Esta es una historia real que ocurri� este verano, cuando fuimos invitados por unos amigos a una fiesta, supuestamente familiar. Tarde descubr� cu�l era el verdadero objetivo de esa fiesta.

Era un dia no demasiado caluroso para estar en Malaga en Julio. Mi esposa, Mar�a, vest�a un top blanco muy ce�ido, que no dejaba nada a la imaginaci�n y una falda cortisima negra de la misma guisa. Yo ya le hab�a dicho varias veces que no pod�a ir as� por la vida, porque no todo el mundo era tan inocente como ella.

Me olvidaba. Nos presentamos: Mar�a es lo que se puede llamar una hembra de categor�a: 32 a�os. 1,772 de estatura, morena, y unas curvas de vertigo. Yo, Fernando, 33 a�os, 1,84, moreno tambi�n, y, como paso algunas horas a la semana en el ginmasio, ella dice que no estoy nada mal. A lo que vamos. La historia de aquella tarde.

Nuesteos amigos, Ana y Luis, nos invitaron a comer en la casa familiar ese d�a de verano. Ten�an una peque�a piscina, todo ello cerrado a la vista de cualquier vecin, puesto que estaba en la ultima planta de la casa.
Empezamos bien, tomando unos vinos, mientras los hermanos de Ana preparaban una barbacoa. No me acuerdo ni como se llamaban, pero eran dos, de unos veintitantos, con unas jetas de mucho cuidado.
Al cabo de varios vinos, Luis me ret� a una partida de billar americano en la planta baja. Yo, con el calent�n de los vinos, acept� sin m�s, olvidando que dejaba sola a Mar�a, vestida de eaa guisa.

Empezamos la partida, y yo, con la medio casta�a que llevaba, no met�a ni una bola. No era problema, puesto que Luis, tampoco acertaba, ni de lejos, ni una bola. Que equivocado estaba en ese momento. Luis lo estaba haciendo aposta. No las met�a, porque su idea era meter otra cosa en otro agujero.

Lo que viene a continuaci�n es lo que mi esposa me cont�, ttas conseguir reamimarla de una borrachera impresionante.

Result� que la tal Ana, era una cabrona de cuidado, y mi esposa, muy simple. Empezaron tras un vino ttras otro, mientras los hermanos de Ana cuidaban de la barbacoa. Esto de cocinar los t�os parece ser que es muy er�tico para las t�as. al menos para Mar�a.

Tras unos cuantos vinos, uno de ellos, sugiri� ir a la piscina para aliviar el calor. Mar�a se disculp�, puesto qeu no ahb�a tra�do el biquini. �Todo el mundo se ri�. "Para que necesiras biquini. Aqu� no te va a ver nadie". Mar�a se sonroj�, pero no acept� a la primera. Entonces, uno de los hermanos, la cogi�, y sacando su top por arriba sin m�s miramientos, la arroj� a la piscina. Las carcajadas se o�an in todo el pueblo. Las tetas de Mar�a, se mostraban en todo su esplendor. El ba�o, debi� de hacer su efecto, pero lejos de ello, hizo que Mar�a empezase se a calentarse a marchas forzadas. Los hermanos de Ana, sin, pos supuesto nig�n traje de ba�o, se lanzaron tras ella a la piscina. Ana los sigui�, pero manteniendose a distancia prudencial.
Ambos chicos se abalanzaron sobre ella, y sobre sus desnudas tetas. Ella, a estas alturas, iba completamente borracha, y con los sobes de ellos, la calentura subi� hasta l�mites insospechados. Los tocamientos ya no se pod�an disimular, ni creo que fuera esa su intenci�n. Mar�a qued� a su entera disposici�n, y ambos lo notaron.

Mientras tanto, yo, no menos borracho que Mar�a, segu�a con esa est�pida partida de billar. Luis, en un determinado momento, se disculp�, puesto que ten�a que ir al ba�o. Iluso de m�. Yo continuaba entrenando para ganarle en la partida, mientras Mar�a estaba en la piscina, ahora ya con tres hombres s�lo para ella.

Luis se lanz� al agua y le dijo que yo estaba durmiendo, dado q�e hab�a bebido m�s de la cuenta. Ella, tan ingenua, lo crey�, mientras se aguantaba como pod�a erguida en el agua. Su descripci�n en ese moemnto: tetas al aire, y la mini subida hasta la cintura. S�lo un tanga blanco de hilo dental cubriendo algo de ella.
Luis se acerc� y cari�osamente, cogiendo su mano, le dijo al o�do si se encontraba bien, o si prefer�a salir del agua e ir a la cama a dormir la siesta tambi�n. Mientras tanto, uno de los gamberros hermanos de Ana, andaba sobando el trasero de Mar�a, con lo que ella, completamente extasiada, dijo que estaba bien, y que prefer�a el frescor de la piscina. Luis, al tanto de todo el tema, aprovech� para cogerla de las tetas y sujertarla fuertemente: "cuidado, Vas a caer". Mar�a sonr�� bobamente, y le dijo: "Estoy bien. No lo ves". Ana ya hab�a desaparecido hace tiempo de aquel entorno.

La falda dwe Mar�a no tard� en aparecer sobre el agua. �C�mo?. �Qui�n lo sabe?. El caso es que Mar�a, mi dulce Mar�a, estaba, completamente borracha, en la piscina, con tres faunos alrededor de ella. Pas� lo inevitable.
Luis y los dos hermanos de Ana, comenzaron a sobarla. Primero las tetas. Ella dec�a: "lo siento, pero, Fernando, t� no puedes imaginarte lo que seis manos a la vez pueden hacer en el cuerpo de una mujer".
Le pellizcaban los pezones, erectos a m�s no poder. Hab�a un par de manos con varios dedos introducidos en su co�o (por cierto, como a m� me gusta: ni un pelo. Completamente afeitado. Mar�a s�l�a tomar el sol en nuestro solarium desnuda, y a m� me gustaba especialmente verle el co�o completamente depilado). Y el resto de las manos, pugnaban por introducirse en su caliente culo.

Si yo no hubiera estado tan borracho, habr�a o�do sus gemidos viniendo desde la piscina. Pero all� estaba. Intentado meter las malditas bolas en los malditos agujeros, mientras los agujeros de mi esposa, estaba siendo cubioertos por varias pollas a la vez.

Luis empez� a susurrarle al o�do: Mar�a, estaba deseando follarte desde que te conoc�. Eres la puta m�s caliente que he conocido. Mi esposa titubeaba, y no era capaz de entender lo que le estaba pasando. S�lo se abandonaba al placer uue le produc�an los tocamientos a los que era sometida. �Estaba siendo violada?. No lo creo por sus comentarios posteriores: estaba disfrutando como una aut�ntica puta.
Luis, con dos dedos metidos en su co�o, movi�ndolos adentro y afuera, le estaba provocando un plcer que ella no pod�a resistir, y finalment se abandon� a la realidad. Entre los tres la sacaron del agua, y la depositaron sobre el cesped. Mar�a s�lo conservba su min�sculo taga blanco, pero no por mucho tiempo.
Luis continuaba masaje�ndole el co�o, y los dos hermanos, aprovecharon la ocasi�n para, uno de ellos comerle el co�o, mientras el otro, introduc�a su polla en su angelical boca. A Luis pareci� no gustarle que le chupases de tanto en tanto sus dedos, y opt� por meterlos en el virginal culo de Mar�a. Ella se quej�, pero realmente, no con mucho empe�o, por lo que ambos dedos permanecieron socabando su negro agujero.
Mar�a estaba siendo violada por todos sus orificios, pero sin protestar lo m�s m�nimo.

"Ya est� de que s�lo disfrute esta puta", dijo en tono subido uno de los hermanos. Dej� de lamer su dilatado co�o, y embisti� su polla contra su desnudo co�o. Mar�a s�lo pudo gritar de placer, mientras se retorc�a entera. Luis tom� un bote de crema hidratante, y untando toda su polla, se la clav� en el culo, sin m�s miramientos. En ese momento, Mar�a estaba siento ensartada por todos sus orificios: Luis en el culo, y los dos hermanos, uno en el co�o, y el otro follandose la boca de mi esposa. Los gemidos de Mar�a, se confund�an con los gritos de ellos: "Puta, te vamos a follar hasta que te hartes". No me habr�a imaginado nunca a Mar�a disfrutando tanto con una violaci�n. Pero era verdad, Ella estaba como loca. Mamaba la polla en su boca como una posesa, mientras m�v�a sus caderas freneticamente, sobre todo para no perder la brutal enculadada a la que la estaba sometiendo Luis.
"S�. Cabrones. Folladme. Hacedeme vuestra puta".
"No te preocupes, dijo Luis, te vamos a tratar como la puta que eres", mientras tiraba fuertemente de su pelo.

Entretanto, yo me hab�a quedado dormido sobre la mesa de billar. Ana me cogi� como pudo, y me recost� sobre un sof�, baj�ndome los pantalones, y agarrando con violencia mi polla, la cu�l no pod�a estar m�s fl�cida. Eso no fu� problema para ella, una experta mamona. Comenz� a chuparla, y no hay nada que me ponga m�s cachondo que una mamada mientras duermo. Mar�a sab�a c�mo hacerlo, p�ro eso es otta historia.

En el c�sped de la piscina, Mar�a continuaba su "batalla" con esos tres faunos.

El que le estaba follando el co�o, no pudo aguantar m�s, y se corri� con violencia dentro de ella. La sac�, y fu� a buscar la c�mara de video. Hab�a que inmortalizar la escena de la incre�ble puta follada.
Mar�a gem�a m�s y m�s, mientras mamaba una polla como si fuera la �ultima cosa a la que aferrarse en la vida.
"As�, zorra, com�tela toda. No dejes ni una gota. Me voy a correr en tu boca, puta".
"Mueve tu culo. Eres la mejor zorra a la que he enculado nunca", dec�a Luis.
Mar�a mov�a todo sus cuerpo, yendo de un orgasmo a otro, sin soluci�n de continuidad. Realmente estaba disfrutando como nunca, mientras se emputec�a como una verdadera zorra. El verse filmada por uno de los hermanos de Ana, s�lo le hizo disfrutar a�n m�s. La m�s puta de las putas.
Sus labios se ce��an y succionaban la polla de su violador como nunca lo hab�a hecho antes. Arriba y abajo. Con ritmo. Ora lo romp�a, y succionaba fuertemente, ora chupaba arriba y abajo ritmicamente. Las embestidas de Luis en el culo de Mar�a s�lo ayudaban m�s a�n a su labor chupando como una profesional esa polla. Tras varios minutos arriba y abajo, lamiendo desde el glande hasta los huevos, una y otra vez, sinti� como una enorme descarga de semen inundaba su boca, mientras ella tragaba hasta la �ltima gota.
"S�, cabr�n. Dame toda tu leche. Soy vuestra puta. Vuestra puta", gritaba una y otra vez como una loca. No dej� ni una gota de leche en la polla de ese bastardo, que la tuvo que sacar de la boca de la gran puta de Mar�a cuando ya estaba fl�cida de tanto chuparla.
"Esta t�a no tiene l�mites. No dejes de grabarla. Nos vamos a forrar con esta zorra".

Luis ten�a su polla ensartada en el culo de Mar�a hasta los huevos.
"Mar�a, no pod�a imaginar la clase de perra que eras. Est�s disfrutando m�s que nosotros, y eso no es justo". Le d�c�a mientras la enculaba hasta el fondo. Sigue moviendo tus cadera, puta. As�, as�...hmmmm". "S�, cabr�n, follame el culo como nadie lo ha hecho...hmmmm, me estoy corriendo otra vez...hmmmm". "S�, puta, c�rrete, c�rrete, c�rrete...ahhhh...ajjjhhhh" grit� Luis mientras soltaba toda su leche en el culo de mi puta esposa.
"Es la mejor corrida de mi vida. Nunca podr� olvidarla. No t� tampoco. Desde hoy seras nuesta puta. Ya ver�s lo que eso significa".
Mar�a no oy� esa amenaza. Se estaba aplicando limpiando la polla de Luis, trag�ndola hasta el fondo, y dej�ndloa limpia de toda la lecha que a�n ten�a.
Mar�a continu� con su sonrisa bobalicona, de puta borracha, mientras acariciaba sus tetas, y restrgaba por ellas los restos de semen que ten�a a�n por todo el cuerpo, y sobre todo por su boca.

Entretato, Ana hab�a conseguido de m� su raci�n de leche, haci�ndome la mejor mamada que recuerdo (bueno, la verdad es que recuerdo muy poco).

Mar�a y yo nos quedamos dormidos. Cuando despert�, fu� a buscar a la gente por la casa, y encontr� una nota que dec�a:
"Dormil�n. Nos hemos ido a continuar la fiesta por el pueblo".

Encontr� a Mar�a dormida sobre una tumbona al lado de la piscina. Sobre sus desnudas tetas hab�a una cinta de video, y una nota que dec�a: "no te emociones. Es s�lo una copia. Tenemos que hablar. Luis".

La llev� en brazos hasta el coche, porque no hab�a forma de despertarla, y nos fuimos a casa. Al llegar, la duch�, y se fu� despertando poco a poco.
Puse la cinta de video que hab�a sobre su cuerpo, y comenzamos a verla en la TV.
Mi sorpresa era may�scula. Aunque tengo que reconocer que poco a poco me fu� excitando viendo a mi espectacualr esposa haciendo esas cosas que yo ni imaginaba se pudieran hacer.
Ella no dud� ni un instante. Mientras ve�amos el v�deo, subi� su falda. Apart� el tanga, y comenz� a jugar con su cl�toris. La mir�. Estaba ninchado como nunca lo nab�a visto. Ella jugaba con �l, pasando su dedo suavemente sobre �l, y diciendo: "cari�o, no me acuerdo de casi nada, pero ahora me lo estoy pasando como nunca. �Esa soy yo!." Y continuaba acariciando su cl�toris arriba y abajo.
Se ech� sobre m�, bajando mis pantalones, y, mientras continuaba paje�ndose, me chup� la polla como nunca lo hizo.
Yo estaba completamente confuso, pero no pude evitar correrme en pocos minutos...Ahhhh. Esa puta realmente sab�a como chupar una polla.

Me incorpor�, la puse a cuatro patas, y aporvechado los restos de semen de mi polla, lubriqu� su culo, y la foll� como loco por su negro agujero.
Mar�a no paraba de chillar y gemir. "Fernando...ajjjhhhh, j�deme, j�deme...ajjjhhhh. Soy tu puta. Soy una puta...ajjjhhhhh".
Me corr� en su culo, y le obligu� a limpiarme la polla con boca. Ella no se resisti� lo m�s m�nimo.

La pel�cula de v�deo que hab�a sobre su cuerpo a�n no hab�a tenminado. Mar�a volvi� a acariciarse el cl�toris. Suavemente mov�a su dedo, sin introducirlo en el co�o. Creo que a�n se corri� un par de veces m�s.

"Fernando, cari�o. Tenemos que hablar". "Por supuesto Mar�a. Claro que tenemos que hablar".

En ese momento, son� mi m�vil. Era Luis.

Hace ya un par de a�os de esto. Ahora, ya no trabajo. Se podr�a decir que soy casi rico, y eso que s�lo voy al 25%. Mar�a sale de vez en cuando, y no vuelve hasta el d�a siguiente, o a veces, pasados varios d�as. Pero siempre dice que disfruta mucho con el trabajo. Ya os contar�...

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