ANDR�S, MI AMO Y SE�OR
Siempre me gustaron los chicos malos. No s� por qu�, pero me
fascinan as�. Yo, por el contrario, soy de car�cter tranquilo y respetuoso.
Quiz� por eso me gustan que me dominen, es m�s que me humillen y me hagan sentir
quien manda. La explicaci�n no se puede encontrar por lo que he vivido en mi
vida, ya que tengo una buena posici�n social porque me he preparado mucho: Soy
profesor de Geograf�a e Historia. Soy gay y mis amigos son de los m�s lindos,
sensuales y complacientes. Hay uno que es especial para m�, se llama Andr�s,
tiene 23 a�os, pero aparenta menos. Es bajo, moreno claro, labios carnosos y
excitantes, cabello crespo y de un rostro de ni�o muy hermoso. Yo tuve
relaciones sexuales con Andr�s desde que lo conoc� a los 13 a�os y me fascinaba
su manera de hacer el amor, de besar y de excitarme con sus palabras. Este chico
tiene un car�cter muy dominante. Me imagino que es as� porque es bastante
humilde y ha pasado mucho trabajo en su vida.
A finales de 2.001 Andr�s trabajaba en un local de comida
r�pida, ubicado en la ciudad donde vivimos, muy famoso en todo el mundo. All�
conoci� a un muchacho de 25 a�os llamado Eleazar, quien era el Subgerente, es
decir, su jefe inmediato. Este �ltimo era totalmente diferente a mi amigo: de
clase media, alto, de buen cuerpo, blanco, cabello casta�o y unos labios
carnosos que enloquecen a cualquiera. Sin embargo, ten�a una vida paralela, ya
que era muy ambicioso. �l formaba parte de una banda que asaltaba bancos, robaba
veh�culos y traficaba con drogas. Cuando conoci� a Andr�s se dio cuenta de que
�l pod�a ser parte de la banda, en primer lugar, por su necesidad; en segundo
lugar, por su valent�a y adicci�n a la adrenalina y en tercer lugar, algo muy
importante, porque le daba mucho placer generar miedo y hacer sentir que �l era
el l�der al momento de cometer un delito.
Si soy sincero debo decir que yo no not� esas actitudes en mi
amigo a pesar de que lo conozco desde hace a�os. Por el contrario, Eleazar lo
supo de inmediato. Despu�s de 3 meses, a principios de 2.002, Andr�s ya se hab�a
hecho amigo muy cercano de Eleazar. No s� exactamente el momento, pero Eleazar
lo convenci� para que hicieran un asalto a un banco en la capital. Andr�s
accedi� sin poner objeci�n alguna. Al principio no me coment� nada porque tengo
fama de santurr�n.
Un d�a cuando est�bamos tomando Andr�s me coment� lo sucedido
y me dijo que adem�s traficaba con drogas, yo lo reprend� y �l se molest�
conmigo. Entonces entend� que no deb�a reprocharle nada si quer�a seguir
trat�ndolo. La verdad era que me excitaban esos cuentos, sobre todo cuando me
dec�a que sent�a mucho placer al ver que la gente sent�a miedo e impotencia en
sus asaltos. Yo me imaginaba tal cual �l me contaba: Con guantes de cuero negro,
con una pistola y con un detalle que hace las mayores delicias para mi, portando
una capucha negra. Esto �ltimo me hac�a enloquecer, pero no le comentaba nada.
As� pas� un a�o. Entonces, en el a�o 2003, me empez� a gustar
un chico que es vecino nuestro, muy lindo por cierto y Andr�s me ayud� a
conquistarlo. Lo llev� para mi casa y yo le dije que quer�a ser su novio y �l
acept�. En esa �poca yo estaba pasando por un severo cuestionamiento de mi
amistad con Andr�s, pues me daba temor que la polic�a me detuviera con �l en mi
carro o que tuviera alg�n problema con otros delincuentes y lo atacaran estando
yo con �l. Tuvimos un problema tonto y tom� eso como excusa para no tratarlo
m�s. Al d�a siguiente, Andr�s se reuni� con mi novio y otros amigos nuestros y
plane� asaltarme, junto con 2 m�s y quitarme la tarjeta de d�bito y el veh�culo.
Para ello le dijo mi novio que me condujera de noche a un lugar de la zona
industrial que est� detr�s del la urbanizaci�n donde vivimos e inclusive, que se
dejara dar unos golpes para disimular su complicidad. Gracias a Dios mi novio le
hizo creer que colaborar�a, pero nunca se atrevi�. Con el tiempo me enter� por
su boca y la de otros amigos de lo que Andr�s plane�. Yo enfurec� y dije que
nunca m�s le hablar�a. No pod�a creer que alguien a quien hab�a ayudado tanto me
traicionara de esa forma.
Debo confesar que mi novio, a pesar de que es muy lindo y
divertido, no me satisfac�a tanto como yo deseaba, quiz� porque es un chico
normal, no es dominante. Con el paso del tiempo, empec� a tener fantas�as
sexuales con Andr�s, me lo imaginaba teniendo relaciones sexuales con �l,
encapuchado, domin�ndome a placer y para aumentar la humillaci�n terminaba
pag�ndole dinero por sus servicios. No sab�a que hacer, por un lado estaba la
fidelidad a mi novio que hab�a sido muy honesto conmigo y por otro, estaban las
inmensas ganas de tener sexo con alguien que compart�a la misma manera de pensar
que yo.
Por razones que nada tienen que ver con Andr�s termin� con mi
novio a fines del a�o pasado. Fue entonces cuando decid� que quer�a estar con
Andr�s. Como me la doy de orgulloso no le dije a mis amigos que quer�a hablar
con �l. As� que esper� a dec�rselo yo mismo. Una noche �l pas� frente a mi casa
y yo lo llam�. Al principio �l se hizo el desentendido, pero luego se devolvi� y
me pregunt� qu� quer�a. Yo le dije que s�lo deseaba hablar con �l, pero que no
pod�a ser en ese momento. Le ped� su n�mero de celular y le dije que lo citar�a
para salir. �l no estaba muy convencido, pero acept�.
Algunas noches despu�s lo llam� para salir a beber (esa era
la excusa) y nos encontramos en el centro de la ciudad. Nos fuimos a un local
para beber y le empec� a soltar lo que quer�a hacer con �l. Le expliqu� que no
solamente deseaba tener relaciones sexuales, sino que adem�s le dar�a la
satisfacci�n de dominarme y humillarme a placer. Sus ojos brillaban dejando al
desnudo el gusto que sent�a por mis palabras. Por supuesto que se puso m�s
arrogante de que normalmente es. Yo baje mi cabeza y le confes� que ten�a
fantas�as con �l hac�a tiempo y que adem�s no le hab�a dicho antes porque le
tem�a mucho. Era la pareja perfecta: Amo y esclavo juntos, no pod�a ser mejor.
Despu�s de beber y encendernos por aproximadamente 2 horas,
decidimos ir en taxi a un hotel fuera de la ciudad. Al llegar all� est�bamos
excitados hasta no poder. Entramos en la habitaci�n y yo me arrodill� y lo
abrac� a la altura de sus piernas. �l dijo las palabras m�gicas:
-�Te tengo en mi poder!, sab�a que no pod�as resistirte,
�sabes por qu�?, porque eres una basura. Adem�s me temes y eso me gusta.
Yo no pod�a disimular mi gusto ante esas palabras, le dije.
-Papi, yo har� s�lo lo que t� me ordenes, pero me gustar�a
que antes de empezar te colocaras algo.
-�Qu�?, pregunt� extra�ado.
-Estos guantes que te compr�.
-�Ufff!, � Qu� espectaculares son!, dijo.
-Y adem�s quisiera que te pusieras esta capucha negra
tambi�n.
Andr�s ten�a rostro de satisfacci�n por estos regalos m�os.
Lo ayud� a colocarse el equipo y se sent� en la cama. Despu�s me dijo:
- Arrod�llate ante mi, qu�tame el zapato derecho, la media y
lame y besa mi pie.
Mientras lo hac�a me coloc� su pie izquierdo en mi hombre
derecho para demostrar claramente quien mandaba. Luego, me puso su pie izquierdo
y le quit� su zapato y se repiti� la operaci�n, pero a la inversa. Despu�s me
orden� lamer sus pechos y mientras lo hac�a comenz� a escupirme y a decirme que
har�a que me arrastrara a sus pies por el resto de mi vida. Yo sent�a sus pies,
sus palabras y su dominaci�n como una droga de la que no quer�a desprenderme.
Andr�s sab�a perfectamente que me ten�a bajo su poder. Yo estaba extasiado al
m�ximo. Despu�s me orden� ponerme como un perrito mientras �l me montaba sobre
mi espalda como un jinete. Sent� como me golpeaba con sus piernas y al mismo
tiempo me pasaba su lengua por mis orejas y me dec�a:
-Eres m�o, ahora no podr�s zafarte nunca de mi, ja ja ja, no
pudiste y no podr�s resistirte a esta tentaci�n.
Entonces comenz� a besarme por el cuello, yo estaba m�s que
excitado, su lengua recorr�a mi piel con incre�ble facilidad y al final se junt�
con la m�a fundidas ambas en un espectacular beso. Me calentaba mucho el
contacto de mi rostro con el de su capucha, me recordaba a cada instante que no
est�bamos jugando, que aquello era muy serio.
Andr�s me acost� boca arriba me coloc� su ingle delante de mi
boca y me orden� que abriera el cierre de su pantal�n. Ante mi apareci� su
hermoso pene que estaba ya h�medo de l�quido seminal. Yo intent� comenzar a
chuparlo y �l me fren� con sus manos:
-T� lo mamar�s cuando te diga, por el momento har� esto
Y empez� a pasar su pene por mi cuerpo, yo le rogaba que me
lo diera para mamarlo, pero �l no me dejaba. Me excitaba much�simo el l�quido
que desprend�a su miembro. En realidad sus genitales no eran grandes, sino de
tama�o normal, sin embargo, yo estaba m�s que caliente.
Me orden� acostarme boca abajo mientras el se colocaba sobre
mi y colocaba su pene en mi culito y se mov�a, pero sin penetrarme. Con su
lengua me chupaba el cuello y las orejas y al mismo tiempo con sus manos me
apretaba el cuello. Yo le ped�a que tuviera cuidado con mi respiraci�n, �l me
respondi� que si le daban ganas de matarme lo har�a y ya. Era obvio quien
mandaba.
Despu�s me dijo que nos ba��ramos a lo cual acced�. En la
ducha nos bes�bamos y abraz�bamos mientras lo enjabonaba, por supuesto que
tambi�n lo sequ�. Luego sali� del ba�o para que yo me ba�ara tambi�n. Cuando
sal� me sorprendi� con su capucha y guantes puestos otra vez y adem�s
apunt�ndome con su pistola.
-Cre�as acaso que iba a desperdiciar esta oportunidad para
asaltarte.
-Por Dios, Andrecito, �Qu� haces?, �Est�s loco?.
-No, no estoy loco, s�lo que quiero dinero, no pensar�s que
vine para ac� de gratis, mi esfuerzo y mi tiempo valen.
-Pero ya hab�amos hablado de la cantidad, s� que no est�s
aqu� de gratis, baja esa pistola, por favor.
-Ning�n por favor, �D�nde tienes el dinero?, d�melo antes de
que te mate.
-Est� en mi cartera, por favor, no hagas ninguna locura
-�Qu� no haga qu�?, �Qui�n crees que eres?, yo soy tu amo y
t� una inmunda basura, m�rate, todo asustadito mientras tienes que hacer lo que
yo te diga, no te imaginas lo que me excita verte as�.
-Pero yo s�lo quer�a...
-T� no quieres nada, aqu� el que manda soy yo, c�llate y
arrod�llate ante mi
No me qued� otra que obedecer, me arrodill� y �l me tap� la
boca con sus manos enfundadas en los guantes que le regal�. Quise gritar, pero
no pod�a hacerlo, �l puso su pistola en mi cabeza y dijo:
- Hasta aqu� llegaste basura, ja ja ja.
Yo cerr� los ojos esper� lo peor, m�ltiples recuerdos pasaron
fugazmente por mi cerebro, su pistola estaba en mi sien, �l apret� el gatillo, y
son� el caracter�stico "clic", t�pico de un arma descargada.
-�Ja ja ja!, �Viste como te asust�?, eres un cobarde y adem�s
una basura, definitivamente siempre har�s lo que yo te diga.
Yo no pod�a articular palabra, �l disfrutaba con mi terror y
al final comprend� que mi destino era de una esclavitud total junto a �l.
- Vamos al ba�o otra vez, quiero que me rasures las axilas y
el vello del pene.
As� lo hice, mi hombre se acost� en el piso de la ducha, yo
le coloqu� un poco de espuma en sus axilas y en su pubis. Comenc� a rasurar sus
axilas y al mismo tiempo nos bes�bamos a ratos. Luego alrededor de su pene y al
final nos ba�amos otra vez.
A�n dentro del ba�o, le coloqu� la capucha y los guantes, me
orden� arrodillarme y entonces orin� sobre mi cara y me dijo que me lo tomara,
yo lo hice pensando que era riqu�simo tener ese l�quido dentro de mi. Despu�s,
fue �l quien me ba�� y me arrodill� nuevamente, all� introdujo su pene en mi
boca y me orden� chuparlo. Lo hice con todas mis ganas y luego de unos minutos
eyacul� en mi boca. Me pareci� ver el cielo cuando ten�a su delicioso semen en
mi garganta.
Antes de irnos, me hizo arrodillarme y jurarle eterna
fidelidad, pues, de lo contrario, amenaz� con matarme. Yo acced� sin duda
alguna. �l era mi amo, yo le deb�a fidelidad total, sin cuestionamientos y sin
l�mites. Ser su esclavo era lo m�ximo para mi.