Relato: Teresita, mi amada sobrina Esto que voy a relatar sucedi� el verano pasado estando de
vacaciones con mi esposa, mis suegros y dos de mis sobrinas que vinieron de otra
ciudad a pasar el verano con nosotros, ya que hab�amos alquilado una casa por 15
d�as en las sierras junto a un r�o.
A mi me gusta pasar varias horas en el agua y el estar
viviendo a la orilla del r�o fu� lo m�ximo, aunque el lugar durante el d�a ten�a
bastantes turistas a eso de las 6 de la tarde quedaba casi desierto, y mi esposa
y mis suegros alquilaban caballos y paseaban toda la tarde.
Curiosamente, la mayor de mis sobrinas, Teresita, desde el
primer d�a que llegamos, siempre se las arreglaba para estar cerca de mi, dir�a
que hab�a como una onda en com�n entre nosotros, nos gustaban las mismas cosas a
pesar de la diferencia de edad, yo 35 y ella 15 apenas cumplidos, pero nos
llev�bamos rebien, nos �bamos al r�o a la ma�ana y sal�amos a almorzar y luego
regres�bamos a seguir ba��ndonos, no as� los dem�s que siempre estaban ocupados
en sus paseos, cabalgatas, cocinando y dem�s actividades, el tema es que
pas�bamos mucho tiempo solos Teresita y yo.
Ella me preguntaba mil cosas propias de su edad y fruto de su
insaciable curiosidad, en muchas oportunidades mientras nad�bamos nuestros
cuerpos se rozaban y yo sent�a ese cosquilleo de la excitaci�n y me confund�a de
sobremanera, mil pensamientos me daban vuelta por la cabeza y me dec�a a mi
mismo que no estaba bien lo que estaba sintiendo, hasta que un d�a, si mal no
recuerdo fu� el cuarto d�a despu�s de llegar, mientras jug�bamos en el r�o, el
agua nos empuj� hacia una piedra grande y ella me abraz� pues esa parte del r�o
era profunda y nos quedamos as� unos segundos que me parecieron una eternidad,
su cara estaba muy cerca de la m�a y Ella me dice "me encanta estar cerca tuyo,
me hace sentir extra�a y feliz", y sin que pudiera salir de mi asombro apoyo sus
labios en los m�os y tan r�pido como sucedi� todo esto me solt� de sus brazos y
se alej� nadando, luego de esto nos esquivamos durante toda la tarde y casi que
me daba verguenza el solo mirarla.
Pero ya ten�a en mi mente sembrada la semilla de la locura,
no pod�a apartarla de mi pensamiento, el destino ayud� por la noche cuando
faltando poco para la cena me dicen que vaya a buscar un poco de pan que se
hab�an olvidado de comprar, el lugar donde est�bamos es alejado del peque�o
pueblo, as� que cuando estaba subiendo al auto para ir, Teresita sube al auto y
me dice "te acompa�o", fuimos hasta el pueblo en silencio, compr� el pan y
cuando regres�bamos me dice que pare el auto porque quer�a decirme algo, me
detuve a un costado del oscuro camino y me dice "ese abrazo en el r�o y ese beso
me hizo sentir algo muy fuerte dentro m�o, jam�s he besado a nadie y necesito
sentir la sensaci�n que sent� esta tarde de nuevo, puedo besarte?". El deseo que
sent� fu� de abalanzarme sobre ella y com�rmela de un beso pero me contuve y nos
acercamos suavemente y nos besamos, primero tiernamente y luego m�s y m�s
apasionado durante 5 minutos y separ�ndola un poco le dije que luego �bamos a
continuar ya que nos estaban esperando por el pan, regresamos y cenamos.
Por la ma�ana, fuimos al r�o como todos los d�as, pero nos
quedamos en un lugar medio apartado, all� los dos dentro del agua, de la mano,
sin ser evidentes con lo que hac�amos, por momentos le acariciaba la espalda y
pasaba mis manos por su panza, era incre�ble la sensaci�n de su piel, tan suave,
tan firme, tan blanca, durante toda la ma�ana no pude salir del agua ya que
ten�a el pene dur�simo, todo el d�a estuvimos as� jugando en el agua,
acarici�ndonos, agarr�ndonos las manos.
Como a las 6 y 30 de la tarde, casi que ya qued�bamos solos
en el r�o y nos fuimos unos 50 metros m�s adelante a una especie de olla donde
se encajona el agua del r�o y all� si est�bamos solos, apenas llegamos nos
metimos al agua y la apret� contra mi cuerpo y nos besamos con fuerza, mientras
nos abraz�bamos mi verga dura se apoyaba contra su abdomen y Teresita me dice
"me siento muy extra�a, eso duro que ten�s abajo me hace sentir ganas de
abrazarte muy fuerte"; le dije que se tranquilizara y la recost� un poco en la
piedra dentro del agua y le dije que mientras nos bes�bamos le iba a acariciar
todo el cuerpo y que si sent�a algo que no le gustaba que me lo dijera. Comenc�
toc�ndole la pancita, y lento fui tocando sus pechos, all� me detuve varios
minutos y luego baj� con cuidado hasta su entrepierna, fu� tocando su conchita
suavemente sobre su bikini, su respiraci�n era agitada y entre besos me dice "me
gusta mucho, siento algo l�quido que me baja", no esper� m�s y le baj� la bikini
un poco, cuando toqu� su cl�toris su cuerpo temblaba, le acarici� all� unos
minutos y luego acarici� delicadamente el agujerito de su vagina en unos
segundos m�s comenz� a respirar m�s agitada y a temblar y me apret� fuerte y su
cuerpo se sacudi� unas 10 veces hasta que se afloj�, hab�a tenido su primer
orgasmo, cuando se repuso del orgasmo me dice "ah!, fu� hermoso, abrazame
fuerte, te necesito"; mientras la abrazaba le dije que necesitaba sentir lo
mismo que ella, le ped� por favor que me acariciara, me baj� mi short y su mano
descendi� hasta mi pene, le dije que lo acariciara de abajo hacia arriba con
fuerza, sus manos eran delicadas y m�s me calentaba el saber que esas manos
nunca hab�an tocado una verga, mientras la besaba enroll� mi mano en su pelo con
fuerza y le dije "ahora mi amor tenelo duro con tu mano", y acab� en medio de
fuertes convulsiones. Seguimos abrazados un largo rato en silencio y aunque los
dos quer�amos m�s, nos acomodamos un poco y fuimos a la casa donde nos esperaban
para la merienda.
El d�a que sigui� fu� solo de placer, temprano por la ma�ana
nos fuimos un poco m�s alejado a una peque�a cascada y durante toda la ma�ana
nos masturbamos en el agua, luego del almuerzo volvimos a la cascada y fu� un
poco m�s lejos en mi locura y le saqu� a Teresita su bikini, nadie se pod�a dar
cuenta ya que est�bamos dentro del agua, la apret� contra mi cuerpo desnudo y le
refregaba mi verga por su vagina, le dije que me abrazara la cintura con sus
piernas y con mucho cuidado intent� meter mi pene en su vagina, pero no hab�a
caso el agujerito era muy chico y el agua no ayudaba con la lubricaci�n, as� que
seguimos con nuestros juegos de caricias, pero esa tarde tuve un placer
inesperado mientras nos toc�bamos me anim� a tocar su ano y durante casi media
hora tuve un dedo metido en su culito, fu� maravilloso sentir que era toda m�a,
hab�a tocado todo su cuerpo, no me importaba si no pod�a hacerle el amor, ya que
durante el d�a parec�a imposible hacerlo por la gente que hab�a en el lugar y
por las noches est�bamos reunidos en familia, adem�s me pareci� que si Teresita
iba a hacer el amor por primera vez, deber�a ser algo hermoso, �nico, m�gico.
Nuevamente el destino acomod� las cosas de una manera
incre�ble, el viernes por la tarde volviendo del r�o me clavo una espina en el
pi�, tuvimos que ir a una cl�nica para que me la sacaran, el s�bado estuve
bastante mal, rengueaba de una pierna y me dol�a el pi� ya que tuvieron que
hacerme un peque�o corte porque la espina era bastante grande y estaba profundo,
coincidentemente ese s�bado se celebraba en una ciudad cercana una fiesta de
colectividades, adonde ten�amos planeado asistir, pero en verdad yo lo que yo
menos ganas ten�a era de salir, as� que le dije a los dem�s que fueran que yo
iba a estar bien, despu�s de varias deliberaciones decidieron ir, pero oh!
sorpresa, Teresita dice que ella tampoco iba a ir, que se iba a quedar a
cuidarme, hasta ah� en mi mente no ten�a nada planeado, pero ya en ese momento
dese� que ella se quedara, luego de otras muchas deliberaciones decidieron que
iban a ir sin ella y sin m�.
Conclusi�n...nos quedamos los dos solos, apenas arranc� el
auto, nos revolcamos en la cama a los besos y en medio del frenes� nos
desnudamos, por fin la ten�a toda para m�; llev� a Teresita al living y me sent�
en un sof� y le ped� que se quedara all� parada para poder apreciarla desnuda,
fu� hermoso mirar y desear ese cuerpo tan dulce, la sent� en el sill�n grande y
le dije que se relajara y disfrutara, enseguida comenc� a besar sus pechitos y
fui bajando por su pancita hasta llegar a los suaves pelitos de su entrepierna,
su cl�toris era dulce como un caramelo, y los labios de su vagina estaban
inflamados y suaves, recorr� esos labios desde arriba hacia abajo por lo menos
cien veces, Teresita era toda m�a y disfrutaba todo lo que mi mente imaginara,
la d� vuelta y la hice arrodillar sobre el sill�n y abriendo sus piernas, empec�
a lamer sus delicadas nalgas y luego mi lengua busc� su ano, desde donde estaba
y abriendo con mis manos sus nalgas pod�a ver todo, pasaba con mi lengua de la
vagina al ano, el agujerito era perfecto, rosado y con peque�as estr�as, toda su
entrepierna era sabrosa, con olor agradable, el ano se abr�a de a poquito a los
empujones de mi lengua, estaba tan absorto saboreando su intimidad cuando de
pronto Teresita comenz� a tener un orgasmo, su cuerpo temblaba y sus piernas se
aflojaron, quedando acostada en el sill�n, dulcemente le bese su espalda y
recogi�ndole el pelo, bes� su cuello y luego de darle unos minutos para que se
recuperara, la levante y de la mano la conduje hasta el patio, la luna brillaba
y la noche estaba clara, y el �nico ruido era el del r�o, tiernamente la acost�
sobre el c�sped y abriendo sus piernas me acost� sobre ella y bes�ndola dulce un
largo rato fu� apoyando mi pene en la entrada de su vagina, entre mis suspiros y
los de ella, Teresita me dijo "ahora, entr� en m�, te necesito", a lo que yo
contest� "tambi�n yo te necesito, quiero entrar dentro tuyo, quiero sentirte
m�a, toda m�a", mientras nos dec�amos as�, mi verga iba entrando en su cuerpo,
ella apretaba sus m�sculos por el dolor, pero me iba diciendo "me duele, pero me
gusta, me gusta mucho, much�simo", le ped� con voz entrecortada "amor, relajate
dos segundos hasta que te entre toda...as� mi vida, as� mi amor" y empuj� hasta
el l�mite, me mir� con los ojos muy abiertos y vi en ellos dolor y placer y el
deseo de la entrega y nos besamos mientras nuestros sexos se fund�an, el
interior de su vagina estaba caliente, suavemente resbaloso, la saqu� un poquito
y la met� de vuelta, as�, �ba y ven�a en su interior un mont�n de veces, hasta
que sent� que comenzaba a tener su orgasmo, me abraz� fuerte, acomod� sus
piernas alrededor de mi cintura y se la met� hasta el fondo, en ese momento
Teresita dijo "oohhh!, mi amor, me encanta as�!" , esas palabras desataron en mi
esa ola de placer que antecede al orgasmo, y la apret� m�s fuerte casi
aplast�ndola contra el c�sped, entonces comenzaron los orgasmos, mi pene y su
vagina se contra�an y se apretaban juntos, era la gloria compartida, no pudimos
callar los fuertes quejidos y jadeos, pero en ese momento no importa m�s nada,
solo el placer. Luego el silencio, los besos, el deseo de estar as�, siendo uno
solo.
Los d�as que siguieron fueron una sucesi�n de placeres,
quiero reservarme el contar esos momentos en otra ocasi�n, ya que de otra manera
se perder�a el sentido de este relato.
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Relato: Teresita, mi amada sobrina
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