Relato: PROSTITUTA PROSTITUTA
Quieren saber por qu� soy prostituta? Bueno, deberemos remontarnos a mi adolescencia.
Viv�amos en una ciudad bastante poblada, de unas trescientas mil personas promedio, era la ciudad m�s importante de mi provincia, una provincia pobre.
En estos lugares del pa�s es bastante com�n que los gobernantes se aferran al poder y por medio de presiones, promesas, y jugadas pol�ticas todo se termina pareciendo mas a un feudo que a una democracia.
La f�rmula es sencilla, formar gente pobre e inculta, as� es m�s f�cil dominar y ejercer el poder.
En ese contexto pol�tico de d�cadas de dominio, se levanta mi ciudad natal, situada en lo profundo de un valle rodeada de altas monta�as, el clima se hace sumamente denso y h�medo, las altas temperaturas hace que sea casi insoportable vivir y las monta�as suelen cortar el ingreso de aire fresco que llega del sur.
Imaginen un cuadro con decenas de casitas modestas, habitadas con gente con poca cultura, trabajadora, que viven al d�a a d�a, barrios pobres con personas que dependen de las d�divas del gobierno quienes por supuesto aprovechaban esta situaci�n.
Una peque�a parte de la poblaci�n, gozaba de los privilegios que a otros les faltaban, gente adinerada, que era c�mplice del poder y lucraba con la gente de bajos conocimientos, esta gente sol�a vivir en las laderas de las monta�as, en los puntos m�s elevados donde el clima es m�s fresco y respira con m�s facilidad, grandes casas, grandes �rboles, piletas de de nataci�n desperdiciando litros de agua que a otros les faltaba para beber.
Y mi familia era una de esas familias�
Por eso a mis quince a�os yo quer�a cambiar al mudo, a pesar de gozar de esa vida glamorosa de abundancia, mis ideales me dec�an que todo eso estaba mal y sol�a discutir a diario con mis padre por tener distintos puntos de vista al respecto.
Mi �nico hermano apenas me llevaba un a�o, el ten�a sue�os de ser abogado, tambi�n discut�a con el puesto que le gustaba el dinero y sab�a que tendr�a grandes posibilidades de defender a ricos a costa de pobres, en juicios injustos donde la sentencia estaba dictada antes de empezar, �ramos caras opuestas de la misma moneda.
Mam� ten�a en ese entonces unos cuarenta y pico, nos hab�a tenido de jovencita. Ella era maestra jardinera y bajaba cada ma�ana a la ciudad a ejercer su profesi�n. Era muy bonita, un tanto rellenita y de baja estatura, ten�a grandes pechos y cola sobresaliente, con unos muslos espectaculares, usaba el cabello bien cortito lo que hac�a resaltar sus grandes ojos color miel. Dicen que soy muy parecida a ella, no solo f�sicamente, sino tambi�n por mi manera de pensar.
Pap� era el verdadero sost�n del hogar, el eje de todo. Le llevaba varios a�os a mi madre, era un importante arquitecto quien acaparaba casi todos los planes urban�sticos del gobierno. El era el motor de ingresos de la familia y manejaba demasiado dinero, fortunas p�blicas pasaban bajo su custodia. Era evidente que mi padre estaba en cosas turbias, en desv�o de fondos, en estafas y evasi�n de impuestos. Todos lo sab�amos pero prefer�amos hacernos los distra�dos, y mi hermano era quien m�s se apegaba y parec�a a �l.
Nuestra familia era un castillo de cristal posado sobre la arena, el m�s leve golpe de sus paredes, � el m�nimo movimiento de los cimientos har�a todo a�icos, como un castillo de naipes bajo una fuerte tormenta. Para todos �ramos la familia perfecta, pero por dentro sab�amos que no era tan as�.
Pap� manejaba todo a su antojo, hac�a y deshac�a por su cuenta, creo que amaba a mi madre pero las mujeres rondaban como buitres sus billetes, todos sab�amos de sus aventuras, de sus noches de juergas, de su vida de Don Juan.
Mam� sufr�a por ello, entiendo que era una mujer que sufr�a mucho y aguantaba estoicamente ser cornuda, puedo asegurar que era dominada incluso psicol�gicamente y ella aceptaba todo en silencio a cambio de mantener un estatus econ�mico y un nombre en la sociedad.
Pero todo cambiar�a en un abrir y cerrar de ojos, hab�amos asistido a una noche en el teatro, donde nos codeamos con gente de nivel, cenamos afuera y regresamos entrada la madrugada, en casa nos encontramos con cuatro tipos armados que esperaban nuestro regreso, r�pidamente nos redujeron, recuerdo que estaba muy nerviosa y demasiado temerosa, m�s cuando mi padre trat� de oponerse y recibi� un fuerte culatazo en la cabeza, dejando en claro qui�n ten�a el control de la situaci�n nos llevaron a la planta alta, a punta de pistola nos arrinconaron en el dormitorio de mis padres.
Los tipos no eran ningunos improvisados, ni rateritos casuales, sab�an bien lo que hac�an y lo que buscaban, con total impunidad, a rostro descubierto apuraban a mi padre pidi�ndole los d�lares desviados de la cuenta �Ave F�nix�, un proyecto de acueducto del gobierno, pero mi padre respond�a que no ten�a el dinero, que el mismo estaba en el banco. Se arm� una discusi�n ya que ellos estaban seguros que mi padre lo ocultaba y este lo negaba en forma sistem�tica, los tipos dec�an que no ten�an ning�n apuro y que dar�an vuelta la casa si era necesario.
As� cumplieron con lo que prometieron, sacando y vaciando cada rinc�n de la casa y algo inesperado pasar�a, encontraron un cajoncito de moderadas dimensiones cerrado con candado, lo abrieron y con risas morbosas comenzaron a sacar vestimentas er�ticas y algunos vibradores, objetos que mis padres usaban en su intimidad, como muchas parejas suelen usar�
Los tipos empezaron a bromear con mi madre, le dijeron a pap� que se notaba que era muy putita, y que si no les daba lo que quer�an la iban a coger delante nuestro, papa juraba en todos los idiomas que no ten�a el dinero y lo que empez� siendo un juego se transform� en realidad, los tipos se pusieron violentos, estaban dispuestos a cogerla y la situaci�n se puso tirante, la tomaron de un brazo y la tiraron sobre la cama, mi hermano se enfureci� y tambi�n recibi� un culatazo que le produjo un corte sangrante en la cabeza, los tipos se enfurec�an, hasta que mi madre exclam�
- Basta! Basta! Har� lo que quieran! Solo que vamos a la otra habitaci�n, no delante de mis hijos�
- Vos vas a hacer lo que nosotros digamos, ponete esta lencer�a ac� y ahora! Te vamos a coger todo lo que queramos, tenemos paciencia, tenemos tiempo, y tus hijos ser�n testigos, salvo que tu esposo quiera evitarlo, el tiene la llave para hacerlo�
Mi madre se desnud� delante de nosotros, las l�grimas corr�an por su rostro resignado, uno de los tipos le advirti� que no llorara, que esto no ser�a una violaci�n, que quer�an ver una mujer disfrutando del sexo, complaciente, adorablemente sugerente�
Mam� desliz� una diminuta tanga entre sus piernas, perdi�ndose entre sus nalgas, luego subi� unas exquisitas medias de nailon negras, ajust� un cors� semi transparente que hac�a resaltar sus generosos pechos, abajo terminaba en cuatro porta ligas, por lo que ajust� a ellas las medias, por �ltimo una botas de cuero de altos tacos que pasaban sus rodillas.
Fue muy fuerte para mi ver a la propia madre como una puta barata, estaba muy elegante pero yo era una inmadura chica virgen, pero esto era solo el principio, mi padre miraba el suelo, pero los tipos lo obligaban a mirar, a ver el espect�culo, mi hermano estaba un tanto aturdido por el golpe y yo era un chiquilla sollozante y asustada por lo que pasaba.
Ellos le dec�an palabras muy fuertes y muy sucias, viendo los juguetes que mam� escond�a tomaron uno doble, con dos grandes vergas siliconadas, con una base para adherirlo, lo lubricaron bien y le dijeron que lo enterrara en sus agujeros.
Pap� maldec�a, yo solo miraba el proceder de mi mam�, ella en silencio lo adhiri� al suelo, las dos vergas quedaron apuntando al cielo, abri� sus piernas, corri� la tanga y se acomod� en cuclillas sobre ellas, acomod� cada punta en un agujero y se fue dejando caer sobre ellas, ambas penetraban lentamente los orificios de mi madre y su sexo poco a poco acortaba la distancia con el suelo.
Cuando desaparecieron pr�cticamente de mi vista le dijeron que era una golosa, le dijeron que subiera y bajara r�tmicamente sobre esas vergas y que quer�an ver una mujer bien puta, que se acariciara las tetas y que se masturbara el cl�toris.
Mam� entonces pareci� olvidarse del entorno que la rodeaba, cerr� los ojos y empez� a subir y bajar con violencia, haciendo que esas cosas entraran y salieran de su culo y de su concha, una mano acariciaba sus pechos, solo cubiertos por el ajustado cors� mientras que la otra mano estaba sobre su bot�n, empez� a gemir, sin poder contenerlo, la muy perra realmente parec�a disfrutar de lo que pasaba, era como si un mazazo hubiera golpeado mi cabeza, me sent�a rara, mis mejillas estaban h�medas por las l�grimas, pero mi vagina tambi�n estaba h�meda por lo que ocurr�a, me sent�a culpable�
En un momento ella simplemente se ech� hacia atr�s, sus piernas estaban acalambradas, por lo que mientras uno nos manten�a a raya apunt�ndonos los otros tres se prepararon para abordarla, nunca hab�a visto un pene en vivo y directo, ahora ver�a cuatro.
Con sus miembros desnudos se acercaron a su rostro, ella tom� uno en cada mano y los masturb� suavemente, el otro fue sobre su boca, mam� empez� a lamerlo con esmero, perdi�ndolo en el interior, respiraba agitada y ahora me convenc�a que disfrutaba lo que hac�a.
Uno a uno fue chupando las distintas vergas que se pon�an a su alcance, las palabras ayudaban a la vista, pod�a escuchar a ellos en comentarios como �mir� vos que mansita que hab�a sido� � �que bien que la chupa� � �le gusta chupar vergas a la putita�
Uno de los tipos le arranc� la tanga y se acost� sobre la cama, le pidi� a mam� que fuera sobre al a cabalgarlo dejando su culo en un primer plano hacia donde nosotros est�bamos, ella obedeci� y comenz� a moverse sobre �l, la verga del tipo entraba y sal�a de mi madre quien parec�a gemir de placer, nuevamente las palabras ensuciaban mis o�dos
- Te gusta putita? te gusta la pija? dile a tu familia cuanto te gusta�
- Si� me gusta� ay!!!!... mmmm!!!!
- Sos una putita no?
- Si, soy una putita� no es lo que quieren?
De pronto otro vino por detr�s, levantando a mi haciendo que la verga saliera de su concha, abri� sus nalgas y se la enterr� por completo en el culo, entrando y saliendo una y otra vez, ella gem�a como un puta cerda y para m� era como presenciar una pel�cula pornogr�fica en vivo y en directo, me costaba creer que pap� se mantuviera al margen, tan tranquilo, sin hacer nada.
Se cansaron de d�rsela por los tres agujeros, era muy fuerte para mi, ver el culo de mi propia madre penetrado en forma salvaje, sentirla disfrutar, casi sin poder disimularlo�
De repente se acomodaron a su alrededor, oblig�ndola a ir al piso, ellos se re�an sarc�sticamente de lo que hac�an, un chorro de leche salt� sobre su rostro, y otro m�s, y otro m�s�
Uno tras otro repitieron hasta que su cara qued� cubierta de semen, su frente, sus ojos, sus mejillas, su nariz, sus labios, por �ltimo le ordenaron que se limpiara con sus dedos llevando todo a su boca hasta beberlo todo. Ella volvi� a comportarse como una putita, sin discutir, lentamente llev� el semen a su boca hasta beberlo por completo.
Dejaron que mam� se ba�ara, unos minutos despu�s vino a nuestro lado, con el cabello mojado chorreando agua, con la mirada perdida, con el cuerpo limpio, con el alma sucia, � hab�a sido muy buena actriz � realmente hab�a gozado, tal vez buscando venganza de la opresi�n de mi padre, sea como fuese la verdad es que jam�s me anim� a preguntarle. Los tipos se hab�an cansado, no consiguieron lo que buscaban pero sin saberlo esa noche hab�a comenzado el principio de nuestro fin.
A partir de ese momento empez� la guerra interna, mi hermano se enfureci� con mi madre y a cada instante le hac�a recordar que era una cualquiera, ella lloraba por los rincones sumida en una profunda depresi�n, asegurando que todo hab�a sido fingido y cada tanto bramaba contra mi padre, dici�ndole que hab�a sido un cobarde por haber permitido todo, por dejar que se la cogieran delante de sus hijos.
El la acusaba de haber disfrutado del momento, no tanto como mi hermano, pero tambi�n se lo dejaba notar, adem�s se hizo evidente que mucho no le hab�a importado y yo ve�a como poco a poco todo empezaba a derrumbarse.
Mi hermano fue el primero en partir, dej� atr�s sus sue�os de abogac�a y su �nico objetivo se transform� en encontrar a esos tipos y vengar lo sucedido, la �ltima vez que lo vi no solo que no lo hab�a logrado, sino que se hab�a transformado en un sicario asqueroso y repugnante.
Mi padre, al tiempo se ahorc� con una corbata atada a un tirante del techo, nos dej� una nota sinti�ndose culpable por todo, nos indicaba un lugar secreto donde estaba el dinero, ese mismo que hab�a preferido ocultar poniendo en riesgo a toda la familia.
La fortuna se esfum�, b�sicamente pagando el tratamiento psiqui�trico de mam� que prontamente lleg� a la locura y yo, yo fui quien se hundi� en un mundo de alcohol, drogas y prostituci�n, ese d�a mi madre hab�a sido la br�jula para ser la puta que hoy soy.
SOLO MAYORES DE EDAD
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Relato: PROSTITUTA
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