El amor se cuenta entre parejas con cuenta gotas, son muchas las familias que
se est�n rompiendo en relaciones yermas de comprensi�n.

En ese contexto, en las reuniones de amigas, tratamos de nuestras
experiencias, las mas recatadas siempre dicen "me cont� una amiga que le pas�."
todas sabemos que es una manera de esconder las culpas.

La semana pasada, pude escuchar de boca de Liliana una de estas historias:

Cuando esta chica ( Esther) tenia diecis�is a�os, sus escarceos sexuales con
su noviecito no pasaban a mayores, cuando le confeso que se besaban , se
abrazaban, se tocaban, al cura de la parroquia, este muy lejos de espantarla,
con eso del pecado, le hablaba que el sexo es importante, que de la relaci�n del
hombre y la mujer se engendran los ni�os, que las relaciones tienen que ser
seguras (usar preservativos o usar lubricantes espermaticidas) pero que todo eso
es natural.

Muchas veces hab�a charlado con el cura (un hombre de unos 35 a�os), fuera
del confesionario, muchas veces su madre lo hac�a, una tarde yendo al centro le
extra�o ver a su madre ingresar a la secretar�a del colegio anexo a la Iglesia,
eran las 19 ella cursaba en otro colegio, la sigui�, en un rinc�n obscuro del
patio, diviso la figura de su madre y el cura abrazados, no miro m�s y se fue.

Las dudas la carcom�an, fue en ese momento que decidi� enfrentar a su madre,
directamente le pregunto, si sal�a con el cura, si se acostaba con �l, ante la
cara de susto , no pudo armar ninguna mentira y dijo que si, que desde hace dos
a�os manten�a una relaci�n, que se acostaba con �l, que era su amor, que el
padre de ella , lo �nico que le importaba era la plata.

Se fue a llorar, encerrada en la pieza, al otro d�a a las diez de la ma�ana
en el horario de confesi�n, directamente le dijo al cura que quer�a acostarse
con �l, sorprendido le dijo si estaba loca, fue ah�, que le dijo si el sal�a con
su madre, porque no pod�a salir con ella, sin el cog�a a su madre, porque no
pod�a cogerla, era ella virgen, tenia buen cuerpo y seguro que con sus consejos
podr�a aprender mucho m�s que con los pendejos, que le confesaban sus pajas.

En menos de 24 horas, una catarata de emociones, cruzaron por su mente, su
madre puta, el cura un renegado de la religi�n, escondido bajo una sotana ,
satisfaciendo su sexo y el de las mujeres insatisfechas, ella que quer�a hacer
el amor, tenia miedo, todo ello envolv�a la bullici�n de sus hormonas, sus ganas
de ser mujer, el cura carraspeando le pidi� que viniera a las 18 y pasara por la
secretaria (el mismo camino del d�a anterior de su madre).

Ella fue, con miedo , con ganas, el cura estaba de sport, era un hombre un
poco m�s alto que ella, un hombre, la llevo por un pasillo hasta una habitaci�n,
de una casa interna (en el centro de la manzana) , estaba paralizada, �l la
desnudo d�ndole besos, habl�ndole que se tranquilizara, una vez ambos desnudos,
tomo un frasco untando sus dedos, lubrico su vagina, puso en el glande de su
pene esa pasta viscosa, tomando la peque�a mano se la llevo al pene, cuando lo
toco, primero le dio impresi�n, sinti� la carne y empez� a acariciarlo, el
respondi�, se puso erecto, la sent� en el borde de una cama (tipo de
internaci�n) su vagina quedaba justo para ser penetrada, apoyo en sus labio
vaginales, esa cosa que la encandilaba, cerro los ojos y relaj�ndose sinti�,
como se transformaba en mujer, casi no percibi� el desgarro de su himen, el
peque�o ardor y dolor de ser introducida, dio paso al goce, ese goce que so�o
desde meses atr�s, poniendo sus pies en las caderas de su amante, presionaba
para que el entre y saca, no terminara, la leche golpeo su interior, un
desenfreno de segundos la invadi�, acabo, ya era mujer.

Un cansancio y paz de satisfacci�n se hab�a apoderado de ella, en
veinticuatro horas, toda su vida se hab�a transformado, el cura le indico que si
alguien la ve�a salir, solamente le dijera, que hab�a venido a charlar con �l

Su confesor y confidente, esa noche sinti� dolores, al otro d�a todav�a le
sal�a un poco de sangre, no pudo aguantar de masturbarse apoyando sus dedos en
el cl�toris y pensando en tener adentro ese falo esa pija que hab�a tocado y
sentido en toda su erecci�n dentro de ella, se durmi� una vez que quedo
autosatisfecha.

Su madre, no sabia y creo no sospechaba que pasaba, ella segu�a su vida,
reci�n a las dos semanas, se complico verdaderamente la cosa.

Esa tarde fue como otros d�as a la casita , cuando llego el , empez� a
mamarlo antes de poner el lubricante, fue en ese momento que alguien entro, era
su madre, los tres quedaron estupefactos fue la madre qui�n se arrodillo a su
lado y lam�a con ansias ese falo, en un momento dado chocaron sus bocas llenas
del flujo y se relamieron, besando como putas o lesbianas, el cura las separo ,
los tres se acostaron, penetrada Esther, besaba a su madre, apenas acabo le
cedi� el lugar, el cura ni palabra, ambas madre e hija, se fueron juntas.

Nunca repitieron estar juntas, siempre desde ese d�a fueron separadas, dos
a�os de sexo, hicieron del cuerpo de Esther, una fiesta a los ojos y los falos
de los chicos que ella quer�a.

Hoy, el cura fue trasladado, muchas veces siempre a solas han contado entre
ellas esta experiencia, no saben, no quieren o no pueden justificar, tan
degenerado accionar.

Solamente una vez, la madre encontr� al cura, fue el quien pregunto por la
hija, ella le cont� que ambas hab�an tenido varios amantes en busca de ser
cogidas como lo hacia el , pero ese juego de lo prohibido, de la piel en
bullici�n les indico a ambas, que en el lecho de amantes que como �l, no hab�a
otro.