Este relato es producto de mi imaginaci�n, y espero que los
caliente tanto como a m�. Desde hace unos meses que leo y escribo relatos para
esta pagina de internet, siempre he tenido una especial predilecci�n por los
escritos por Juli�n. A quien considero que es uno de los mejores y m�s
prol�ficos escritores de este sitio, le dedico este relato.
Como les comentaba, yo me hice asiduo lector de relatos con
tendencias Gay y transexuales, diariamente le�a, le�a, me calentaba y me
masturbaba en el ba�o de la oficina con los relatos que all� encontraba. Hasta
que un d�a me arme de valor y le mande un correo al mejor escrito de relatos.
Afortunadamente recib� respuesta de el en tan solo un par de d�as, y as�
empezamos una relaci�n a distancia gracias a la maravilla del correo
electr�nico. Las cartas iban y ven�an, cada vez con mensajes mas atrevidos y en
ocasiones hasta con fotos mostr�ndonos nuestros miembros y culos.
En esos mensajes yo le comente a Juli�n, mis dos preferencias
m�s grandes, los transexuales con grandes vergas y grandes tetas, y las org�as
entre hombres. Por sus relatos encontr� excitante todas sus historias en los
saunas, disfrutando de cada vez de fabulosos buffets de carne y culos a
disposici�n. El tiempo fue pasando y gracias al trabajo tuve oportunidad de
viajar a Monterrey, ciudad en donde mi estimado Juli�n vive y con quien anhelaba
tener un encuentro excitante. Me entere de este viaje con una semana de
anticipaci�n, por lo que me puse en contacto con Juli�n, para arreglar de ser
posible vernos en una escapada del trabajo. Afortunadamente todo se pudo
concretar. Juli�n me cont� que una vez que yo estuviera instalado en mi hotel,
le llamara a su numero celular para que nos vi�ramos. �l me prometi� una grata
sorpresa para ese d�a.
Los d�as pasaron y mi calentura iba en ascenso, inclusive
pase por una de las sexshop de mi ciudad para comprar algo interesante para esa
tan esperada ocasi�n. Compre una bomba de esas que te permiten crecer el pene a
dimensiones incre�bles, tambi�n un par de tangas, deliciosas que tan solo llevan
un hilito por la parte trasera encaj�ndose en las nalgas, y un vibrador de dos
cabezas, largo y grueso, con unas venitas que simulaban dos vergas reales una de
cada extremo. De solo imaginar lo que podr�a pasar me puse caliente. La noche
previa a mi viaje, y justo antes de hacer mi maleta, me prob� una de las tangas
y me met� el consolador lo mas profundo que pude. Al mismo tiempo me jalaba la
verga tanto que parec�a que me la quer�a arrancar. Evidentemente a los pocos
minutos me vine encima de mi propio estomago y pecho, y recorr� con mis dedos
esos mecos y esa leche para chuparlos y acab�rmelos. El sabor de la leche, es
incre�ble, y creo que era algo que tambi�n compart�a en gustos con Juli�n.
Por fin llego el d�a, tome el avi�n, un chofer de la empresa
paso por mi, me llevo a las oficinas en donde deb�a hacer unas cosas de trabajo
y mas tarde como a las 6 pm me llevo a mi hotel. Me pregunto que si no se me
ofrec�a algo mas, y la verdad es que si se me ofrec�a algo mas, algo como una
rica y jugosa verga entre mis nalgas, pero evidentemente era algo que no le iba
a pedir a el. Me registre y sub� a mi habitaci�n. Lo primero que hice fue
desnudarme por completo y tirarme encima de la perfectamente tendida cama de mi
habitaci�n, quer�a hablar al celular de Juli�n completamente desnudo, el me dijo
que ya estaba esperando mi llamada.
La verga se me empezaba a levantar poderosamente. Me dijo que
en unos 45 minutos estar�a en mi hotel, le pase el numero de habitaci�n y
colgamos. Estos 45 minutos eran el tiempo perfecto para darme un regaderazo,
limpiar mi cuerpo de cualquier impureza, y frotarme el culito para que rechinara
de limpio. Acabe de ba�arme, me vest�, y prepare una peque�a maletita con tan
solo algunas cosas como una muda de ropa y algunos accesorios personales, por si
hac�an falta. Pocos minutos despu�s son� el tel�fono y era Juli�n desde el lobby
para decirme que ya me esperaba abajo.
Baje lo mas r�pido que pude, y lo encontr� sentado leyendo un
peri�dico. El se levanto me saludo de forma completamente natural y me dijo que
ya el taxi estaba listo. Nos subimos en el y le dio instrucciones para ir a los
famos�simos ba�os Capri. Yo empezaba a emocionarme, ya que desde hacia varias
semanas sonaba con que lo que hab�a le�do en sus relatos se convirtiera en
realidad.
No tardamos demasiado para llegar, y al momento del ingreso,
me pregunto que si quer�a compartir un privado con el o que si quer�a cambiarme
en otro independiente. Le respond� que me gustar�a mas compartirlo. as� que nos
metimos juntos a un peque�o cuartito, que la verdad no permit�a demasiado
movimiento. Mi nerviosismo iba en aumento, ya que sabia que estaba a unos
escasos segundos de poder ver a mi amigo tal y como Dios lo trajo al mundo. Yo
me sent� para quitarme los zapatos y los calcetines, luego desabotone mi camisa,
y me saque la camiseta por arriba de mi cabeza. Mientras tanto, Juli�n
tranquilamente se iba quitando sus ropas. De pronto yo me pare, y no s� por que
raz�n, me di vuelta hacia la pared para agacharme y sacarme los pantalones. , Yo
aun tra�a puesto mi tanga que se me escurr�a deliciosamente por entre mis
gl�teos. As� que deje involuntariamente mi culo a su entera disposici�n a tan
solo unos cent�metros de el. En ese momento sent� como un dedo me acariciaba
delicadamente la raya de mi culo. Y lo que sent� fue electricidad que recorri�
mi espalda. Me gire y fue entonces cuando finalmente pude apreciar los 20 cm de
verga que se cargaba Juli�n. Aun no estaban en todo su esplendor, pero era muy
agradable poder ya confirmar su tama�o en la vida real. Era una rica verga
gruesa y cabezona sin circuncisi�n.
Adornada por debajo por unos suculentos huevos que colgaban.
Me agache nuevamente para bajarme la tanga, lo que provoco que mi rostro quedara
apenas a unos cuantos cent�metros de esa verga. No desaproveche la ocasi�n, y le
tire la primera leng�etada a la cabeza que ya mostraba rastros de un hilito
brillante de liquido preseminal. Lo tome por las nalgas para acercar esa verga
deliciosa a mi rostro, lam� y lam� esos huevos deliciosos, mientras le
acariciaba el culo. El puso sus manos alrededor de mi cabeza disfrutando la
mamada que le estaba dando. De pronto hicimos una peque�a pausa. El me invito
una cerveza y yo la agradec�, por lo que fuimos caminando completamente desnudos
hacia el bar, nuestras vergas presum�an una erecci�n por lo que al caminar iban
rebotando con nuestras piernas. Algunos de los asistentes nos ve�an con descaro
las vergas, mas de uno se levanto y se quito la breve telita que les cubr�a sus
genitales. Esto cada vez me calentaba mas y mas.
Al terminar la cerveza y un cigarro, nos dirigimos a las
regaderas, todav�a desnudos, y nos empezamos a enjabonar mutuamente, �l pasaba
sus manos por cualquier parte de mi cuerpo y yo hacia lo mismo con el de el.
Cada vez me costaba mas controlar esta calentura, por lo que le suger� ir al
cuarto oscuro. Y as� lo hicimos, al entrar no perd� el tiempo y me incline para
mamarle la verga. Yo ni siquiera me hab�a dado cuenta de quien mas se encontraba
en la habitaci�n. En eso gire levemente la cara y me encontr� a un negro
metiendole una impresionante verga a un jovencito por el culo. �l lloraba de
pasi�n, al parecer el instrumento era demasiado grande y le causaba dolor, sin
embargo no se quitaba de donde estaba, segu�a meneando las nalgas, para comerse
mas carne cada vez. Esta situaci�n hizo que se me antojara tener un buen pedazo
de carne entre mis nalgas, por lo que me levante y le ped� a Juli�n que me
cogiera en ese preciso momento, me gire y me incline levemente. El froto unas 4
veces su verga por toda mi raya, hasta que recargo su glande en mi culo y empezo
a empujar.
El vapor del lugar habia ayudado a que tuviera la humedad
necesaria para que ese tronco de carne fuera desliz�ndose en su objetivo de
entrar a mi culo. Fue incre�ble, mi culo, se adaptaba rapidamente al tamano de
verga que me encajaba. Las primeras metidas eran delicadas y pausadas, poco a
poco empezaron a ser mas profundas, fuertes y rapidas. El se detuvo de mis
caderas para tener un mejor punto de apoyo y asi atraer mi cuerpo contra el
suyo. Sin que yo lo advirtiera, y por la escasa luz de la habitaci�n, ya tenia
la verga larga venosa y negra del otro habitante en mi boca, los huevos le
colgaban impresionantemente y apenas rebotaban en mi menton.
Continuara ...