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Mi esposa y yo somos de Lima Per�. Desde que nos casamos,
fuimos muy abiertos al tema del sexo sin inhibiciones, tanto es as� que no
tuvimos reparos en contarnos nuestras experiencias sexuales de adolescentes y de
antes de conocernos y casarnos.

Ella me coment� que hab�a tenido varios hombres y que hab�a disfrutado con todos
pero que, en especial, hab�a gozado con aquellos que eran aventajados. Dentro de
estos, destacaban Carlos, Daniel y un se�or al que en su casa le llamaban Don
Manuel. Pues bien, yo tambi�n le cont� sobre mis mujeres, inclusive mis
aventuras de haber cogido con mujeres casadas conocidas de mis padres.

Todo iba bien hasta que comenzamos a confesarnos nuestros deseos, pasiones y las
fantas�as que dese�bamos concretar. Dentro de �stas, destacaba el deseo mutuo de
disfrutar juntos con otro hombre, vi�ndola a ella devor�rselo a �l y que �l se
la devorara totalmente. Pues bien, para el a�o de 1993, viv�amos en casa de los
padres de mi mujer y fue ah� cuando la hermana mayor de ella, llamada Flor,
trajo a casa a uno de sus amantes, quien se llamaba Jorge.



Este tipo era gerente de una filial de un banco de aqu�, de Per�, con sede en
Lima, era casado y mi cu�ada era adicta a los hombres casados que le
retribuyeran econ�micamente por los servicios de sexo y amor que les daba,
aparte de hacerlos sentir que eran amados por ella. Bueno, Jorge era muy
educado, caballeroso y atento, tanto as� que nos hicimos grandes amigos y a mi
mujer la trataba con mucho respeto y delicadeza. Fuimos trat�ndonos y �l comenz�
a ganarse a la familia y tambi�n, el cari�o de mi cu�ada, quien inclusive pens�
en casarse con �l y sentar cabeza.

Una de esas noches de s�bado, en que junto con mi mujer tom�bamos nuestros
tragos viendo una pel�cula porno, ella comenz� a confesarme que deseaba que el
primer hombre con el que quer�a hacer un tr�o junto conmigo, era Jorge. Ella me
dec�a que lo deseaba y que ansiaba sentir su verga encajada en su concha, ya que
su hermana le hab�a contado que era un experto haciendo el amor y que en el sexo
anal era fenomenal. Pues bien y aunque nunca se lo he confesado, desde que lleg�
Jorge, a m� se me cruz� la misma idea y acept�, hasta le ped� que busc�ramos el
momento y finalmente, el momento se dio.

Era el 23 de julio de 1994, era cumplea�os de mi cu�ada Flor y como era de
suponerse, Jorge, su casi marido, estuvo presente. Se inici� la fiesta y
bailamos, tomamos whisky y a las dos de la ma�ana, Flor se sinti� mal y se fue a
su dormitorio mientras que Jorge se qued� con nosotros. Lourdes, mi esposa,
comenz� a sacarlo a bailar y se le insinuaba provocativamente, entonces yo sal�
y les dije que iba al servicio e hice el adem�n.

Cuando creyeron que estaban solos, mi mujer comenz� a besarlo y a cogerle la
verga por encima del pantal�n mientras que �l comenz� a masajearle las nalgas
llenas y redondas que tiene mi mujer con sus manazas; eso me excit� en extremo y
con las copas que tra�a encima, dese� mucho m�s que pasara lo que mi mujer y yo
dese�bamos.



Bien, en eso hice un ruido como que entraba de nuevo y ellos se sentaron y
cuando llegu�, le dije a Jorge que mi mujer y yo ya nos �bamos a dormir y que si
�l gustaba, se quedara a dormir en la sala de la casa, que l�gicamente era la
casa de mis suegros. �l acept� esto y luego de despedirnos, mi mujer y yo
subimos a nuestra habitaci�n.



Entramos al cuarto y bes� a mi mujer como loco, como queriendo tragarme la
saliva y el sabor de la boca que Jorge hab�a besado antes, luego la obligu� a
arrodillarse y a mamarme la verga; ella lo hizo con una maestr�a y una locura
que nunca antes hab�a tenido, eso me demostr� que ella hab�a gozado con Jorge
con tan solo sobarse y besarse.

En eso, Jorge pas� por la puerta de nuestro dormitorio que ten�a salida a la
calle y nos dijo que se retiraba; en ese momento pens� y mir� a mi mujer, ambos
sentimos que �l se sub�a a su auto y fue cuando le dije a mi mujer "anda, s�bete
al auto y m�male la verga, conv�ncelo para que entre a nuestro dormitorio y
podamos culear los tres".

Mi mujer no esper� m�s y sali� r�pidamente, enseguida yo escuch� cuando ella se
subi� al auto y por una rendija de la puerta, pude mirar c�mo mi mujer lo
comenz� a besar desesperadamente y �l a ella tambi�n. Entonces vino lo bueno,
pues Lourdes, mi mujer, se agach� y comenz� a mamarle la verga a Jorge, yo me di
cuenta de eso porque Jorge se mov�a y se estiraba como fren�tico. Estuvieron un
rato as� hasta que mi mujer se enderez� y comenz� a hablarle, entonces ambos
bajaron del auto y entraron a la casa, directo a nuestro dormitorio.

Me gust� que, al entrar a nuestro dormitorio, Jorge me dijera "hermano Pancho,
disculpa, no he querido entrar pero tu esposa me ha dicho que t� deseas esto" y
yo le respond� "Jorge, no hay problema, ella te desea y yo quiero darle todo lo
que ella desee".



Fue cuando Lourdes se solt� pues se abalanz� a �l, lo bes� como nunca me ha
besado a m� y nos tom� de las manos a los dos, llev�ndonos a la ducha. Ah�, ella
nos desnud� a los dos y con sus manos nos jalaba las vergas, para tenerlas duras
y tiesas...; fue cuando me dijo "Pancho, mi amor, tu verga es m�s corta que la
de Jorge... pero es m�s ancha y gruesa... y la de Jorge es larga, delgada y
termina en punta, como si fuera la verga de un perro...", todos nos re�mos y
ella comenz� a lavarnos las vergas a los dos, lami�ndonos y enjabon�ndonos muy
bien porque en eso, mi mujer es estricta, le gusta mucha limpieza para hacer el
amor.

As� que nos duchamos y luego nos metimos a la cama, en donde Lourdes comenz� a
mamarle la verga a Jorge poni�ndosela dur�sima y haci�ndole que estallara en su
boca pero ella no se inmut� y se trag� toda su leche. Vale decir que era la
primera vez que ve�a tragarse la leche de un hombre a mi mujer, ya que a m�,
hasta ese momento, jam�s se hab�a tragado mi leche. Luego, ella se ech� en la
cama, levant� sus piernas y le dijo a Jorge "ven, desde ahora eres mi marido,
ven, cl�vame esa verga rica que mi hermana se traga todas las noches, la deseo".

Entonces, Jorge se acerc� a ella y se la hundi� de un solo golpe mientras yo
ve�a c�mo entraba y sal�a la verga de Jorge de la concha de mi mujer y ve�a c�mo
la concha de mi mujer botaba jugos a borbotones, adem�s de que ella blanqueaba
los ojos y mord�a las s�banas y la almohada al mismo tiempo que gem�a como nunca
la hab�a escuchado hasta que ella comenz� a gritar de placer, demostr�ndonos que
se hab�a venido en un orgasmo supremo. Casi de inmediato, Jorge le deposit� su
leche muy adentro de su concha.

Pero las cosas no quedaron ah�, pues ella comenz� a mamarle la verga como loca
hasta par�rsela de nuevo e invitarlo a que le hundiera su verga en el ano,
dici�ndole a Jorge "ven papi, m�temela todita en el culo..., Flor me ha dicho
que la haces llorar de placer cuando se la metes por el culo..., �m�temela ya!",
entonces Jorge le ech� saliva en el ano y de un solo empuj�n, se la clav� hasta
la ra�z de la verga, quedando �nicamente sus huevos pegados a la abertura de las
nalgas de mi puta mujer.

En esa posici�n fue cuando comenz� un vaiv�n brutal, Jorge parec�a pose�do,
hundi�ndole y sac�ndole la verga del ano de mi mujer y ella parec�a una posesa,
pues estaba gritando, gimiendo y dici�ndome "Pancho, eres un cabr�n al lado de
Jorge, as� se culea, mira..." y gru��a como una fiera. Luego le dec�a a Jorge
"dime Jorge, �qui�n es m�s mujer, mi hermana o yo?, �dilo!" y Jorge contestaba
"t�, mi perra, t� Lourdes, �t�!" y a�adi� "Flor es poca mujer a tu lado" y as�
continuaron hasta hacerlo decir que �l era su marido junto conmigo y que deseaba
que �l la pre�ara, que deseaba parir un hijo de �l antes que Flor, su hermana.

Fue una noche de lujuria desbordante, Jorge se vino como siete veces y lo que me
sorprendi� fue que su pen� no se mor�a o se achicaba, segu�a erecto. M�s tarde,
me enter� que eso era el secreto que Flor le hab�a contado a mi mujer, que Jorge
ten�a la particularidad de que su pen� no se mor�a y segu�a duro.

Eran ya las siete de la ma�ana y Jorge se retir� para que nadie sospechara que
hab�a dormido con nosotros o m�s bien, que hab�a culeado a mi mujer durante toda
la noche. �l le dio un lindo beso a mi mujer y se despidi� de m� dici�ndome
"hermano, te respeto y te quiero mucho...". En ese preciso momento, me di cuenta
que yo no me hab�a cogido a mi mujer en toda la noche y se inici� lo que nadie
esperaba, mi mujer segu�a ardiente y con ganas por lo que me comenz� a mamar la
verga, como nunca lo hab�a hecho y por primera vez se trag� toda mi leche, sin
dejar una sola gota, para luego besarme, haci�ndome sentir el sabor de mi verga
y de mi leche, mezclados con el sabor de la leche y de la verga de Jorge.

Ese d�a me ocurri� algo inexplicable, mi verga no se dobl� ni se achic�, de solo
recordar c�mo Jorge se hab�a cogido a mi mujer toda la noche y c�mo hab�a gozado
mi verga y no se mor�a. Yo me cog� a mi mujer hasta la una de la tarde de ese
d�a, me vine como ocho veces, un record que nunca hab�a tenido. Quiero agregar
que, cuando le met� la verga por el ano, era la primera vez que lo hac�a, que yo
le hund�a mi verga por el culo a mi mujer ya que nunca quiso d�rmelo; me
excitaba sentir ese ano roto y abierto, por donde mi verga resbalaba debido a la
leche de Jorge que actuaba como lubricante y como afrodis�aco para m�, de sentir
que mi verga se mojaba con la leche de �l y que se mezclaba con la m�a.

Adem�s, al meterle la verga a mi puta por la concha, �sta tambi�n estaba llena
de la leche de Jorge y cuando le hund�a mi verga, la leche de Jorge y los jugos
de ella se sal�an por el costado de mi verga.... Esto ha sido y fue la
experiencia m�s inolvidable que pasamos y que deseamos repetir despu�s de mucho
tiempo; lamentablemente, Jorge viaj� al extranjero en 1997 y no ha vuelto a�n al
Per�.

Deseamos contactarnos con parejas que deseen intercambiar a su pareja en
reuniones privadas discretas y con seriedad, donde entablemos una bonita amistad
y podamos llegar hasta considerarnos hermanos. Imposible, creo que con Jorge
descubr� que ese tipo de lazo existe y se da en una relaci�n como esta.



A los interesados de Lima, Per�, s�rvanse escribirnos..., ojo, solo parejas.
Gracias, espero que les haya gustado nuestra historia real y vivida.

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