooperas con nosotros no sufrir�s
otra violaci�n. Pero debes hacer todo lo que el capit�n te diga. Debes hacer una
cosa m�s, despu�s podr�s descansar. El capit�n dice que tienes que chup�rsela,
hazlo y descansar�s. Diana no se resisti� cuando el capit�n se puso en pie
frente a ella, bajo sus pantalones y puso su polla erecta frente a su cara. La
agarr� del pelo y gui� su cara. Ella simplemente abri� la boca y dejo que se
polla penetrara entre sus labios. Cuidadosamente cerr� los labios alrededor de
ella y comenz� a chupar lamiendo la parte inferior con su lengua. Se concentr�
en complacer a este hombre con todo su ser, usando su lengua y labios
expertamente. El suave sonido de succi�n que venia de su boca era tremendamente
humillante para ella; pero Diana tenia demasiado miedo de este hombre para
lamentarse. Fue la visi�n de Diana esclavizada chupando su polla m�s que la
sensaci�n de su lengua trabajando su pene lo que llev� al capit�n al punto de no
retorno. Cerr� sus dedos sobre su pelo y uso su cara como si fuese un co�o. Sus
embestidas se aceleraron mientras Diana comenz� a tener arcadas, indefensa bajo
�l. Se estaba ahogando, incapaz de dar una bocanada de aire cuando le lleg� el
cl�max. Diana trag� la ardiente descarga sin protestar, pudo sentir el ardiente
semen en su camino al est�mago. Se sent�a feliz de que su penosa situaci�n
hubiera terminado, al menos de momento.

Yazeed sac� su polla de su boca y sonri�. Recorri� con sus
dedos los labios de la mujer y el hilillo de semen que ca�a de ellos. Cogi� una
gota de semen con la punta del dedo y lo empuj� en la boca de la mujer
arrodillada y lo limpio sobre la superficie de su lengua mientras ella lo miraba
sumisamente demasiado asustada para protestar. El estaba complacido, hab�a
tenido un buen comienzo. Ma�ana podr�a comenzar a trabajar con la piloto en el
gui�n que el ministro de exteriores le hab�a dado. La tendr�a en la CNN pidiendo
que cesara el criminal bombardeo en 3 o 4 d�as como m�ximo. Tendr�a tiempo para
la fiesta de cumplea�os de su hijo despu�s de todo.

Continuar�...