Desde hace tiempo, acostumbro ir de visita a casa de un primo
que ya es grande, es casado y tiene dos hijas y un hijo. En realidad, a quien
visito es al hijo de mi primo, que vendr�a siendo mi sobrino, ya que somos casi
de la misma edad.
Siempre voy con mi familia en navidad y yo me quedo m�s
tiempo all� en su casa, porque las fiestas siempre se prolongan y pues las
noches despu�s de navidad suelen ser divertidas.
La cena de navidad siempre la pasamos en casa de mi t�o, el
pap� de mi primo. Que es un hombre ya bastante grande, y es bastante gordo. A m�
en lo personal no me gusta pasar la navidad ah� porque es una persona
desagradable, que no se mide al hablar y es grosero, pero al fin familiar, pues
no tengo mucha opci�n.
Una navidad en especial llegamos, mis padres, mis hermanas y
pasamos a casa de mi primo, ya que est�bamos todos salimos hacia casa de mi t�o.
Las hijas de mi primo ten�an en ese entonces 13 y 15 a�os, yo ten�a 17 y mi
sobrino 16. Todos �bamos juntos y platicando. Mi primo consiente mucho a sus
hijas y las viste como si fueran ni�itas, con vestiditos muy monos y muy
cortitos, como de ni�a chiquita. Las dos est�n en clases de baile por lo que sus
piernas parecen ya de jovencita, bastante torneadas y gruesas.
Llegamos a casa de mi t�o y pues saludamos a todos los
presentes, nos sentamos a la mesa y cenamos, la cena fue muy amena, tomando
sidra y alguna que otra copa. Despu�s pusieron la m�sica, como de costumbre y
los grandes empezaron a bailar. A mi no me agrada bailar as� que me qued�
sentado viendo. Mis sobrinas bailan mucho y eran el centro de atenci�n,
movi�ndose con sus vestiditos cortitos, bailando tropical, y muchas cosas m�s.
Los invitados las ve�an y les aplaud�an, y uno que otro las ve�a de forma
libidinosa, incluy�ndome por supuesto. Mi t�o, que estaba sentado en su sill�n.
Tambi�n las miraba, mientras beb�a.
Acab� la m�sica y todos aplaudieron el espect�culo y pasaron
de nueva cuenta a la mesa. Mis sobrinas, mi sobrino y yo nos salimos a quemar
cuetes y a jugar un rato. Est�bamos afuera cuando sali� mi t�o y nos dijo que lo
acompa��ramos. Subimos a su coche y mis sobrinas se fueron en el asiento
delantero. Mi t�o iba viendo las piernas de las dos como si no pudiera evitarlo,
incluso estuvimos cerca de chocar, y colocaba su mano en el muslo de Raquel, que
es la mayor, mientras le dec�a que bailaba muy bien, ella se sinti� inc�moda,
pero no dijo nada, volte� hacia nosotros y se salt� al asiento de atr�s. A lo
que mi t�o se molest�, pero a�n ten�a a su lado a Daniela, que aunque es menor
tiene igualmente bonitas las piernas.
Regresamos a la casa y nos salimos de nuevo a jugar, pas� el
tiempo y mi t�o sali� de nueva cuenta, nos llam� y nos pregunt� que si quer�amos
ver una pel�cula, entramos y la puso en su rec�mara. Y el regres� a la sala con
los dem�s. Despu�s entr� en el cuarto, y se sent� en un sill�n. Todos est�bamos
amontonados en la cama y el llam� a Daniela, ella fue con el y el la carg� y se
la sent� en las piernas. No le import� que ella sintiera su erecci�n bajo su
faldita, y la mec�a como si estuviera jugando. Con sus manos la tomaba de la
cintura y la sub�a y bajaba. Se estaba masturbando con el calz�n de su nieta, y
no le importaba que nosotros ya no fu�ramos unos ni�os y sospech�ramos,
obviamente sab�a que si dec�amos algo jam�s nos creer�an.
Mientras tanto el segu�a satisfaciendo su calentura
acariciando las piernas de mi sobrina, ella se quer�a bajar pero el no la dejaba
y se re�a como si jugara con ella. Ella salt� y el llam� a Raquel, sin otra
alternativa ella obedeci� y el la acarici� de igual forma.
Mi t�o se levant� y fue al ba�o, seguramente hab�a estado
cerca de venirse, y no quiso manchar los calzoncitos de mis sobrinas.
Sali� y se sent� nuevamente en el sill�n. Cerr� la puerta con
llave, y se desabroch� el pantal�n, se lo baj� y sac� su pene de su calz�n. Se
acariciaba el pene enfrente de nosotros, y de repente se oyeron voces afuera, mi
t�o se meti� al ba�o y sali� ya vestido, sali� como si nada y se fue a la sala.
Ya de madrugada nos indicaron a cada quien donde dormir, y
todos se fueron a acostar. Mis sobrinas, mi sobrino y yo nos acostamos en la
sala, porque quer�amos seguir viendo televisi�n, y ah� tendimos los colchones.
En la madrugada Raquel se levant� para ir al ba�o, y se levant�, pas� un rato y
yo tambi�n me levant� para ir. Llegu� al ba�o y estaba vac�o.
Iba a entrar cuando escuch� voces muy bajito, me acerqu� a la
cocina, y ah� estaba Raquel, la ve�a desde la espalda, cubierta con su playerita
y su calzoncito. Iba a llamarla cuando vi a mi t�o. Estaba parado enfrente de
ella. Con el pene en la mano. Era un pene enorme, arrugado, y con aspecto sucio.
Lo acariciaba mientras se iba parando, y le sonre�a a su nieta mientras le dec�a
que se acercara. Raquel se acerc� con miedo y el la tom� de la mano y la jal�
con fuerza, coloc� la mano de Raquel sobre su pene ya erecto. Y le orden� que lo
acariciara, la jal� hacia abajo, y le acerc� su pene a la cara, le dijo que se
llamaba to�ito y le dijo que lo besara. Ella no quer�a, y empezaba a sollozar, a
el no le import� y le introdujo su pene en la boca.
No le cab�a pero el trataba de meterlo todo. Ella casi
vomitaba pero el se la empujaba hasta la garganta. Eyacul� en su garganta, y
ella se atragantaba, pero el ya estaba loco de deseo, y no iba a permitirle
sacarse el pene de la boca. Una vez que acabo, la levant�, a ella le escurr�a
semen en la cara, y el la coloc� contra el mueble de los trastes. Ah� le subi�
la playera y le baj� el calzoncito. Le acarici� las nalgas, y las separaba.
Acarici� con sus dedos entre las nalgas. A cada momento ol�a sus dedos y hac�a
que ella los oliera. Se chupaba los dedos y volv�a a ponerlos en la colita de
Raquel.
Ella permanec�a seria, como si nada estuviera sucediendo.
Entonces mi t�o, le dijo que se agachara, y la recarg� en la orilla de una
mesita, le puso los dedos en las nalgas separ�ndolas y coloc� ah� su grueso
miembro. Lo empuj� pero apenas toc� la entrada del anito cerradito de Raquel
ella se hizo a un lado, mi tio se enfureci� y le torci� el brazo, ella iba a
gritar pero el le cubri� la boca con la suya, bes�ndola de una manera
desagradable. Volvi� a colocar su pene en la entrada del peque�o ano y empuj�,
lenta pero firmemente. Cuando entr� el glande el cuerpo de Raquel se contrajo
violentamente, pero el la sujet� y meti� el resto de su enorme palo. As� se
qued� unos instantes y despu�s la carg� con un brazo mientras sacaba y met�a su
palo r�pidamente.
Ella se quej� al principio pero despu�s se qued� muda, como
trapo. Mi tio gem�a fuertemente, y la apretaba muy fuerte. Met�a su pene lo m�s
adentro que pod�a. Se la sac� de golpe, dej�ndole el culo abierto. Y la sent�
sobre la mesita, le abri� las piernas y se agach�, para as� lamerle la vagina,
que ya estaba h�meda. Met�a su lengua y ella gimi�. Mi t�o se levant� y le dijo
que se quedara callada, sigui� lamiendo cada ves mas r�pido, dando chupadas como
perro. Y meti� uno de sus dedos en la vagina. Cuando ya estaba muy caliente se
levant� y le meti� la verga en la vagina de golpe hasta que su panzota choc�
contra la pelvis de Raquel. La agarr� de la espalda y separ�ndole las piernas se
la meti� hasta el fondo. El cuerpo de Raquel se sacud�a violentamente sobre la
mesita. Su cabello se alborotaba, y sus piernas temblaban a cada embestida. El
estaba pose�do de lujuria. Le apretaba las nalgas y le jalaba el cabello. Ella
parec�a su mu�eca inflable. Hasta que le dio un jal�n hacia el y se vino dentro
de ella, entre gemidos y convulsiones.
Le dijo que se vistiera, y que fuera al ba�o a limpiarse.
Ella obedeci� como aut�mata. El mismo la fue acostar creyendo que todos
dorm�amos. La tap� con las cobijas y le dio un beso de buenas noches. Y se fue a
dormir a su cuarto como si nada.