Que agradable, mi se�ora se hab�a ido con los ni�os de
vacaciones por 15 d�as, y me quedaba con la casa completa para mi solo. S�lo
imaginarme dos semanas de paz y tranquilidad, sin ni�os, aprovechando el calor
del verano y mi espl�ndida piscina, ya me relajaban la mente y me hac�an pensar
en que estas iban a ser unas buen�simas vacaciones. As� que todos los d�as
aprovechaba de nadar un rato en la ma�ana, luego iba a almorzar a mi casa "para
ver que todo estuviera bien" y aprovechar de dame un buen chapuz�n, y por �ltimo
en la tarde volv�a temprano para dar las �ltimas brazadas del d�a.
Evidentemente que mi mujer hab�a dejado todo organizado:
pobrecito Mat�as, que se va a quedar solito porque tiene que trabajar, y no va a
poder tener vacaciones con su familia. As� que me dej� comida y todo dado que yo
iba a salir temprano a trabajar y no iba a volver hasta la noche todos los d�as,
s�lo a dormir.
Pero lejos de aquello, lo disfrutaba plenamente. Y
evidentemente que la prenda de ropa que menos se ensuci� fue mi traje de ba�o,
pues apenas llegaba a mi casa me despojaba de toda mi ropa y practicaba el m�s
completo nudismo. �Hay acaso algo m�s agradable que nadar en bolas?
Mi primer viernes solo decid� tomarme la tarde libre. Llegu�
a mi casa como de costumbre, me saqu� toda la ropa y me fui a la piscina. Que
agradable estaba el agua, con los 35� de calor que hab�a, no quer�a salir. As�
que luego de nadar y tomar mi cervecita bien helada, me ech� sobre una
colchoneta inflable en el agua y sin darme mucha cuenta me qued� profundamente
dormido.
Y no s� si el calor o la cerveza, pero estaba teniendo el
sue�o m�s er�tico de mi vida, cuando de pronto me despierta el ruido que est�n
regando y me llegan unas gotas de agua: era el jardinero, que mi mujer le hab�a
dejado las llaves para circular por todo el jard�n y utilizar la manguera, sin
tener que entrar a la casa.
�Que verg�enza, el tipo quiz�s cuanto rato ah� y yo en
pelotas en una colchoneta en la piscina con una tremenda erecci�n, que m�s
encima no se me bajaba y no ten�a nada con que taparme! "Que va", me dije, y lo
salud�.
"Hola, don Mat�as, disculpe, no sab�a que estaba ac�", me
contest�. "Buen sue�o parece", dijo sonriendo, indicando mi dureza con su
ment�n. Me re� y le dije que la falta de mi esposa me ten�a delicado de piel, y
que me iba a tirar al agua para enfriarme, cosa que hice en el acto.
Este jardinero en cuesti�n era mi fantas�a sexual hac�a ya
bastante tiempo. De unos 24 a�os, el tipo era un morenazo con cierta
reminiscencia de rasgos ind�genas. Se ve�a que le gustaba hacer ejercicios, ya
que cada una de sus partes era un manual de educaci�n f�sica. Unas espaldas
anchas, un abdomen bien marcado, los brazos y piernas fuertes; y como si fuera
poco, unos ojos y boca que invitaban a besar y la cantidad de pelo justa para
perderse en su fragancia.
Yo a mis 37 no estaba nada de mal tampoco, ya que mi vida en
la semana transcurr�a entre el gimnasio, el spinning, el racquetball, el yoga y
la nataci�n.
Cuando sal� del agua le dije: "Bueno, Rodrigo, ya me viste en
pelotas as� que no tiene mucho sentido que me ponga el traje de ba�o; ni lo he
usado en todo este tiempo, as� que no voy a hacer la excepci�n porque est�s t�.
Espero que no te moleste".
"No se preocupe, para nada, al contrario, a mi me encanta
tambi�n practicar el naturismo. De hecho, siempre que vengo corto el pasto en
pelotas. Adem�s, somos los dos hombres, as� que no hay problemas".
Fuertes declaraciones. Se me iba a empezar a poner dura de
nuevo, pero me aguant�.
As� Rodrigo sigui� cortando el pasto y yo tomando sol, esta
vez boca abajo, para lucir lo bien que me hab�a hecho el spinning, poder mirar a
este esp�cimen sin tapujos protegido por mis lentes y disimular por si me volv�a
la sangre a los cuerpos cavernosos.
Y el pobre Rodrigo transpiraba y transpiraba, con sus jeans
ra�dos y su remera, hasta que por fin dice:
-"Qu� calor, feliz me tirar�a a la piscina"
-"Dale", le contest�, "por mi no hay problemas"
-"Es que no traigo ropa interior ni traje de ba�o"
-"�Y? �Acaso yo si?"
-"Si la verdad es que le agradezco porque hace mucho calor y
con pasar la m�quina da m�s calor todav�a".
Dicho esto, se sac� la polera, luego las zapatillas y por
�ltimo, siempre de frente hacia mi, se desaboton� uno a uno los botones de su
jeans, dejando ver ese frondoso matorral que tanto so��, para sac�rselos
suavemente y quedar como lleg� a este mundo, pero mejorado por sus 24 a�os de
existencia y masculinidad.
Y sin m�s, se tir� al agua y nad� un buen rato. Yo no quer�a
dar el paso todav�a, as� que me aguant� hasta estar m�s seguro.
Cuando sali�, dijo "Est� exquisita el agua", y sin secarse
agreg� "Que agradable poder sacarse la ropa". "Bueno", le dije, "no tienes para
qu� pon�rtela de vuelta si no quieres", lo cual me agradeci�.
Les puedo confesar que ver a un tipo como �l cortando el
pasto sin ropa es una de las cosas m�s er�ticas que existen, y este pensamiento
fue plenamente compartido por mi trozo de carne, as� que prefer� no moverme por
un rato.
Rodrigo termin� de cortar el pasto, y se puso a regar. La
imagen de �l en pelotas, con la manguera en la mano regando las plantas era
definitivamente f�lica y seductora, pero la manguera que yo quer�a estaba ah�,
colgando feliz entre sus piernas en todo su longitud y espesor.
As� que al terminar su labor, me dijo "Al ag�ita nuevamente"
y pasando seductoramente por mi lado, se tir� a la piscina. Y para mi tambi�n
era el momento de tirarme a la piscina de su seducci�n. "�No viene al agua?", me
dijo, "Est� exquisita". "Si, pero tengo un peque�o problemita", le dije,
mostr�ndole mi erecci�n.
Sonri�. "�Chita que anda necesitado parece, don Mat�as!",
brome�, "Pero cual es el problema, si a mi tambi�n me pasa a cada rato, �si
somos hombres!" As� que me tir� al agua, y nadamos un rato.
Mientras nad�bamos, nuestros cuerpos "accidentalmente" se
frotaron m�s de una vez, con lo cual mi pichula ten�a una lucha constante entre
el agua fr�a y el calor de mi libido que la ten�an en un estado de semi-erecci�n
continua.
Despu�s de descansar un rato, le coment� que ten�a un muy
buen f�sico, y que en vez de gimnasio parec�a que me iba a dedicar a cortar el
pasto. Ah� me cont� que jugaba bastante f�tbol y que le gustaba mucho hacer
ejercicios. "Y usted no est� nada de mal tampoco. �Hace harto deporte?" Y
empezamos a conversar en un tono algo m�s er�tico. Al comentar de mis
erecciones, me dijo, "Pero no tiene pa�que andar tan caliente, si con ese f�sico
se puede conseguir a la persona que quiera ahora que est� solo.
�Con raz�n la Sra. Marcela anda tan contenta siempre!" y se
ri�.
"Ya, me voy", dijo de pronto, "Muchas Gracias por la ba�ada,
la verdad es que es harto m�s agradable trabajar as�". Yo no pod�a dejar que se
fuera, as� que le dije "�Tienes que ir a trabajar a otra casa, o ir a ver a la
polola, que est�s tan apurado?". "No, pa�n�", contest�, "pero no quiero abusar
de su hospitalidad". "Al contrario, le dije, me haces compa��a y te relajas, as�
que si quieres te puedes quedar sin ning�n problema disfrutando de la piscina
�te ofrezco una cervecita?" "Si, gracias, me vendr�a super bien".
As� que sal� del agua y fui a buscar la cerveza. Al salir,
nuestros cuerpos se volvieron a rozar, pero esta vez nos miramos a los ojos. Mi
pichula reaccion� en forma instant�nea, pero sal� sin permitir que �l se diera
cuenta. Cuando volv�, �l segu�a en la piscina, apoyado en el borde.
-"Mira", le dije, "no tengo remedio", mostr�ndole mi
erecci�n.
-"Y por qu� cree que no me salgo del agua", contest�, "si
estamos en las mismas. �Ve que a mi tambi�n me pasa?" y sali� un poco del borde
de la piscina para mostrar el trofeo m�s preciado que podr�a haber recibido ese
d�a: un sue�o de 19 cms. en todo su esplendor, apuntando directamente hacia el
sol, y brillando por las gotas de agua.
As� que le pas� su cerveza y me met� al agua. Luego de tomar
un sorbo, me mir� y me dijo "G�nese ac� al lado del chorro del filtro, se siente
s�per rico". Rodrigo ten�a dirigido el chorro directamente sobre su raja, y
estaba disfrutando la penetraci�n del agua en su esf�nter. Asi que me acerqu� y
lo abrac�, bes�ndolo, chocando nuestros miembros, y aprision�ndolo m�s fuerte
contra el chorro.
El s�lo empez� a gemir de placer, diciendo, "Me tiene
caliente desde que lo conoc�, y cuando lo vi en pelotas lo �nico que quer�a era
tirar con Ud." As� que lo hicimos en la piscina, luego en el pasto, y en la
reposera. Esa noche Rodrigo durmi� conmigo en una carpa que instalamos en el
jard�n, y desde ese d�a le sub� el sueldo y es mi jardinero "de planta".