Relato: ESCLAVA SEXUAL III
ESCLAVA SEXUAL III
Sinti�ndome esclava.
"Hola peque�a, �C�mo va el viaje?" Le dije que bien pero que quer�a mear. Le dio las llaves del cierre del cintur�n a la negra grande que me hizo un gesto de que la siguiera.
Entramos en una especie de cuadra donde hab�a unos caballos, varios cerdos y vacas, detr�s de la casa, me quito la falda y la blusa y despu�s me quito el cintur�n con los consoladores y mientras yo meaba all� en medio desnuda en cuclillas ante su atenta mirada empec� a sentirme incomoda, "�tal vez as� se sent�an los esclavos?" pens�.
"Let us go white slut!" me grito mientras con una manguera limpiaba el cintur�n de los consoladores y me lo tend�a para pon�rmelo. No me pude ni limpiar, ella misma cerr� el cintur�n y tom�ndome del pelo me arrastro hacia el interior de la casa.
Al entrar en el sal�n los cinco hombres me miraron divertidos. All� estaba, descalza y desnuda con el cintur�n de los dildos puesto y chorre�ndome a�n los restos de mi orina y el agua por las piernas.
"�Arrod�llate puta!" me grito Hans. Me sorprendi�, pero sin duda mi esclavitud empezaba ya a ser efectiva. Vi como el hombre mayor del avi�n la daba un fajo de billetes a Hans y su acompa�ante me empujaba a arrodillarme ante su jefe. Un gesto me indico que deb�a sacarle otra vez la polla del pantal�n y mam�rsela. Estaba en ello cuando vi a Hans que haci�ndome un gesto de un beso con los labios, sal�a con mis guardaespaldas de la casa. O� ruido a mi espalda y antes de reaccionar un seco golpe sobre mis nalgas me hizo sentir un l�tigo que levantaba un ardor inesperado en mi piel.
Trate de esquivarlo y deje de mamar, lo que me supuso un enorme bofet�n del negro mayor "�sigue mamando zorra�" grito en un perfecto castellano. Segu� mamando mientras el l�tigo segu�a golpeando mis nalgas, mis costados y mi espalda.
La zurra sigui� hasta que el hombre se corri� abundantemente en mi boca haci�ndome tragar toda su leche. Me hizo levantar y paso sus dedos sobre los verdugones que el l�tigo hab�a dejado en mi cuerpo, me ard�an y me dol�an a la presi�n, imagin� que para ellos deb�a ser excitante ver mi cuerpo marcado despu�s de haberme o�do gemir con la boca llena de la polla de aquel hombre.
La negra se acerc� me cogi� por los pelos y volvi� a llevarme a la cuadra. Con una cuerda que colgaba de una viga me ato las mu�ecas y me suspendi� del techo. Despu�s con la manguera que hab�a utilizado anteriormente me dio una ducha de agua fr�a por todos los rincones de mi cuerpo. Cunado el agua incid�a con la presi�n sobre mi lacerado cuerpo la mezcla de dolor y satisfacci�n era indefinible.
Cuando acabo mi ducha, salio de all�. Me quede suspendida del techo, y algunos animales se acercaron a husmearme, unas cabras, unos cerdos, alguna cabra me lami� los muslos y me olisqueaban el co�o tapado con el cintur�n de cuero que manten�a mis agujeros ocupados.
Pasado un tiempo, la negra volvi�, me desato y cogi�ndome nuevamente del pelo me llevo al sal�n. All� me limpio a fondo con una esponja de piedra p�mez y una toalla grande y �spera, con lo que mis marcas de los latigazos me dol�an al contacto con la toalla.
Una vez bien seca, me hizo poner una t�nica de colores, unas sandalias y un tocado tipo turbante de lana en la cabeza recogiendo mi pelo. Me roci� con una especie de perfume muy penetrante y me unto al cara con una sustancia negra, que oscurec�a mi piel, despu�s me llevo junto a a la puerta y me hizo arrodillarme con la espalda bien recta en un rinc�n.
Al cabo de un rato o� un coche que se deten�a. Segu�a siendo de noche aunque parec�a empezar a amanecer. O� voces fuera y se abri� la puerta, dos hombres fuertes negros entraron en la sala, me miraron y hablaron con la negra, esta asinti� y acerc�ndose me ato las mu�ecas a la espalda. Uno de los hombres me cogi� en volandas y me saco de la casa. Me deposito sin miramientos en la parte trasera de una pick up, junto con varias jaulas de animales y cajas de comida. Subi� a la furgoneta y arranco.
Media hora nos separaba del aeropuerto.
Al llegar a la Terminal, el conductor del cami�n me dio una bolsa de mano con mi documentaci�n y poco m�s y con gestos me indico que entrara en el aeropuerto. El volvi� al cami�n y se alej�.
Me sent� extra�a, con la cara sucia, aquella vestimenta "africana" y sobre todo sola en aquel aeropuerto y con el cintur�n de los consoladores puesto y cerrado. Not� que la gente me miraba sorprendida al ver una mujer blanca, con esas pintas. Al menos ol�a bien tras la limpieza que aquella mujer negra me hiciera.
Entre en el aeropuerto y mire los vuelos, el m�o, de South African Airways, SA 1763 sal�a a las 5,30 y eran casi las 5 de la ma�ana, fui hacia el control de pasaportes. Para pasarlo no hab�a mucha gente y deb� esperar unos minutos.
En la cabina un guardia negro que me miro con sorpresa: "�Vuela a Gaborone?" me pregunto en ingl�s sin quitarme ojo. "S�" contest� yo t�midamente. "�Y su equipaje?" pregunto �l, "Lo facture desde Lisboa" me mir� detenidamente "�A que va a Gaborone?" me quede petrificada, no sab�a que decirle, �placer?, �trabajo? �Le contaba que ser�a explotada sexualmente para un reportaje de TV?... "Voy con un equipo de TV para unos reportajes sobre la fauna del pa�s, pero me despist� y he perdido a mis compa�eros, espero encontrarlos en el avi�n. "�El nombre de sus compa�eros?" me pregunto mientras yo miraba el reloj del aeropuerto y la hora de embarcar se acababa.
Le di el nombre de Hans, consulto sus papeles y llam� a una polic�a negra que estaba fuera de la cabina. Habl� algo en africano con ella y se march�. La mujer me mir� "Esta bien�desn�date" me dijo en ingl�s. "�C�mo?" pregunt� sorprendida. "Qu� te desnudes" casi me grito. " Perder� el avi�n" dije compungida. "No lo perder�s tranquila, debemos asegurar tu entrega��te desnudas o te desnudo yo?" me dijo acerc�ndose. Me quite lentamente la t�nica y ella me miro con gesto sorprendido el cintur�n de los consoladores "�Y eso?" pregunto. No supe que responder. Se coloc� detr�s de mi y me cacheo de arriba abajo, los pechos los costados, las nalgas. Toco despacio las se�ales de los latigazos y murmuro "buen trabajo para empezar".
Note que le gustaba sobarme. Me tomo la cara con ambas manos y mir�ndome a los ojos me beso en la boca con intensidad, me deje hacer y su lengua me penetro casi hasta la garganta, luego se retiro, me dio una palmada en el culo y tras contemplarme unos minutos me hizo vestir otra vez. "�S�gueme!" me dijo. As� lo hice y me llev� por un pasillo interior.
La hora de despegar se acercaba y yo segu�a all�. Estaba asustada, nerviosa y cabreada. Entramos en una sala donde hab�a dos polic�as. La mujer se volvi� hacia mi "desn�date" me dijo. Intente negarme, pero me dio una bofetada "desn�date zorra" me grito. Me desnude y los guardias me miraron sorprendidos y sonrientes, se acercaron y tras sobarme bien, se detuvieron en mi cintur�n. "�es c�modo?" me pregunto uno de ellos."Lastima que lleves eso puesto guarra, pues si no ya habr�as probado unas buenas varas negras" dijeron d�ndome unos cachetes en las nalgas. Despu�s la mujer les indico las se�ales de mi cuerpo "ya ha sido azotada, as� que ira a alguna granja de esclavos" dijo sonriendo.
La mujer me hizo un gesto de que me vistiera y me hizo seguirla.
Me dejo al borde de la pista y me indic� un avi�n peque�o, de h�lice. "ese es tu avi�n puta. Que disfrutes tu experiencia africana zorra blanca" me dijo mientras me pellizcaba los pechos con dureza a trav�s de la t�nica y despu�s me empujaba hacia el avi�n. Una vez en �l comprob� los dos moretones que me hab�a dejado en ambos pechos.
Vi gente que sub�a a�n por la escalerilla y como pude corr� hacia el avi�n. Al llegar una azafata me pidi� mi billete. Se lo ense�e y me hizo subir al avi�n. Me llevo hacia una parte trasera, separada por una especie de reja del resto de la cabina. La gente me miraba sorprendida. En aquella especie de jaula hab�a tres asientos y algunas cajas y utensilios. Me indico un asiento con los ojos. Me sent� y me puse en cintur�n de seguridad. Unos minutos despu�s subieron dos hombres de mediana edad mal vestidos que entraron dentro de la jaula conmigo y no paraban de mirarme. La azafata ech� una cortina que nos separaba definitivamente del resto de la cabina. Observe de reojo a mis compa�eros de asiento. Me miraban con descaro.
O� que el avi�n iba a despegar pero no hab�a visto a Hans ni a mis amigos. Estaba asustada.
Ya hab�a amanecido y recordaba que en el plan de vuelo, ten�amos una hora de viaje hasta Gaborone. El final de la primera etapa de mi viaje se acercaba, llevaba casi 24 horas en danza. Trate de relajarme y dormir.
Me despertaron unas manos sobre mis muslos. Abr� los ojos y fui a gritar, cuando unas manos me taparon la boca. Mis dos acompa�antes trataban de pasarse un buen rato conmigo. No sab�an que mis entradas estaban tapadas, pero tras descubrirlo, mientras uno me tapaba la boca el otro sobaba mis tetas. Se turnaron en ambas tareas mientras hablaban en alg�n dialecto que yo no entend�a y re�an divertidos. Uno me cogi� la cabeza y me obligo a meterme la polla de su amigo en la boca. No estaba muy limpia pero era grande y dura, hasta ahora las polla negras que hab�a ido conociendo hac�an justicia a la leyenda. Ni que decir tiene que tuve que comerme ambas pollas con el tiempo justo para aterrizar.
Cuando est�bamos llegando se corri� la cortina, los hombres le gui�aron un ojo a la azafata. Esta me miro "Cuando aterricemos espera aqu�, vendr�n a buscarte" me dijo en tono muy seco. Y salio.
Al detenerse el avi�n, los hombres me gui�aron un ojo y salieron. Yo me quede sentada.
Pasados unos minutos dos hombres negros de fuerte complexi�n entraron en el compartimiento. Sin decir una palabra me taparon los ojos y me ataron las manos a la espalda. Uno de ellos me cogi� por la cintura y me cargo sobre su hombro como un fardo. Sent� el fresco del aire en mi cara al salir del avi�n.
En unos minutos estaba dentro de un coche, camino de una nueva experiencia.
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